Fotos de Ricardo Morales
Los neoliberales que mal gobiernan a México se han encargado durante los últimos años de entregar la soberanía energética del país poniéndola en manos de las empresas trasnacionales el petróleo, el gas y la electricidad.
La nacionalización de la industria eléctrica en 1960 puso fin a los abusos de las empresas eléctricas extranjeras en contra de los consumidores nacionales. Fue un gran triunfo del pueblo en pro de la defensa de la soberanía de la nación sobre sus recursos naturales y particularmente energéticos.
Ahora con la imposición de Fecal, los neoliberales quieren pasar del poco a poco al de una vez por todas las llamadas reformas "prioritarias" que no son otra cosa que la forma de pago a las empresas transnacionales que apoyaron la campaña del pelele y coadyuvaron al fraude.
Con la reforma energética quieren privatizar a las empresas públicas del sector como CFE, LyF y PEMEX para entregárselas al capital extranjero, a transnacionales de pésima reputación mundial como ENRON de Estados Unidos, Unión FENOSA de España y Mitsubishi de Japón, por algo estos países se apresuraron a felicitar a Fecal cuando ilegalmente se le declaró como ganador de la elección presidencial. Son empresas que se enriquecen a costa de los países en vías de desarrollo, los explotan y los empobrecen cada vez más.
Con la reforma a la Ley del Trabajo pretenden desmantelar los contratos colectivos de los trabajadores y acabar con los derechos conquistados por éstos. Con la reforma hacendaria quieren aumentar los impuestos: el IVA en alimentos y medicinas, así como el ISR sobre prestaciones laborales como el aguinaldo y los fondos de ahorrro. Y en este mismo renglón acabar con el régimen de jubilaciones y pensiones de todos los trabajadores mexicanos.
Dicen como siempre que lo hacen por "el bien de México", que en la globalización no nos queda de otra. Es decir, sin derechos laborales, seguridad social, gas, petróleo y electricidad por fin habrá prosperidad para todos, esto sí que es kafkiano, Sr. Slim. El mismo absurdo que justificó la privatización de los bancos, las carreteras, la telefonía, los puertos y aeropuertos, etc... ¿en dónde está el bienestar? ¿acaso no existen en México 40 millones de mexicanos en pobreza extrema? ¿por qué tenemos uno de los salarios más bajos del mundo y al mismo tiempo al cuarto hombre más rico del mundo, el Sr. Slim?
Debemos decir basta al saqueo. El pueblo de México a través de los siglos ha luchado por sacudirse la opresión y a los vendepatrias. Por más que quieran, los neoliberales no pueden ocultar la historia. Estamos pues en una encrucijada, o detenemos las reformas neoliberales o en los años que vienen no tendremos nada.
La causa de Josefa Ortiz de Domínguez, Hidalgo y Morelos sigue vigente. Los neoliberales tendrán que pensarla antes de reprimir al pueblo como claman algunos intelectuales y medios de comunicación, que han desatado una verdadera campaña de linchamiento en contra de las luchas sociales por la defensa de la voluntad popular, los derechos laborales y las libertades democráticas. La represión, como demuestra la historia, no detendrá al pueblo.
Ya se llevan a cabo las gestiones y preparativos entre los grupos que representa el traidor a la democracia y el pelele, la agenda de la derecha reinscribe el tema de la privatización de la industria eléctrica.
La electricidad constituye un derecho social de todos los mexicanos, nadie puede prescindir de ella y la prestación del servicio público de la electricidad debe orientarse hacia el bienestar social y no al enriquecimiento desmesurado de la oligarquía.
¡NO A LA PRIVATIZACIÓN! ¡NO PASARÁN! ¡NI UN PASO ATRÁS EN LA DEFENSA DE NUESTRA SOBERANÍA Y DE NUESTRA INDUSTRIA ELÉCTRICA!
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