Debido a los acontecimientos que se han venido desatando en la política actual de la sociedad de México y a las opiniones tan llenas de faltas de líderes religiosos, me pongo a pensar en qué sucede con aquellos que supuestamente deben de tener como objetivo anunciar la “verdad”. Lamentablemente vemos que sus salidas y entradas en los medios de comunicación son solamente para hacer comunicados llenos de incongruencia y revelantes de la falta de amor hacia el prójimo.
La noticia que actualmente causó escándalo fueron las declaraciones del Cardenal Norberto Rivera. El tema, el aumento al precio de un alimento básico, las tortillas. Declaraciones de las cuales más tarde el mismo mostró disgusto porque según el no se había difundido la información como la había dicho. Y porque no, mencionar los escándalos de casos de violaciones realizadas por sacerdotes católicos que muchos de ellos han quedado en la impunidad.
En lo personal y con respeto a los que profesan esa fe, al menos por mi parte no estoy de acuerdo que una persona que ha servido como una barrera para cubrir a violadores de niños se atreva a presentarse delante de Dios para hablar palabras que no lleva a cabo. De que sirve ponerme de pie delante de fieles y tomar el micrófono cuando mis acciones son sucias, vacías y que no muestran nada de lo que se dice que soy.
Millones de palabras se vuelven nada cuando son comparadas con las acciones que se han realizado. Ahora, dejando a un lado el ministerio que éste posee, hablemos en el aspecto de ser humano. Qué tipo de persona se puede ser cuando viendo las circunstancias de su país en lugar de promover un cambio, es un obstáculo para que se lleve a cabo éste, qué ser humano se queda sin hacer nada al ver el sufrimiento de otros, de aquellos que tienen necesidad y que buscan ayuda.
Simplemente la respuesta a esta pregunta es sencilla, la persona que no siente nada ante el dolor ajeno es porque simplemente su corazón ya está duro y pese a todo lo que vea éste no se doblegará. Ese tipo de personas solo reciben un nombre, cualquiera puede ser, pero menos el de ser humano.
La noticia que actualmente causó escándalo fueron las declaraciones del Cardenal Norberto Rivera. El tema, el aumento al precio de un alimento básico, las tortillas. Declaraciones de las cuales más tarde el mismo mostró disgusto porque según el no se había difundido la información como la había dicho. Y porque no, mencionar los escándalos de casos de violaciones realizadas por sacerdotes católicos que muchos de ellos han quedado en la impunidad.
En lo personal y con respeto a los que profesan esa fe, al menos por mi parte no estoy de acuerdo que una persona que ha servido como una barrera para cubrir a violadores de niños se atreva a presentarse delante de Dios para hablar palabras que no lleva a cabo. De que sirve ponerme de pie delante de fieles y tomar el micrófono cuando mis acciones son sucias, vacías y que no muestran nada de lo que se dice que soy.
Millones de palabras se vuelven nada cuando son comparadas con las acciones que se han realizado. Ahora, dejando a un lado el ministerio que éste posee, hablemos en el aspecto de ser humano. Qué tipo de persona se puede ser cuando viendo las circunstancias de su país en lugar de promover un cambio, es un obstáculo para que se lleve a cabo éste, qué ser humano se queda sin hacer nada al ver el sufrimiento de otros, de aquellos que tienen necesidad y que buscan ayuda.
Simplemente la respuesta a esta pregunta es sencilla, la persona que no siente nada ante el dolor ajeno es porque simplemente su corazón ya está duro y pese a todo lo que vea éste no se doblegará. Ese tipo de personas solo reciben un nombre, cualquiera puede ser, pero menos el de ser humano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario