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15 enero 2007

Matando al presidencialismo

J. Alejandro Peyro, Revoluciones

Primera parte.

De imperios de papel a republicas de oropel.

La historia de Mexico nos enseña algo fundamental: la simulacion como estilo de gobierno ha sido germen de las mas grandes catastrofes. Desde Acatempan hasta el 2 de julio de 2006, pasando por la guerra de los pasteles, la perdida de Texas, la revolucion de Ayutla, Comonfort, Maximiliano, el ·mátalos en caliente· de Diaz, Huerta, Carranza, Obregon, el maximato, y Carlos Salinas de Gortari.

¿Por qué creen ustedes, amables lectores, que en México y sólo en México se celebre el inicio del movimiento en vez de la consumacion de la Independencia? ¿Por qué creen que, a diferencia de nuestros vecinos del norte, no exhibimos orgullosos nuestro documento declaratorio de independencia? Porque se titula: "Acta de Independencia del Imperio Mexicano". ¿Por qué creen que se ha forjado, siempre subordinada a los intereses de los verdaderos saqueadores del pais, la imagen inmaculada del primer mandatario?

En la actualidad, con todos los avances en la comunicación, en el acceso a la información, y en general en la formación de los ciudadanos, resulta increible (e indignante) que muchas personas en nuestro país sostengan y defiendan esta parte del régimen de simulaciones que se llama investidura presidencial. Pero para comprender mejor este fenómeno es preciso distinguir lo que sí es y representa tal investidura.



1. El presidente de la República es el primer representante del pueblo, surgido de, por y para defender el interés del pueblo, y sus atribuciones y facultades surgen no de su cargo en sí mismo, sino del valor que a dicho cargo le confiere el pueblo.

2. La parte final del juramento del presidente de la República lo indica claramente: "y si no lo hiciere, que la Nación me lo demande", refiriéndose a sus responsabilidades primordiales. "Defender al pueblo".

3. No existe ninguna reglamentacion, ley, o jurisprudencia, que el pueblo de México use o haya usado, para demandar la destitución del presidente por incumplir sus funciones. La única forma de realizar esto, históricamente, ha sido mediante conflictos armados o movimientos sociales derivados en guerras civiles.

4. Durante el siglo XX, en la postrevolución, México ha padecido regímenes opresores, saqueadores, ilegítimos y nocivos en todo sentido para la población. Es en este periodo, bajo la "dictadura perfecta" del PRI, que se consolida la imagen del presidente paternal, heredero directo de los ideales revolucionarios y encarnación de las "más caras aspiraciones del pueblo".



Es a partir de 1988, con la imposición de Salinas de Gortari en la presidencia, que se empieza a cuestionar esta figura; cambio en parte fomentado por el movimento democrático, y por otro lado impulsado por visiones más gerenciales del ejercicio del poder. No obstante, el despliegue mercadotécnico sustituye al nacionalismo sin contenido, y la imposición de la imagen de un presidente capaz y competente continúa. Con una adición. La transfiguración del ex presidente discreto e intocable en el "chivo expiatorio". Salinas merecidamente satanizado, Zedillo el progenitor del FOBAPROA, Fox el superficial, incompetente y "mandilón", e incluso la simulación de justicia hecha con el genocida Echeverría.

Pero, al igual que antes, no importa ya nada de lo sucedido antes del primero de Diciembre, este hombre es el presidente. A él apoyamos, a él seguimos. ¿Cuestionamientos, acusaciones, reclamos? primero de diciembre, 2012 es la fecha. No antes.

Y así se facilita perpetuar la mentira del país feliz. La lucha del pueblo y los patriotas muertos y los episodios históricos conmueven pero no deben inspirar. Se vulgariza y se roba el contenido de la historia. Y lo peor, se hurta el orgullo y la dignidad de los mexicanos. El pueblo no dice basta porque no basta. Pero ya no. Se acerca y se debe acercar el momento en que ya todos digamos basta.

Comentarios: revolucionesmx@gmail.com

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