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25 enero 2008

Cuidado, que es México…

Miro la foto del matutino, y al de la foto yo lo conozco, que aquí nada ha cambiado en los años recientes que no sea para empeorar. Si no es mi paisano pudiera serlo. Miro, observo la foto, y mientras más la contemplo más me convenzo de que este cristiano pudo nacer en mi tierra de Zacatecas y aun ser de mi misma carnada Porque sí: el mismo estilo de vestimenta el mismo gorro de palma, los huaraches, la chamarra y al hombro el morral. Como ranchero que acabara de bajar desde La Villita o Milpillas hasta mi Jalpa Mineral. Qué cosas…

Miro la foto y pienso: ése se llama Juan, Pedro, o Reginaldo, y se apellida Muñoz o es de los Llamas o los Tizcareños de La Cañada Lo calculo pacífico, manso de corazón En sus terregales de Tepezala siembra maíz, frijol, calabazas. Los domingos baja al pueblo a la misa de doce, y ya con la bendición encima se desbalaga por el Barrio Alto: sal, azúcar, cigarritos, alcohol del 96. Más tarde el trago para entonar el cuerpo, y arrendar para el rancho, ya al pardear, a aquello de entre dos luces. Y la paz…

Pero no. En ese morral, el de la foto no carga cigarros ni envoltorios de azúcar y sal, sino piedras. Ladrillos. En la diestra no afianza el cigarrito sino una calibre 22 negra, cañón recortado. Con el tambor (la mazorca, que allá decimos) retacada de plomos…

Tejupilco, Estado de México, lustros atrás. Miro la foto. Observo un edificio en desgracia puertas desencajadas, macetones quebrados, vidrios hechos pedazos y por el suelo semejante regazón de piedras, ladrillos, garrotes, cuajarones de sangre oreada Tejupilco. “Dos policías y un civil muertos y más de 60 lesionados fue el saldo del enfrentamiento suscitado entre miembros de seguridad pública del Estado y lugareños descontentos…”

Miro dos, tres, muchas fotos más. Todas ellas certifican la violencia que se produjo en el choque entre granaderos y esas docenas de gorrudos que, dicen las notas de prensa, dejaron inservible el inmueble municipal. Tejupilco. El de la calibre 22 en la diestra va caminando rumbo a la entrada del edificio, y se mira dispuesto a todo, a como dé lugar y a ver a cómo nos toca Pueblerino que se ha mantenido pacífico desde el estallido de 1910, yo intento calcular cuánto habrán tenido que irlo exasperando los malos gobiernos de Echeverría y López Portillo, para que más tarde el mediocre de las cejas alacranadas abriera de par en par las puertas de México al libre comercio, y el orejudo entreguista y pro-yanki asestara al agro los rigores del Tratado de Libre Comercio, y los vende-patrias que vinieron después anden hoy de culiprontos, PEMEX en esta mano y en esta otra la energía eléctrica “Baratitos, patrón…”

Cuántos sexenios de perversión impune, cuántas medidas presidenciales adversas al paisanaje, qué de agravios no habrá tenido que cargar el paisano sobre los lomos para que de repente se haya decidido a afianzar esa 22 de cañón recortado y ande a estas horas con la sana intención de no dejar títere de Bush con cabeza..

Por lo pronto, lástima, ya sembró en el camino a ese de uniforme, polainas, casco y garrote de granadero. El de las fuerzas represivas ahí quedó, boca abajo, en un charco de sangre. Y qué coincidencia el victimado pudiera haber sido, él también (morenillo, lampiño, jetón, quizá un diente de oro) pariente cercano del victimario…

Miro la foto. Entereza sombría, sobrecogedora, la del paisano de Tejupilco, y pienso: ¿durante cuánto tiempo podrán todavía los del Poder mantenerlo a raya? ¿Cuánto tiempo después de la apertura total del TLC, cuánto más, cuánto? ¿Cuántos más de uniforme tendrán que agenciarse? Y caramba solo y por la calle, el morral al hombro, se advierte tan manso el paisano. Pero no, que cuando ya le colmaron la medida, un arma en la diestra y esa estampa alzada le dan todo el aire de un Zapata redivivo. Mis valedores…

Más allá de las protestas callejeras, más allá de la mentada mega-marchita señalada para el 31 de enero, que el gobierno ni oye ni ve, ¿hasta dónde podrá soportar la exasperación del paisano de Tejupilco? Ah, tecnoburócratas pro-yankis: cuidado, mucho cuidado, que Tejupilco es México. (Este país.)

15 diciembre 2007

La TV y el Gran Canal

Una muy buena del Valedor sobre los medios de comunicación:

Las empresas de televisión mexicana exigimos que el presidente del país garantice el pleno ejercicio de la libertad de expresión…

- Ricardo Salinas Pliego, propietario de TVAzteca-

TV Azteca Pronto habrán de cumplirse quince años de soportar la radiación, mis valedores. La contaminación. Espiritual, cultural. Quince años en los que las vivas aguas de los ríos vienen recibiendo, metafóricamente, desechos fabriles, de fosas sépticas y albañales. Quince años de inundaciones de ríos de aguas negras, afluentes del Gran Canal. Quince años en los que los vientos han diseminado las miasmas del fecalismo a cielo abierto, como a cielo abierto se amontonan los tiraderos de basura que inficionan los aires. Quince años cumplirá a mediados del 2008 (lo único que sí cumple) esa fuente de contaminación apodada TV Azteca, de cuyo propietario aparente, un Ricardo Salinas Pliego, lo afirmaba hace algunos ayeres la periodista Gabriela Aguilar:

“Hombre peculiar, apoyador del PRI, no cree en la democracia y piensa que ésta no existe en México. Añora haber vivido en tiempos de la conquista, no como indio; como conquistador. Cuando juega en Las Vegas, lo hace sin perder más de un limite de diez mil dólares’”.

Hoy, ante la reforma que se ha realizado de una de las libertades del ente humano, libertad regulada como, sin excepción alguna, lo están todas las demás, el vendedor de aparatos electrodomésticos clama a lo aspaventero:

¡No debemos permitir que las ambiciones poltticas de unos cuantos echen al basurero de la historia la lucha de millones de mexicanos por conquistar la libertad de expresión..!

TV Azteca en los hogares de las masas sociales. “La televisión (Lorenzo Meyer, de EL Colegio de México) es un medio de información y formación de opinión pública demasiado importante para ser dejado enteramente en manos de personas como Salinas…”

¿Razón por la que el Estado malbarató los canales 7 y 13 al heredero de Elektra? Meyer:

“La opinión pública mexicana es, básicamente, una opinión desinformada, tal y como la requiere el sistema en que vivimos”.

Porque PRI, PRD y PAN pretenden imponer su visión a los millones de mexicanos en los contenidos de los programas de televisión… -Salinas Pliego-

“Su discurso es deplorable” Y que como persona privada tiene derecho a sus opiniones, por disparatadas y absurdas que puedan parecer. Salinas está muy en su derecho de considerar que la mujer no puede ser la igual del hombre, sino un complemento, o que la TV es básicamente un instrumento mediante el cual la gente se distrae y se relaja.”Pero cuando alguien recibe y asume la responsabilidad de explotar una concesión que le hace la sociedad para bien servir al interés colectivo, entonces lo que hace y dice en público deja de ser un asunto meramente de opinión para convertirse en algo más serio: materia de interés público y de debate”.

¿Por qué la televisión del Estado quedó en manos de quien vino a quedar? Dos hipótesis del historiador; a) la enorme simplificación del mundo que hacen los economistas neoliberales mexicanos, llevó al secretario de Hacienda a privatizar los canales de televisión del Estado fijándose única y exclusivamente en quien pagaba más, olvidándose por entero del papel de la televisión, y b) el maquiavelismo gubernamental dejó los dos canales del Estado en manos de alguien funcional a la prolongación del estilo autoritario de informar y crear opinión pública…

Juran sus publicistas y los ignorantes: la televisión es la verdad, porque la imagen no miente y una imagen vale mil palabras. ¡Mentira vil! Pregúntenselo a Sartori. léanlo en opiniones lapidarias sobre la industria del cinescopio:

- Los noticiarios de la televisión ofrecen al espectador la sensación de que lo que ve es verdad, que los hechos vistos por él suceden tal y como él los ve. Y sin embargo, no es así. La televisión puede mentir y falsear la verdad, exactamente igual que cualquier otro instrumento de comunicación. La diferencia es que la fuerza de la veracidad inherente a la imagen hace la mentira más eficaz y, por lo tanto, más peligrosa…

Libertad de expresión. Nov. 28 del 2007:

“La conductora Laura Bozzo regresará a las pantallas con su talk show Laura en América. Laura está feliz. Anuncia el nuevo formato: Hay nuevas secciones como el hecho de que yo voy con cámara hasta el hotel o el lugar donde se encuentren los infieles y los cacho, y esto hace más interesante al programa”. “Libertad” de expresión.

(¡Dios!)


03 noviembre 2007

Kafkiano

A la kafkiana cita de Kafka que ventoseó Fox cuando presidente del país me referí ayer, y que el de San Cristóbal cayó en el lugar común como tantos que, sin haber leído al de Praga, repiten a lo indecoroso: “Si Kafka hubiera escrito en México, su obra sería costumbrista”. Fue en la ciudad de Durango donde Fox se atrevió a abrir su boca para ventosear el vituperio:

- Es kafkiano que siendo un país con un extraordinario potencial en materia energética, estemos atorados por unos cuantos diputados necios…

Ironizó la legisladora priísta Marcela Guerra:

- Me pregunto si alguna vez Vicente Fox ha leido a Kafka. Iría más allá, me pregunto si sabe el nombre propio de Kafka...

Hablando del escritor y su sub-mundo de angustia, pesadilla y deshumanización, pienso en El Proceso, metáfora alucinante de la justicia. De la falta de justicia Yo, a la vista de un Calderón que tan pronto y decidido se exhibió a una gastritis mal atendida, hubiese podido apostar que iba a manifestarse frente a la presunta riqueza ilícita de Fox, de su segunda esposa y de todos esos hijos de toda su reverenda Marta. Pero no. Un prudente silencio, y una falta de justicia descomunal. Y a mí se me vino a la mente aquella escena de El Proceso que se refiere a la justicia, esa que no conoció en vida la señora Ernestina y que Fox conoce todavía menos que a Kafka.

La justicia Elocuente, a propósito, la alegoría que se consigna en la escena del desplome que sufre el protagonista de El proceso, un tal José K., empleado bancario, en la triunfadora maquinaria de la “justicia”? Sí, leyes, jueces, tribunales, expedientes y una atmósfera enrarecida donde nunca el acusado llega a enterarse del delito por el que sufre un proceso que lo va a conducir hasta donde ustedes habrán de enterarse en el capítulo final. La escena, que Fox, estoy cierto, no conocía cuando aseguró aquello de que es kafkiano que unos diputados necios, etc., va más o menos así:

Hubo una cierta ocasión en que José K., buscando algún juez con quién indagar acerca de su expediente, acudió al tribunal de justicia y penetra en sombríos corredores hasta desembocar en una oficina que atienden una joven secretaria y un burócrata menor 0os magistrados, invisibles). Joven y pleno de salud y vigor, conforme se interna en el ruinoso edificio va sintiéndose presa de náusea, debilidad, vahídos, desvanecimientos. La joven, al observarlo:

- Se debe haber mareado. Casi todos experimentan los mismos síntomas cuando vienen aquí la primera vez. Hay que llevarlo a la enfermería

José K. evitaba internarse aún más en el edificio, porque según se alejaba de la puerta de entrada iba en aumento su malestar. “Estoy en condiciones de irme yo solo”, pero comprobó, desalentado, que le era imposible mantenerse en pie. Se alegró cuando decidieron trasladarlo a la calle. “Bastará con que me dejen en la puerta Estoy seguro de reponerme enseguida”. “Vamos -dijo el hombre-. Levántese. Supere su debilidad”.

José K. sentía náuseas, mareos, como estar en un barco golpeado con violencia por las olas en medio de la tempestad. Le pareció oír el rugido de olas que se precipitan sobre él. Como si el corredor se balanceara, como si los que en sus asientos aguardaban justicia oscilasen al compás del balanceo. Le era imposible comprender la calma que manifestaban los dos funcionarios menores que le conducían casi en vilo. Se percató de que le hablaban, pero le era imposible entenderles. Sólo podía oír el ruido que llenaba todo el espacio y que retumbaba como una sirena (…) De pronto notó un golpe de aire fresco. “Está en la salida ¿no quiere marcharse?”

José K. sintió que volvían todas sus fuerzas, y descendió con rapidez los escalones. Sus acompañantes le observaban desde arriba

- Gracias, muchas gracias -Casi no pudieron responderle. José K. se dio cuenta de que ellos, acostumbrados a la atmósfera viciada de las oficinas, no soportaban el aire fresco que se colaba por la puerta. Es probable que la muchacha se hubiese desmayado si José K. no se apresurase a cerrar la puerta Bajó brincando los escalones, sintiéndose fuerte otra vez, vigoroso…

Hasta aquí Kafka, y a esto quería yo llegar: nosotros, fuertes y enteros, ¿resistiríamos el contacto con la justicia esa desconocida del paisanaje? ¿No sufriríamos mareos y vahídos si nos viésemos forzados a reconocer los laberintos de la “justicia” a la mexicana, ese mundo viscoso, vicioso y viciado del Fobaproa-IPAB, la entrega de bancos, aerolíneas, etc., al capital extranjero, la ‘Iniciativa Mérida” de los vendepatrias y su silencio ante la riqueza de la que por intocable es la “sagrada familia”? Los magistrados, si de pronto se viesen forzados a aplicar la justicia, ¿conservarían su salud física.?

Abyecto, sí, pero nosotros, mientras tanto… (Kafkiano.)

26 octubre 2007

La santa de mi barrio

El Valedor

Ya voy de alivio, mis valedores. Galones de cuasia con gordolobo me hicieron sobrevivir. Sudoroso, acalambrado, el sistema nervioso hecho garras, pero sobreviví a los bombazos. Trémulo aún, sudoroso, pergeño la crónica:

Madrugada de ayer. El músculo duerme, la ambición descansa De repente rájale, el estallido. Me di el zafón de los brazos de Galilea y brinque desde el sueño a la explosiva realidad. ¡El tanque de gas! Pero no, que a la primera explosión sucedieron muchos más: una a una, dos a dos, en manada. Pistojejé, miré al techo. Por el estrépito de la pólvora, la nitroglicerina o el material utilizado para volar los ductos de PEMEX, logré ubicar la fuente de las explosiones: el templo de aquí a la vuelta La santa de mi barrio, que a deshoras de la madrugada alborotaba el fervor de unos penitentes en brama religiosa ¡Bum, burrum! El mastique de los vidrios comenzó a chisparse. En la azotea El Rosco y su runfla de gatos, unos aullidos espantables: como en medio del trance amoroso, como orgía sexual. Allá, afuera supe más tarde por los vecinos, los perracos se soltaban de la panza, y al espanto corrían desparramando desechos. (”¿Qué cree? Yo ando igual”, me confesaría más tarde la Tía Conchis, y agregaba hojas de azhar a la infusión. Eso más tarde, porque ahora, en la madrugada..)

En la madrugada y a los estallidos se activaron las alarmas de todos los coches del vecindario. A mil decibeles. Tembloroso bajé a la cocina y me preparé la primera vasija de infusión del día Más tarde se reunirían conmigo los vecinos de la tertulia, y daban su versión del estrépito generado por un rito religioso que ahora a media mañana se resolvía en música de banda de tambgora de mariachis. Los bandazos de viento traían fragmentos de la melodía que se ejecutaba en el atrio del templo católico: “¡Le puso el doctor- la mano en la cintura- y ella le contestó - ay, doctor, que sabrosura..!”

Habló don Tlntoreto: “Cada bombazo alborota el follaje de los pirules”. La Maconda (la. señora viuda de Vélez, Ovado, le agrega El Síquiri): “¿Lo pasarán a creer? A cada explosión las hornillas encendidas en mi estufa se apagan, y las apagadas se encienden”. Y las lámparas: histéricas, neuróticas, menopáusicas, se pusieron a arrojar luces altas, bajas, amarillas y rojizas. “No, y luego yo, que desahogaba una necesidad menor (la desahogaba El Síquiri) Menos mal que fue menor, porque regué todo el tepache, que hasta me tuve que cambiar de pantalón”. Milagros de la santita virgen y mártir…
Levemente exageradas ciertas versiones: “Dos rod-wailer tiene mi vecino en su azotea Dos fieras. Al estrépito los oyó quejarse y subió a la azotea y lo que allí vio: ellos, atejonados en un rincón, se cimbraban de escalofríos, y el extraño aquel, sobándoles el espinazo: Ya, ya chiquitos, ya.” Un ratero de buen corazón. Doña Cuca lo invitó a almorzar”. Habló la hermana de mi primo el Jerásimo, licenciado del Revolucionario Ins., esa Tencha chica (hija de mi tía Tencha grande) que ficha en El Burro de Oro bajo nombre artístico de La Princesa Tamal: “A los primeros estallidos La Pingüica entró en trance. Ni ella misma sabía que estaba preñada”.

La Jana Chantal, travestí: “No, y yo. A dos que tres de mis clientes se les cortó la brigada, pero la cruda los atacó con furor. Varios de ellos se me quedaron en la suerte, sin poder entrar a matar”.

Mediodía de bombazos. Los vecinos se retiran a comer. Yo, solo y mi alma nomás me quedé pensando. Semejante ritual de la Iglesia Católica, con su indispensable estallido de pólvora no sería tan grave, de no ser el de todos los templos de la ciudad (del país), porque a cada capillita le llega su fiestecita, y yo me pregunto, mis valedores: ¿esos derroches de pólvora qué quieren dar a entender? ¿Un alarde de religiosidad? ¿Armar alboroto, y friéguense el vecindario, sus nervios, su sueño, su tranquilidad? ¿En nombre de qué, de quién o de quiénes? ¿Qué ley los ampara contra el que supuestamente nos protege a nosotros, ese Bando de Policía y Buen Gobierno que, con su nuevo título, prohibe ruidajos que afecten a los vecinos? ¿Estado de derecho? Yo hubiese querido que a la hora de las explosiones estuviesen aquí esos peritos del embuste que se llenan la boca con su “estado de derecho”. ¡Bum, bummm! El padrecito, ancho, orondo y protagónico, se sentiría reina por un día por una noche y una madrugada que fue cuando el vecindario aguantó a pie firme, que no a pierna suelta la agresión de la pólvora cuya venta “está prohibida en México”. El padrecito: “aquí nomás mis chicharrones truenan”. Sí, cargados de pólvora El barrio, entre tanto, la taquicardia

Noche cerrada Nublazón de humo. Partículas de pólvora suspendidas en el aire. Pestilencia por los flatos que ventoseó el templo. Yo, al intento de dormir, me encomiendo al Cristo de mi cabecera ¿Pero y esas lagrimillas? “Ya, ya, mi señor, cálmese”, y mirándolo yo, todo un bigotón, aquellos pucheros. (Dios.)

23 octubre 2007

La señora Fox molesta a México

Tal es la cabeza del reportaje, hoy tan actual, que apareció en The Economist de mayo del 2005, y que provocó la réplica melcochosa de la por aquel entonces senadora panista Cecilia Romero:

- El papel de Martita es importante porque hay que romper el paradigma de las primeras damas que sólo eran acompañantes del Presidente o que se dedicaban a promover obras de beneficencia

Y nosotros a apechugar con los fraudes de la “pareja presidencial” y todos los hijos de su reverenda Marta, y a aguantar topetazos al Estado laico con campañas como la Guia de Padres (que exhibían la marca de la sotana y la capa pluvial), y el arribismo y derroches de la nueva rica, su protagonismo atroz, su exhibicionismo desaforado. ¡Vamos, México!

Marta Sahagún, genio y figura. Ella, la trepadora que “molestaba a México” (no lo ha dejado de molestar); ella, que mantenía una compulsiva agenda de actividades que a matacaballo perpetraba (sé lo que digo) desde la cresta de Chapultepec. Porque era el suyo un cotidiano programa de acciones cuyos resultados parecían dar al dicharajo:
“La que mucho abarca ya muy poco aprieta…” (Por ahí va.)

Pero no, que según don Tintoreto, vecino de Cádiz, “esa mucho abarca, pero
mucho aprieta también. Hasta la asfixia…”

- Piensen, sino, dijo el maestro, en acciones que van desde ese Vamos México, su monumento personal, hasta la directa agresión al Articulo 3. Constitucional que se agazapa en las páginas de su Guía de Padres, pasando por un alocado proseli-tismo político y medidas de gobierno que corresponden a la estricta responsabilidad de un titular del Ejecutivo agachón, mandilón. Y ay de quien atente contra su protagonismo desbozalado, que índice en alto amenazado Fox; “¡todos aquellos que quieren ver caer a la pareja presidencial (¡sic!) van a beber una sopa (¡resic!) de su propio chocolate..!” (Bueno. Nomás me quedé pensando…)

México, 2005. ¿Recuerdan ustedes, mis valedores, a la Marta aquella apoderarse de todos los titulares, y parchar con su vera efigie, en vivo y a todo color, las primeras planas, y tomar por su cuenta el cinescopio y atragantarse con las revistas de modas, las de sociales, las de los corazones solitarios, en papel couché, lo mismo que ahora asaltó la revista Quién (pompó)? Gárrula, expresiva, extrovertida, enferma de la más desaforada compulsión por las candilejas, ella que ya se miraba posando sus reales en el sillón que el marido le había calentado durante seis años justos, lo más injustos de que se tenga memoria..?

¡Dios! Congestionada mi mente con la imagen de una Marta con el motor hoy como ayer acelerado al máximo, pegué rudo amamantón a mi gordolobo, y a modo de oración, de conjuro contra las trapacerías que a estas horas y en San Cristóbal y anexas perpetre la “primera dama”, como aún la denomina su segundo marido, musité los versitos de la fábula inmortal:

“Tantas idas y venidas - tantas vueltas y revueltas - quiero, amiga, qué me digas -¿son de alguna utilidad..?”

Las idas y venidas de su Vamos México; las vueltas y revueltas de su Guia de Padres, sus apariciones en el cinescopio, su pepena de toda la morralla que corresponde al “redondeo” en los servicios que le prestaron bancos y supermercados. Marta Sahagún el ama de casa hoy acalambrada de protagonismo, la hiperkinética que lo mismo encabezaba una ceremonia cívica que se presentaba ante sus aliadas de ayer y hoy, Televisa y TV Azteca, para más tarde encabezar un mitin político. En la tertulia habló don Tintoreto:

- Pero hay que estar conscientes de que la culpa no es toda de Marta. El culpable principal de la plaguita que nos vino a caer en Los Pinos es, bien mirado, ese tal Manuel Bribiesca, primer marido de la “primera dama”. Ese fue el individuo que, con criterio y acciones de macho cerril, no quiso o no supo conservar a “Martita” como honesta consorte y oscura y anónima ayudante de boticario allá en Guanajuato. Por culpa de ese Bribiesca miren nomás hasta qué alturas se nos fue a encaramar una que apenas ayer fue una discreta mujer de su casa para que hoy, de un día para el siguiente, válgame: el clásico chivo en cristalería. Mal rayo parta al Bribiesca. ¿O no, contertulios..?

Alguno asintió con la testa. Algún otro suspiró. Uno más miró al techo, y yo dije esto que dos años más tarde repito a todos ustedes: muy cierto, mis valedores, mudanzas que se le ocurren a la muy caprichosa fortuna, que así le gusta probar al humano para ver si en la repentina bonanza, más que en la adversidad, se mantiene ecuánime o pierde cabeza y estribos y se despeña en la vorágine del ridículo personal y el perjuicio colectivo. De esto mucho sabían Dostoievski, Balzac, Shakespeare. (Léanlos.)

El Valedor

06 octubre 2007

Ruiz Massieu, piedra de escándalo...

Tomás Mojarro

En política todos son traidores; la diferencia consiste en que unos no saben que lo son… (J. Francisco R.M)

En septiembre lo mataron. Un miércoles, día 28. De esto hace ya 13 años corridos. José Francisco Ruiz Massieu, piedra de escándalo en vida. En su muerte, el olvido. Y la paz. Leo referencias a Claudia Ruiz Massieu Salinas, hija del fallecido:

“Diputada federal Espera su tercer hijo. Algo o mucho tiene de José Francisco Ruiz Massieu, quizá su mirada, la sonrisa…”

O su fortuna, del tamaño de aquellas que la corrupción lucrativa e impune les permitía acumular. Eran los tiempos del PRI-Gobierno. Como los Ruiz Massieu, según todos los indicios. Memoriosa, Claudia: “La herida no cierra. Pesa, y mucho, su ausencia física, pero nos dejó su pensamiento”.

¿Su pensamiento nada más? ¿Nada de la fortuna que José Francisco y honorable familia amasaron en muy pocos años, a lo demencial, a lo arrebatado, a lo impune? Porque una fortuna de tal cuantía, jura la lógica, nunca de los nuncas se hubiese acumulado con base en los puros salarios de la familia Pero, mis valedores, es México. Y como para probar nuestra capacidad de asombro e indignación o las infinitas reservas de indiferencia, desidia y pasividad de las masas, van extractos del reportaje que en torno a la repentina fortuna económica de los Ruiz Massieu publicó Gloria Leticia Díaz en el semanario de hace algunos ayeres:

“En 1953, cuando la familia Ruiz Massieu se instaló en Acapulco, su única propiedad era una casita en la popular colonia Vista Alegre. Hasta 1965, la familia era de clase media. En 1987 José Francisco llegó a la gubernatura de Guerrero. A apenas dos años de iniciada su gestión, Armando Ruiz Quintanilla (el padre) fundó Productos Acuícolas de Guerrero, para la comercialización y exportación de productos del campo. Arturo y su esposa, al propio tiempo, crearon Corporación Publicitaria del Pacífico. En 1990, Ruiz Quintanilla aparece como administrador de la compañía de bloques de cemento Prefabricados de Resistencia de Acapulco, que más tarde sería denunciada públicamente porque se descubrió que el cemento que utilizaba era el que distribuía Pronasol, y que había vendido al municipio de Acapulco material de construcción para el Bulevar López Portillo.

Político rico, pobre político, porque lo debilita su patrimonio…

Desde 1990, la familia comenzó a adquirir propiedades. Marisela compró una, y Arturo dos. Los Ruiz Massieu crearon Constructora e Inmobiliaria Ruma de Guerrero y Promotora y Administradora de Proyectos Turísticos, Comerciales, Industriales e Inmobiliarios. La otra empresa, encabezada por Arturo y Armando, se dedica, según folio 2708 del Registro Mercantil, a la venta de billetes de lotería instantánea y Lotería Nacional..”
Pero fue 1992 el año más próspero para la familia Ruiz Massieu, cuando a José Francisco ya sólo le quedaban dos años de gobierno; se compraron dos compañías y adquirieron siete propiedades. Armando Ruiz Quintanilla adquirió un terreno de veinte mil metros cuadrados en La Sabana; su hijo Arturo compró dos edificios en un predio en el que se creó un fideicomiso; su hermana Marisela aparece como fideicomisaria, él como fideicomitente, y Banamex como fiduciario…

Marisela recibió de su hermano José Francisco doscientos permisos de taxis que fue vendiendo a 150 mil pesos cada uno. Alguna nota periodística habla de 300 permisos. Arturo, mientras tanto, compró una casa en Las Brisas, otra más en Jardín de Los Amates (8,827.90 metros cuadrados, que en 1995 se extendieron a 10,004); la empresa Tropical Safari, dedicada a la administración de bares, restaurantes y discotecas, más otras propiedades a nombre de Mario Ruiz Massieu…

Armando Ruiz Quintanilla adquirió ocho propiedades: dos edificios con 54 departamentos en Carabalí, tres edificios en el ex-ejido Santa Cruz; una propiedad en Hornitos y Costera Miguel Alemán; un edificio de condominios en La Quebrada y un predio de 3,668.98 metros cuadrados en Zihuatanejo.

Las propiedades de José Francisco en Acapulco están registradas bajo el nombre de la compañía Basihuare, según declaraciones de su hermano Mario en la Corte del Distrito Sur de Texas, división Houston. Casas, residencias, empresas como la HYH. A principios de 1994, ante el levantamiento zapatista, José Francisco decide sacar del país gran parte de su riqueza…

Destino trágico el de esa familia, mis valedores, que incluye la violación de una joven por parte de alguno de los hermanos Ruiz Massieu, con un resultado fatal de suicidios y asesinatos, y yo me atrevo a decir: trágico, sí, pero muy merecido. (¿O no..?)

03 septiembre 2007

Vecinos distantes

A Tacho y a Quetita los asaltaron en el desierto de Arizona. A él le dispararon y lo mataron y ella regresó a su pueblo para enterrarlo…

El indocumentado, mis valedores. Muy cierto, a propósito, los conceptos que expresa la analista Julia Kristeva: “El extranjero es una boca de más, una palabra incomprensible, una forma de ser y una conducta no apegadas a la norma El extranjero es un desollado bajo su carácter de trabajador inmigrado’. Ese extranjero sangra de cuerpo y alma, humillado, depreciado en una situación en la que sirve de criado o de criada a los otros, que molesta si enfermo, que representa al enemigo, al traidor; a la víctima, después de todo”.

Eso, y no más, es el extranjero. Y si inmigrante, peor todavía Y que decir si se trata de un mexicano en tierras de los rancheros de Texas o de Arizona. Ese mexicano nunca va a pasar de aceitoso, pelleja color de barro, frijolero del sur. Esto en un país con raíz de inmigrantes y que ha firmado tratados de libre comercio como socio de México. Destino el nuestro que es el de los pueblos débiles, los que nunca quisieron escuchar las advertencias del Conde Aranda, de Bolívar, de nuestro genio americano, José Martí. De memoria cito a Juan Marinello, cubano como el propio Martí:

“Considérese la ruda condición que significa vivir siempre supeditados a una potencia ajena, lejana, insensible y extraña, cuyos intereses no son los nuestros, sino contrarios a los de nosotros, y que medra con ellos”. Destino de pueblos al sur del Bravo, que manejan gobernantes pro-yanquis…

El DIF local recibió a la niña Elizema, de 18 meses de edad, que sobrevivió a las artas temperaturas del desierto de Arizona, una vez que su madre Yolanda G. Galindo, de 19 anos de edad, falleció por deshidratación en el intento de pasar a EU de manera ilegal”.

Ya en la gestión de Pascual Ortiz Rubio, el primer “Nopalito” que ocupó la presidencia del país, y de esto hace tres cuartos de siglo, diversos núcleos sociales le demandaban mirase por los migrantes mexicano:

“Su situación se agrava cada día. La Sec. de Industria, Comercio y Trabajo ha estado recibiendo informes de algunos cónsules mexicanos representados en EU. Es en Nueva Orleáns donde la suerte de los braceros mexicanos resulta más aflictiva; la crisis de trabajo se ha vuelto intolerable. Solicitamos de usted sea reglamentada, restringiéndola, la migración de mexicanos a EU. Las cifras estadísticas demuestran el estado de pobreza en que se halla la vasta comunidad mexicana que reside en Estados Unidos”.

El silencio fue la respuesta del primer Nopalito presidencial…

¿Los peligros que enfrenta el ilegal? . Muros, rangers, ku-klux-klanes y pandillas de xenófobos como un tal Grupo de Resistencia Aria Blanca (WAR), que ha llegado a azuzar de esta forma a los granjeros de Texas y California:

“¡Si no es blanco deséchalo! ¡Detener la avalancha de lodo o ahogarse! Necesitamos una frontera de verdad. Primero agarramos a los hispánicos, luego a los asiáticos y por último a los negros. Deportación. Todos se largarán a casa. ¡Violencia contra la avalancha de lodo que nos llega del sur..!”

El líder de WAR defiende el genocidio de Hitler, aplaude el terrorismo y celebra que 10 millones de africanos hayan contraído el SIDA. Por cuanto a los mexicanos: “¡Logran reproducirse tan rápidamente porque sus mujeres ya nacen embarazadas! ¡A detener esos millones de animales color lodo que sólo saben reproducirse! Desafortunadamente, los hombres blancos se han vuelto cobardes. La salvación de la raza blanca depende de las mujeres. Quizá no tengan la fuerza para blandir un bat de beisbol, pero sí para comprar una lata de gas lacrimógeno para cuando vean un animal de color de lodo..!

Contemplo tale libelos. Lo examino. Observo los toscos dibujos que ilustran el cliché del mexicano: gordo, seboso, apestoso, borracho. Junto a la imagen del indocumentado, unos versos que comienzan con esta imprecación: “Hispano, this is America.!” El texto: “Moreno y mañoso -nos chupa hasta secamos - como una garrapata- Cruza la frontera sin un centavo- los gringos le compran la comida y pagan su alquiler - No quiere aprender a leer- pero tiene los güevos - para garabatear nuestras paredes - Ruega a Dios noche y día - Pero roba todo lo que está a la vista- Su hedionda esposa - chaparra y cariñosa - escupirá bebés dos veces al año - los carga en su lomo para aumentar pandillas locales - Una basura de raza - una cultura de nacos - Sálvate de estos buitres come-frijoles”.

Hispano: this is America. Remember..”.

A tales “buitres” alude la nota: Laredo, Texas: Tres mexicanas agonizaban en pleno desierto, con temperaturas de hasta 44 grados centígrados. Se preguntó a los migrantes cómo lograron sobrevivir a la insolación: “Sobrevivimos bebiéndonos nuestros propios orines. México. (USA.)

Caiga quien caiga…

A la justicia de nuestro país me referí ayer aquí mismo, y a lo que ocurrió el viernes pasado en mi depto.: ya entrada la noche y preguntando por mi primo el Jerasimo, licenciado del Revolucionario Ins., me cayeron algunos que resultaron ser de la PGR. A la espera del primo se sentaron, sacaron el ánfora y se pusieron a hablar de unos tales Medina Mora y Ye Gon. Uno, calvito y perfumado hasta mareo; uno más, gordito de modales sinuosos, y un tercero barbón. Briagos todos, las acomodaron en el sillón, y el alarde: “¿Los millones de Ye Gon? Nosotros aplicamos la ley, caiga quien caiga”.

Cayó el vaso de cacardiosidad. Mi única, sus ojos despidiendo fulgures. Rudo el genio de mi ixtepecana: “Su credibilidad, licenciados, ¿no anda a estas horas a la altura de esa mancha aguardentosa con la que ustedes vinieron a ensuciar mi alfombra? ¿Algún mexicano creerá todavía en la justicia que el Medina Mora y sus cómplices aplican en este país?”

- O sea, señito, es mejor para usted si las mide, o sea sus palabras…

- Nos fuéramos a seguirla a otro changarro…

- Pero tranquilícense, que para los de la PGR, sin pizca de credibilidad, no todo está perdido, que aún les queda un último recurso para que el pueblo vuelva a creerles cuando hablan de aplicar justicia.

Su humos alterado. Yo, entre dientes: “Amor, que me comprometes…”

- Vayan y díganle a Medina Mora: “Si desea que las masas crean y confíen en usted, se vista de acuerdo a los únicos justicieros en quienes el pueblo ha terminado por creer”.

- ¿O sea, señito, según usted..?

- Que, por lo pronto, deje el trajecito gris perla, cuando no gris rata, se vista así: que en la testa se hunda un gorro negro y en el rostro un renegrido antifaz, camisa negra de holanes, pantalón de seda negra que haga juego con el negro de las botas. Treinta y ocho especial en la diestra y en la chueca el látigo chicoteador. Y ahí viene ya El Látigo Negro o El Gavilán Vengador. Así si, porque las masas, que a ustedes no conceden credibilidad cual ninguna, aún confian en personajes del cine como El Zorro Escarlata o La Calavera del Terror. Porque ustedes, vestidos con trajecito gris rata, ¿qué justicia han aplicado a los hijos de toda su reverenda Marta? A ella, ¿le han aplicado la justicia del “redondeo”? ¡Vamos, México..!

- Sospecho que aquí la señito nos está choriando.

- El Medina Mora debe montar penco negro retino y ándenle, a galope tendido desde su palacete hasta el edificio de la PGR y viceversa, contra los malosos aventando chicotazos v ráfagas de 38 especial. O disfrazarse de Águila Solitaria, de Halcón Maltés o Gavilán Pollero. Porque metidos en esos trajecitos Roberts, ¿les va a creer el paisanaje cuando prometan que van a aplicar la ley contra Arturo Montiel, los hijos de Arturo Montiel, la madrastra francesa de los hijos de Arturo Montiel? ¿Van a juzgar a toda la familia, o nos van a salir con que se trata de la Sagrada Familia? ¿Como la pía familia de Marta y su “redondeo” de Sahagunes con todo y Fox?

- O sea: mida sus palabras. Somos autoridad y vivimos en un estado de derecho, donde la ley es la ley, y las ofensas a la ley muy caro se pagan…

- ¿Por qué no intentan aplicar la justicia al estilo de El Santo? Medina Mora brincando de pretil en pretil con las pechugas al viento, capa de vuelta y media que se le vuelve al saltar techos mientras aplica la ley contra los malosos. De Charro Negro, de Zorro Justiciero, de Lobo vengador. Sólo así, créanme.

(Yo, a su oído: “Amor, que me comprometes, yo te lavo tu alfombra”. El gordito sinuoso: “Mejor nos fuéramos a seguirla a la leonerita aquí del licenciado Cibrián“.) Dios, y mi única, ya encarrerada: “O de Veneno Escarlata, Rayo Plateado o León Rugidor. Podría ejercer la justicia al estilo Rayo de Sinaloa, Charro del Misterio o Dragón Escarlata. A escoger”.

- Esas cacayacas, señores, ¿quién les gusta pa que nos las cobremos?

- Porque vestidos con trajecito de casimir y corbata a la moda no me vengan con que ahora sí, la PGR contra la Marta, el segundo marido y sus carroñeros Sahagunes. ¿El redondeo? ¡Vamos, México!

Yo, zacatón: “¡Ahora te lavo la alfombra!”, y el calvito: “¡La Ley es la Ley! ¡Procédase a proceder!” Y ándele, que la ley me prende por los sobacos, me aplica la llave china, me pepena mis tompiates, los de los ojos chispándose, y el arrastrón por los escalones, y yo pateando en el aire y sin poderlo resollar, que nomás me salía un estertor. “¡Nallieli!”, quería decir, pero nomás gorgoreaba. (Los vecinos, pudorosos, su puerta atrancada para no estorbar a mi única.) Fardo descoyuntado, el delincuente a la de vidrios polarizados. Ya a punto de desmayo sentí encima todo el peso de la ley y…

Docena y media de supositorios, y adiós chorrillo. Y la paz. (Caiga quien caiga.)

27 agosto 2007

Dios…

¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Reacción! ¡La Reacción es la única parte del sector mexicano que tiene derecho a la vida! ¡Más nos vale un Juan Diego que todos los Juárez de la historia..!

Y cuando uno creyera, mis valedores; cuando uno quisiera creer que ese renegrido episodio del movimiento cristero no fuese más que un trágico recuerdo de aquel almácigo de 70 mil cadáveres que de 1926 a 1929 el fanatismo desparramó en el centro neurálgico de la ultraderecha nacional, de repente resuena, puntual, la voz del reaccionario mayor, el hoy casi beato Juan Pablo II. El movimiento cristero fue legitimo y sigue vigente..!

Lamentablemente, en verdad, para la paz interna del país. Y los frutos mostrencos del aliento clerical: Cuando uno deseara superado, por fin, el inaudito, irracional desperdicio de sangre que provocaron el fanatismo y la intolerancia, ahora me topo con las noticias posicionadas a modo de minas antipersonales en los matutinos correspondientes al domingo anterior, de las cuales transcribo la esencia:

“La formación de un partido político de ultraderecha que se autodefine como cristiano, es peligroso porque ataca al laicismo mexicano…”

Aquí el peligro, mis valedores, de que se vaya a formalizar semejante partido político integrado (echen cuentas) por personajes del clero católico, prominentes empresarios entre los que susurran los nombres de Lorenzo Servitje y algún Slim de apellido, al igual que militantes del PAN y de la Organización Nacional de El Yunque, además de personajes ligados a Marta Sahagún y su segundo marido y a funcionarios del presente sexenio como José Luis Luege, Alberto Cárdenas y Felipe Calderón. Siniestro.

El proyectado Movimiento de Participación Solidaria, ultrarreaccionario, es (¡Imagínense!) “de inspiración bíblica”. Se define uno de sus impulsores, un Magdaleno Yáñez: “Desde niño fui formado en el Sinarquismo. Queremos retomar la mística del Sinarquismo. Nuestro Partido Humanista estará integrado con políticos católicos, de la Organización social de El Yunque de otras organizaciones, y tiene la guia ideológica de La Biblia…'’

Y un Enrique Pérez Lujan, ex-líder sinarquista:

“Nuestro partido viene a subsanar carencias de Acción Nacional, que en ningún momento se comprometió ni usó los argumentos adecuados en la lucha contra el aborto y los libros de texto. Abordó tales temas de manera superficial”.

Así que de nuevo resuena el pregón cristero. Pues qué, ¿se recicla la historia? ¿La historia tiene reversa? ¿Juan Pablo II tenía razón, por desgracia, cuando aseguró en el año 2000 que “el movimiento cristero fue legitimo, y sigue vigente“, y lo certificaba al beatificarles a veinticuatro fanáticos y avivar las “guerras santas” en Chiapas y anexas? Ah, las sotanas y capas pluviales. Ah, México

No, que el de la cristera fuera “un movimiento legítimo” lo desmiente, lo refuta la historia; pero esa cristera sigue vigente en el alto clero político y en el actual gobierno ultraderechista, y esto lo muestra y demuestra la realidad objetiva Las enseñanzas que aporta la historia:

En 1857 la Iglesia Católica mexicana rechazó la Carta Magna recién promulgada y desde los pulpitos recalentó a su rebaño, lo lanzó a la rebelión y tapizó de cadáveres el territorio. Luego, ya en 1917, ese mismo clero rechazó, indignado, la recién promulgada Carta Magna. Clamó el arzobispo de México: “La protesta que los prelados mexicanos formulamos contra los artículos que se oponen a la libertad y dogmas religiosos se mantiene Arme porque deriva de la doctrina de la Iglesia”.

Por cuanto sexenio anterior, marcado por la ingerencia del Opus Dei, Marta, la del segundo marido, los Legionarios de Cristo y los Norberto Rivera y Cía., en Zacatecas, la “bizarra capital”, tomada una vez por Angeles, pero Felipe, ahora tomada, violentada por los pragmáticos angelitos del sexenio “perredista”: “El alcalde, en compañía del gobernador Ricardo Monreal y su esposa María de Jesús, hizo entrega de las llaves de la ciudad al visitante distinguida al nuncio apostólico de la Santa Sede en México, monseñor Giuseppe Bertello Y que el rebaño soltó su cristero pregón:

¡Viva el Papa! ¡Viva el representante del Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Cristo Rey..!

Dios. En su tumba se habrá acalambrado el zacatecano militar del liberalismo Jesús González Ortega, que a las órdenes de Juárez combatió hasta morir a esos autores intelectuales de guerras santas y guerras cristeras que hoy se disponen a resucitar de entre los muertos, los que ellos causaron. Prodigios de Marta y su corte de los milagros. ¡Vamos, México! (Seguiré con el tema.)

Fuente: El Valedor

24 agosto 2007

Compañero Asaltante

Esta vez la nostalgia, mis valedores, que casi siempre ataca a traición. Yo ayer tarde, ya al parpadear, cargaba encima una tristecilla sin desflemar, una sensación de errabundaje, de falta de arraigo, que algunos cargamos a flor de pelleja. Tomé entonces los papelillos donde apunto señas telefónicas, y no pude dar con el Simón Pirineo femenino que me ayudase a cargar el madero. Recalé entonces en mi archivo personal, una caja de cartón, pero lástima; la tristura, por descascarármela, más se me clavó entre cuero y carne, y qué hacer. Y es que ahí la foto desleída de los viejos amores, con todo y sus marchitos pétalos de alhelí, sus rizos castaños, las misivas donde se invaden terrenos de Dios o del infinito: “Te amaré siempre, siempre. Nunca, nunca te he de olvidar”. ¿Cómo se llamaría aquella inolvidable? Y fue entonces…

De repente, aquel mi artículo periodístico publicado en los días primerizos del difunto Unomásuno, del que fui fundador. Lo desarrugué, lo leí, y pensé en todo lo que mi país ha cambiado desde hace décadas hasta el día de hoy. Veo, por lo escrito, que más antes coexistían con nosotros los asaltantes; que había criminales, pero no crimen organizado, como el día de hoy. Al terminar su lectura decidí transcribirlo para plantear a ustedes el ejercicio: calculen cuánto ha cambiado el talante del capitalino frente a los bergantes que toman por costumbre asaltamos.Lean y comparen:

“Compañero asaltante, permítame saludarlo con mi comprensión y respeto, porque en el ejercicio de su profesión arriesga la vida, la integridad física, la dulcísima libertad. Porque ejerce su oficio con todos los riesgos, sin valimiento alguno. Porque su vida avanza de modo arrastrado, entre zozobra y desazón, siempre a salto de mata y con la conciencia en un hilo. Porque ya habrá caído alguna vez en manos de los de uniforme, y habrá comprobado sus métodos punitivos. Porque la vida me lo habrá tratado de hijastro, de oveja negra, de cédula cancerosa de la sociedad. Porque su destino es el de la soledad, sin más; sin hogar, sin familia, sin una compañera amantísima, sin paz, sin nada de nada. Porque sabrá Dios qué causas oscuras lo arrastraron a la delincuencia; si fue el desempleo, si la falta de preparación, si el mal natural, si el mal fario. Porque alguna vez, de retorno de asalto alevoso, la conciencia le habrá jalado el sarape y lo mantendrá en vilo, mirando la oscuridad, con los redaños en la garganta y el rostro de la víctima frente a las pupilas insomnes. Porque si ocurriese que la vida le dio un primogénito, qué cuentas le va a rendir, con qué cara va a mirarlo cuando el Tomasillo lo llame a juicio. Indefectiblemente. Porque así sobrevive: aventando el valor por delante, el corazón en los entresijos, atenido al puro arriesgue, al filero mísero o a esa 22 especial donde es más el ruido que las balas.

Yo me permito saludarlo a lo solidario, compañero asaltante, porque aborrezco el crimen, pero intento comprender al criminal, y porque usted arrebata lo ajeno, pero expone lo propio. Por eso lo admiro en la misma medida en que desprecio a sus colegas de uniforme, esos patrulleros que asaltan desde sus patrullas, que es decir desde la impunidad misma; que roban sin exponer, y vejan validos del puesto, y extorsionan con la placa, el uniforme, el arma de cargo. Usted, para asaltar, no anda poniendo de pantalla las leyes. Ellos sí, Usted no anda dándose los consabidos baños de pureza con aquello de la renovación moral. Ellos sí. Usted tiene la sensibilidad necesaria y el suficiente pudor y la vergüenza que hace falta para ir a lo suyo, sin andarse con la faramalla de aparentar el cumplimiento de una vocación legal, y hasta justiciera, como los tales de uniforme, esos que se solazan, a lo cínico, a lo sádico y a lo baquetón, invocando cláusulas legales que mal conocen para terminar robando, sin más, y asaltando, maltratando de palabra y obra a la víctima a la que dicen proteger, los muy bergantes, los muy baquetones…

Usted es perraco trasijado que mordisquea para sobrevivir; ellos, doberman degenerados, muerden por el placer de hacer daño, por pura mala entraña, por mala condición. Esos de uniforme, corrupto muestrario de la ancestral corrupción nacional, son los temibles, no usted. Ellos son, que para ejercer de hampones ni siquiera han tenido que invertir en el arma, la patrulla, un mal pasamontañas que les oculte esa cara de cínicos, de baquetones…

Y qué hacer; usted, como los miles de damnificados por los asaltantes con placa, tenemos que soportar a esa aborrecible plaga de cínicos, corazón bandolero. Lástima de competencia tan desleal, compañero. Pero sepa que a usted yo no lo aborrezco; que no lo desprecio; que usted no me inspira rabia y temor impotentes, como ellos. Esto que le digo, compañero asaltante..

Esto sírvale de consuelo en sino tan arrastrado que le tocó vivir. Es cuanto.” Eso, mis valedores, lo expresaba ayer. Con sinceridad absoluta Hoy, ¿alguno estaría de acuerdo con tales conceptos? ¿Ustedes no? (Yo menos.)

Fuente: El Valedor

22 agosto 2007

Del bataclán

La tradición de la carpa, mis valedores. Y qué desfiguros dejaré de hacer para quedar bien con la señora esposa del Cosilión, a la que miro deambular por el edificio con su blusón transparente y esos blancos mallones tres tallas más entallados a lo que piden, exigen, demandan sus… La Lichona. Esta vez, por congraciarme con ella, fui todo meloso y le pedí que me acompañara a mi depto. Sólo a ver una película. De Cantinflas, el de mi primera juventud (ando en la 5a.), cuando forzábame a contorsionarme de risa “¿Se imagina la divertida que nos vamos a dar..?”

Ella rehusó la invitación, pero al pretexto de que otro día no irían a la escuela, me enjaretó a la Beba y el Chupirul, sus crios. Y qué hacer. Por lo pronto saquear el refrigerador y aderezarles la merienda. Y corre película…

Helos ahí, sentaditos ante el cinescopio. Y que aparece el histrión, y dengues van, y visajes vienen, y esos quiebres de cintura, y esa delirante, mexicanísima forma de hablar. Yo de ganchete observaba a la Beba, al Chupirul; ellos, de ganchete, me observaban a mí. En el cinescopio el carpero se descosía verborreico con ese su lenguaje enrevesado, tangencial, con cargazón de esa habla chatarra y esas frases mutiladas, que morían entre baches de culebreantes muletillas, retorcidas anguilas que eludían el más leve asomo de lógica “0 sea, chato: ¿el toro habló, se quejó?

No, ¿verdá? Porque señor juez, cómo iba yo a ordeñar ese toro: no había ni por dónde, y el toro tampoco se hubiera dejado, yo lo conozco, ¿verdá? (Mi juventud malgastó con Cantinflas todas las carcajadas que me correspondían en vida; mi vida, a estas alturas, ha extraviado la memoria de lo que fue reír. Los músculos en el rostro se me engarrotaron; se me entablillaron, lástima) Miré a la Beba, miré al Chupirul. Sentaditos frente al cómico, serios como si vieran en el canal cultural un reportaje ecológico. Haya cosa Me atreví: “Chistoso el Cantinflas, ¿no..?”

La Bebasuspiró. El Chupirul se la rascó. Friégale, pensé, que esto sí es anormal. Qué es eso de no rendirse ante la gracia fenomenal de Cantinflas. Mañana previa licencia de los blancos mallones, los meto con el Ariel, mi flamante retoño psicoanalista, a revisión del coco. Y ándenle, que fue entonces: entonces caí en la cuenta de que tampoco yo, en momento alguno, había sentido el menor amago de risa que ni una mala sonrisa me habían provocado las payasadas de un histrión irremisiblemente envejecido en su comicidad. Algo fallaba en él, en mí, en los dos crios. ¿Pero qué? ‘Pos a menos que sea ¿verdá? porque son amarguetas, ¿no, chato?”

La historia por fin, remataba en un beso grotesco de belfos parados entre el jetón del ralo mostacho y la actricita incipiente que así pagaba el noviciado de su carrera en el cine A mí en la palabra fin, me brincó la certidumbre: ese cómico nada tiene ya qué decir a las generaciones viciadas con la “gracia” de los Adales y otros rollos. El de Cantinflas es un caso de muerte súbita total, irreversible, la de una comicidad más restirada que el pellejo del payaso millonario. Formol y cadaverina y no más. Detuve la cinta, y el cinescopio se iluminó con el noticiero. Y ahí, Cristo santo, el borbollón de las carcajadas. Los crios se desmorecían de risa, ante los cómicos carperos. ¿Quién les escribiría el sketch? Al oírlos la Beba lloró de risa el Chupirul los humedeció y yo corrí al bañito mientras en la TV los payasos (caro nos cobran, pero que divertidos) ventoseaban sus gracejadas al más puro estilo carpero:

“¡Haiga como haiga sido, yo gané! Fue una gastritis mal cuidada ¿no, Soberanes?” ‘Yes, sir”, el patiño, uno gordo y panzón. Y exhibiendo el anillo, la cómica sesentona, cursi y primaveral: “Qué ansias, qué ansias”. En Tijuana uno con chaleco de pene de burro, entre lágrimas: ‘Ya lamí mis mis heridas, pero todo lo que gasté en campaña ¿de nada sirvió? ¡La Gordillo” ¡Esa vieja me chingó!” “Bueno, aquí los ángeles somos pocos”, se cachondea un cómico ventrudo, golista y empresario taurino que la hace de obispo de Ecatepec. En eso, ándele, ahí un payaso Medina Mora disfrazado de cuico de la PGR “¿El dinero? O sea verdá, ¿cuál dinero? ¿El del chino?” No, chato, ese ya nos lo pasamos a recompartir”; y el de la vocecita “Ese es un cuento chino, y yo al chino me lo voy a refundir en la cárcel”. Y el chino: “Tu lefunfilme madle; ¿o yo nomás milando, con todas las tlansas que te conozco de cómo llegaste al podel? Ni madles, aquí copelas o cuello, y no plecisamente Cuello Trejo, polque ese cablón te cái encima un maltes y te hace miélcoles, y no te la acabas, de a madle me cái”. Y uno disfrazado de cardenal: “Que no la venga a hacer de pedófilo”, Y el González de Aguascalientes: “Que no mame…”

Y válgame, que ahora fue la Beba la que nos humedeció, y el Chupirul corrió al bañito. A mí me tocó llorar. Por mí, por el país, por ustedes, que más allá del reniego, nada de nada Es México. (Mí país.)

Fuente: El Valedor

21 agosto 2007

Visión de los vencidos

Llorad, amigos míos - tened entendido que con estos hechos - hemos perdido la nación mexicana…

La caída de México Tenochtitlan, que ocurrió un 13 de agosto de 1521, fausto fue para los más e infausto para los menos, cuando a hierro, pólvora, sangre y cruz, nuestra raíz conquistadora desmoronó el universo de nuestra raíz indígena. Requemado Nanahuatzin en la hoguera del invasor, fue a la viva fuerza parido Quinto Sol renovado, águila y sol de un pueblo mestizo de tantas sangres. Mis valedores: no perder la memoria del hontanar, que perderíamos sustento, destino e identidad. Aquí sigue la crónica del historiador:

Gran parte del tesoro de Moctezuma se lo robaron los que iban en los bergantines, dijo Cuauhtémoc al conquistador, quien puso en duda su dicho. Fue entonces cuando el prisionero le pidió que “diesen licencia para que todo el poder de México que estaba en la ciudad saliese fuera de los pueblos comarcanos”. Convino en ello Cortés y según Bernal Díaz en su Historia verdadera de la Conquista de México, el espectáculo de aquel desfile, a lo largo de las calzadas, en que iban hombres, mujeres y niños, “flacos, amarillos, sucios y hediondos, era más que horrendo. Cortés ordenó que se limpiasen las calles, fuesen enterrados los cadáveres y se reparasen calzadas y puentes, casas y palacios. Pues sí, ¿pero el tesoro de Moctezuma? “Se lo robaron los dé los bergantines”, juró Cuauhtémoc, y los descontentos: “Eso no es cierto…”

Y que Cuauhtémoc lo había arrojado a las aguas lacustres antes de su captura, y que tlaxcaltecas y cholultecas, texco-canos y huetjotzincas, se apoderaron del tal, “pero los oficiales reales decían y publicaban que Guatemuz lo tenía escondido y que Cortés holgaba de ellos porque no lo diese y haberlo todo para sí, por estas causas acordaron (…) de dar tormento a Guatemuz y al señor de Tacuba que era su primo y gran privado. Todos los mayordomos de Guatemuz decían que no havía más de lo que los oficiales del Rey tenían en su poder y que eran hasta 380 mil pesos en oro que ya lo habían fundido y hecho barras y de ahí se sacó el real quinto y otro quinto de Cortés”.

Pero algunos no estaban bien con el susodicho Cortés, y “vinieron tan poco y el tesorero Julián Aldrete que así se decía, que tenían sospecha que por quedarse con el oro Cortés no quería que prendiesen al Guatemuz ni le prendiesen sus capitanes ni diesen tormentos; y porque no le achacasen algo a Cortés sobre ello”, no pudo Cortés impedir que atormentaran a Cuauhtémoc. Doña Marina dijo al ilustre prisionero:

“El señor capitán dice que busquéis 200 tejuelos de oro, tan grandes como así”. Y señalábale con las manos el grandor de una paterna de cáliz…

Fue en Coyoacán donde se realizó la tortura afrentosa, cuenta el historiador, y que untaron de aceite los pies del señor de Tacuba, antes de someterlo a la prueba de fuego. “Y lo que confesaron fue que cuatro días antes lo echaron en la laguna, así el oro como los tiros y escopetas que nos habían tomado cuando nos echaron de México y cuanto desbarataron agora a la postre a Cortés“.

Sentados en aquel trono de ignominia, dice el historiador, Cuauhtémoc y el señor de Tacuba se miraron, iluminán-dosles los rostros por el lúgubre resplandor que les atormentaba. “Confiesa, señor, pidió el señor de Tacuba“, y entonces: “Por ventura, ¿yo estoy en un baño de temascal..?”

Tales palabras responde, impávido, el Águila que cae, ya a estas alturas un cristiano recién bautizado y que hasta su muerte llamóse Don Fernando Cortés Cuauhtémoc, e invocaba al “Señor nuestro Dios”, el de Cortés y Pedro de Alvarado (este detalle nos lo oculta la historia oficial, ella tan pudorosa).

Y ocurrió que en el tormento y ante la indiferencia de los sicarios se desmayó el señor de Tacuba, y así y aquí finaliza la relación del historiador.

México, 13 de agosto de 1521. Sexto presagio:

A menudo, en las noches, se oían las voces, los suspiros, el sollozar y el llanto de una mujer que interrogaba, lamentándose: Hijitos míos, ha llegado la hora de nuestra destrucción. Tenemos que irnos. ¿A dónde os llevaré? Ay, mis hijos…

Todo lo de la crónica, mis valedores, a nuestra raíz indígena le vino a ocurrir a manos de nuestra conquistadora raíz. El topetazo, el genocidio descomunal, iba a parir a todo un pueblo, y un rumbo, un destino, una nación que afirma, enhiesta, la mística meshica:

Mientras el mundo permanezca, no acabarán la fama y la gloría de México Tenochtitlan…

Fama y gloria de nuestro país. Del nuestro, a pesar de nosotros. A pesar del vecino, depredador imperial. Es México. (Nuestro país.)

Fuente: El Valedor

13 agosto 2007

Prostitución

En materia de derechos humanos es decepcionante el trabajo de Felipe Calderón. En su gobierno continúan detenciones arbitrarias, tortura, uso excesivo de la fuerza violaciones y procedimientos judiciales sin garantía. La impunidad es el componente mas arraigados en los casos de abuso…

Tal acusa Amnistía internacional en reciente documento que titula “Estado de los Derechos Humanos en el Mundo”. Mis valedores…

No sólo maestros y militantes de la APPO, en Oaxaca, pueden señalar al gobierno como violador de las garantías individuales. También, y con más razón, los grupos marginados de la comunidad: indígenas, discapacitados, personas en pobreza extrema o con religión o preferencia sexual distinta. Están también, por supuesto, las y los trabajadores del comercio sexual, tema al que me referí ayer, cuando inicié el desglose de los siete pilares de la prostitución, según documento que me hacen llegar los interesados. Aquí, el segundo pilar y subsiguientes:

En México, la imposición de las representantes elegidas y seleccionadas desde el poder político o por parte de los dueños o encargados de los lugares donde se ejerce el trabajo sexual; son llamadas madrotas. Ellas fungen como capataces o jefas de personal, una especie de líderes sindicales al servicio de sus compañeras de oficio. Las “madrotas” son las personas con quienes trabajadoras y trabajadores sexuales se inscriben o debían inscribirse; son las administradoras de las calles donde se ejerce el sexo comercial, y tienen el derecho de repartir lugares en la calle para más tarde lucrar con las trabajadoras sexuales que allí ejercen. Fueron ellas las que en ocasiones se abrieron paso a sangre y fuego, casi siempre con el respaldo de una red de tratantes de personas para que ejerzan el sexo comercial; en otras, las menos, han sido elegidas por sus compañeras para la defensa de sus intereses comunes. Son el último eslabón de la explotación económica, sexual y psicológica de trabajadoras y trabajadores sexuales.

Mazatlán, Sin., 6 de ag. Para no pagar el permiso por ofrecer sexoservicio, centros, casas de masaje, bares u hoteles ven la posibilidad de cancelarlo, por la temporada baja, que no torna rentable dicho servicio…

Y sigue la denuncia de algunos involucrados en el comercio sexual del D.F. “La decisión de retirarse o no del trabajo sexual, sólo deber ser incumbencia de la persona involucrada, sin mediar presiones de tipo alguno, y menos aún de funcionarios públicos. Aquí el proteccionismo coadyuvó con las prácticas existentes de explotación sexual”.
Y que en el segundo pilar del lenocinio se ubica la obligatoriedad de realizarse periódicamente exámenes de salud, a pesar de las convenciones internacionales que los prohiben, y que tienen el carácter de ley suprema de la nación, pese a las disposiciones de la Ley General de Salud, la Ley Federal contra la discriminación, la Horma Oficial Mexicana y las Recomendaciones de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en México.

En ocasiones, el servicio es gratuito; en otras más tiene el mismo costo que para las demás personas, y algunas más representan un costo excesivo. Los funcionarios públicos encargados de establecer las políticas públicas o los legisladores ven a la trabajadora sexual como el vector que transmite enfermedades, generalmente sin evidencia científica. Generalmente se utiliza la “madrota”, a la representante, encargado o propietario del lugar donde se ocupan las personas dedicadas al sexo comercial, como intermediarios para “recabar” la documentación que pruebe la participación del o la trabajadora en programas de salud que las autoridades delegacionales, municipales y estatales, pretenden convertir por la vía de los hechos en sistemas discriminatorias de control sanitario.

Tercer pilar: la credencialización de las y los trabajadores sexuales, que se tomó como un documento que autorizaba el ejercicio del sexo comercial. Quienes resultaban positivos al VIH-SIDA o a otras ITS, pasaban a un engranaje clandestino de prostitución, donde la extorsión y la violencia son de mayor envergadura. Hay lugares como León, Gto., donde se cobran cuotas para el resello periódico, y otras en donde la cuota no ingresa a la Tesorería.


Cuarto pilar: el empadronamiento para crear un censo, padrón o listado, sin fundamento jurídico alguno. Hoy se exigen fotocopias de credencial de elector, carné de citas y resultados de los exámenes de detección a que se haya sometido la trabajadora sexual, utilizando la mediación de “madrotas”, representantes o propietarios de hoteles, pero esto no con la finalidad de “regular” la oferta del sexo comercial, sino de establecer cuántas trabajadoras hay para calcular el dinero que se les va a cobrar por permitirles trabajar. “¿Se imagina..?” (Claro que me imagino. Sigo algún día)

Fuente: El Valedor

Los 7 pilares de la prostitución

México ha fracasado en su promesa de proteger los derechos humanos, y tiene una asignatura pendiente en su sistema de justicia, plagado de impunidad y abusos de las autoridades…

Y la tremenda requisitoria de Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional, no sólo se aplica a Oaxaca, sino también a los sectores de la comunidad tradicionalmente marginados, desde indígenas y discapacitados hasta la preferencia sexual distinta y las y los trabajadores del comercio sexual. A propósito…

Como desafío a la marginación de que son objeto, un grupo de obreras sexuales proyectan dar a conocer sus experiencias de labor (testimonios e historias personales, asuntos de salud y derechos humanos, poemas y textos propios y de escritores invitados, etc.) en un periódico que da voz a quienes hasta ahora no lo han tenida el Red Light Despatch

Pues sí, pero lástima: lo anterior ocurre no en nuestro país, sino en La India. En Nueva Delhi, concretamente Aquí, mientras tanto, el trabajo sexual es catálogo donde cabe toda suerte (mala suerte) de corruptelas del policía o de las autoridades encargadas del servicio sexual, como también de las administradoras del sexo comercial. Represión, explotación, discriminación, despojo de las fuentes de trabajo sexual, “cuotas” obligatorias, amenazas de detención, riesgos con quienes solicitan los servicios, presiones de la comunidad, descrédito, en fin Todo por la falta de un marco jurídico que proporcione los correspondientes derechos laborales a quienes prestan este servicio social, y que obligue a los patrones de tal industria a cumplir con sus responsabilidades patronales. Cierto, sexenio a sexenio se promete legitimar el lenocinio a través de iniciativas de ley que como iniciativas perecen Pero nada más. Todo se queda en las promesas de siempre. Lástima

Las y los trabajadores del sexo comercial, mientras tanto, se agrupan y organizan para la mutua defensa, y entre las medidas que adoptan con tales fines está la de crear conciencia de su problemática en toda la sociedad Fue así como el pasado ll de julio la Red Mexicana de Trabajo Sexual y la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” salieron a la calle y celebraron el Día Nacional del Trabajo Sexual, acto con el que recuerdan a la comunidad que “tenemos memoria y no olvidamos los agravios que nuestro sector de la clase obrera padece día con día”. Qué bien

Aquí la voz de quienes carecen de voz. Ellas y ellos explican a ustedes que siete son los pilares del lenocinio que detectan en el país, y así los desglosan- el primero comenzó la legitimación de los llamados “puntos de tolerancia”, que eran “administrados” por las representantes o “madrotas”, como en el medio las denominan, quienes todavía hoy se sienten dueñas de dichas calles que, dicen ellas, “Enrique Jackson, cuando funcionario del gobierno del DF, nos entregó de manera verbal en 1986″, con croquis y mapas que todavía hoy resguardan como documentos testamentarios.

Como el “Reglamento gubernativo de justicia cívica del DF”, al igual que sus modificaciones posteriores, estipulaban como la falta administrativa ofrecer servicios sexuales, se llegaba a “arreglos con la autoridad” para que “se llevaran a un número determinado de trabajadoras o trabajadores sexuales”, y así cumplir con la presión vecinal. Y todos, o casi todos, contentos.

En otras ciudades de la república existen zonas de tolerancia La política de tolerar sexo comercial surge ante la falta de un marco jurídico claro, que establezca derechos laborales y obligaciones patronales con claridad, como con el resto de oficios y profesiones, y en el caso de quienes son trabajadores o trabajadores sexuales independientes, su reconocimiento por parte de los congresos locales como trabajadores no asalariados.

Desde el establecimiento en México de la primera casa de mancebía en 1938, las autoridades proyectaron la creación de “perímetros autorizados” para el ejercicio del comercio sexual. La aplicación de la “tolerancia” nunca trajo consigo la despenalización del delito del lenocinio, quedando abierta la posibilidad de que se castigue a encargados de los lugares que se niegan a pagar las cuotas impuestas por autoridades corruptas donde las u los trabajadores sexuales se ocupan Segundo pilar: consiste en obligar a las y los trabajadores sexuales a participar en programas sociales para “reinstalarlos” en la sociedad. Un ejemplo paradigmático fue el programa de “desarrollo social” que se operó desde el Centro Comunitario Abelardo Rodríguez en el DF, donde a cambio de no asistir, se pagaban “cuotas” para que las representantes les pasaran lista de asistencia y donde, para asistir, también se pagaban derechos, al margen del mismo programa original.

Fuente: El Valedor

Paso sin ver

- Grotesco, su mundo. ¿Cómo podrán vivir esos salvajes tan a la zaga de nuestra civilización? ¡Todavía son monógamos, o casi; todavía acostumbran cubrirse el cuerpo con trapos y, ¿me creerán ustedes?, su cultura culinaria aún no descubre la exquisitez del platillo de carne humana! Patético, ¿no?

En semicírculo, bajo el ramaje y a la orilla del mar, los nativos, pupilas abiertas de par en par, gesticulan ante los horrores que de las tierras exóticas les narra el recién regresado al solar, esta islilla extraviada, puntito que se confunde con una travesura de mosca en el mapamundi. (Tetas colgantes, la anciana le apronta en hojas aromáticas esos trozos de carne de rosado color…)

Caprichos del sino, mis valedores: ese de cuerpo desnudo y pelleja acharolada acaba de visitar nuestro mundo libre y democrático, y ahora retorna a su isleta. Los lugareños acosan a preguntas al Marco Polo nativo que ahora, belfos salpicados de briznas de carne (rosado color), les trata de explicar el horror de las plagas que azotan a un mundo miserable que se localiza a años luz de este paraíso bendito rodeado de tiburones por todas partes…

- Y qué plagas: radio, cine, televisión, internet y guerras, y crímenes, y neoliberalismo y pobreza, corrupción y violación de mujeres, de niñas, de niños, de leyes, de todo. Esos salvajes ponen su destino en una fementida deidad, superchería enajenante a la que, sin conocerla, le rinde culto fetichista y se viven mendigándole dones que como pedigüeños nunca conseguirán: justicia, igualdad, seguridad. En su nombre los brujos todo les prometen, pero nunca nada les cumplen En su primitivismo, los nativos la alimentan no como debe ser, con corazones sangrantes como nosotros a nuestros dioses, sino, ¿lo creerán? con dinero; montones, que al engaño de la fementida deidad los malvados brujos, con la mano del IFE, arrancan a unas masas empobrecidas.

- ¿Y cómo se llama tan perversa deidad?

- Democracia la nombran. Yo el único prodigio le conocí: que en su nombre los picaros empobrezcan aún más a los fregados y aún más enriquezcan a los que tienen más. Un solo rito de igualdad, rito grotesco, les conocí a tales bárbaros, que las masas practican en sus muladares y en alardosas mansiones los victimarios. (Abiertas, redondas, platos de peltre las pupilas nativas.)

- En parejas o en grupos, esos salvajes practican cierta orgía espeluznante: se plantan ante una mesa (sin viandas), y de la mañana a la noche y desde la noche hasta el amanecer, a enajenarse en su rito vudú. Bien puede sobre sus testas restallar la centella, y el cielo desflorarse en relámpagos y estallar la tormenta. Puede aullar en la calle la sirena de los bomberos y llegarles la lumbre a los aparejos. Ellos, en trance..

- Salvajes inmundos -se horroriza el de las horadaciones (belfos, orejas, nariz) adornadas con huesos de pescado-. “¡Bárbaros!”

- Una extraña palabreja vomita este entre dientes, y como en clave responde el otro, y alguno mira a los otros como extraviado, y suspira o rechina los dientes. Y sus semblantes: rabia, angustia, desesperación, que se trenzan con accesos de una felicidad maligna, enfermiza; y de repente el bandazo a una ansiedad mal contenida. Así horas y horas.

Que de hablar, a monosílabos; que los rostros reflejan la desaforada alegría y los impulsos homicidas; que a lo disimulado se atisban unos a otros como sospechando todos de todos, y alguno, de súbito, el triunfo. “Furiosos se advierten y al borde de las lágrimas, o serios, herméticos, enigmáticos. Qué agonía en este rostro, qué aire de triunfo en aquél, y de sentenciado al patíbulo en el otro. Y es que del rito dependen ruina o riqueza Suicidio, tal vez.

- Pues sí, pero el rito satánico, ¿cómo le llaman?

- Juego le llaman, irónico; juego de cartas. Apuestas. Las autorizó un hombrecito atacado de “sospechocismo” (un Creel que para sus nefastas medidas de gobierno se justifica: “Yo estaba en el limbo”), y acarrera carretadas de billetes a las arcas de un pobre rico lamedor de sus heridas: Hank Rhon. Dinero de las almas candidas; de los pobres de espíritu, qué les parece.

Silencio. Estupor. “Pero lo trágico: ¿ven este papel? Periódico le nombran. Noticias. Agosto. La instalación de casinos atraerá a 1.5 millones de turistas y 8,600 millones de ganancias. ¡Ya legalizaron el juego y para allá van los casinos, esos burdeles del rito satánico de la baraja, y ahora sí: a ese desdichado y democrático mundo más droga y violencia, más prostitución, y alcahuetaje de proxenetas, aún más inseguridad y lavado de dinero, y el enriquecimiento de unos pocos aprovechados contra el empobrecimiento de hordas de aturdidos. Envilecimiento global. ¿No es aquel un mundo de bárbaros”. El nativo calló…

Todos, la reflexión Yo, frente a la metástasis de los desplumaderos, paso sin ver. Y que el tahúr Hank Rhon siga lamiéndoselas. Ah, Creel. (Ah, México.)

Fuente: El Valedor

10 agosto 2007

¿El aletazo de la muerte..?

Quiero decir, ¿se me estará llegando la hora? Porque de otra manera no me explico esta sensación de lejanía, de tristura, de indefinida melancolía y el traer a estas horas, a mal traer, cortado el humor y el ánimo contristado. ¿Será tal vez que, inexorable, se me echa encima un cumpleaños más? Y como me lo advirtió a tiempo Marx (Groucho): “Ese vicio de cumplir años va a acabar por llevarte a la tumba“. ¿Será? Anoche mismo, pensando en que estoy por cumplir un año más, que a la postre será un año menos, el sueño se me espantó a los calosfríos de una “saudade” y unas remembranzas que me llevaron a mis tiempos muchachos. Y aquel repentino suspirar. Haya cosa…

¿Efectos de mi inminente cumpleaños? Pudiera ser, por más que me extraña: a mí me ha dado por cumplirlos cada año y nunca, hasta ahora, se me ocurrió hacer examen de conciencia, esa especie de balance, auditoría y gran total de lo que ha sido mi vida hasta hoy, y sintomático: he vuelto a creer en milagros. Hoy que a lo imprudente me acerco a la Gran Interrogante digo entre mí: ¿cómo no creer en ellos si de pronto me descubro creyente de todo lo celestial que me troquelaron en el seminario, inmune al innoble espectáculo que escenifican esos desbozalados cuya conducta pudiera convertirme en ateo? Sí, las sotanas politiqueras de Norberto Rivera y Cía Porque en verdad os digo, carísimos: tanto daño a las masas sociales no lo ha producido ni el mismísimo fundador de los Legionarios de Cristo, el presuntamente paidófilo padre Maciel El de marras arruina, arruinó poquísimos, si lo comparamos con el alto clero politiquero de este país. Laus Deo…

Achaques de mi nueva juventud: a resultas del presunto cumpleaños ahora me dio por lavar, almidonar y planchar mi conciencia, de modo tal que comienzo por extender mi perdón a todos mis amigos y el agradecimiento a la bondad, la lealtad y la fidelidad generosa de mis enemigos.

Por cuanto a los gobernantes de mi país, tarde lo reconozca cuán equivocado estuve con Ernesto Zedillo Yo, por supuesto, no voté por él. Mi voto fue en contra, pero pesó más el voto del Innombrable a favor. Yo, a la hora de las capitulaciones, y aunque por su culpa no traigo cash en la bolsa, a Zedillo le doy mi perdón Me dejó ir un Fobaproa que ni bitoque de lavativa, pero total, con poner flojitos los músculos. La factura (del Fobaproa, no del bitoque) todavía la estoy pagando, pero un consuelo me queda: ya no será por los cincuenta años que tardarán ustedes en acabar de pagarla Carlos Salinas…

Lo perdono, al muy orejón. Nagual de Reagan y la Thatcher juntos, el pelón nos metió (¡ay, Dios!) esa bestia rabiosa del neoliberalismo, con lo que nos dio en toda la mother-nización. Ya lejos de todo, y de todo tan cerca, al De la Madrid que nos enjaretó al mother-nizador lo perdono, como perdono al que nos impuso al mediocre de las cejas alacranadas. Yo, porque las tengo más tiernas que Sasha Montenegro (las telas del corazón), con mis tiernas perdono a López Portillo, dondequiera que esté, ojalá que donde sospecho.

Momento, no alebrestarse Demagogo fue, y populista Petrolizó la economía elevó la deuda externa, propició la inflación y peor, todavía escribió Mis tiempos.

Pero yo lo perdono. Qué milagros no obrará un examen de conciencia cuando lo estremeció el aletazo de un nuevo cumpleaños, un cumpleaños para mí cada vez más viejo. Y qué hacer…

Echeverría: dañero mayor; sus políticas de corte populista empobrecieron presente y futuro del país, y peor todavía LEA fue el cerebro gris de las guerras sucias, las guerras frías y las guerras de baja intensidad que el autoritarismo instrumentó desde la década de los 50s. LEA, exterminador de las verdaderas izquierdas, a las que asesinó con la cooptación de esas sanguijuelas talamanteras y peseteras, viejos Chuchos de la “nueva izquierda“, beneficiarios de la cultura de la derrota, que hoy desmantelan el Sol Azteca.

Díaz Hordas: en el filo de una daga se anda paseando la muerte. Brigada Blanca Tlatelolco. Helicópteros. Luces de bengala Plaza de las Tres Culturas, almácigo de cadáveres. Campo Militar. Díaz Hordas. México. Zedillo, Salinas y antecesores. Yo los perdono. Con un poco que me apuren, les pido perdón…

Pero no equivocarse. No es el miedo a la muerte. Es sólo que media vida la pasé renegando de los pri-gobiernistas, execrándolos como bestias del Apocalipsis, pésimos gobernantes que, sin la más pequeñaja de las cualidades del estadista, se dedicaron a arruinar al país. Yo era el equivocado, pero no en mi rencor contra tan funestos logreros; equivocado porque creía, iluso de mí, que después de semejantes dañeros no podría encaramarse a Los Pinos uno peor. ¡Y uno peor se trepó, y peor todavía a él se le trepó Marta, y ella sobre todos nosotros, y con ella todos los hijos de su reverenda Marta! Y lo peor de lo peor, que después de ellos, para que les tapara sus sinvergüenzadas, los hijos, Marta, el 2°. marido y Washington nos embombillaron al sucesor. (¡Dios!)

Fuente: El Valedor

07 agosto 2007

Vendepatrias

La mas reciente iniciativa del empresario Luis Alberto Coppola, senador por Baja California: eliminar las restricciones fijadas en el 27 constitucional para que los extranjeros puedan ser propietarios directos de tierras o aguas en la franja de 50 kilómetros a lo largo de las costas nacionales… (Iván Restrepo.)

Baja California esta vez. Con Baja California reproducimos el proceso de 1832. Como si Texas nunca hubiese ocurrido, y con Texas la pérdida del 55 por ciento del territorio patrio. ¿Debemos entender que Baja California será, es, de hecho, un nuevo territorio de Estados Unidos? ¿Y las enseñanzas que imparte la Historia? ¿Esas qué? ¿Se nos olvida que así comenzó el proceso que iba a culminar con el despojo de medio territorio patrio, una de las páginas más desdichadas en la historia de nuestro país? ¿Tan pronto hemos olvidado que todo comenzó con el territorio de Texas, codiciado por el vecino imperial, que con el auxilio de apátridas, inmigrantes y arrimadizos, iba a convertirse en una estrella más en la bandera de Estados Unidos? ¿Así que esta vez el proceso se inicia con Baja California..?

Como si Texas nunca hubiese ocurrido, ahora me topo con noticias como ésta (¡y nos dejan indiferentes, cuando no es que nos pasan inadvertidas!): La Paz, Baja California Sur: “La falta de fuentes de trabajo estable orilla a propietarios de terrenos urbanos en poblaciones de este municipio a venderlos a extranjeros. Es común ver en poblados tan tranquilos y atractivos como Todos Santos (entre La Paz y Cabo San Lucas), incontables letreros anunciando en inglés la venta de casas, terrenos y otras propiedades junto a la playa o en zona urbana. La situación de las familias las obliga a allegarse fondos para su mantenimiento o la educación de sus hijos. Esta es una de las incontables causas de la transculturización en la zona, aunque no en el grado que se observa en el sur de la península, donde las costumbres y tradiciones se han perdido totalmente…”

Con notas como la siguiente, de Santa Catarina, Morelos, ¿olvidar Texas? “Este poblado indígena, desde su pasado ancestral, nunca ha permitido la venta de tierras comunales a extranjeros. Ahora, cuando el pueblo se opone a la venta de 5 mil hectáreas a los extranjeros, los indígenas son denunciados antes las autoridades. Con el decreto presidencial de 1929, que reconoce como área comunal 28 mil hectáreas, no se puede vender ninguna porción de tierra, y ahora la familia Canalizo ofertó lotes de terreno inmerso en la zona ecológica. Denuncian, al propio tiempo, la venta ilegal de 50 hectáreas”.

Texas. Guadalajara, Jal. “A precios de súper-ganga, el gobierno de Jalisco está por vender, o vendió ya, a la empresa norteamericana Morey Hospital, 39 hectáreas de tierra que no le pertenecen porque son parte del patrimonio de la comunidad indígena de San Juan de Costán. El gobierno autorizó la enajenación de 30 hectáreas de la ex hacienda de La Mora a un precio tan bajo que los indígenas consideran ridículo, para favorecer a una transnacional que no precisamente quiere establecer un hospital de beneficencia, sino un centro hospitalario de alta especialidad para personas muy ricas”. Reciclamos Texas: “En los próximos 5 años, cadenas hoteleras estadounidenses como Sheraton, Hilton y Hyatt tienen previsto invertir 700 millones de dólares para desarrollar 25 nuevos proyectos en destinos de playa como Cancún, Los Cabos, Cozumel, Acapulco y la Ruta Maya…

México, Texas. “Hasta empresarios de Liechtenstein, minúsculo país europeo de una extensión de 160 kilómetros cuadrados, tiene inversiones en zonas prohibidas: playas, fronteras y riberas de México. La inversión extranjera en este rubro es casi toda de empresas estadounidenses. De los 3 mil 146 fideicomisos turísticos en zonas prohibidas en México, con inversión extranjera, un 92.16 por ciento proceden de los Estados Unidos”.

Y quedó corto el espacio para incluir la erisipela de los San Miguel de Allende (¿de Allende?) y demás pustulillas que ponen en riesgo integridad y salud del país. Así, no olvidarlo, comenzó Texas. Hoy lo afirma Jorge Hank Rhon, candidato del Revolucionario Ins. a la gubernatura de Baja California:

Ya andan diciendo que quiero vender el estado de Baja California a los chinos. Pues si, si les voy a vender terreno para que inviertan. Obviamente va a ser negocio y se llevarán sus utilidades porque son suyas, pero sus inversiones aquí estarán, generando empleos…

¿Y nosotros, mientras tanto? Nosotros, bandera en alto y botella en mano, a festejar como lo que somos, héroes por delegación, los triunfos de “nuestros” futbolistas que participan en ligas y copas, y de “nuestros” atletas que consiguen medallas en juegos olímpicos. “¡Sí se puede!” ¿Y Baja California? ¿Y el imperio? ¿Y los apátridas? (Bah…)

Fuente: El Valedor