ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
En solidaridad con Anabel Hernández.
Una joven periodista a la que admiro.
POCO PERIODISTAS TAN respetados como Miguel Ángel Granados Chapa quien mañana, muy justamente, recibirá del Senado de la República el mayor de los reconocimientos al que un mexicano pueda aspirar: la Medalla de Honor "Belisario Domínguez", instituida hace seis décadas, para premiar a quienes "se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra Patria o de la Humanidad", según reza el decreto que le dio vida.
Fui alumno de Granados Chapa en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de nuestra Máxima Casa de Estudios, a inicio de la década de los 70’s. Lo soy aún ahora, cual su lector y radioescucha.
Sociología de los Medios de Comunicación y Régimen Legal de la Prensa en México fueron las materias en las que me matriculé para recibir de él sus conocimientos. Sus clases, recuerdo, eran las más concurridas. A grado tal que, en lugar de celebrarse en un aula, aquellas eran dictadas a más de un centenar de alumnos en uno de los dos auditorios con los que contaba el viejo edificio ubicado entre la Escuela Nacional de Economía y la Facultad de Ciencias.
Acudí a Granados Chapa un lustro después, a solicitar empleo en la entonces muy prestigiada Casa Excélsior de la cual él ya era subdirector editorial. Me acogió en aquella especie de buhardilla –un entrepiso, con ventana al Paseo de la Reforma--, compartida con Miguel López Azuara, durante poco más de dos semanas hasta que me envió a la dirección de Revista de Revistas a proponer a su director, Hero Rodríguez Neumann, una serie de reportajes. Ninguno se publicó.
Pero las dos semanas en el altillo aquel fueron aleccionadoras. Recuerdo a mi maestro escribiendo los editoriales serios, profundos, orientadores, al tiempo que con López Azuara platicaba lo que había comido o a quien había saludado al llegar al edificio de Reforma 18. Lo hacía, además, a una velocidad que a cualquiera impresionaba.
En 1977 este escribidor se inició finalmente en el diarismo y el "calumnismo". Para aquel momento, el maestro Granados Chapa ya escribía su "Plaza Pública" en el diario Cine Mundial de Luis Javier Solana. Y desde entonces, ese espacio periodístico se convirtió en imprescindible para la llamada clase política, lo mismo para quienes nos dedicamos profesionalmente a relatar las --a veces muy torpes-- andanzas de aquella.
¿Por qué es imprescindible seguir aprendiendo cotidianamente de Granados Chapa? Por lo bien documentado. Por lo preciso. Por la excelencia de su prosa. Porque todos los días aprendo de él.
Mañana Granados Chapa recibirá un diploma y un "tejo de oro, pendiente de una cinta de seda para fijarse al cuello, y en la que luzca el tricolor nacional; el Escudo de la Patria en medio de la inscripción: Estados Unidos Mexicanos. H. Cámara de Senadores 1952-1958.- figurarán en el anverso de aquél, y la efigie del Héroe Civil Belisario Domínguez en medio de la inscripción: Ennobleció a la Patria.- 7 de octubre de 1913.- … grabados en su reverso."
Belisario Domínguez, el chiapaneco, ennobleció a la Patria. Miguel Ángel Granados Chapa, hidalguense, ennoblece a nuestra profesión. ¡Un abrazo, maestro!
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