La Jornada del día 6 de febrero del presente año nos presento un artículo sobre las viviendas que se entregaron en febrero de 2005. El gobierno foxista reubicó en el municipio de Palenque a 162 familias que habitaban los poblados Ocotal, El Suspiro, Sol Paraíso y Nuevo Petalcingo, ubicados en la selva.Para persuadir a los indígenas a abandonar el lugar que habitaron casi 20 años, el gobierno federal argumentó que se trataba de un programa para resguardar el ecosistema de la selva y se comprometió a ubicarlos en centros de desarrollo donde tuvieran mejores opciones de vida.Sin embargo, son construcciones de 30 metros cuadrados, hechas de lámina y bloques huecos, con dos cuartos, insuficientes para albergar a familias de ocho personas.Personas que fueron engañadas argumentan "Vinimos por necesidad, pero nos engañaron; esta tierra no es fértil, y lo mejor es regresar a la selva".
Nota completa en La Jornada
Opinión:
No cabe duda que este caso es una de las tantas farsas que hizo nuestro ex-presidente Vicente Fox Quesada. Eso de prometer y no cumplir se nos hace conocido de tantos políticos que antes de ocupar el puesto de interés engañan a las personas, que ilusionadas por abastecer necesidades depositan su confianza en estos oportunistas. Tristemente, al llegar al puesto que desean se olvidan de los necesitados y "el poder los corrompe más todavía". La culpa no es de la gente, que aun tienen una esperanza de una vida mejor para ellos y su familia, pero, si de aquellos que con mentiras y falsas promesas se aprovecha de los sentimientos genuinos que crean en estos individuos.
¿Qué persona se olvida de lo que promete a su gente, a sus hermanos? Sólo aquellos que no tienen el deseo de servir, que al llegar a su objetivo, se llena las manos de riqueza de cosas que no trascienden, para olvidarse de palabras que fueron un rayo de luz en la vida de otras personas y que ahora se convierten en más tormentos, en deudas, en desesperanzas de un cambio en nuestro país. Fox término su sexenio dejando una herida imborrable, más no incurable. Cada mexicano que se mantiene en la lucha contra su sombra (refiriéndome a Felipe Calderón), es un mexicano que en sus manos tiene los instrumentos necesarios para comenzar la tarea de sanar nuestro país.
Políticos se fueron dejando promesas en el aire y a la deriva. Más los políticos que vendrán y los que hay tendrán que cumplir sus palabras actualmente, simplemente porque el pueblo estará detrás de ellos, recordándoles que si están en esos lugares es para hacer algo por la gente de México.
Nota completa en La Jornada
Opinión:
No cabe duda que este caso es una de las tantas farsas que hizo nuestro ex-presidente Vicente Fox Quesada. Eso de prometer y no cumplir se nos hace conocido de tantos políticos que antes de ocupar el puesto de interés engañan a las personas, que ilusionadas por abastecer necesidades depositan su confianza en estos oportunistas. Tristemente, al llegar al puesto que desean se olvidan de los necesitados y "el poder los corrompe más todavía". La culpa no es de la gente, que aun tienen una esperanza de una vida mejor para ellos y su familia, pero, si de aquellos que con mentiras y falsas promesas se aprovecha de los sentimientos genuinos que crean en estos individuos.
¿Qué persona se olvida de lo que promete a su gente, a sus hermanos? Sólo aquellos que no tienen el deseo de servir, que al llegar a su objetivo, se llena las manos de riqueza de cosas que no trascienden, para olvidarse de palabras que fueron un rayo de luz en la vida de otras personas y que ahora se convierten en más tormentos, en deudas, en desesperanzas de un cambio en nuestro país. Fox término su sexenio dejando una herida imborrable, más no incurable. Cada mexicano que se mantiene en la lucha contra su sombra (refiriéndome a Felipe Calderón), es un mexicano que en sus manos tiene los instrumentos necesarios para comenzar la tarea de sanar nuestro país.
Políticos se fueron dejando promesas en el aire y a la deriva. Más los políticos que vendrán y los que hay tendrán que cumplir sus palabras actualmente, simplemente porque el pueblo estará detrás de ellos, recordándoles que si están en esos lugares es para hacer algo por la gente de México.
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