Sam García, Revoluciones
Es la tarde del último día del primer mes del año uno de la usurpación, todos se preguntan: ¿cuánto más durará? El frío matutino que por momentos se extiende en las tardes de la capital del país, hoy fue reducido a nada, hizo más peso el calor de la resistencia civil pacífica que junto a la marcha de sindicatos y organizaciones civiles mostraron el repudio a las acciones que afectan a la economía de los mexicanos por parte de fecal. Un sol radiante que acompañaba a los marchistas, pero créanme cuando les digo, que hoy más que el sol, brilló la esperanza del pueblo de México.
La transformación se ha venido dando incluso ya a partir de que la gente ha tomado conciencia de que los malos gobiernos no son perpetuos, que más allá del líder o partido que pueda encabezar una lucha, se requiere cariño por la patria para defenderle. Meses atrás se venía diciendo –desde el mismo interior del movimiento- que se estaba perdiendo fuerza, que las cosas no marchaban bien. Pero este día 31 de enero arrancó de nuevo el aliento a los adversarios, que cómodos han exhibido el robo de la presidencia por el extranjero y que ahora no tienen ni donde meter la cara de tanta vergüenza.
Más allá de si van a perjudicar privatizando el maíz, en el aumento ridículo al salario, en el alza a los alimentos de canasta básica, más allá de eso, esta su intento de atropellar nuestra humanidad. Y es con humanidad como responde el pueblo, tal vez mentadas abunden contra fecal, pero la sustancia de la protesta es caminar, empujar pacíficamente por la transformación, que se da desde el hogar. Y la gente lo ha hecho, ha politizado a la familia, a los vecinos, a las comunidades y de ello deriva la numerosa participación ciudadana.
El día de ayer pude ver niños, pequeños de escasos 2 o 3 años entender que hay un sujeto llamado fecal que les está robando las tortillas, un pequeño gritaba y apenas si se le entendía: yo no quiero pan yo quiero tortillas y fecal le roba dinero a mi mamá. Pareciera no ser relevante lo anterior o que también niños un poco más grandes y adolescentes participen concientes, pero en realidad es más importante de lo que uno cree porque esta y futuras generaciones ya no vamos a seguir siendo gobernados por espurios. Añadiendo algo más a esto es que el cansancio físicamente quizás podía notarse ya al entrar a la calle de Madero pero fue cuando vibraba más y más el corazón de todos, tanto de gente que marchaba como de la gente que recibía como héroes a los que protestaban.
Un poco más de dos meses y el que se atrevió a usurpar la presidencia solapado por los legisladores que según trabajan a favor del pueblo en San Lázaro, ese mismo tipejo, ha estado al tanto del sentir de los mexicanos y me atrevo a decir que fecal (aunque no en cuerpo) marcho con nosotros, en el sentido de que nuestro repudio, rechazo y desprecio por él son reales y lo puede sentir en cada gota de alcohol que ingiere dada su debilidad existencial. Ayer se resumieron los gritos y exigencias de convocatorias pasadas, como símbolo estuvo el maíz, mañana será el petróleo, la luz o quizás la seguridad social. Pasa a segundo término el patrimonio del cual nos quieran despojar, digo, ya la mayoría de las cosas nos las han quitado, pero ciertamente como dice nuestro Presidente Legítimo, lo que nunca nos van a quitar es la esperanza de cambiar.
Muchos obreros, campesinos, indígenas y profesionistas aportaron lo suyo incluso desde antes de las 3 de la tarde en marchas que tenían el mismo objetivo. Obviamente estorbaron líderes amañados, titereteados por fuerzas oscuras para que AMLO no leyera el documento que una desconocida (al menos para mi lo es) leyó. Eso no importo el acuerdo es claro y está firmado con el sudor de la gente y con sus energías (físicas y espirituales), se va a defender al país cueste lo que cueste. Y el discurso de AMLO fue la recompensa a la lealtad a saber esperar, a saber darle lugar al que ganó las elecciones presidenciales del 2006 y que hoy es el Presidente Legítimo de los mexicanos aunque en la simulación reconozcan a otro como presidente de México.
En las imágenes que aquí expongo trato de reflejar el ambiente de esta marcha, que fue un verdadero detonante de fe, firmeza y valor para seguir enfrentando al usurpador, no como él ha ido anunciando lo hará, por la fuerza, sino que nosotros usaremos de lo que él carece: de inteligencia. Ayer así sucedió, esperamos a López Obrador para marchar con él, algunos se adelantaron y esperaron a que llegará al Zócalo y escucharlo hablar. El resultado también se ve reflejado en las imágenes de un pueblo mexicano que es ejemplo de lealtad.
Es la tarde del último día del primer mes del año uno de la usurpación, todos se preguntan: ¿cuánto más durará? El frío matutino que por momentos se extiende en las tardes de la capital del país, hoy fue reducido a nada, hizo más peso el calor de la resistencia civil pacífica que junto a la marcha de sindicatos y organizaciones civiles mostraron el repudio a las acciones que afectan a la economía de los mexicanos por parte de fecal. Un sol radiante que acompañaba a los marchistas, pero créanme cuando les digo, que hoy más que el sol, brilló la esperanza del pueblo de México.
La transformación se ha venido dando incluso ya a partir de que la gente ha tomado conciencia de que los malos gobiernos no son perpetuos, que más allá del líder o partido que pueda encabezar una lucha, se requiere cariño por la patria para defenderle. Meses atrás se venía diciendo –desde el mismo interior del movimiento- que se estaba perdiendo fuerza, que las cosas no marchaban bien. Pero este día 31 de enero arrancó de nuevo el aliento a los adversarios, que cómodos han exhibido el robo de la presidencia por el extranjero y que ahora no tienen ni donde meter la cara de tanta vergüenza.
Más allá de si van a perjudicar privatizando el maíz, en el aumento ridículo al salario, en el alza a los alimentos de canasta básica, más allá de eso, esta su intento de atropellar nuestra humanidad. Y es con humanidad como responde el pueblo, tal vez mentadas abunden contra fecal, pero la sustancia de la protesta es caminar, empujar pacíficamente por la transformación, que se da desde el hogar. Y la gente lo ha hecho, ha politizado a la familia, a los vecinos, a las comunidades y de ello deriva la numerosa participación ciudadana.
El día de ayer pude ver niños, pequeños de escasos 2 o 3 años entender que hay un sujeto llamado fecal que les está robando las tortillas, un pequeño gritaba y apenas si se le entendía: yo no quiero pan yo quiero tortillas y fecal le roba dinero a mi mamá. Pareciera no ser relevante lo anterior o que también niños un poco más grandes y adolescentes participen concientes, pero en realidad es más importante de lo que uno cree porque esta y futuras generaciones ya no vamos a seguir siendo gobernados por espurios. Añadiendo algo más a esto es que el cansancio físicamente quizás podía notarse ya al entrar a la calle de Madero pero fue cuando vibraba más y más el corazón de todos, tanto de gente que marchaba como de la gente que recibía como héroes a los que protestaban.
Un poco más de dos meses y el que se atrevió a usurpar la presidencia solapado por los legisladores que según trabajan a favor del pueblo en San Lázaro, ese mismo tipejo, ha estado al tanto del sentir de los mexicanos y me atrevo a decir que fecal (aunque no en cuerpo) marcho con nosotros, en el sentido de que nuestro repudio, rechazo y desprecio por él son reales y lo puede sentir en cada gota de alcohol que ingiere dada su debilidad existencial. Ayer se resumieron los gritos y exigencias de convocatorias pasadas, como símbolo estuvo el maíz, mañana será el petróleo, la luz o quizás la seguridad social. Pasa a segundo término el patrimonio del cual nos quieran despojar, digo, ya la mayoría de las cosas nos las han quitado, pero ciertamente como dice nuestro Presidente Legítimo, lo que nunca nos van a quitar es la esperanza de cambiar.
Muchos obreros, campesinos, indígenas y profesionistas aportaron lo suyo incluso desde antes de las 3 de la tarde en marchas que tenían el mismo objetivo. Obviamente estorbaron líderes amañados, titereteados por fuerzas oscuras para que AMLO no leyera el documento que una desconocida (al menos para mi lo es) leyó. Eso no importo el acuerdo es claro y está firmado con el sudor de la gente y con sus energías (físicas y espirituales), se va a defender al país cueste lo que cueste. Y el discurso de AMLO fue la recompensa a la lealtad a saber esperar, a saber darle lugar al que ganó las elecciones presidenciales del 2006 y que hoy es el Presidente Legítimo de los mexicanos aunque en la simulación reconozcan a otro como presidente de México.
En las imágenes que aquí expongo trato de reflejar el ambiente de esta marcha, que fue un verdadero detonante de fe, firmeza y valor para seguir enfrentando al usurpador, no como él ha ido anunciando lo hará, por la fuerza, sino que nosotros usaremos de lo que él carece: de inteligencia. Ayer así sucedió, esperamos a López Obrador para marchar con él, algunos se adelantaron y esperaron a que llegará al Zócalo y escucharlo hablar. El resultado también se ve reflejado en las imágenes de un pueblo mexicano que es ejemplo de lealtad.
Tu opinión cuenta: revolucionesmx@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario