Sam García, Revoluciones
Es muy sencillo ingresar a algún sitio en Internet o comprarse una monografía en la papelería para ver que México existe en su geografía, tiene un territorio físico y hasta aquí creo no tenemos problema para entender que ese territorio NOS PERTENECE A LOS MEXICANOS. Pero cuando una voltea a ver a un aparato residente de esa geografía, me refiero a las instituciones, vaya tremendo susto que nos llevamos. Si bien los mapas indican “este es México” las instituciones de hoy revelan “esto no puede ser México”.
Lo anterior viene de un comentario que hoy llego al correo muy interesante:
Estaba apunto de escribir un primer texto de una serie denominada “Limitante existencial” -mejor la pospongo para el domingo, con más calma lo abordamos después- cuando recibí este mensaje y no quise perder la oportunidad de unirme al sentir de Marena.
Efectivamente y retomando el párrafo inicial, México carece de instituciones. Como lo he planteado aquí más de una vez, uno debe comenzar por su comunidad, en el caso de el lugar donde vivo, en la capital, tendríamos que revisar la delegación, las secretarías del GDF, los jefes vecinales, representantes de distrito, etc. Miren, nada más de leer algunos conceptos de estas “instituciones” lo primero que salta a la mente es: corrupción, burocracia, injusticias, entre otras cosas no muy gratas.
En mi caso -al igual que el de otros- uno va descubriendo el mundo de cierto modo, muy por encima de todo aquello que nos rodea desde que somos pequeños y que obvio, repercute en nuestra definición de las cosas toda la vida. Cada uno tiene su forma de interpretar las cosas y en el caso de las instituciones fue algo que no me vinieron a contar, yo me genere una definición de ellas a partir de lo que he vivido.
Miren algunos ejemplos que parecieran absurdos, pero cuando uno iba a realizar trámites de inscripciones a primero, segundo, tercer grado de primaria, aún recuerdo lo tedioso y complicado que se le hacía a mis padres y a otros padres de familia el realizar una simple inscripción, desde ahí uno teje un concepto donde algo anda mal. Conforme íbamos creciendo decíamos: la secretaría es una güevona, el director no sirve para nada, cosas de esas. Bien, no todos los niños lo veían así, quizás algunos si tuvieron una primaria color de rosa, una secundaria y demás preparación perfecta, pero una gran mayoría no.
No hay mexicano, es más hasta los de la “alta clase”, que no padezcan de un trato poco humano y que más bien refleja que no laboran humanos en las instituciones sino sendas bestias, esa definición se han ganado a pulso. Otro de los circulos inmediatos donde estoy es la universidad y en ella el rector y su aparato de amigos burócratas han secuestrado gran parte de nuestra comunidad estudiantil, cuando quise votar como estudiante de nuevo ingreso, es más postularme para representar a mis compañeros en el Consejo General Interneto y ya después de que colectamos firmas y el Colegio Electoral cedió a nuestra participación, un NO del rector (actitud de bestia, con el debido respeto), nos privo de ejercer la vida democrática en nuestra universidad. Vean que desde chico a la fecha -y miren que un buen tiempo de mi infancia mis padres tuvieron dinero lo que se dice dinero y tuve muchos lujos- estas instituciones para mi son una vergüenza completa, que decir de trámites bancarios (que eso ya es más IP, no tanto institución pública), cuando quieres tramitar visa, pasaporte, cartilla de vacunación, la misma credencial del FELIFE, etc.
Y me llama la atención de que manera usa el plural “instituciones”, sin la limitante de las que derivan del Estado, no, habla también de la Iglesia, de los partidos, políticos de que NI UNA SOLA INSTITUCIÓN SIRVE. ¿Qué mentirosa es Marena verdad?, ¡ja! Claro que no, creo que más de uno estamos de acuerdo con ella, ejemplos sobran para citar que un mapa institucional en México, así digno de reconocimiento NO LO HAY. Pero todo gente, va de nuevo, esta en función de nuestra humanidad, creo que si nos metemos a fondo, en el mapa geográfico, en los datos del INEGI podremos estar físicamente más de 100 millones de mexicanos ¿pero cuantos de verdad existimos?
Esos que dejan de existir, que los vemos pero se comportan como todo menos como humanos, son los que no han entendido el significado de una institución, no han conocido sobre principios de servicio, saben “servirse de”, pero no servir al otro por medio de tal dependencia, ¿verdad que si lo que falla es nuestro sentido humano?, dirán ustedes ¿y que haces Sam cuando alguien no te da el trato debido en algún trámite?, en lo personal me trago el coraje, canalizo mi furia hacia una sonrisa sincera y si me dice “regrese en media hora”, me retiro y soy paciente vuelvo a la media hora y ya si no me atiende si le doy cátedra de existencia humana y de paso le recuerdo (no el 10 de mayo, eso no) que en mi lugar puede estar esa persona que no me esta atendiendo y tengo que sacar algunos ejemplos para llegarle al corazón y así me atienda bien, a veces cuesta filtrarse en la mente de esos sujetos, pero vaya que se vuelve grata aventura intentar que lo atiendan a uno con una pizquita de dignidad.
A lo que voy es que uno no puede responder a las malas instituciones con un mal actuar, con mala respuesta. Debemos también en este sentido entender “el porque no a las acciones radicales dentro del movimiento que quiere cambiar a México”, porque más mal a lo que ya de por si nos tiene como nos tiene ¿para que más caos? Ahora bien no es conformismo, es plantarse bien, exigir con respeto lo que corresponde a uno y esperar al momento oportuno para acertar en el golpe que modifique la situación de la parte que se rehúsa a cambiar.
Revisemos la definición de institución.
Quiere decir que depende de alguien para existir ¿de quienes dependen las instituciones en México?, ¿de usted o de unos cuantos? Hoy en día la respuesta es “de unos cuantos” están para jugar un papel de control, ejercer dominio y delimitar hasta donde y como podemos desenvolvernos, llámele IP, llámele religión, etc. y crean cuando les digo que vamos a empeorar si seguimos por este camino de la indiferencia y de ser “conchas” a lo que sucede, la Convención Nacional Democrática es un elemento, ¡solo uno gente! de tantos que necesitamos para que de verdad un día de estos el mapa geográfico de México vaya acompañado de instituciones dignas, humanas, que de verdad valga la pena hablar y comentar en este y otros espacios.
Y no se espanten gente, las instituciones al no existir en México es lo de menos lo que preocuparía es que no hubieran mexicanos dispuestos a elaborar, edificar las que se requieren, somos millones, no somos todos, pero los suficientes sí y vamos a transformar el país, de eso no cabe duda alguna.
Es muy sencillo ingresar a algún sitio en Internet o comprarse una monografía en la papelería para ver que México existe en su geografía, tiene un territorio físico y hasta aquí creo no tenemos problema para entender que ese territorio NOS PERTENECE A LOS MEXICANOS. Pero cuando una voltea a ver a un aparato residente de esa geografía, me refiero a las instituciones, vaya tremendo susto que nos llevamos. Si bien los mapas indican “este es México” las instituciones de hoy revelan “esto no puede ser México”.
Lo anterior viene de un comentario que hoy llego al correo muy interesante:
Sam: comentábamos hoy en la mañana lo terrible del panorama que tenemos en frente.
Fíjate no hay una sola institución en el México actual que esté funcionando bien. NI UNA. Desde la presidencia de la República y gobierno en general, senadores, diputados, en fín, partidos políticos todos divididos. Hasta la Iglesia está metida en todo tipo de escándalos. Pederastia, por ejemplo. Sin Banca mexicana que Salinas regaló a sus amigos los quesque banqueros y estos la vendieron, sin Ferrocarriles Nacionales que Zedillo vendió, a USA. La mayoría de las empresas de toda índole son ya de extranjeros, ya solo falta poco para que vendan Pemex y la CFE. Francamente no veo que hacer. Sólo nos queda apoyar al único que parece traer la cabeza sobre los hombros, Andrés Manuel López Obrador.
Como deseo que la próxima Convención sea un éxito y algo bueno salga de ahí para que volvamos a empezar por autoestimarnos como mexicanos. Que barbaridad!! Esto de verdad es dramático, fíjate a lo que ya se atrevieron los gringos con "su muro", invadiendo territorio mexicano y nuestras autoridades tan complacientes. Mi temor es que para dentro de muy poco pasemos a ser un estado dependiente de USA al cien por ciento y en condiciones peores y desde luego muy distintas a Puerto Rico, por poner un ejemplo. Los "portorros" no tienen "muro" para entrar y salir a USA. Nosotros quedamos de patio trasero. ni mas ni menos y todavía las autoridades andan de obsequiosas con los gringos.
No lo puedo creer.
Vuelvo a felicitarte por lo que aportas a diario, que no es sólamente edificante, sino muy valioso. La neta, que nada te aplatane.
Saludos Marena.
Estaba apunto de escribir un primer texto de una serie denominada “Limitante existencial” -mejor la pospongo para el domingo, con más calma lo abordamos después- cuando recibí este mensaje y no quise perder la oportunidad de unirme al sentir de Marena.
Efectivamente y retomando el párrafo inicial, México carece de instituciones. Como lo he planteado aquí más de una vez, uno debe comenzar por su comunidad, en el caso de el lugar donde vivo, en la capital, tendríamos que revisar la delegación, las secretarías del GDF, los jefes vecinales, representantes de distrito, etc. Miren, nada más de leer algunos conceptos de estas “instituciones” lo primero que salta a la mente es: corrupción, burocracia, injusticias, entre otras cosas no muy gratas.
En mi caso -al igual que el de otros- uno va descubriendo el mundo de cierto modo, muy por encima de todo aquello que nos rodea desde que somos pequeños y que obvio, repercute en nuestra definición de las cosas toda la vida. Cada uno tiene su forma de interpretar las cosas y en el caso de las instituciones fue algo que no me vinieron a contar, yo me genere una definición de ellas a partir de lo que he vivido.
Miren algunos ejemplos que parecieran absurdos, pero cuando uno iba a realizar trámites de inscripciones a primero, segundo, tercer grado de primaria, aún recuerdo lo tedioso y complicado que se le hacía a mis padres y a otros padres de familia el realizar una simple inscripción, desde ahí uno teje un concepto donde algo anda mal. Conforme íbamos creciendo decíamos: la secretaría es una güevona, el director no sirve para nada, cosas de esas. Bien, no todos los niños lo veían así, quizás algunos si tuvieron una primaria color de rosa, una secundaria y demás preparación perfecta, pero una gran mayoría no.
No hay mexicano, es más hasta los de la “alta clase”, que no padezcan de un trato poco humano y que más bien refleja que no laboran humanos en las instituciones sino sendas bestias, esa definición se han ganado a pulso. Otro de los circulos inmediatos donde estoy es la universidad y en ella el rector y su aparato de amigos burócratas han secuestrado gran parte de nuestra comunidad estudiantil, cuando quise votar como estudiante de nuevo ingreso, es más postularme para representar a mis compañeros en el Consejo General Interneto y ya después de que colectamos firmas y el Colegio Electoral cedió a nuestra participación, un NO del rector (actitud de bestia, con el debido respeto), nos privo de ejercer la vida democrática en nuestra universidad. Vean que desde chico a la fecha -y miren que un buen tiempo de mi infancia mis padres tuvieron dinero lo que se dice dinero y tuve muchos lujos- estas instituciones para mi son una vergüenza completa, que decir de trámites bancarios (que eso ya es más IP, no tanto institución pública), cuando quieres tramitar visa, pasaporte, cartilla de vacunación, la misma credencial del FELIFE, etc.
Y me llama la atención de que manera usa el plural “instituciones”, sin la limitante de las que derivan del Estado, no, habla también de la Iglesia, de los partidos, políticos de que NI UNA SOLA INSTITUCIÓN SIRVE. ¿Qué mentirosa es Marena verdad?, ¡ja! Claro que no, creo que más de uno estamos de acuerdo con ella, ejemplos sobran para citar que un mapa institucional en México, así digno de reconocimiento NO LO HAY. Pero todo gente, va de nuevo, esta en función de nuestra humanidad, creo que si nos metemos a fondo, en el mapa geográfico, en los datos del INEGI podremos estar físicamente más de 100 millones de mexicanos ¿pero cuantos de verdad existimos?
Esos que dejan de existir, que los vemos pero se comportan como todo menos como humanos, son los que no han entendido el significado de una institución, no han conocido sobre principios de servicio, saben “servirse de”, pero no servir al otro por medio de tal dependencia, ¿verdad que si lo que falla es nuestro sentido humano?, dirán ustedes ¿y que haces Sam cuando alguien no te da el trato debido en algún trámite?, en lo personal me trago el coraje, canalizo mi furia hacia una sonrisa sincera y si me dice “regrese en media hora”, me retiro y soy paciente vuelvo a la media hora y ya si no me atiende si le doy cátedra de existencia humana y de paso le recuerdo (no el 10 de mayo, eso no) que en mi lugar puede estar esa persona que no me esta atendiendo y tengo que sacar algunos ejemplos para llegarle al corazón y así me atienda bien, a veces cuesta filtrarse en la mente de esos sujetos, pero vaya que se vuelve grata aventura intentar que lo atiendan a uno con una pizquita de dignidad.
A lo que voy es que uno no puede responder a las malas instituciones con un mal actuar, con mala respuesta. Debemos también en este sentido entender “el porque no a las acciones radicales dentro del movimiento que quiere cambiar a México”, porque más mal a lo que ya de por si nos tiene como nos tiene ¿para que más caos? Ahora bien no es conformismo, es plantarse bien, exigir con respeto lo que corresponde a uno y esperar al momento oportuno para acertar en el golpe que modifique la situación de la parte que se rehúsa a cambiar.
Revisemos la definición de institución.
institución. t. Establecimiento, fundación. Cosa establecida fundada.
Quiere decir que depende de alguien para existir ¿de quienes dependen las instituciones en México?, ¿de usted o de unos cuantos? Hoy en día la respuesta es “de unos cuantos” están para jugar un papel de control, ejercer dominio y delimitar hasta donde y como podemos desenvolvernos, llámele IP, llámele religión, etc. y crean cuando les digo que vamos a empeorar si seguimos por este camino de la indiferencia y de ser “conchas” a lo que sucede, la Convención Nacional Democrática es un elemento, ¡solo uno gente! de tantos que necesitamos para que de verdad un día de estos el mapa geográfico de México vaya acompañado de instituciones dignas, humanas, que de verdad valga la pena hablar y comentar en este y otros espacios.
Y no se espanten gente, las instituciones al no existir en México es lo de menos lo que preocuparía es que no hubieran mexicanos dispuestos a elaborar, edificar las que se requieren, somos millones, no somos todos, pero los suficientes sí y vamos a transformar el país, de eso no cabe duda alguna.
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