Todo anda de cabeza pero no sin intencionalidad, al contrario, parece que hay un propósito de llegar al caos total. Personalmente no creo que falten, dentro del Partido Acción Nacional, algunas mentes que reconozcan la magnitud del terrible fraude electoral del pasado 2 de julio. Por eso pienso que al minimizar y descalificar cualquier acción que provenga de la oposición, lo que buscan es exacerbar al movimiento de resistencia civil pacífica que encabeza Andrés Manuel López Obrador y provocar la violencia, como lo han hecho en Oaxaca. Con ello conseguirían la justificación para la represión tan anunciada durante la campaña por Felipe Calderón. Su mano dura no se refería a terminar con la corrupción y los abusos de la clase política y empresarial instalada en el poder sino evitar a toda costa que el presupuesto federal se destine a programas sociales, y mitigar con ello las humillantes condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos. Yo entiendo que países como España, que tienen gran interés en la privatización del petróleo, le otorguen un premio a Televisa por su excelente y “objetiva” cobertura del proceso electoral, pero que en México se deje de reconocer la manipulación de la información que hace esa cadena televisiva en apoyo a los dueños del dinero me alarma y me preocupa mucho.
Lo único que puede dar valor a un medio de comunicación o a un periodista es la credibilidad, pero la han echado por la borda sin ningún miramiento, confiando, tal vez, en la ignorancia del pueblo, sin considerar que ese pueblo está despertando y buscando la verdad con sus propios medios. Por más que nos ignoren, me pregunto cómo podrán desaparecer a la gente que forma parte de este movimiento social, llámese resistencia civil pacífica, convención nacional democrática, o simplemente renegados. Anunciados ya los cuadros, cómplices del gobierno ilegítimo, no necesitamos saber mucho de política para adivinar hacia dónde nos quieren llevar.
Para empezar ya nos dimos cuenta que la parte social y educativa va en segundo o en último término. Desde luego que el apoyo de Elba Esther Gordillo tendrá su recompensa, y con ello confirmamos la falta de voluntad de Felipe Calderón para incidir en lo único que puede llevarnos a una transformación verdadera: la educación y la cultura. Pero no, primero estarán el negocio jugoso, la devolución de apoyos recibidos para consumar el fraude y la lista interminable de compromisos adquiridos con las trasnacionales. El pueblo revoltoso puede esperar, por la buena o por la mala. De verdad siento que la intención de este dedo puesto constantemente en la yaga es voltear al país de cabeza y empezar a reprimir en nombre de la ley, mil veces violada por los que se nombran demócratas y pacíficos.
Leía, ya sin tanto asombro, un pequeño libro escrito por Gloria López Morales: “MATASARI”. En él la maestra en letras francesas con posgrado en la Universidad de la Sorbona y diplomada en relaciones internacionales por El Colegio de México, con una amplia experiencia profesional, nos revela la actuación de Sari Bermúdez al frente de CONACULTA durante el sexenio que al fin termina. Resumiendo en pocas palabras la señora Sari implantó un sistema de cooptación y censura a todo aquello que se apartara de la visión, ¡imagínese qué visión!, de su entrañable amiga Marta Sahagún. El mismo presidente le expresó a Sari que los asuntos de cultura eran cosas de mujeres, así que se arreglara con la señora Marta. El calvario que sufrió la maestra López Morales por intentar colaborar en CONACULTA bien puede ser una muestra de lo que nos espera con la serie de tecnócratas e ignorantes dispuestos a acabar con el acervo cultural de México. Además de los intelectuales que se abstienen de pronunciarse a favor del movimiento social que avanza por todo el país, existen otros muy valiosos, como la maestra López Morales, que nos ofrecen su luminosidad para no dejarnos intimidar por las fuerzas oscuras que amenazan con la represión.
Todo está de cabeza pero no sin intencionalidad. El objetivo es hacernos caer en provocaciones, encender los ánimos mediante la infamia y hacernos responsables de hechos premeditados. Tienen listas las medidas para disolvernos. Saben que tenemos una fuerza que descubrimos tras el fraude: la unión y la organización. Si resiste uno resistiremos todos. La coyuntura es Andrés Manuel López Obrador, no porque sea un hombre perfecto, nadie lo es, simplemente porque se convirtió en la voz de los descontentos con el sistema. Él supo descifrar ese reclamo interior que permaneció dormido en la gente y que nos hizo inválidos ante el poder del dinero. Se dio una simbiosis perfecta, cuando lo hieren a él nos hieren a todos, cuando nos hieren a todos lo hieren a él. No hay crisis que resista esta unión. Tenemos que actuar de manera inteligente, a nosotros más que a nadie nos perjudicaría que lograran su objetivo. Actuemos con cautela, no caigamos en sus redes y, sobre todo, no permitamos que la violencia salga de nuestras filas. Acá hay alegría de la buena, de esa que generan la dignidad y la posesión de la verdad.
Lo único que puede dar valor a un medio de comunicación o a un periodista es la credibilidad, pero la han echado por la borda sin ningún miramiento, confiando, tal vez, en la ignorancia del pueblo, sin considerar que ese pueblo está despertando y buscando la verdad con sus propios medios. Por más que nos ignoren, me pregunto cómo podrán desaparecer a la gente que forma parte de este movimiento social, llámese resistencia civil pacífica, convención nacional democrática, o simplemente renegados. Anunciados ya los cuadros, cómplices del gobierno ilegítimo, no necesitamos saber mucho de política para adivinar hacia dónde nos quieren llevar.
Para empezar ya nos dimos cuenta que la parte social y educativa va en segundo o en último término. Desde luego que el apoyo de Elba Esther Gordillo tendrá su recompensa, y con ello confirmamos la falta de voluntad de Felipe Calderón para incidir en lo único que puede llevarnos a una transformación verdadera: la educación y la cultura. Pero no, primero estarán el negocio jugoso, la devolución de apoyos recibidos para consumar el fraude y la lista interminable de compromisos adquiridos con las trasnacionales. El pueblo revoltoso puede esperar, por la buena o por la mala. De verdad siento que la intención de este dedo puesto constantemente en la yaga es voltear al país de cabeza y empezar a reprimir en nombre de la ley, mil veces violada por los que se nombran demócratas y pacíficos.
Leía, ya sin tanto asombro, un pequeño libro escrito por Gloria López Morales: “MATASARI”. En él la maestra en letras francesas con posgrado en la Universidad de la Sorbona y diplomada en relaciones internacionales por El Colegio de México, con una amplia experiencia profesional, nos revela la actuación de Sari Bermúdez al frente de CONACULTA durante el sexenio que al fin termina. Resumiendo en pocas palabras la señora Sari implantó un sistema de cooptación y censura a todo aquello que se apartara de la visión, ¡imagínese qué visión!, de su entrañable amiga Marta Sahagún. El mismo presidente le expresó a Sari que los asuntos de cultura eran cosas de mujeres, así que se arreglara con la señora Marta. El calvario que sufrió la maestra López Morales por intentar colaborar en CONACULTA bien puede ser una muestra de lo que nos espera con la serie de tecnócratas e ignorantes dispuestos a acabar con el acervo cultural de México. Además de los intelectuales que se abstienen de pronunciarse a favor del movimiento social que avanza por todo el país, existen otros muy valiosos, como la maestra López Morales, que nos ofrecen su luminosidad para no dejarnos intimidar por las fuerzas oscuras que amenazan con la represión.
Todo está de cabeza pero no sin intencionalidad. El objetivo es hacernos caer en provocaciones, encender los ánimos mediante la infamia y hacernos responsables de hechos premeditados. Tienen listas las medidas para disolvernos. Saben que tenemos una fuerza que descubrimos tras el fraude: la unión y la organización. Si resiste uno resistiremos todos. La coyuntura es Andrés Manuel López Obrador, no porque sea un hombre perfecto, nadie lo es, simplemente porque se convirtió en la voz de los descontentos con el sistema. Él supo descifrar ese reclamo interior que permaneció dormido en la gente y que nos hizo inválidos ante el poder del dinero. Se dio una simbiosis perfecta, cuando lo hieren a él nos hieren a todos, cuando nos hieren a todos lo hieren a él. No hay crisis que resista esta unión. Tenemos que actuar de manera inteligente, a nosotros más que a nadie nos perjudicaría que lograran su objetivo. Actuemos con cautela, no caigamos en sus redes y, sobre todo, no permitamos que la violencia salga de nuestras filas. Acá hay alegría de la buena, de esa que generan la dignidad y la posesión de la verdad.
La Romana.
Profa. Patricia Romana Bárcena Molina.
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