Miércoles de ceniza...
Mal empieza la cuaresma, el que miente en la víspera. Sentencia que debe retumbar constantemente en la mente del prelado mayor en la arquidiócesis de México. Tan sólo 48 horas bastaron, para confirmar lo que ya se sabia desde hace tiempo: es un mentiroso.
Ceniza, quedo de la confianza que se le debe de tener a un sacerdote, al saber que ha violado (esto públicamente) el octavo mandamiento de la Ley de Dios, no mentirás. Pues, el domingo el señor (¿Norberto o Perverto?) Rivera, dijo a los periodistas al terminar la misa en la catedral metropolitana, que nadie le habia notificado nada de algún juicio. Es más, se dio el lujo de aventarles la bolita a los reporteros que le rodeaban al decirles algo así: a ustedes les gustaría que me llevaran a juicio, ¿verdad? Ayer martes, el equipo de abogados del señor que se tiene que ir a confesar si quiere comulgar el próximo domingo, presentó un escrito con los puntos en donde trata de zafarse del asunto de pederastia cometido por el sacerdote o animal llamado Joaquín Aguilar Rivera (al que se le imputan entre sesenta y noventa actos de esta naturaleza) y en el cual, el Cardenal Roger Mahony, de la arquidiócesis de Los Ángeles, lo implica por el hecho, de no haberle avisado la causa del cambio que Rivera buscó para el sacerdote pederasta.
Entre los puntos de su defensa, arguye Rivera Carrera, hay una carta dirigida al Cardenal americano en la que le advierte (ya entenderá, por que uso este termino), que era por "motivos familiares y de salud". Hoy, ha quedado al descubierto que esta frase, no es un simple comentario explicativo, sino es en realidad, una clave secreta entre jerarcas de la iglesia católica. Pues, los abogados (se dice que cobran 500 dólares la hora) del mexicano, así lo presentan en su alegato; como un valor entendido, de que cuando se acompaña la citada expresión, es la señal clara que existe "algún tipo de problema". Valore usted, la desfachatez para minimizar el grado de perversidad existente en la dilución, tanto del gravísimo problema para los menores violados, como el de su responsabilidad.
También, Rivera Carrera, hace gala de una madurez que no ha tenido en otras ocasiones, porque argumenta, que " a él, no le consta la homosexualidad del pederasta Aguilar". Vea usted que razonable se ve el purpurado en este caso, cuando en otras ocasiones, al instante culpaba a su adversario político Andrés Manuel López Obrador, de cualquier interrupción o apreciación de primera mano, sin que tuviera constancia de ello.
En su alegato, también recurre a la extraterritorialidad, en donde se acoge a las leyes nacionales, y rechaza a las de otras naciones. Ya se le olvidó que en sus discursos políticos desde el pulpito, los domingos, ha hecho mención a las extradiciones del gobierno federal hacia los Estados Unidos de Norteamérica, de los capos del narcotráfico, e incluso ha pedido, el total apoyo a las medidas adoptadas. ¿Entonces, en que quedamos señor Cardenal? ¿Es válido nada más para unos esas medidas, de que los juzguen en un país ajeno?.
Además, no lo hace simplemente por sentido patriótico, lo hace porque sabe perfectamente que aquí, sus favores serán recompensados con total impunidad. Y dígame sino es cierto; el pederasta Joaquín Aguilar, tiene una orden de aprehensión desde hace nueve años, que no se pudo cumplimentar en todo este tiempo. ¡Alabado sea Dios! Dirán algunos.
"Para no creerse. Otra muestra más, de que, en este sistema económico, los pobres subsidian a los ricos. Las limosnas de la gente creyente y que no tienen ni para comer, servirán, para que los abogados de un mentiroso, coman en los mejores restaurantes..."
Pepe Nador
Mal empieza la cuaresma, el que miente en la víspera. Sentencia que debe retumbar constantemente en la mente del prelado mayor en la arquidiócesis de México. Tan sólo 48 horas bastaron, para confirmar lo que ya se sabia desde hace tiempo: es un mentiroso.
Ceniza, quedo de la confianza que se le debe de tener a un sacerdote, al saber que ha violado (esto públicamente) el octavo mandamiento de la Ley de Dios, no mentirás. Pues, el domingo el señor (¿Norberto o Perverto?) Rivera, dijo a los periodistas al terminar la misa en la catedral metropolitana, que nadie le habia notificado nada de algún juicio. Es más, se dio el lujo de aventarles la bolita a los reporteros que le rodeaban al decirles algo así: a ustedes les gustaría que me llevaran a juicio, ¿verdad? Ayer martes, el equipo de abogados del señor que se tiene que ir a confesar si quiere comulgar el próximo domingo, presentó un escrito con los puntos en donde trata de zafarse del asunto de pederastia cometido por el sacerdote o animal llamado Joaquín Aguilar Rivera (al que se le imputan entre sesenta y noventa actos de esta naturaleza) y en el cual, el Cardenal Roger Mahony, de la arquidiócesis de Los Ángeles, lo implica por el hecho, de no haberle avisado la causa del cambio que Rivera buscó para el sacerdote pederasta.
Entre los puntos de su defensa, arguye Rivera Carrera, hay una carta dirigida al Cardenal americano en la que le advierte (ya entenderá, por que uso este termino), que era por "motivos familiares y de salud". Hoy, ha quedado al descubierto que esta frase, no es un simple comentario explicativo, sino es en realidad, una clave secreta entre jerarcas de la iglesia católica. Pues, los abogados (se dice que cobran 500 dólares la hora) del mexicano, así lo presentan en su alegato; como un valor entendido, de que cuando se acompaña la citada expresión, es la señal clara que existe "algún tipo de problema". Valore usted, la desfachatez para minimizar el grado de perversidad existente en la dilución, tanto del gravísimo problema para los menores violados, como el de su responsabilidad.
También, Rivera Carrera, hace gala de una madurez que no ha tenido en otras ocasiones, porque argumenta, que " a él, no le consta la homosexualidad del pederasta Aguilar". Vea usted que razonable se ve el purpurado en este caso, cuando en otras ocasiones, al instante culpaba a su adversario político Andrés Manuel López Obrador, de cualquier interrupción o apreciación de primera mano, sin que tuviera constancia de ello.
En su alegato, también recurre a la extraterritorialidad, en donde se acoge a las leyes nacionales, y rechaza a las de otras naciones. Ya se le olvidó que en sus discursos políticos desde el pulpito, los domingos, ha hecho mención a las extradiciones del gobierno federal hacia los Estados Unidos de Norteamérica, de los capos del narcotráfico, e incluso ha pedido, el total apoyo a las medidas adoptadas. ¿Entonces, en que quedamos señor Cardenal? ¿Es válido nada más para unos esas medidas, de que los juzguen en un país ajeno?.
Además, no lo hace simplemente por sentido patriótico, lo hace porque sabe perfectamente que aquí, sus favores serán recompensados con total impunidad. Y dígame sino es cierto; el pederasta Joaquín Aguilar, tiene una orden de aprehensión desde hace nueve años, que no se pudo cumplimentar en todo este tiempo. ¡Alabado sea Dios! Dirán algunos.
"Para no creerse. Otra muestra más, de que, en este sistema económico, los pobres subsidian a los ricos. Las limosnas de la gente creyente y que no tienen ni para comer, servirán, para que los abogados de un mentiroso, coman en los mejores restaurantes..."
Pepe Nador
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