Felipe Cobian
El gobernador electo, Enrique González Márquez, promete el fin de “los dispendios y gastos superfluos”, asegura que al proyecto de la presa de Arcediano sólo se oponen “los que tienen agua en su casa”, reta a la Universidad de Guadalajara a “poner el ejemplo en transparencia” y sostiene que su gabinete “no es un matrimonio” y que quien no funcione se irá.
MAZAMITLA.- El gobernador electo Emilio González Márquez fustiga a quienes se oponen al proyecto de la presa de Arcediano porque –dice– “son los que tienen agua en su casa”.
En entrevista con Proceso Jalisco, González Márquez habla sobre la forma en que ejercerá el mando a partir de su toma de posesión el 1 de marzo: se acabaron, asegura, “los dispendios y gastos superfluos” en el gobierno estatal porque su administración será “transparente por sistema y no por petición de terceros”. Y califica de “una mentada de madre” la decisión de los diputados salientes de obsequiar a sus sucesores pins y plumas Cartier.
La plática con Emilio González se realiza afuera de uno de los tres pequeños salones de eventos del hotel Monteverde. Con pantalón de mezclilla, camiseta negra de manga larga y zapatos de montaña y con su ya típica barba a medio crecer, Emilio González responde a todas las preguntas de este reportero.
De entrada, defiende a su equipo y aclara que no hubo ningún pago de facturas, por lo que espera que haya resultados muy pronto, pero si alguien de su gabinete no funciona, “vámonos para afuera”.
Apenas asuma el cargo, dice, convocará a una gran alianza para impulsar al estado en materia económica y social. Y explica que en el campo impulsará la regionalización “a fin de que haya oportunidades para todos”. Para la ciudad de Guadalajara, que ya gobernó en 2004 y 2005, promete impulsar la movilidad urbana y reordenar el transporte.
A diferencia de Ramírez Acuña, el nuevo mandatario asegura que no concentrará ni el poder ni se arrogará la toma de decisiones. Por el contrario, insiste en que le apostará a la experiencia de su gabinete, la mayoría de cuyos integrantes ya han ocupado cargos públicos, con las excepciones de Aurelio López Rocha y Sergio Carmona.
–Se dice que es un gabinete para cumplir compromisos –plantea el reportero.
–Este equipo tiene la capacidad para apoyarme en ese cumplimiento, pero mientras no empecemos a dar resultados es obvio que habrá críticas.
–¿Como el pago de cuotas para quienes aportaron a la campaña?
–No hay tal.
–Se habla de varios equipos. Hasta del cardenal Juan Sandoval…
Se ríe.
–¿Quién sería la gente del cardenal? ¿Fernando (Guzmán Pérez Peláez)? Creo que todos tienen filias, tienen amistades, identificación, pero eso no nos hace ser cuota de nadie. Es el caso de Álvaro García en Desarrollo Rural, o de Miguel Ángel (Martínez)… no son cuotas. Es gente que estuvo trabajando en la campaña y que tenemos coincidencias.
Los tres ejes
Para Emilio González, las prioridades de su gobierno son el fortalecimiento de la economía, el combate al narcomenudeo y el desarrollo del entorno social. En cuanto al primero, dice que urge la creación de empleos bien remunerados, y explica que si queremos “que la gente gane más, tenemos que apoyar a las micro y a las pequeñas empresas para que puedan exportar su producción; además, hay que apoyar al campo para que su gente se pueda organizar en cadenas productivas con valor agregado y que sus bienes se puedan vender en mercados que pagan más”.
Sobre el combate al narcomenudeo, asegura que “la estabilidad de nuestro estado pasa en mucho porque podamos crear ambientes libres de esta amenaza de la droga”. Y en cuanto al entorno urbano, insiste en que “la movilidad es uno de los programas más importantes de la administración. Vamos a entrar desde un principio a generar equipos de trabajo con transportistas, con expertos, para definir una nueva organización de transporte público”.
–¿Reorganización?
–Sí, con los mismos transportistas…
–Que arrastran vicios desde hace 40, 50 años...
–En la campaña percibí una buena disposición de la gente a trabajar. Me reuní con todo mundo: con subrogatarios, con la Alianza (de Camioneros), con Servicios y Transportes, con Tlaquepaque, con Santa Anita; todos manifestaron buena disposición. Estamos pensando en un solo organismo articulador del sistema de transporte desde el gobierno del estado. O sea, Servicios y Transportes, Sistecozome y Tren Eléctrico. Empezar un proceso de uniformidad para que confluya en una sola entidad.
–¿Ampliar las líneas de tren?
–No en un principio; pero sí lo haremos con autobuses, articulados o no.
–¿Por qué no mejorar los trolebuses?
–Por el problema de las catenarias, por ejemplo.
–Es un pretexto. Hay muchas que ni se utilizan.
–La respuesta obligada es que se tiene que hacer un planteamiento integral y la parte fundamental son los transportistas privados.
–Se ha hecho poco por resolver el problema y se habla de intereses del exgobernador Francisco Ramírez Acuña en el transporte.
–Mira, yo creo que aquí la labor nuestra tiene que ser de mucha transparencia. Yo no soy transportista ni lo quiero ser, por eso puedo convocar tranquilamente y exigir. Quiero ser parte de la solución.
Fin al dispendio
–¿Qué hay de las elevadas percepciones de los funcionarios? –se le pregunta al inminente gobernador.
–Lo que he planteado es fortalecer el Comité Técnico de Valoración Salarial, pero para lograrlo se necesita la mayoría ciudadana. A pesar de que es un buen organismo, actualmente es juez y parte… Yo pienso: que los ciudadanos digan cuáles deben ser los sueldos. Y esto debe definirse con criterios técnicos, no políticos.
González Márquez insiste en que pondrá orden en lo que concierne a los sobresueldos, porque son inmorales. Y es que, dice, durante su gestión como presidente municipal de Guadalajara se redactó un reglamento para prohibirlos y sancionar a quien los pida o entregue. Además vamos a pugnar por que se entreguen bonos a quienes tienen un sueldo insuficiente, como los policías, los maestros, los empleados del sector salud.
–Para usted, ¿qué es el entorno?
–Es el espacio en el que se puede desarrollar la persona, la familia y la comunidad. Hablamos de servicios básicos y esto incluye ayudar a los municipios a introducir agua, drenaje, alcantarillado… que si bien son su responsabilidad, a veces no cuentan con los recursos suficientes. Todo esto está relacionado con el cuidado del aire, del agua. La verdad es que estamos rezagados en este tema, pero tenemos que entrarle, ya no hay tiempo para posponer el tratamiento del agua… Además tenemos el caso de la presa de Arcediano.
–La gente se opone a la presa.
–Sí, pero es la gente que tiene agua en su casa…
–¿Quién va a utilizar esa agua sucia?
–Y la de Chapala, ¿está limpia? Chapala trae las aguas de las granjas porcícolas de todos lados, así como los agroquímicos del Bajío. Está contaminada Chapala.
–Arcediano está peor y ni siquiera han establecido una sola planta…
–Eso es lo primero que hay que hacer. Es el tratamiento de las aguas residuales. En eso estamos trabajando. Me queda claro que no por resolver el tema del abasto vamos a crear una bomba de tiempo de agua no potabilizable, no tratable.
–La mejor agua, la de los pozos profundos, sólo llega a los más pudientes...
–Yo no tengo ningún temor, existe la tecnología para tratar el agua.
–Pero puede llegar agua rodada de mejor calidad.
–Esta es una decisión técnica que tomaron en su momento con la Comisión Nacional del Agua. Si ellos decidieron, yo no voy a abrir otro debate.
–Se afirma que hay grandes intereses de por medio, como hacer un desarrollo inmobiliario del otro lado de la barranca de Huentitán.
–Si los hay, deben aclararse. Yo no me imagino creciendo la mancha urbana al otro lado del río, en Ixtlahuacán; no es la idea, no vamos a construir un puente, no está planteado así.
–En otro tema, la obra pública ha dado mucho de qué hablar en este sexenio que termina, por los retrasos, las licitaciones y la falta de transparencia.
–El de la transparencia es un tema fundamental, tanto en la licitación como en los precios. A veces los contratistas cotizan bajo para obtener la adjudicación de la obra, y después comienzan a solicitar una ampliación presupuestal. En este caso debemos aplicar esquemas de transparencia, no hay de otra. La transparencia debe mostrarse en todo momento.
–En Proceso Jalisco publicamos que hubo gastos superfluos en el despacho del gobernador, ¿los habrá durante su gestión?
–Actuaremos como en el ayuntamiento de Guadalajara. Cuando había necesidad de atender visitantes, los llevábamos a algún restaurante y yo mismo pagaba la cuenta. Estoy muy consciente de que el dinero que administramos es de los más pobres de Jalisco y que no podemos gastar en plumas Cartier, por ejemplo, habiendo tantos municipios con tanta necesidad de obras de infraestructura. Por eso, lo de los pins y las plumas (que obsequiaron los diputados de la anterior Legislatura a sus sucesores) me parece una mentada de madre.
–Hasta ahora, la Auditoría del estado parece más una tapaduría…
–Yo he planteado convertirla en un órgano de fiscalización autónomo. Se me dice que no se puede porque ésta es una facultad del Congreso; que no puede ser autónomo porque no existe un cuarto poder. Si no es factible hacerlo legalmente, debemos otorgar a dicha Auditoría recursos y capacidad técnica suficientes para que actúe con calidad moral. Yo no vengo a llevarme nada que no es mío. No lo hice en Guadalajara y ahora no vengo a solapar a nadie. En marzo, cuando convoque a la gran alianza, voy a definir cómo debe ser la Auditoría Superior. Si alguien de mi equipo comete una equivocación y se lleva lo que no le toca, bote.
En su libro El Yunque, la ultraderecha en el poder, Álvaro Delgado menciona que Emilio González Márquez milita en las filas de ese organismo clandestino. Proceso Jalisco le pregunta al mandatario si El Yunque va a influir en su gobierno.
“Creo que El Yunque es como el chupacabras, que nos anda asustando a todos sin que nadie sepa bien de qué cosa estamos hablando. Yo fui presidente municipal y ahí mostré mi apertura, mi pluralidad con personas que piensan diferente a mí. Tengo muchos amigos a los que aprecio mucho y que no profesan la misma religión que yo, pero no dejo de reconocer que son gente buena; otros tienen preferencias sexuales diferentes y ahí están, en lo suyo. Cada quién hace de su vida un papalote. No creo en clichés que etiquetan a la gente”.
–Primeras acciones a emprender...
–Lo primero que voy a hacer es echar a andar un programa de equidad urbana. Voy a ir a la colonia del Ferrocarril a trabajar con las comunidades mixtecas y las demás para que, juntos, empecemos a introducir el drenaje, el agua, a pavimentar las calles.
–¿Cuál será su relación con el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres?
–Te puedo adelantar que existe una buena relación. A pesar de que en campaña estuvimos en equipos diferentes, no hubo confrontación personal. En campaña dije que iba a trabajar para que la UdeG fuera la número uno de México.
El gobernador electo, Enrique González Márquez, promete el fin de “los dispendios y gastos superfluos”, asegura que al proyecto de la presa de Arcediano sólo se oponen “los que tienen agua en su casa”, reta a la Universidad de Guadalajara a “poner el ejemplo en transparencia” y sostiene que su gabinete “no es un matrimonio” y que quien no funcione se irá.
MAZAMITLA.- El gobernador electo Emilio González Márquez fustiga a quienes se oponen al proyecto de la presa de Arcediano porque –dice– “son los que tienen agua en su casa”.
En entrevista con Proceso Jalisco, González Márquez habla sobre la forma en que ejercerá el mando a partir de su toma de posesión el 1 de marzo: se acabaron, asegura, “los dispendios y gastos superfluos” en el gobierno estatal porque su administración será “transparente por sistema y no por petición de terceros”. Y califica de “una mentada de madre” la decisión de los diputados salientes de obsequiar a sus sucesores pins y plumas Cartier.
La plática con Emilio González se realiza afuera de uno de los tres pequeños salones de eventos del hotel Monteverde. Con pantalón de mezclilla, camiseta negra de manga larga y zapatos de montaña y con su ya típica barba a medio crecer, Emilio González responde a todas las preguntas de este reportero.
De entrada, defiende a su equipo y aclara que no hubo ningún pago de facturas, por lo que espera que haya resultados muy pronto, pero si alguien de su gabinete no funciona, “vámonos para afuera”.
Apenas asuma el cargo, dice, convocará a una gran alianza para impulsar al estado en materia económica y social. Y explica que en el campo impulsará la regionalización “a fin de que haya oportunidades para todos”. Para la ciudad de Guadalajara, que ya gobernó en 2004 y 2005, promete impulsar la movilidad urbana y reordenar el transporte.
A diferencia de Ramírez Acuña, el nuevo mandatario asegura que no concentrará ni el poder ni se arrogará la toma de decisiones. Por el contrario, insiste en que le apostará a la experiencia de su gabinete, la mayoría de cuyos integrantes ya han ocupado cargos públicos, con las excepciones de Aurelio López Rocha y Sergio Carmona.
–Se dice que es un gabinete para cumplir compromisos –plantea el reportero.
–Este equipo tiene la capacidad para apoyarme en ese cumplimiento, pero mientras no empecemos a dar resultados es obvio que habrá críticas.
–¿Como el pago de cuotas para quienes aportaron a la campaña?
–No hay tal.
–Se habla de varios equipos. Hasta del cardenal Juan Sandoval…
Se ríe.
–¿Quién sería la gente del cardenal? ¿Fernando (Guzmán Pérez Peláez)? Creo que todos tienen filias, tienen amistades, identificación, pero eso no nos hace ser cuota de nadie. Es el caso de Álvaro García en Desarrollo Rural, o de Miguel Ángel (Martínez)… no son cuotas. Es gente que estuvo trabajando en la campaña y que tenemos coincidencias.
Los tres ejes
Para Emilio González, las prioridades de su gobierno son el fortalecimiento de la economía, el combate al narcomenudeo y el desarrollo del entorno social. En cuanto al primero, dice que urge la creación de empleos bien remunerados, y explica que si queremos “que la gente gane más, tenemos que apoyar a las micro y a las pequeñas empresas para que puedan exportar su producción; además, hay que apoyar al campo para que su gente se pueda organizar en cadenas productivas con valor agregado y que sus bienes se puedan vender en mercados que pagan más”.
Sobre el combate al narcomenudeo, asegura que “la estabilidad de nuestro estado pasa en mucho porque podamos crear ambientes libres de esta amenaza de la droga”. Y en cuanto al entorno urbano, insiste en que “la movilidad es uno de los programas más importantes de la administración. Vamos a entrar desde un principio a generar equipos de trabajo con transportistas, con expertos, para definir una nueva organización de transporte público”.
–¿Reorganización?
–Sí, con los mismos transportistas…
–Que arrastran vicios desde hace 40, 50 años...
–En la campaña percibí una buena disposición de la gente a trabajar. Me reuní con todo mundo: con subrogatarios, con la Alianza (de Camioneros), con Servicios y Transportes, con Tlaquepaque, con Santa Anita; todos manifestaron buena disposición. Estamos pensando en un solo organismo articulador del sistema de transporte desde el gobierno del estado. O sea, Servicios y Transportes, Sistecozome y Tren Eléctrico. Empezar un proceso de uniformidad para que confluya en una sola entidad.
–¿Ampliar las líneas de tren?
–No en un principio; pero sí lo haremos con autobuses, articulados o no.
–¿Por qué no mejorar los trolebuses?
–Por el problema de las catenarias, por ejemplo.
–Es un pretexto. Hay muchas que ni se utilizan.
–La respuesta obligada es que se tiene que hacer un planteamiento integral y la parte fundamental son los transportistas privados.
–Se ha hecho poco por resolver el problema y se habla de intereses del exgobernador Francisco Ramírez Acuña en el transporte.
–Mira, yo creo que aquí la labor nuestra tiene que ser de mucha transparencia. Yo no soy transportista ni lo quiero ser, por eso puedo convocar tranquilamente y exigir. Quiero ser parte de la solución.
Fin al dispendio
–¿Qué hay de las elevadas percepciones de los funcionarios? –se le pregunta al inminente gobernador.
–Lo que he planteado es fortalecer el Comité Técnico de Valoración Salarial, pero para lograrlo se necesita la mayoría ciudadana. A pesar de que es un buen organismo, actualmente es juez y parte… Yo pienso: que los ciudadanos digan cuáles deben ser los sueldos. Y esto debe definirse con criterios técnicos, no políticos.
González Márquez insiste en que pondrá orden en lo que concierne a los sobresueldos, porque son inmorales. Y es que, dice, durante su gestión como presidente municipal de Guadalajara se redactó un reglamento para prohibirlos y sancionar a quien los pida o entregue. Además vamos a pugnar por que se entreguen bonos a quienes tienen un sueldo insuficiente, como los policías, los maestros, los empleados del sector salud.
–Para usted, ¿qué es el entorno?
–Es el espacio en el que se puede desarrollar la persona, la familia y la comunidad. Hablamos de servicios básicos y esto incluye ayudar a los municipios a introducir agua, drenaje, alcantarillado… que si bien son su responsabilidad, a veces no cuentan con los recursos suficientes. Todo esto está relacionado con el cuidado del aire, del agua. La verdad es que estamos rezagados en este tema, pero tenemos que entrarle, ya no hay tiempo para posponer el tratamiento del agua… Además tenemos el caso de la presa de Arcediano.
–La gente se opone a la presa.
–Sí, pero es la gente que tiene agua en su casa…
–¿Quién va a utilizar esa agua sucia?
–Y la de Chapala, ¿está limpia? Chapala trae las aguas de las granjas porcícolas de todos lados, así como los agroquímicos del Bajío. Está contaminada Chapala.
–Arcediano está peor y ni siquiera han establecido una sola planta…
–Eso es lo primero que hay que hacer. Es el tratamiento de las aguas residuales. En eso estamos trabajando. Me queda claro que no por resolver el tema del abasto vamos a crear una bomba de tiempo de agua no potabilizable, no tratable.
–La mejor agua, la de los pozos profundos, sólo llega a los más pudientes...
–Yo no tengo ningún temor, existe la tecnología para tratar el agua.
–Pero puede llegar agua rodada de mejor calidad.
–Esta es una decisión técnica que tomaron en su momento con la Comisión Nacional del Agua. Si ellos decidieron, yo no voy a abrir otro debate.
–Se afirma que hay grandes intereses de por medio, como hacer un desarrollo inmobiliario del otro lado de la barranca de Huentitán.
–Si los hay, deben aclararse. Yo no me imagino creciendo la mancha urbana al otro lado del río, en Ixtlahuacán; no es la idea, no vamos a construir un puente, no está planteado así.
–En otro tema, la obra pública ha dado mucho de qué hablar en este sexenio que termina, por los retrasos, las licitaciones y la falta de transparencia.
–El de la transparencia es un tema fundamental, tanto en la licitación como en los precios. A veces los contratistas cotizan bajo para obtener la adjudicación de la obra, y después comienzan a solicitar una ampliación presupuestal. En este caso debemos aplicar esquemas de transparencia, no hay de otra. La transparencia debe mostrarse en todo momento.
–En Proceso Jalisco publicamos que hubo gastos superfluos en el despacho del gobernador, ¿los habrá durante su gestión?
–Actuaremos como en el ayuntamiento de Guadalajara. Cuando había necesidad de atender visitantes, los llevábamos a algún restaurante y yo mismo pagaba la cuenta. Estoy muy consciente de que el dinero que administramos es de los más pobres de Jalisco y que no podemos gastar en plumas Cartier, por ejemplo, habiendo tantos municipios con tanta necesidad de obras de infraestructura. Por eso, lo de los pins y las plumas (que obsequiaron los diputados de la anterior Legislatura a sus sucesores) me parece una mentada de madre.
–Hasta ahora, la Auditoría del estado parece más una tapaduría…
–Yo he planteado convertirla en un órgano de fiscalización autónomo. Se me dice que no se puede porque ésta es una facultad del Congreso; que no puede ser autónomo porque no existe un cuarto poder. Si no es factible hacerlo legalmente, debemos otorgar a dicha Auditoría recursos y capacidad técnica suficientes para que actúe con calidad moral. Yo no vengo a llevarme nada que no es mío. No lo hice en Guadalajara y ahora no vengo a solapar a nadie. En marzo, cuando convoque a la gran alianza, voy a definir cómo debe ser la Auditoría Superior. Si alguien de mi equipo comete una equivocación y se lleva lo que no le toca, bote.
En su libro El Yunque, la ultraderecha en el poder, Álvaro Delgado menciona que Emilio González Márquez milita en las filas de ese organismo clandestino. Proceso Jalisco le pregunta al mandatario si El Yunque va a influir en su gobierno.
“Creo que El Yunque es como el chupacabras, que nos anda asustando a todos sin que nadie sepa bien de qué cosa estamos hablando. Yo fui presidente municipal y ahí mostré mi apertura, mi pluralidad con personas que piensan diferente a mí. Tengo muchos amigos a los que aprecio mucho y que no profesan la misma religión que yo, pero no dejo de reconocer que son gente buena; otros tienen preferencias sexuales diferentes y ahí están, en lo suyo. Cada quién hace de su vida un papalote. No creo en clichés que etiquetan a la gente”.
–Primeras acciones a emprender...
–Lo primero que voy a hacer es echar a andar un programa de equidad urbana. Voy a ir a la colonia del Ferrocarril a trabajar con las comunidades mixtecas y las demás para que, juntos, empecemos a introducir el drenaje, el agua, a pavimentar las calles.
–¿Cuál será su relación con el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara, Carlos Briseño Torres?
–Te puedo adelantar que existe una buena relación. A pesar de que en campaña estuvimos en equipos diferentes, no hubo confrontación personal. En campaña dije que iba a trabajar para que la UdeG fuera la número uno de México.
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