Buen día a todos los lectores, esperamos que hoy disfruten de la información, descarguen los documentos relacionados a FOBAPROA son muy importantes los tengamos muchos en nuestras computadoras. Gracias por recomendar este sitio y aquí van unas notas respecto al Marcaje al Imperio
Tambores de guerra en Washington o la última posibilidad de Bush
Alan Woods
El sonido de los tambores de guerra están una vez más reverberando en los corredores de poder en Washington. A pesar de todas las negativas oficiales, hay claros signos de que la camarilla que está en la Casa Blanca está contemplando con seriedad llevar a cabo ataques aéreos contra Irán.
Desde esta página web nunca creímos que EEUU invadiría Irán. Si lo hacía eso sería encontrarse con un pueblo en pie que lucharía hasta la muerte para echarles. Además, Irán tiene un ejército poderoso que sería bastante capaz de enfrentarse a las fuerzas norteamericanas y romperles la nariz. Teherán recientemente compró misiles capaces de atacar barcos de guerra norteamericanos en el Mediterráneo. Un ataque a Irán tendría consecuencias imprevistas.
Una guerra terrestre en Irán está por tanto descartada. Pero los ataques aéreos son otra cuestión. Tanto Washington como Tel Aviv están alarmados ante la perspectiva de un Irán armado con armas nucleares y Arabia Saudita lo está aún más. George Bush y la camarilla gobernante de derechas que le asesora está defendiendo en público un “primer ataque” contra las instalaciones iraníes que según ellos están fabricando armas nucleares. Es bastante probable que en algún momento puede poner en práctica estas amenazas, ya sea directamente o, si pudieran zafarse de esto, utilizando la fuerza aérea israelí.
La verdadera razón de esta nueva beligerancia es que están perdiendo la guerra en Irak. Bush está intentando culpar de todos sus problemas al apoyo iraní a la insurgencia. Pero esto está muy lejos de la realidad. Con o sin la participación iraní, la insurgencia en Irak continuaría infligiendo bajas a las fuerzas estadounidenses.
Por su parte, Ahmedinayad está jugando a un juego peligroso. Está utilizando el sentimiento antiimperialista natural de las masas iraníes para apuntalar el régimen de los mulás, que después de casi treinta años en el poder es tremendamente impopular. Para conseguir apoyo, está intentando basarse en el anti-americanismo y la hostilidad hacia Israel. La celebración de una conferencia que pretendía demostrar que el Holocausto fue un fraude, era una clara provocación a Israel, donde la clase dominante está buscando una excusa para castigar a Irán y recuperar algo del prestigio perdido cuando recibió un golpe en las narices por parte de Hezbolá en Líbano.
Sin embargo, la postura de Ahmedinayad no es tan fuerte como podría parecer. Las recientes elecciones demostraron una caída de apoyo a su gobierno de línea dura y un aumento del apoyo de los “reformadores”. Está bajo la presión del clero islámico que temen llevar la situación demasiado lejos. Están intentando empujarle hacia una posición más “moderada” y contenerle. Su comportamiento y declaraciones recientes parecerían confirmar que él está doblegándose a esta presión.
Si se intensificara la situación e Israel bombardeara Irán, esto llevaría a una explosión de furia a través de todo Oriente Medio y más allá. Sin embargo, no está claro que los propios israelíes estuvieran dispuestos a hacer el trabajo sucio para Washington (aunque a los halcones sionistas les gustaría hacerlo). Están en una situación difícil después de la debacle del año pasado en Líbano. Por lo tanto, Bush puede no tener otra alternativa que la de dar la orden él mismo.
Bush ha estado haciendo declaraciones contradictorias, en un momento diciendo que no tenía intención de atacar Irán, en otro pronunciando discursos rimbombantes sobre cómo iba a detener tanto a Siria como a Irán. Esto refleja las distintas presiones bajo las que está en EEUU. El hecho es que él está trasladando el material militar necesario a la región del Golfo que le permitiría bombardear Irán. Este hecho va acompañado con más de cien negativas verbales por parte de Bush. Pero si bombardea Irán las consecuencias serán enormes.
La derrota en Irak
Debemos recordar que el ejército norteamericano sólo invadió Irak cuando ya estaba de rodillas, desangrado por años de sanciones y con sus fuerzas armadas seriamente debilitadas. Desde un punto de vista estrictamente militar, el resultado de la invasión encabezada por EEUU de Irak nunca estuvo en duda. Las fuerzas de la coalición tomaron Bagdad con una relativa facilidad. Incluso así, lo que parecía una victoria relativamente fácil se ha convertido en una pesadilla para EEUU. Con 150.000 soldados armados con el armamento más moderno y sofisticado, apoyados por satélites, las fuerzas estadounidenses han fracasado totalmente en su objetivo. Irak ahora está en una situación de absoluto caos.
El coste para EEUU es extremadamente elevado y continúa aumentando en todo momento. Los estadounidenses ya han perdido más de 3.000 soldados y han sufrido miles de heridos. En cuanto al número de bajas iraquíes, nadie sabe cuál es la situación real, pero algunos cálculos sitúan esa cifra en medio millones de personas. Esto es conocido, en la fría jerga sangrienta del Pentágono, como “daño colateral”.
El objetivo de esta guerra, como de cualquier guerra imperialista, es simple: saqueo. La camarilla derechista que rodea a George Bush hablaba mucho sobre la “introducción de la democracia en Oriente Medio”, hablar ahora sobre eso sólo se encuentra con sonrisas irónicas en los corredores del Congreso. En realidad, detrás de la cara sonriente de la “democracia norteamericana”, estaba (y siempre está) la avaricia voraz de los grandes monopolios, los barones del petróleo (con estrechos vínculos con George Bush y su familia, además de Condoleezza Rice) y grandes empresas contratistas como Halliburton (con vínculos estrechos con Dick Cheney).
Al ser una nota bastante nutrida, preferi solo colocar la anterior información de ella pero si dan click aquí la pueden leer completa, gracias.
Ataques con armas químicas, nueva forma de terror en Irak
Las bombas con gas de cloro se han convertido en una táctica relativamente nueva de los grupos de rebeldes para causar más terror y muerte en Irak. El hecho de que los insurgentes hayan añadido armas químicas a sus arsenales ha alertado tanto al Gobierno iraquí de Al Maliki, como a las tropas estadounidenses en el país.
Estos ataques traen el recuerdo del uso de este gas como arma letal en la primera guerra mundial y de la masacre de cinco mil kurdos atribuída a Sadam Husein en 1988.
El Ejército de Estados Unidos descubrió el miércoles una fábrica de coches bomba cerca de Faluya, donde encontró tres vehículos bomba en construcción y varios contenedores de cloro. En las últimas 48 horas han muerto 12 personas y otras 200 resultaron intoxicadas.
Otro tercer ataque con cloro fue perpetrado hace tres semanas con un camión volquete cargado con un contenedor de cloro en un cuartel de Ramadi. Murieron 16 personas, aunque ninguna otra pareció sufrir daños causados por el cloro.
El teniente general del Ejército estadounidense, Raymond Odierno, comandante de la fuerza multinacional en Irak dijo que los recientes ataques con armas químicas en Irak señalan "que los insurgentes se adaptan para crear inestabilidad y causar el caos".
"En el último par de años hemos encontrado que hay una tendencia entre los rebeldes al uso de mezclas de diferentes tipos de compuestos químicos. Tratan de hacer que sus artefactos explosivos sean más letales", añadió Odierno. "Seguimos evaluando qué significa esto", agregó el oficial quien evitó aclarar si los ataques con armas químicas pueden ser obra de insurgentes suníes o de combatientes de Al Qaeda en Irak.
Odierno señaló que los servicios de inteligencia de Estados Unidos han encontrado indicios de ayuda, desde Irán, a extremistas chiíes, pero "no hay pruebas de que los iraníes hayan tenido algo que ver con las bombas de cloro".
Cheney advierte a China y Norcorea y mantiene posición sobre Irak
AFP
Sidney. El vicepresidente estadunidense, Richard Cheney, llamó este viernes la atención a China sobre su creciente militarización y advirtió nuevamente a Corea del Norte que el mundo no tendrá confianza ciega en que respete un acuerdo multilateral para desmantelar sus instalaciones nucleares.
En visita oficial a Austrialia, uno de sus fieles aliados, Cheney advirtió que Washington y sus aliados "simplemente no pueden admitir" la idea "que los países libres podrían desatender lo que ocurre en lugares como Afganistán e Irak o en cualquier otro refugio para los terroristas".
Cheney hizo estas declaraciones cuando en Australia se intensifica el debate sobre la participación en Irak y luego del anuncio de una reducción del contingente británico de la sureña ciudad iraquí de Basora (de los actuales 7 mil 100 soldados a 5 mil 500).
El primer ministro australiano, el conservador John Howard, al que Cheney calificó de "viejo amigo", está cada vez más cuestionado por su compromiso en Irak cuando se acercan las elecciones generales, previstas para fin de año.
Cheney se reunió este viernes con el líder de la oposición laborista Kevin Rudd, partidario de una retirada de Irak, antes de entrevistarse el sábado con John Howard.
"No es el momento de abandonar" a los estadounidenses en Irak, declaró Howard.
Canberra confirmó que no reducirá su contingente en Irak (actualmente mil 400 soldados), anunciando por el contrario el envío de 70 instructores más, además de los 30 que ya tiene en el terreno.
El gobierno también dijo que prevé un refuerzo de las tropas en Afganistán, decisión que cuenta por el contrario con el apoyo de la oposición laborista.
Según informaciones de prensa no confirmadas, Canberra podría duplicar sus efectivos en Afganistán, de 550 militares actualmente.
Durante la visita de Cheney, una vez más se produjeron en Sydney enfrentamientos entre policías y manifestantes opuestos a la guerra en Irak.
Tambores de guerra en Washington o la última posibilidad de Bush
Alan Woods
El sonido de los tambores de guerra están una vez más reverberando en los corredores de poder en Washington. A pesar de todas las negativas oficiales, hay claros signos de que la camarilla que está en la Casa Blanca está contemplando con seriedad llevar a cabo ataques aéreos contra Irán.
Desde esta página web nunca creímos que EEUU invadiría Irán. Si lo hacía eso sería encontrarse con un pueblo en pie que lucharía hasta la muerte para echarles. Además, Irán tiene un ejército poderoso que sería bastante capaz de enfrentarse a las fuerzas norteamericanas y romperles la nariz. Teherán recientemente compró misiles capaces de atacar barcos de guerra norteamericanos en el Mediterráneo. Un ataque a Irán tendría consecuencias imprevistas.
Una guerra terrestre en Irán está por tanto descartada. Pero los ataques aéreos son otra cuestión. Tanto Washington como Tel Aviv están alarmados ante la perspectiva de un Irán armado con armas nucleares y Arabia Saudita lo está aún más. George Bush y la camarilla gobernante de derechas que le asesora está defendiendo en público un “primer ataque” contra las instalaciones iraníes que según ellos están fabricando armas nucleares. Es bastante probable que en algún momento puede poner en práctica estas amenazas, ya sea directamente o, si pudieran zafarse de esto, utilizando la fuerza aérea israelí.
La verdadera razón de esta nueva beligerancia es que están perdiendo la guerra en Irak. Bush está intentando culpar de todos sus problemas al apoyo iraní a la insurgencia. Pero esto está muy lejos de la realidad. Con o sin la participación iraní, la insurgencia en Irak continuaría infligiendo bajas a las fuerzas estadounidenses.
Por su parte, Ahmedinayad está jugando a un juego peligroso. Está utilizando el sentimiento antiimperialista natural de las masas iraníes para apuntalar el régimen de los mulás, que después de casi treinta años en el poder es tremendamente impopular. Para conseguir apoyo, está intentando basarse en el anti-americanismo y la hostilidad hacia Israel. La celebración de una conferencia que pretendía demostrar que el Holocausto fue un fraude, era una clara provocación a Israel, donde la clase dominante está buscando una excusa para castigar a Irán y recuperar algo del prestigio perdido cuando recibió un golpe en las narices por parte de Hezbolá en Líbano.
Sin embargo, la postura de Ahmedinayad no es tan fuerte como podría parecer. Las recientes elecciones demostraron una caída de apoyo a su gobierno de línea dura y un aumento del apoyo de los “reformadores”. Está bajo la presión del clero islámico que temen llevar la situación demasiado lejos. Están intentando empujarle hacia una posición más “moderada” y contenerle. Su comportamiento y declaraciones recientes parecerían confirmar que él está doblegándose a esta presión.
Si se intensificara la situación e Israel bombardeara Irán, esto llevaría a una explosión de furia a través de todo Oriente Medio y más allá. Sin embargo, no está claro que los propios israelíes estuvieran dispuestos a hacer el trabajo sucio para Washington (aunque a los halcones sionistas les gustaría hacerlo). Están en una situación difícil después de la debacle del año pasado en Líbano. Por lo tanto, Bush puede no tener otra alternativa que la de dar la orden él mismo.
Bush ha estado haciendo declaraciones contradictorias, en un momento diciendo que no tenía intención de atacar Irán, en otro pronunciando discursos rimbombantes sobre cómo iba a detener tanto a Siria como a Irán. Esto refleja las distintas presiones bajo las que está en EEUU. El hecho es que él está trasladando el material militar necesario a la región del Golfo que le permitiría bombardear Irán. Este hecho va acompañado con más de cien negativas verbales por parte de Bush. Pero si bombardea Irán las consecuencias serán enormes.
La derrota en Irak
Debemos recordar que el ejército norteamericano sólo invadió Irak cuando ya estaba de rodillas, desangrado por años de sanciones y con sus fuerzas armadas seriamente debilitadas. Desde un punto de vista estrictamente militar, el resultado de la invasión encabezada por EEUU de Irak nunca estuvo en duda. Las fuerzas de la coalición tomaron Bagdad con una relativa facilidad. Incluso así, lo que parecía una victoria relativamente fácil se ha convertido en una pesadilla para EEUU. Con 150.000 soldados armados con el armamento más moderno y sofisticado, apoyados por satélites, las fuerzas estadounidenses han fracasado totalmente en su objetivo. Irak ahora está en una situación de absoluto caos.
El coste para EEUU es extremadamente elevado y continúa aumentando en todo momento. Los estadounidenses ya han perdido más de 3.000 soldados y han sufrido miles de heridos. En cuanto al número de bajas iraquíes, nadie sabe cuál es la situación real, pero algunos cálculos sitúan esa cifra en medio millones de personas. Esto es conocido, en la fría jerga sangrienta del Pentágono, como “daño colateral”.
El objetivo de esta guerra, como de cualquier guerra imperialista, es simple: saqueo. La camarilla derechista que rodea a George Bush hablaba mucho sobre la “introducción de la democracia en Oriente Medio”, hablar ahora sobre eso sólo se encuentra con sonrisas irónicas en los corredores del Congreso. En realidad, detrás de la cara sonriente de la “democracia norteamericana”, estaba (y siempre está) la avaricia voraz de los grandes monopolios, los barones del petróleo (con estrechos vínculos con George Bush y su familia, además de Condoleezza Rice) y grandes empresas contratistas como Halliburton (con vínculos estrechos con Dick Cheney).
Al ser una nota bastante nutrida, preferi solo colocar la anterior información de ella pero si dan click aquí la pueden leer completa, gracias.
Ataques con armas químicas, nueva forma de terror en Irak
Las bombas con gas de cloro se han convertido en una táctica relativamente nueva de los grupos de rebeldes para causar más terror y muerte en Irak. El hecho de que los insurgentes hayan añadido armas químicas a sus arsenales ha alertado tanto al Gobierno iraquí de Al Maliki, como a las tropas estadounidenses en el país.
Estos ataques traen el recuerdo del uso de este gas como arma letal en la primera guerra mundial y de la masacre de cinco mil kurdos atribuída a Sadam Husein en 1988.
El Ejército de Estados Unidos descubrió el miércoles una fábrica de coches bomba cerca de Faluya, donde encontró tres vehículos bomba en construcción y varios contenedores de cloro. En las últimas 48 horas han muerto 12 personas y otras 200 resultaron intoxicadas.
Otro tercer ataque con cloro fue perpetrado hace tres semanas con un camión volquete cargado con un contenedor de cloro en un cuartel de Ramadi. Murieron 16 personas, aunque ninguna otra pareció sufrir daños causados por el cloro.
El teniente general del Ejército estadounidense, Raymond Odierno, comandante de la fuerza multinacional en Irak dijo que los recientes ataques con armas químicas en Irak señalan "que los insurgentes se adaptan para crear inestabilidad y causar el caos".
"En el último par de años hemos encontrado que hay una tendencia entre los rebeldes al uso de mezclas de diferentes tipos de compuestos químicos. Tratan de hacer que sus artefactos explosivos sean más letales", añadió Odierno. "Seguimos evaluando qué significa esto", agregó el oficial quien evitó aclarar si los ataques con armas químicas pueden ser obra de insurgentes suníes o de combatientes de Al Qaeda en Irak.
Odierno señaló que los servicios de inteligencia de Estados Unidos han encontrado indicios de ayuda, desde Irán, a extremistas chiíes, pero "no hay pruebas de que los iraníes hayan tenido algo que ver con las bombas de cloro".
Cheney advierte a China y Norcorea y mantiene posición sobre Irak
AFP
Sidney. El vicepresidente estadunidense, Richard Cheney, llamó este viernes la atención a China sobre su creciente militarización y advirtió nuevamente a Corea del Norte que el mundo no tendrá confianza ciega en que respete un acuerdo multilateral para desmantelar sus instalaciones nucleares.
En visita oficial a Austrialia, uno de sus fieles aliados, Cheney advirtió que Washington y sus aliados "simplemente no pueden admitir" la idea "que los países libres podrían desatender lo que ocurre en lugares como Afganistán e Irak o en cualquier otro refugio para los terroristas".
Cheney hizo estas declaraciones cuando en Australia se intensifica el debate sobre la participación en Irak y luego del anuncio de una reducción del contingente británico de la sureña ciudad iraquí de Basora (de los actuales 7 mil 100 soldados a 5 mil 500).
El primer ministro australiano, el conservador John Howard, al que Cheney calificó de "viejo amigo", está cada vez más cuestionado por su compromiso en Irak cuando se acercan las elecciones generales, previstas para fin de año.
Cheney se reunió este viernes con el líder de la oposición laborista Kevin Rudd, partidario de una retirada de Irak, antes de entrevistarse el sábado con John Howard.
"No es el momento de abandonar" a los estadounidenses en Irak, declaró Howard.
Canberra confirmó que no reducirá su contingente en Irak (actualmente mil 400 soldados), anunciando por el contrario el envío de 70 instructores más, además de los 30 que ya tiene en el terreno.
El gobierno también dijo que prevé un refuerzo de las tropas en Afganistán, decisión que cuenta por el contrario con el apoyo de la oposición laborista.
Según informaciones de prensa no confirmadas, Canberra podría duplicar sus efectivos en Afganistán, de 550 militares actualmente.
Durante la visita de Cheney, una vez más se produjeron en Sydney enfrentamientos entre policías y manifestantes opuestos a la guerra en Irak.
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