"Férrea resistencia civil en la UABJO y calles aledañas"
La zona de Cinco Señores, auténtico campo de batalla
Más de 70 lesionados, entre ellos tres periodistas
Se reportan 60 detenidos
Al filo de las 2 de la tarde los federales se replegaron
ENRIQUE MENDEZ, GUSTAVO CASTILLO; OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 2 de noviembre. Desde el amanecer de Día de Muertos y durante siete horas la Policía Federal Preventiva (PFP) enfrentó la resistencia civil más contundente desde su llegada el sábado, esta vez en Ciudad Universitaria y en el crucero de Cinco Señores, donde miles de estudiantes, vecinos y padres de familia repelieron a los uniformados con piedras, petardos y tanques de gas encendidos a modo de lanzallamas. Esa zona se convirtió, así, en un auténtico campo de batalla.
Por momentos, los artefactos explosivos prendieron fuego a las tanquetas, pero éstas cuentan con un sistema de extinción automático por agua. Los policías y los grupos de operaciones especiales tenían la orden estricta de no violar el campus de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y respondieron con cientos de granadas de gas lacrimógeno -disparadas inclusive desde dos helicópteros-, agua lanzada a presión desde las tanquetas y con las mismas piedras que les eran arrojadas.
Provocadores del gobierno estatal
El Operativo Juárez 2006, como se sabe ahora que se denomina, tenía como único objetivo liberar la circulación en Cinco Señores y la avenida Universidad, entre el Periférico y la Avenida del Sol, pero grupos de supuestos priístas y policías estatales, identificados inclusive por la Secretaría de Gobernación, provocaron el avance policiaco. La intención de generar más violencia tiene, además, el objetivo de que la PFP se mantenga el mayor tiempo posible en Oaxaca, no para mantener el orden, sino sostener a Ulises Ruiz en el cargo.
De hecho, casi al inicio de la operación para liberar las vialidades, la policía federal había dado una muestra de distensión al liberar a dos personas, pero a las ocho de la mañana los grupos ligados al PRI lanzaron cohetones a los agentes y así comenzó el embate.
El choque se amplió por toda avenida Universidad y calles aledañas. Dentro de las instalaciones, por granadas lacrimógenas, piedras y el agua de las tanquetas combinadas con químicos resultaron heridas 40 personas, 22 más en las inmediaciones, así como 10 policías, cuatro de ellos graves.
La policía detuvo a 30 personas -entre ellas Luis Antonio Félix Domínguez, de 14 años de edad- que fueron consignadas por la presunta comisión de los delitos de ataques a las vías de comunicación, sedición, asociación delictuosa y lesiones. El menor será entregado al Consejo Tutelar.
El vocero del gobierno estatal, Miguel Angel Concha, aseguró que quienes participaron en estos hechos ''no son oaxaqueños y provienen de grupos violentos de San Salvador Atenco y el Distrito Federal, conocidos como cegeacheros y panchosvillas'', e inclusive cuando se le cuestionó sobre la intervención de comandos de choque priístas, aseguró que la administración de Ulises Ruiz ''respeta las expresiones partidistas''.
A causa de las bombas molotov con fragmentos de metal y clavos y piedras fueron heridos los fotógrafos de Proceso, Miguel Dimayuga y Germán Canseco, y de El Universal, Daniel Jaramillo, quien fue trasladado en helicóptero al hospital de la 28 Zona Militar, porque un clavo de un petardo se le enterró entre la tetilla y la axila derecha, mientras otro más le atravesó el codo izquierdo. La onda expansiva del petardo le causó traumatismo auditivo, pero fue dado de alta por la tarde.
Un cohetón le estalló cerca al camarógrafo del Canal 9 de la televisión estatal, Jorge Brindis, quien solamente quedó aturdido, y el fotógrafo de Centro Medios Libres, Mario Mosqueda Hernández, fue golpeado por varios policías, que lo hirieron con toletes en la cabeza, la espalda y un brazo.
A pesar de que en el operativo de liberación del cruce de Cinco Señores participaron unos 2 mil agentes federales, la resistencia popular finalmente los replegó y regresaron, literalmente arrastrando los pies, a su base del Parque del Amor, y la PFP determinó no regresar este día a Cinco Señores ni a la UABJO, aunque por la noche Radio Universidad difundió la especie de que intentarían una incursión de madrugada.
''Soy borrachito de la calle''
A las 7:45, un contingente de la policía federal llegó al crucero de Cinco Señores, seguido de maquinaria pesada y camiones de volteo para levantar la basura. En el frío amanecer, los grupos de operaciones especiales detuvieron a Manuel Castellanos López y a René Barrios, que se quedaron rezagados en la barricada, y los subieron a una Van blanca. Al ser detenido, Castellanos negó ser parte de las barricadas. ''¿Yo? Soy borrachito de la calle. Sólo salí por un mezcal'', explicó.
Un trascavo destruyó la ofrenda de muertos a los maestros y brigadistas asesinados, y hasta ese momento la incursión no generó mayor conflicto. Sin embargo, 25 minutos después aparecieron varios embozados en la esquina de Universidad y Reforma Agraria, que dispararon cohetones y los federales recibieron respaldo de una compañía de Policía Militar que avanzó y lanzó granadas de gas hacia el campus. Este hecho generó que desde Radio Universidad se hiciera un constante llamado a que la ciudadanía rodeara las instalaciones. ''¡Vamos a bloquear! A todos los compañeros les invitamos a que vengan a Radio Universidad, a las bocacalles, pero no nos confrontemos con las fuerzas federales'', delimitaron los locutores.
En plena avenida, decenas de estudiantes y mujeres reclamaron la liberación de Castellanos y Barrios, y personalmente el jefe del Estado Mayor de la PFP y ex delegado del Cisen en Oaxaca, Ardelio Vargas Fosado, los entregó a condición de calmar los ánimos.
Iniciado el enfrentamiento, el comandante declaró: ''Yo cumplí, ellos no''.
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La zona de Cinco Señores, auténtico campo de batalla
Más de 70 lesionados, entre ellos tres periodistas
Se reportan 60 detenidos
Al filo de las 2 de la tarde los federales se replegaron
ENRIQUE MENDEZ, GUSTAVO CASTILLO; OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRESPONSAL
Oaxaca, Oax., 2 de noviembre. Desde el amanecer de Día de Muertos y durante siete horas la Policía Federal Preventiva (PFP) enfrentó la resistencia civil más contundente desde su llegada el sábado, esta vez en Ciudad Universitaria y en el crucero de Cinco Señores, donde miles de estudiantes, vecinos y padres de familia repelieron a los uniformados con piedras, petardos y tanques de gas encendidos a modo de lanzallamas. Esa zona se convirtió, así, en un auténtico campo de batalla.
Por momentos, los artefactos explosivos prendieron fuego a las tanquetas, pero éstas cuentan con un sistema de extinción automático por agua. Los policías y los grupos de operaciones especiales tenían la orden estricta de no violar el campus de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y respondieron con cientos de granadas de gas lacrimógeno -disparadas inclusive desde dos helicópteros-, agua lanzada a presión desde las tanquetas y con las mismas piedras que les eran arrojadas.
Provocadores del gobierno estatal
El Operativo Juárez 2006, como se sabe ahora que se denomina, tenía como único objetivo liberar la circulación en Cinco Señores y la avenida Universidad, entre el Periférico y la Avenida del Sol, pero grupos de supuestos priístas y policías estatales, identificados inclusive por la Secretaría de Gobernación, provocaron el avance policiaco. La intención de generar más violencia tiene, además, el objetivo de que la PFP se mantenga el mayor tiempo posible en Oaxaca, no para mantener el orden, sino sostener a Ulises Ruiz en el cargo.
De hecho, casi al inicio de la operación para liberar las vialidades, la policía federal había dado una muestra de distensión al liberar a dos personas, pero a las ocho de la mañana los grupos ligados al PRI lanzaron cohetones a los agentes y así comenzó el embate.
El choque se amplió por toda avenida Universidad y calles aledañas. Dentro de las instalaciones, por granadas lacrimógenas, piedras y el agua de las tanquetas combinadas con químicos resultaron heridas 40 personas, 22 más en las inmediaciones, así como 10 policías, cuatro de ellos graves.
La policía detuvo a 30 personas -entre ellas Luis Antonio Félix Domínguez, de 14 años de edad- que fueron consignadas por la presunta comisión de los delitos de ataques a las vías de comunicación, sedición, asociación delictuosa y lesiones. El menor será entregado al Consejo Tutelar.
El vocero del gobierno estatal, Miguel Angel Concha, aseguró que quienes participaron en estos hechos ''no son oaxaqueños y provienen de grupos violentos de San Salvador Atenco y el Distrito Federal, conocidos como cegeacheros y panchosvillas'', e inclusive cuando se le cuestionó sobre la intervención de comandos de choque priístas, aseguró que la administración de Ulises Ruiz ''respeta las expresiones partidistas''.
A causa de las bombas molotov con fragmentos de metal y clavos y piedras fueron heridos los fotógrafos de Proceso, Miguel Dimayuga y Germán Canseco, y de El Universal, Daniel Jaramillo, quien fue trasladado en helicóptero al hospital de la 28 Zona Militar, porque un clavo de un petardo se le enterró entre la tetilla y la axila derecha, mientras otro más le atravesó el codo izquierdo. La onda expansiva del petardo le causó traumatismo auditivo, pero fue dado de alta por la tarde.
Un cohetón le estalló cerca al camarógrafo del Canal 9 de la televisión estatal, Jorge Brindis, quien solamente quedó aturdido, y el fotógrafo de Centro Medios Libres, Mario Mosqueda Hernández, fue golpeado por varios policías, que lo hirieron con toletes en la cabeza, la espalda y un brazo.
A pesar de que en el operativo de liberación del cruce de Cinco Señores participaron unos 2 mil agentes federales, la resistencia popular finalmente los replegó y regresaron, literalmente arrastrando los pies, a su base del Parque del Amor, y la PFP determinó no regresar este día a Cinco Señores ni a la UABJO, aunque por la noche Radio Universidad difundió la especie de que intentarían una incursión de madrugada.
''Soy borrachito de la calle''
A las 7:45, un contingente de la policía federal llegó al crucero de Cinco Señores, seguido de maquinaria pesada y camiones de volteo para levantar la basura. En el frío amanecer, los grupos de operaciones especiales detuvieron a Manuel Castellanos López y a René Barrios, que se quedaron rezagados en la barricada, y los subieron a una Van blanca. Al ser detenido, Castellanos negó ser parte de las barricadas. ''¿Yo? Soy borrachito de la calle. Sólo salí por un mezcal'', explicó.
Un trascavo destruyó la ofrenda de muertos a los maestros y brigadistas asesinados, y hasta ese momento la incursión no generó mayor conflicto. Sin embargo, 25 minutos después aparecieron varios embozados en la esquina de Universidad y Reforma Agraria, que dispararon cohetones y los federales recibieron respaldo de una compañía de Policía Militar que avanzó y lanzó granadas de gas hacia el campus. Este hecho generó que desde Radio Universidad se hiciera un constante llamado a que la ciudadanía rodeara las instalaciones. ''¡Vamos a bloquear! A todos los compañeros les invitamos a que vengan a Radio Universidad, a las bocacalles, pero no nos confrontemos con las fuerzas federales'', delimitaron los locutores.
En plena avenida, decenas de estudiantes y mujeres reclamaron la liberación de Castellanos y Barrios, y personalmente el jefe del Estado Mayor de la PFP y ex delegado del Cisen en Oaxaca, Ardelio Vargas Fosado, los entregó a condición de calmar los ánimos.
Iniciado el enfrentamiento, el comandante declaró: ''Yo cumplí, ellos no''.
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