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03 febrero 2007

Imposición del catolicismo en México

Sam García, Revoluciones

Fue en 1492 cuando un grupo de españoles comandados por Cristóbal Colón llegaron a América, el 12 de octubre de ese año para ser más precisos. Este fue uno de los momentos culminantes en la historia vista desde la perspectiva de Occidente, pues significó el encuentro, aunque violento y brutal, de dos mundos que se habían desarrollado independientemente sin que ambos conocieran la existencia del otro.

Colón pensó que habían llegado a Asia, este lugar en ese tiempo era conocido por los europeos como las Indias y por ello fue que a los habitantes de América les llamaron indios. Más tarde Hernán Cortés llegó a Mesoamérica, en lo que la tradición denomina como Conquista de México que es el fin del Imperio Mexica y otros pueblos de la región mesoamericana. A esta supuesta conquista por todas sus características le considero más bien una invasión, para mi este acontecimiento es La invasión española a México. Su comienzo es en el año 1521 donde se da la caída de la gran Tenochtitlan.

La invasión de lo que hoy es México fue contundente, siendo esta no solo militar y administrativa, si no también social, cultural y principalmente religiosa, formándose con esto una identidad cultural que tiene varios aspectos vigentes aún en nuestros días. Al periodo que siguió a la invasión española y que duró casi 300 años, se le conoce como la Colonia o Virreinato de la Nueva España. México comenzaría en 1810 su movimiento de independencia de la Corona española, mismo que terminaría formalmente en 1821 y una pieza fundamental para dicha Independencia fue la religión católica.

Hoy en día la SEP en los libros de texto empleados para la educación primaria del país enseña que los españoles impusieron a sus colonias la religión católica, su idioma y las leyes de su país. Los territorios colonizados eran considerados un dominio de los reyes de España, quienes designaban a las autoridades que debían gobernar las colonias.1

Nuestro país ha estado influido prácticamente desde su origen (antes de ser México como la Nueva España) por lo que algunos conocen como conquista espiritual a la cual yo denominó invasión espiritual. La SEP lo cita como una imposición, y también dice al respecto que la conversión de los indígenas a la religión católica y la eliminación de las antiguas creencias de los pueblos mesoamericanos era un propósito al que los españoles daban tanta importancia como a la dominación militar.2 Incluso después de la derrota de los mexicas, llegaron a la Nueva España grupos de sacerdotes católicos. Pertenecían a órdenes religiosas de misioneros, es decir, a grupos que tenían organización y disciplina propias, cuya tarea era la de extender la religión entre aquellos considerados infieles o idólatras.

Por donde se quiera revisar es evidente que la invasión española significó una gran destrucción material y humana. De ser una cultura politeísta ahora los habitantes de la Nueva España por la fuerza pasaron a ser monoteístas. Habían algunas órdenes religiosas, unas pocas, que buscaban que por medio del ejemplo los indígenas se convirtieran, pero la practica constante fue destruir sus templos, prohibir sus rituales y castigar a los que se negaran a rendir culto a la cruz del cristianismo católico, el medio por el cual castigaron y torturaron a muchas personas fue el aparato de la Inquisición.

El antropólogo e investigador francés Christian Duverger3 ha sostenido que en la Nueva España el cristianismo pudo ser introducido con éxito y relativa rapidez debido a que los primeros religiosos franciscanos, compenetrados por la cultura y la sensibilidad indígenas, sustituyeron ritos y prácticas sólo mediante un sincretismo evidente que hizo posible un cristianismo popular no siempre ortodoxo. Vale la pena considerar lo anterior ya que la fe católica permanece a la fecha muy arraigada en los mexicanos, su población según el INEGI hasta el año 2000 del total en el 93% profesa el catolicismo romano.4

La invasión, repito, fue contundente y más en este sentido espiritual y religioso. Sobre esto el historiador Alan Knight menciona que la cosmovisión indígena no fue entendida por los invasores, las prácticas religiosas de las sociedades originarias fueron calificadas como derivaciones diabólicas algo totalmente exagerado. Knight coincide con el pensamiento común de que a la conquista militar y política le acompañó la conquista espiritual, controlada por las órdenes regulares, especialmente de franciscanos, dominicos y agustinos cuyo fin era la evangelización y la usurpación de la idolatría.

El hecho es que lograron constituir la religión católica no solo como medio para impartir la fe cristiana a la gente, también fue para dominar en al ámbito político, social y cultural a los pueblos. La historia no miente y hace evidente la relación histórica entre los gobernantes del país, desde los virreyes hasta los presidentes constitucionales de hoy. Las cosas pudieron haber cambiado en los tiempos de Reforma y un tanto también en época de la Revolución Mexicana donde el clero católico padeció una reducción en su injerencia con el Estado. Sin embargo los últimos sexenios dejan ver que el catolicismo seguirá siendo una imposición para los mexicanos y que así haya gente de fe sincera, todo habrá de operar para pisotear la buena voluntad del pueblo y humillar sus raíces.

Tanto la SEP y los autores aquí citados coinciden en que fue una barbarie la llegada del catolicismo a tierra azteca, pero no sabemos como hubiesen sido las cosas si hubiera prevalecido el politeísmo de los pueblos mesoamericanos. Hay que pensar en que todo ayuda y podemos aprender, de buenos y malos sucesos de antaño, como el caso de esta invasión espiritual cuya perpetuidad en nuestras manos está modificar y/o culminar. Considero importante enseñar a presentes y futuras generaciones la realidad sobre estos crímenes y abusos religiosos. Por lo cual el objetivo de una investigación de dicho tema deberá abordar enfoques que citan positivamente a la invasión española y otros que no ven con buenos ojos que México históricamente haya heredado esa relación con el catolicismo romano.

1. SEP, Historia Quinto grado, México, 1999, pág. 160.
2. Ibíd., p. 164.
3. Consúltese la obra de Duverger “La conversión de los indios de Nueva España”, del Fondo de Cultura Económica.
4. INEGI. Estados Unidos Mexicanos. XII Censo General de Población y Vivienda, 2000.


Este es un primer escrito para lo que será un completo trabajo de investigación para mi asignatura de Estudios Sociales I en la universidad.

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