Aeronaves militares sobrevuelan Oaxaca; llegan agentes de la PFP
La APPO exige a Carlos Abascal Carranza manifestar que no habrá represión en la entidad
Llaman a partidarios del movimiento magisterial y popular a evitar posibles provocaciones
La tarde de este sábado se realizaron intensos sobrevuelos de helicópteros y aviones militares y de la Policía Federal Preventiva (PFP) en esta ciudad, con lo cual las autoridades del país confirmaron su decisión de desplegar la fuerza pública por primera vez desde que se inició el conflicto en la entidad.
La operación aérea fue vista por toda la población como un mensaje de advertencia y disuación, aunque también significó vuelos de reconocimiento en preparación de una posible intervención directa de la fuerza pública federal contra el movimiento magisterial y popular. Al cierre de esta edición circulaban versiones contradictorias de que en la madrugada se efectuaría el anunciado desalojo, si bien las declaraciones oficiales lo negaban. La ciudad de Oaxaca era toda ella una sola e inmensa barricada y la población se encontraba en vilo.
Todo empezó a las 16:40 horas, cuando cuatro grandes helicópteros militares iniciaron sobrevuelos en el centro histórico de Oaxaca de manera muy ostensible. Siendo sábado por la tarde, en los comercios y las calles se encontraban miles de personas, que de inmediato se congregaron en las aceras para observar las aeronaves, que pasaban a baja altura.
Los vuelos se prolongaron más de 20 minutos y se extendieron a las afueras de la ciudad, sobrevolando todos los plantones del movimiento magisterial y popular.
Más de un centenar de personas iniciaron una manifestación espontánea en torno al zócalo, repitiendo las consignas: "Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó" y "Lo quiera y no lo quiera, Ulises va pa' fuera". En pocos minutos, la que parecía una tarde apacible se tornó inquietante.
Temor e ira
Los numerosos peatones y turistas mostraban susto; los plantonistas y sus simpatizantes, rabia. Desde las inmediaciones del mercado llegaron grupos de comerciantes que han participado en las movilizaciones. Llevaban palos, tubos y mangos de madera que se usan para las hachas.
Las guardias de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) lanzaron cohetones de alerta y se generalizó la idea de que la intervención policiaca tan anunciada podría ocurrir en cuestión de horas.
En esa plaza se congregaron simpatizantes de la APPO y parte de la dirección provisional, así como decenas de trabajadores de los medios de comunicación.
A las 17:15 horas, Flavio Sosa Villavicencio, uno de los dirigentes más visibles de la APPO, sostuvo una breve y agitada conversación telefónica con Francisco Yáñez, el funcionario de Gobernación encargado de la negociación en Oaxaca, a quien demandó que el secretario Carlos Abascal "manifieste que no habrá una intervención policiaca en la ciudad".
Sosa advirtió al también director general adjunto de la Unidad para la Atención de las Organizaciones Sociales de Gobernación: "No nos exacerben. Le van a llenar a Vicente Fox las manos de sangre".
Los primeros sobrevuelos duraron más de 20 minutos, en lo que fue interpretado por la APPO como una medida de amedrentamiento y una maniobra de exploración y posicionamiento. Estas grandes aeronaves militares suelen ir equipadas con equipo fotográfico de precisión y de captación infrarroja.
En esos momentos se confirmó la presencia de al menos otros cuatro helicópteros en el aeropuerto de la ciudad, así como el aterrizaje de una nave Hércules, presumiblemente con elementos de la PFP.
Más tarde se iniciaron también vuelos de naves militares, hasta entrada la noche. El inefable secretario de Protección Ciudadana, Lino Zelaya Luría, declaró a los medios que no habría ningún operativo por ahora, que se trataba de acciones "de reconocimiento".
También se vieron los Hércules sobre el nítido cielo de la tarde. Un testigo afirmó haber escuchado "a funcionarios estatales" decir que es sólo "el comienzo de una oleada", y que seguirían llegando más efectivos de la PFP y las fuerzas armadas.
Radio La Ley del Pueblo, única difusora a cargo de la APPO que sigue al aire, difundió instrucciones para la población general y los seguidores del movimiento magisterial y popular. Llamó a no realizar "acciones aisladas, no tomar vehículos ni edificios y no apresurar la instalación de barricadas", sino esperar a la noche, como es costumbre. También se insistió en "la posición pacífica" de la asamblea popular y en evitar posibles provocaciones de porros y grupos de choque.
Unas 200 personas congregadas cerca del kiosco del centro gritaban consignas. Un anciano preguntó: "¿Quién dijo miedo?" y la respuesta colectiva fue: "Nadie". Se escucharon repetidamente las rimas habituales contra Ulises Ruiz, y una nueva, muy celebrada: "Si no hay solución /caerá Calderón".
Era notable la presencia de mujeres en grupos: maestras de la sección 22 del sindicato magisterial y de la heroica Comisión de Mujeres Oaxaqueñas, y también niños y ancianos. Se sucedían los "viva la huelga", "aquí esperamos a la PFP", "que sube, que baja, Oaxaca no se raja". Carmen, una docente que ya peina canas, comentó al reportero con melancólica determinación: "Aquí estamos. Lo que ha de ser, será".
En los plantones y campamentos se multiplicaron las reuniones informativas, en especial del magisterio. Excepcionalmente, la radio La Ley transmitió una curiosa y muy buena versión tropical de We can work it out, de los Beatles. Es la primera vez que la emisora programa alguna pieza en inglés: "Life is very short /and there's no time for fussing and fighting".
Unos muchachos practicaban esta tarde arriesgadas suertes de patineta en las pendientes de la iglesia El Carmen Alto cuando pasó a escasa altura un avión de reconocimiento. Cerca de ellos un indígena encendió un gran petardo y lo "disparó" contra la aeronave. Los patinetos se detuvieron para observar la trayectoria del cohetón. Y, aunque obviamente no dio en el blanco, aplaudieron alegremente.
La madrugada de este sábado, un grupo de guardianes muy jóvenes en las inmediaciones de la enmudecida Radio APPO comentaba: "Ya teníamos lista una reja de cocacolas para protegernos de los gases de la policía, pero como pasaron los días y no llegaba, nos las tomamos todas".
Llega a Oaxaca la PFP, cuyas fuerzas de elite fundamentales de intervención provienen de la Tercera Brigada de la Policía Militar y del Grupo de Operaciones Especiales de la Armada, que constituyen respectivamente las Fuerzas Federales de Apoyo y las Fuerzas Federales Preventivas de la PFP. Se trata de tropas entrenadas para enfrentar conflictos urbanos y semiurbanos, y se supone que no son precisamente de combate. Como sea, el ambiente en las calles es casi de guerra, sin eufemismos. La "comuna de Oaxaca" enfrenta su hora decisiva, en el conflicto social más grave de la historia moderna del estado.
La APPO exige a Carlos Abascal Carranza manifestar que no habrá represión en la entidad
Llaman a partidarios del movimiento magisterial y popular a evitar posibles provocaciones
La tarde de este sábado se realizaron intensos sobrevuelos de helicópteros y aviones militares y de la Policía Federal Preventiva (PFP) en esta ciudad, con lo cual las autoridades del país confirmaron su decisión de desplegar la fuerza pública por primera vez desde que se inició el conflicto en la entidad.
La operación aérea fue vista por toda la población como un mensaje de advertencia y disuación, aunque también significó vuelos de reconocimiento en preparación de una posible intervención directa de la fuerza pública federal contra el movimiento magisterial y popular. Al cierre de esta edición circulaban versiones contradictorias de que en la madrugada se efectuaría el anunciado desalojo, si bien las declaraciones oficiales lo negaban. La ciudad de Oaxaca era toda ella una sola e inmensa barricada y la población se encontraba en vilo.
Todo empezó a las 16:40 horas, cuando cuatro grandes helicópteros militares iniciaron sobrevuelos en el centro histórico de Oaxaca de manera muy ostensible. Siendo sábado por la tarde, en los comercios y las calles se encontraban miles de personas, que de inmediato se congregaron en las aceras para observar las aeronaves, que pasaban a baja altura.
Los vuelos se prolongaron más de 20 minutos y se extendieron a las afueras de la ciudad, sobrevolando todos los plantones del movimiento magisterial y popular.
Más de un centenar de personas iniciaron una manifestación espontánea en torno al zócalo, repitiendo las consignas: "Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó" y "Lo quiera y no lo quiera, Ulises va pa' fuera". En pocos minutos, la que parecía una tarde apacible se tornó inquietante.
Temor e ira
Los numerosos peatones y turistas mostraban susto; los plantonistas y sus simpatizantes, rabia. Desde las inmediaciones del mercado llegaron grupos de comerciantes que han participado en las movilizaciones. Llevaban palos, tubos y mangos de madera que se usan para las hachas.
Las guardias de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) lanzaron cohetones de alerta y se generalizó la idea de que la intervención policiaca tan anunciada podría ocurrir en cuestión de horas.
En esa plaza se congregaron simpatizantes de la APPO y parte de la dirección provisional, así como decenas de trabajadores de los medios de comunicación.
A las 17:15 horas, Flavio Sosa Villavicencio, uno de los dirigentes más visibles de la APPO, sostuvo una breve y agitada conversación telefónica con Francisco Yáñez, el funcionario de Gobernación encargado de la negociación en Oaxaca, a quien demandó que el secretario Carlos Abascal "manifieste que no habrá una intervención policiaca en la ciudad".
Sosa advirtió al también director general adjunto de la Unidad para la Atención de las Organizaciones Sociales de Gobernación: "No nos exacerben. Le van a llenar a Vicente Fox las manos de sangre".
Los primeros sobrevuelos duraron más de 20 minutos, en lo que fue interpretado por la APPO como una medida de amedrentamiento y una maniobra de exploración y posicionamiento. Estas grandes aeronaves militares suelen ir equipadas con equipo fotográfico de precisión y de captación infrarroja.
En esos momentos se confirmó la presencia de al menos otros cuatro helicópteros en el aeropuerto de la ciudad, así como el aterrizaje de una nave Hércules, presumiblemente con elementos de la PFP.
Más tarde se iniciaron también vuelos de naves militares, hasta entrada la noche. El inefable secretario de Protección Ciudadana, Lino Zelaya Luría, declaró a los medios que no habría ningún operativo por ahora, que se trataba de acciones "de reconocimiento".
También se vieron los Hércules sobre el nítido cielo de la tarde. Un testigo afirmó haber escuchado "a funcionarios estatales" decir que es sólo "el comienzo de una oleada", y que seguirían llegando más efectivos de la PFP y las fuerzas armadas.
Radio La Ley del Pueblo, única difusora a cargo de la APPO que sigue al aire, difundió instrucciones para la población general y los seguidores del movimiento magisterial y popular. Llamó a no realizar "acciones aisladas, no tomar vehículos ni edificios y no apresurar la instalación de barricadas", sino esperar a la noche, como es costumbre. También se insistió en "la posición pacífica" de la asamblea popular y en evitar posibles provocaciones de porros y grupos de choque.
Unas 200 personas congregadas cerca del kiosco del centro gritaban consignas. Un anciano preguntó: "¿Quién dijo miedo?" y la respuesta colectiva fue: "Nadie". Se escucharon repetidamente las rimas habituales contra Ulises Ruiz, y una nueva, muy celebrada: "Si no hay solución /caerá Calderón".
Era notable la presencia de mujeres en grupos: maestras de la sección 22 del sindicato magisterial y de la heroica Comisión de Mujeres Oaxaqueñas, y también niños y ancianos. Se sucedían los "viva la huelga", "aquí esperamos a la PFP", "que sube, que baja, Oaxaca no se raja". Carmen, una docente que ya peina canas, comentó al reportero con melancólica determinación: "Aquí estamos. Lo que ha de ser, será".
En los plantones y campamentos se multiplicaron las reuniones informativas, en especial del magisterio. Excepcionalmente, la radio La Ley transmitió una curiosa y muy buena versión tropical de We can work it out, de los Beatles. Es la primera vez que la emisora programa alguna pieza en inglés: "Life is very short /and there's no time for fussing and fighting".
Unos muchachos practicaban esta tarde arriesgadas suertes de patineta en las pendientes de la iglesia El Carmen Alto cuando pasó a escasa altura un avión de reconocimiento. Cerca de ellos un indígena encendió un gran petardo y lo "disparó" contra la aeronave. Los patinetos se detuvieron para observar la trayectoria del cohetón. Y, aunque obviamente no dio en el blanco, aplaudieron alegremente.
La madrugada de este sábado, un grupo de guardianes muy jóvenes en las inmediaciones de la enmudecida Radio APPO comentaba: "Ya teníamos lista una reja de cocacolas para protegernos de los gases de la policía, pero como pasaron los días y no llegaba, nos las tomamos todas".
Llega a Oaxaca la PFP, cuyas fuerzas de elite fundamentales de intervención provienen de la Tercera Brigada de la Policía Militar y del Grupo de Operaciones Especiales de la Armada, que constituyen respectivamente las Fuerzas Federales de Apoyo y las Fuerzas Federales Preventivas de la PFP. Se trata de tropas entrenadas para enfrentar conflictos urbanos y semiurbanos, y se supone que no son precisamente de combate. Como sea, el ambiente en las calles es casi de guerra, sin eufemismos. La "comuna de Oaxaca" enfrenta su hora decisiva, en el conflicto social más grave de la historia moderna del estado.
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