El modisto
El bohemio decía, y su palabra continua vigente. Ya no en labios de José José, ni de Marco Antonio, sino del publico que al leer la nota escogida, sorprendido dirá: Sabia virtud de conocer el tiempo.
El señor Mariano Azuela, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como todo un buen y afamado diseñador, nos presenta por adelantado la colección primavera-verano que portaran los señores ministros en la venidera temporada.
Ha tenido la suerte, de contar, con diversas fuentes de inspiración. Desde la injusta sentencia del paraje San Juan que, afortunadamente, Andrés Manuel López Obrador no cumplió. Pues, se hubieran escamoteado 1800 millones de pesos a la ciudadanía del Distrito Federal con la complacencia de la SCJN; pasando por un desaseado juicio de desafuero, hasta la ridícula exposición del remedo de justicia que impartió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), en el nefasto proceso electoral del pasado dos de julio.
Lo anterior, es basado en El Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, que nos dice claramente que la vestimenta es la virtud en el decoro. El recto proceder con honestidad, recato y pundonor, pues.
En función a ello, la próxima temporada, los ministros irán en traje de baño a las sesiones. Pues, han demostrado que las togas, aun que les cubre todo su cuerpo y no permite ver nada que pudiese calificar el librito como extraviado de los causes morales, no son suficientes para tapar lo que millones de ojos han podido ver con nitidez: la falta de ética en la correcta distribución de la justicia. La marrullera forma de comportarse, de los que se suponen están, para impartir las leyes con resolutivos imparciales. La ominosa y servil actitud, de personas preparadas, o mejor dicho con estudios, pero con graves deficiencias en sus corneas. Porqué no ven el daño irreparable que le hacen a la nación con posiciones harto sospechosas.
Ahora bien, no sé, si el ejemplo que tomó el señor desayunador (¿recuerdan el famoso desayuno en los pinos?), de hablar de los table dance, fue pedrada a uno de sus congéneres. Porqué, circula por ahí la versión que no ha sido desmentida, acerca de una filmación que hubo realizado El Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen) en donde, el "honorable" presidente del Trife, Leonel Castillo González y el secretario general de acuerdos, Flavio Galván Rivera, fueron captados cuando "departían" con bailarinas de un table dance de la zona rosa del Distrito Federal. Incluso, para mayores señas, de lo publicado por un blog en la Internet, se dice que, "El lugar se llama "Mens Club" y se localiza en la calle de Varsovia, Zona Rosa. Luego entonces, Renato Ledúc, tenía razón cuando cantaba, "Burguesa mojigata trufada de prejuicios..."
"Por eso.. hic! Por la virtud y decoro de nosotros los borrachos.. hic! Pido que se aplique, el alcoholímetro a quienes escriban.. Salud..!" Filo Meno
Al banquillo, libro de ética del ministro Azuela
Censura minifaldas, escotes, diversiones; tufo inquisitorial, le advierten en la SCJN
JESUS ARANDA/La Jornada
"Una secretaria particular de un órgano jurisdiccional o unidad administrativa asiste a su trabajo vestida con minifalda, escotes pronunciados y/o ropa transparente. ¿La vestimenta cumple con la virtud del decoro?", cuestiona el manual El Código de Etica del Poder Judicial de la Federación al alcance de todos.
La respuesta en este libro de 255 páginas, cuyo tiraje es de 30 mil ejemplares, no deja duda sobre la intención que tuvo el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) al elaborarlo: "No, la secretaria particular debe acudir vestida seria y recatadamente a su trabajo para cumplir con esta virtud".
"Si un servidor público del Poder Judicial acude a algún lugar de los llamados table dance, ¿cumple con la virtud judicial del decoro?". En la parte de respuestas a los interrogantes, la respuesta es simple: "No actúa de conformidad con esa virtud".
El bohemio decía, y su palabra continua vigente. Ya no en labios de José José, ni de Marco Antonio, sino del publico que al leer la nota escogida, sorprendido dirá: Sabia virtud de conocer el tiempo.
El señor Mariano Azuela, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), como todo un buen y afamado diseñador, nos presenta por adelantado la colección primavera-verano que portaran los señores ministros en la venidera temporada.
Ha tenido la suerte, de contar, con diversas fuentes de inspiración. Desde la injusta sentencia del paraje San Juan que, afortunadamente, Andrés Manuel López Obrador no cumplió. Pues, se hubieran escamoteado 1800 millones de pesos a la ciudadanía del Distrito Federal con la complacencia de la SCJN; pasando por un desaseado juicio de desafuero, hasta la ridícula exposición del remedo de justicia que impartió el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE), en el nefasto proceso electoral del pasado dos de julio.
Lo anterior, es basado en El Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, que nos dice claramente que la vestimenta es la virtud en el decoro. El recto proceder con honestidad, recato y pundonor, pues.
En función a ello, la próxima temporada, los ministros irán en traje de baño a las sesiones. Pues, han demostrado que las togas, aun que les cubre todo su cuerpo y no permite ver nada que pudiese calificar el librito como extraviado de los causes morales, no son suficientes para tapar lo que millones de ojos han podido ver con nitidez: la falta de ética en la correcta distribución de la justicia. La marrullera forma de comportarse, de los que se suponen están, para impartir las leyes con resolutivos imparciales. La ominosa y servil actitud, de personas preparadas, o mejor dicho con estudios, pero con graves deficiencias en sus corneas. Porqué no ven el daño irreparable que le hacen a la nación con posiciones harto sospechosas.
Ahora bien, no sé, si el ejemplo que tomó el señor desayunador (¿recuerdan el famoso desayuno en los pinos?), de hablar de los table dance, fue pedrada a uno de sus congéneres. Porqué, circula por ahí la versión que no ha sido desmentida, acerca de una filmación que hubo realizado El Centro de Investigación en Seguridad Nacional (Cisen) en donde, el "honorable" presidente del Trife, Leonel Castillo González y el secretario general de acuerdos, Flavio Galván Rivera, fueron captados cuando "departían" con bailarinas de un table dance de la zona rosa del Distrito Federal. Incluso, para mayores señas, de lo publicado por un blog en la Internet, se dice que, "El lugar se llama "Mens Club" y se localiza en la calle de Varsovia, Zona Rosa. Luego entonces, Renato Ledúc, tenía razón cuando cantaba, "Burguesa mojigata trufada de prejuicios..."
"Por eso.. hic! Por la virtud y decoro de nosotros los borrachos.. hic! Pido que se aplique, el alcoholímetro a quienes escriban.. Salud..!" Filo Meno
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