Estamos en una situación crítica, la cual se complica cada día más, señaló el mandatario en un breve discurso a la nación.
Según Bush, si el Congreso no aprueba el paquete de ayuda gubernamental, dotado de 700 mil millones de dólares, el daño será profundo y duradero.
Existe la posibilidad de penuria económica para los norteamericanos, admitió.
Bush instó a los legisladores republicanos y demócratas para que respalden la iniciativa, actualmente estancada en la Cámara de Representantes.
La víspera, esa instancia del Capitolio rechazó el rescate luego de una votación de 228 en contra y 205 a favor.
El presidente estadounidense se mostró contrariado este martes al comentar el fracaso del plan impulsado por su administración, aunque intentó sembrar optimismo en la opinión pública doméstica.
Producir legislaciones es muy complicado, al final lo que importa es contar con ese paquete para resolver la crisis, esgrimió en su intervención.
Mientras el gobernante, los candidatos a la Casa Blanca, Barack Obama y John McCain, y varios legisladores insisten en la urgencia del salvamento financiero, importantes sectores de la sociedad fustigan el proyecto. Muchos ciudadanos comunes insisten en que no están dispuestos a reparar con sus bolsillos los errores y ambiciones de Wall Street.
Por su parte, numerosos congresistas, tanto republicanos como demócratas, descartan el rescate por considerarlo portador de demasiados poderes para el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
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