En noviembre del año pasado, luego de una maratónica sesión de la Cámara de Diputados , se aprobó el presupuesto con la votación unánime de todas las fracciones parlamentarias, obteniendo 446 votos a favor, 6 votos en contra y 3 abstenciones, el presupuesto del año pasado fue de 2 billones 569 mil millones de pesos, 8% mayor que el de 2007. Esto se logro porque los partidos de la oposición lograron, una ampliación del presupuesto, al incrementar el precio de referencia del petróleo y así tener más recursos y en conjunto se reasignaron 70 mil millones de pesos.
La discusión del presupuesto del año pasado estuvo marcada por los problemas del sector agropecuario, ya que al operar en plenitud el libre comercio, en granos y pollo, los productores nacionales quedaban en gran desventaja, y todos los recursos que se orientaron a tratar de minimizar el efecto de la entrada libre de importaciones fueron magros al no poder detener los efectos de la invasión de productos comestibles extranjeros.
Los recursos presupuestados para 2009 son del orden de 2 billones 820 mil millones de pesos, 5% mayor que el presupuesto de 2008. La orientación del presupuesto, en la propuesta de Hacienda , se sitúa en dos direcciones: gasto en seguridad y gasto social , que en realidad es orientar recursos a las elecciones intermedias del 2009 para favorecer al partido en el poder y continuar con la guerra al narco. Y bien vistas las cosas, parte de los recursos que se reorientan son los que el año pasado habían sido asignados al campo y que ahora se reorientan, lo mismo que en comunicaciones ; al parecer al menos en un tema relevante el gobierno ha perdido la discusión y tiene que ver con la reactivación económica, tema que se excluye intencionalmente del gasto público .
En estos días, posteriormente a la quiebra de Fanny Mac y Fredy Mac , las dos más grandes hipotecarias norteamericanas, de la insolvencia de Lehmans Brothers , el cuarto banco más importante de Estados Unidos ; y de la intervención de la aseguradora AIG ; previniendo una crisis financiera de repercusiones impredecibles, el todavía presidente George Bush junto con el Secretario del Tesoro , ha presentado una iniciativa de rescate bancario, por la no menos impresionante cantidad de 700 mil millones de dólares, el mismo caso que el FOBAPROA de 2004 en nuestro país; mientras tanto en México, el Secretario de Hacienda Agustín Cartens primeramente salió a decir que a la economía mexicana no le iba a pasar nada y al otro día corrige señalando que los efectos serían atenuados, cuando el FMI y Banco Mundial, señalan que se esta viviendo una crisis sin precedentes en la economía Norteamericana.
Esto se debe señalar porque, en lo general, el desempeño económico del gobierno federal ha sido muy malo para los mexicanos, pese a tantos ingresos extraordinarios del petróleo; estos, más que en el sexenio pasado, se siguen utilizando discrecionalmente para pivotear problemas, en una especie de apaga fuegos sin fin, o cuando no van al gasto corriente y a manos de la corrupción gubernamental.
De igual manera, se debe señalar que el pronostico económico fijado en las metas macroeconómicas en el año que transcurre, se fueron a la baja; comenzamos con un 3.7% del PIB y se esta pronosticando el cierre del año en 2.4%, que para un año de crisis global, se hablaría de un desempeño adecuado, pero siendo este una acumulación de año tras año, se habla de un desempeño gris, ya que es más tiempo perdido sin crecimiento económico y lleno de padecimientos para la población. En ese mismo sentido se encuentra la inflación: teniendo una meta del 3.8% al cierre del año, se presentará, de continuar esto así, en el 5.6%, lo cual contrasta con lo que en las revisiones salariales lograron los sindicatos, ya que tan sólo alcanzaron el 3.8% en el año, esto es perdida neta del poder de compra de los trabajadores, que evidentemente el gobierno federal no resarcirá.
El gasto en seguridad , e incluso el gasto social , son gastos improductivos, por tanto no tendrán repercusiones en el empleo permanente o en la creación de demanda productiva; si acaso creara empleo temporal o en el consumo final, pero su magnitud es tan limitada que no va a impactar en la demanda, de manera tal que esto sea el detonante de una reactivación económica importante, por ello se habla de que continuará el estancamiento económico en el año siguiente.
Entonces ¿que elementos importantes podemos extraer de esta discusión?, lo importante es el papel que pueda tener en el Congreso la oposición, si es que realmente puede articular un presupuesto con otras prioridades, lo cual en este sentido se ve bastante difícil, luego del efecto mediático de los actos terroristas en Morelia, más bien la derecha los puede utilizar incluso para pedir poderes especiales y que pueda operar el poder judicial y el propio ejercito con las consecuentes perdidas de derechos humanos y del propio marco de derecho, pero no abundemos en este sentido, sino más bien,. Como ha sido en el largo plazo el comportamiento de las sociedades luego de esas turbulencias de la derecha; la situación se juzga por sus resultados económicos, y aquí estos están ausentes.
Señalábamos la capacidad de los grupos parlamentarios para ejercer un real papel de oposición y no lo que se realizo en el pasado, en el que se dieron por satisfechos con la reasignación de 70 mil millones de pesos, cuestión sumamente limitada, ya que la orientación del presupuesto en el año pasado quedo intacta, y ahora este sería el mismo panorama, puesto que, si bien, se pueden reorientar un conjunto de recursos del presupuesto, estos son insuficientes, lo que se requiere son medidas de mayor profundidad, como el de generar dos o tres rubros más en los que se privilegie el presupuesto y a partir de ello reorientar las políticas públicas.
Se requiere que las políticas públicas se reorienten a la inversión productiva y social y no se continué con ese asistencialismo electoral en el que ahora se debate el llamado gasto social, porque como se ha demostrado, esto sólo persigue fines electorales para el partido en el Poder. La sociedad mexicana, espera que las cosas cambien aunque sea un poco, porque la continuidad de las políticas neoliberales acaba con la paciencia y la esperanza, y una de sus expresiones más latentes es la emigración,
*Miembro del Taller de economía Social y Políticas Públicas de la facultad de Economía de la UNAM.
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