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Moscú, 21 sep (PL) Sin ceder posiciones en el diferendo estratégico con Occidente, y en particular con Estados Unidos, Rusia parece encaminarse hoy hacia una distensión moderada entre fuertes e iguales.
Señales emitidas en la semana recién concluida por el presidente, Dmitri Medvedev, el primer ministro, Vladimir Putin, y el Ministerio de Asuntos Exteriores, indican que Moscú continuará estimulando la cooperación, pero sin eludir el reto en el campo geopolítico.
Al rechazar el 19 de septiembre amenazas de aislamiento expresadas por la secretaria de Estado norteamericana, Condolezza Rice, Medvedev lamentó que Occidente empuje a Moscú hacia un desarrollo autónomo en vez de una cooperación cabal y civilizada.
La cancillería, por su parte, fue tajante en una nota publicada en internet, donde advierte que Washington oculta los crímenes cometidos por los efectivos de Tiflis durante la invasión contra Osetia del Sur.
En referencia a críticas y amenazas de Rice, la diplomacia del Kremlin sostiene que cualquier intento de castigar a Rusia parece contraproducente.
Incluye entre estas medidas la reciente revocación del acuerdo de cooperación nuclear entre Moscú y Washington, así como la politización del ingreso del país eurasiático en la Organización Mundial del Comercio y la de Cooperación y Desarrollo de Europa.
Nuevamente en alusión a Rice, el Ministerio de Relaciones Exteriores aclara que no se dejará involucrar en la confrontación, ni siquiera a nivel de retórica, y expresa la voluntad de promover relaciones positivas y unificadoras “porque es lo que necesita el mundo de hoy”.
Como detalle positivo, expresa satisfacción porque “Estados Unidos haya empezado a reconocer la irrealidad de un mundo unipolar”.
Putin, en tanto, dirigió un mensaje a los participantes en el VII Foro Internacional de Inversiones de Sochi en el que negó la confrontación como la opción de la Federación rusa.
Aclaró al referirse a la actual crisis financiera mundial, que “a diferencia de otros años tenemos otra solidez, otro nivel de desarrollo de la economía”.
Informó que las reservas de divisas ascienden a 550 mil millones de dólares, el denominado fondo de reserva es de 140 mil millones de esa unidad monetaria y el de bienestar social se cifra en 32 mil millones de la moneda estadounidense.
El líder ruso consideró una fortaleza del país el aumento considerable de la eficacia de los institutos financieros nacionales y la creación de un sistema de seguros de inversión.
Rusia es el séptimo país del mundo por la magnitud de la economía, con un producto interno bruto (PIB) que aumenta aproximadamente en un siete por ciento anual, concluyó en su intervención ante los hombres de negocios convocados por el Foro de Sochi.
En esa ciudad del Mar Negro Putin se reunió este sábado con su par francés, Francoise Fillón, quien al concluir las pláticas anunció oficialmente que la Unión Europea (UE) reanudará en octubre las negociaciones con Moscú, suspendidas tras el conflicto del Cáucaso.
Representante del país que ejerce la presidencia de turno en la UE, Fillón declaró que en ese diálogo París aspira a impulsar la firma de un nuevo acuerdo de asociación estratégica entre Europa y el Kremlin.
Mientras Putin dialogaba en Sochi con Fillón, en Moscú, Medvedev en su condición de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas confirmaba el plan para la ejecución de la fase activa de las maniobras estratégicas militares Estabilidad 80.
El Primer Canal de televisión reportó cómo en régimen de puertas cerradas el ministro de Defensa, Anatoli Serdiukov, y el jefe del Estado Mayor General, Nikolai Makarov, presentaron un reporte de la planificación de esos ejercicios.
Esta noticia estuvo antecedida por el anuncio de que los misiles nucleares intercontinentales Bulava entrarán en dotación en 2009 tras ensayos tan exitosos como los vuelos al continente americano de dos bombarderos estratégicos Tu-160.
Con estas y otras demostraciones de poder, el Kremlin ratifica la vigencia del programa expuesto por Putin en la reunión de Seguridad de Munich en febrero de 2007 para lograr un orden multipolar en el mundo.
Rusia muestra hoy en una mano el laurel de la cooperación y en la otra un poderoso arsenal desarrollado sobre la base de la asimetría en comparación con los gastos en el campo de la defensa.
La actual propuesta de asociación constructiva con Occidente marca definitivamente el fracaso de un proyecto de relaciones internacionales diseñado tras el derrumbe de la Unión Soviética en que se trató de asignar a Moscú el papel de tímido subordinado.
El desenlace de los sucesos provocados por la agresión de Georgia contra Osetia del Sur, apunta hacia una distensión basada en la igualdad y el respeto a la fortaleza de cada contraparte.
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