Raúl Ávila Andujo se sorprendió cuando supo que había ganado la demanda que interpuso contra Wal-Mart por retirarle el transporte que lo llevaba de La Villita, su pueblo, a Chihuahua, y obligarlo a gastar sus vales de despensa en las propias tiendas de la cadena
LA VILLITA, Chih.— Raúl Ávila Andujo se sorprendió cuando supo que había ganado la demanda que interpuso contra Wal-Mart por retirarle el transporte que lo llevaba de La Villita, su pueblo, a Chihuahua, y obligarlo a gastar sus vales de despensa en las propias tiendas de la cadena.
Durante seis años fue asociado del gigante del comercio en el departamento de frutas y verduras; la propia multinacional, que tiene operaciones por 315 mil millones de dólares, buscó empleados en su comunidad, de 400 habitantes.
Durante el tiempo que laboró le descontaron cada quincena 400 pesos por concepto de “despensa”. Raúl piensa que era una buena prestación. “Pues mire, legalmente…, como no sabe uno de leyes, uno lo ve normal”.
De repente la compañía quitó el transporte y eso disparó la inconformidad de los empleados. “Nomás nos dijeron: el trabajo ahí está, pero vénganse como puedan. Fue lo mismo que nos despidieran. ¿Cómo le íbamos a hacer?”.
Entonces fue cuando decidimos demandar, pero creímos que todo iba a ser aquí”. A más de un año de haber interpuesto la queja en la Junta Local de Chihuahua, el máximo tribunal del país resolvió a su favor.
El jueves pasado, la Corte anuló el plan de Previsión Social de Wal-Mart que obliga a sus trabajadores a canjear sus vales únicamente en las tiendas de la cadena. Comparó ese esquema con las “tiendas de raya” del porfiriato, en las que el patrón forzaba a sus empleados a comprar en sus almacenes.
LA VILLITA, Chih.— Raúl Ávila Andujo se sorprendió cuando supo que había ganado la demanda que interpuso contra Wal-Mart por retirarle el transporte que lo llevaba de La Villita, su pueblo, a Chihuahua, y obligarlo a gastar sus vales de despensa en las propias tiendas de la cadena.
Durante seis años fue asociado del gigante del comercio en el departamento de frutas y verduras; la propia multinacional, que tiene operaciones por 315 mil millones de dólares, buscó empleados en su comunidad, de 400 habitantes.
Durante el tiempo que laboró le descontaron cada quincena 400 pesos por concepto de “despensa”. Raúl piensa que era una buena prestación. “Pues mire, legalmente…, como no sabe uno de leyes, uno lo ve normal”.
De repente la compañía quitó el transporte y eso disparó la inconformidad de los empleados. “Nomás nos dijeron: el trabajo ahí está, pero vénganse como puedan. Fue lo mismo que nos despidieran. ¿Cómo le íbamos a hacer?”.
Entonces fue cuando decidimos demandar, pero creímos que todo iba a ser aquí”. A más de un año de haber interpuesto la queja en la Junta Local de Chihuahua, el máximo tribunal del país resolvió a su favor.
El jueves pasado, la Corte anuló el plan de Previsión Social de Wal-Mart que obliga a sus trabajadores a canjear sus vales únicamente en las tiendas de la cadena. Comparó ese esquema con las “tiendas de raya” del porfiriato, en las que el patrón forzaba a sus empleados a comprar en sus almacenes.
Fuente: El Universal
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