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16 septiembre 2008

Proyecto independentista en el proceso de Independencia de México

Por Samuel García

Desde el curso de Estudios Sociales e Históricos I los estudiantes hemos entendido que la historia no es únicamente una ciencia que acumule información para ver que bueno o que tan malo fue un proceso, para luego archivarlo y consultarlo hay cuando se ofrezca. En lo personal he comprendido que de cada proceso, las decisiones bien o mal tomadas por grupos e individuos del pasado, repercuten muchas veces sin que nos demos cuenta, en las decisiones que tomamos día con día. Basta revisar con la constante situación económica crítica para la mayor parte de la población del país, todos los días estamos en función de superar nuestros problemas adquisitivos, las deudas y ser una sociedad consumista por encima de ser productora; estos asuntos desde el pasado no han sido atendidos puntualmente, solo por citar un ejemplo.

Dado lo anterior para mi toma relevancia entender este proyecto Independentista para luego asociar sus propuestas a la actual crisis social, económica y política de nuestro país, lo que se padeció en tiempos de la Independencia y lo que aún padecemos hoy. Se vuelve incluso una necesidad y obligación tener que comprender de manera concienzuda el proyecto Independentista, para que de ese modo se pueda interpretar la historia oficial de forma adecuada. Lo que a muchos desde el nivel primaria nos fue enseñado no nos permite conocer a fondo el proceso de Independencia de México. En mi particular caso son varios años los que han transcurrido para llegar a este momento, en el que estoy conociendo los tres principales proyectos de dicho proceso histórico: Autonomista, Realista e Independentista. Lo anterior lo afirmo luego de haber revisado el libro de Historia Sexto Grado empleado por la SEP en la enseñanza de educación primaria, concretamente en el subtema “Antecedentes de la Independencia”1, es donde no aparece por ningún lado mención y distinción de estos tres proyectos. Y lo mismo sucedería si revisamos en los libros de texto del nivel secundaria e incluso algunos empleados en el nivel medio superior. Por ello sostengo que la historia oficial debe ser reinterpretada por nosotros los estudiantes universitarios, quienes desde ahora somos protagonistas de la historia actual de México.

El proyecto Independentista como se estudiará en ésta investigación apostó por una revolución total, entendiendo por “total” el eliminar por completo el control de la Corona Española en la Nueva España, así como darle a los mexicanos (que en ese entonces no se concebían así, como “mexicanos”), el gobierno y control de su destino. Cosa que de inmediato puedo relacionar con la situación actual que vivimos en México, ya no es precisamente España quien ejerce dominio o control sobre nosotros, sino el modelo neoliberal impuesto en muchas regiones del mundo y que incluso se da el lujo de permitir procesos “revolucionarios” en las sociedades pero sin que esto derive en una revolución total. Aquí es donde incluso valdría la pena hacer referencia a la misma Revolución Mexicana, pero que para efectos de está investigación no analizaremos dado que solamente abordaré el proyecto Independentista dentro de la Independencia de México.

En ésta investigación también podremos conocer ideas principales y sujetos que las aportaron, para ir así construyendo el cuerpo de lo que fue y para lo que sirvió el proyecto Independentista en México. Responderemos cuestiones como las siguientes:

¿Qué es el proyecto Independentista?, ¿qué planteó dicho proyecto?, ¿quiénes lo representaron?, ¿cuál fue el contexto social, económico y político que lo envolvió?, ¿cuáles son las razones por las cuales dicho proyecto no prosperó como hubiera sido ideal en México?, ¿en que forma nos sirve o ayuda conocer hoy día dicho el proyecto Independentista?

Con ésta investigación quiero demostrar que la historia nos hace reflexionar sobre nuestro presente, no nada más sobre el pasado, viendo cada suceso como algo no que ha quedado enterrado en el tiempo sino como algo que aún tiene vida. Hoy se requiere que los mexicanos conozcamos no lo que la clase alta decidió e hizo en aquella época, no, también re requiere primordialmente conocer cual era la condición de vida de la gente, conocer que vicios existían para no volverlos a cometer. No podemos partir de determinado punto para cambiar o mejorar una sociedad si ignoramos los problemas que desde tiempo atrás se han venido arrastrando.

En pocas palabras, quiero dar a conocer por medio de éste trabajo también que la historia es la maestra de la vida.

1 SEP, Historia Sexto grado, México, 1999, págs. 8, 9 y 10.

1. La crisis imperial de 1808 y el debilitamiento del virreinato

Diversos factores fueron los que se combinaron para que la Nueva España lograra su independencia, suceso que tuvo comienzo desde la segunda mitad del siglo XVIII. En ese tiempo las reformas borbónicas fueron pieza fundamental, pues afectaron la relación entre la corona española y los novohispanos elevando con ello las crisis internas ya existentes. Derivado de lo anterior surgen cuando menos de 1808 a 1810, dos movimientos sociopolíticos bien definidos: la búsqueda de las clases urbanas media y alta de un gobierno propio y la revuelta de la clase baja en contra de la elite local.2

En ambos movimientos lo que predominó no fue una ruptura de tajo con España sino inclusive, principalmente la burguesía, optaba por dar continuidad al régimen colonial pero ahora con la participación de los novohispanos en el gobierno, esto significaba que solo autonomía. Al mismo Francia sometía a España, de tal forma que los españoles se vieron en la necesidad de exigir mayores impuestos y tributos a los novohispanos, pero ni con eso los mexicanos se volvieron desleales al rey de España. Al ver que era prácticamente imposible constituir un Estado hispánico común, solo hasta ese momento, es cuando se comienza a pensar mejor en la independencia.
En esos momentos cierto sector simpatizaba con la idea de aprovechar el gasto en todos los sentidos que representaba para la corona española la invasión napoleónica, era claro que en lo económico sería muy complicado que la corona sostuviera con éxito al gobierno de la Nueva España. Por otra parte también se sabía que las tropas españolas tendrían dificultades de enfrentar un levantamiento armado. Es obvio, si no tienes en orden la casa, difícilmente puedes tener en orden todas tus cosas y eso le empezó a pasar a España, perdió de pronto el control de la Nueva España, pero internamente no perdió simpatizantes, eso fue fundamental para el desarrollo de todo el proceso de Independencia.

Con estos antecedentes se puede ubicar mejor a los tres proyectos que fueron pujando siempre para lograr imponerse dentro de la transformación de monarquía a república de la Nueva España, estos son: autonomista, independentista y realista.

1.1 Diferencias entre autonomistas, independentistas y realistas

Ante la situación económica que comenzaba a complicarse luego de la alta exigencia de impuestos y tributos a novohispanos para la corona española, se dio una combinación de personajes y sus políticas, para obtener con ello la simpatía de determinado sector de la población con el fin de impulsar un cambio. Un sector vio con poco optimismo el desprenderse totalmente de la corona española, pero lo que sí, todos tenían en común descontento por el mal gobierno y les preocupaba ante todo la situación financiera, lo que finalmente marca la diferencia junto a los problemas de España en su propio territorio. Algunos vieron en el debilitamiento de la corona española por la invasión francesa el momento oportuno para gestar un cambio completo en Nueva España, otros vieron ese momento como el propicio para estar del lado de la corona y sofocar cualquier intento de independencia, obviamente sacando provecho desde esa posición.

Es así como tenemos por un lado a los autonomistas cuyo reclamo era que hubiera un buen gobierno que involucrara a los novohispanos, criollos principalmente de las clases altas y medias, para poder conseguir un gobierno de la Nueva España con novohispanos que siguieran reconociendo y dependiendo de la corona española aunque ya no directamente con un virrey en el poder. También encontramos a los realistas, quienes buscaban darle continuidad a la monarquía, incluso nombrando un emperador para la Nueva España, quien a su vez seguiría dependiendo del rey de España. Esto se nota más adelante con mucha claridad en el momento de la denominada Consumación de Independencia de 1821, donde Agustín de Iturbide al firmar el Plan de Iguala prácticamente deja a México igual que como estaba desde antes de 1810 que es el año donde estalla oficialmente la Independencia. En el Plan de Iguala sigue el rey de España siendo reconocido por los mexicanos y establece una monarquía que encabezaría el mismo Iturbide. Y finalmente encontramos al proyecto que nos interesa ver a fondo, el Independentista que siempre empujo para conseguir una revolución total. Aunque entre los autonomistas y los independentistas hubo cierto vinculo ideológico y político, lo que les hizo diferir entre ellos y también al proyecto realista, fue principalmente la forma de gobierno que cada proyecto planteaba.

1.2 La crisis económica

Es claro que en toda sociedad si hay un factor que puede mantener en paz o inquieta a una población en especifico es el dinero. De fondo el mismo capitalismo que vino de la mano con el Renacimiento surgido en el siglo XVI en Europa, tuvo su efecto en la corona española y en los mismos frentes de lucha en la Nueva España, generando deudas principalmente con Inglaterra. La situación financiera de España fue crítica, ya se dijo que se elevaron impuestos y gravámenes, lo que contrajo un rompimiento con las elites que veían en peligro sus privilegios.

El efecto que se dio en Nueva España fue todavía peor, pues inicialmente los que apostaban por proteger la monarquía aceptaban dar “donaciones” a la corona aparte de sus obligaciones fiscales de regla. Un tema que hizo estallar a la población novohispana de las distintas clases fue reducir y en algunos casos cortar los créditos, lo cual daño seriamente al comercio de la Nueva España. Se puede decir con toda seguridad que desde ese momento han prevalecido problemas de capital, mala distribución de la riqueza y exageración en deudas contraídas en lo que conocemos como México. Y es evidente también que la riqueza que España históricamente estaba extrayendo de América nunca la supo administrar y ponerla a trabajar para su multiplicación, sino que la atesoro, en algunos casos la derrochó o fue víctima de los asaltos de los piratas contratados por naciones europeas para asaltar las naves que pretendían llegar a la península ibérica.

Al final el golpe que arruinó prácticamente al virreinato fue el decreto de la Real Orden de Consolidación puesta en marcha en nuestro territorio en diciembre de 1804. Esto ya daba muestra de la desesperación en España, lo cual hasta parece absurdo, pues se justificaban en “desconocer la situación de la colonia” y que por tal motivo la Orden de Consolidación les pareció la salida más viable. Es muy curioso que la corona española decía no conocer la situación de la Nueva España, pero al parecer de su dinero si tenían todo bien documentado, eso si lo conocían muy bien. Sobre esto afirma John TePaske: la desintegración económica del gobierno novohispano fue un proceso gradual e inexorable que se inició en 1780, mostrándose el desplome financiero del Estado como hecho casi consumado para... 1810. 3

1.3 Crisis política y social

Quienes de inmediato pujaron en contra de la Orden de Consolidación fueron los autonomistas, quienes denunciaban el mal manejo de las finanzas novohispanas. Otro rubro que hay que tomar en cuenta y que se repite hasta nuestros días, es la corrupción, que fue algo que acompañó a las altas exigencias financieras de España hacia la colonia. El virrey Iturrigaray es el ejemplo de corrupto por excelencia de aquella época, él a base de sobornos se benefició y rápidamente se hecho encima a las clases altas, en estos momentos como aliados para proteger sus intereses ante el mal gobierno virreinal. En 1808 los autonomistas esperaban noticias de España para saber como proceder ante ésta crisis, en julio 19 por medio del Cabildo de la ciudad de México le señalaron al funcionario corrupto Iturrigaray lo siguiente: por su ausencia [la del rey] o impedimento reside la soberanía representada en todo el reino y las clases que lo forman, y con más particularidad en los tribunales superiores que lo gobiernan, administran justicia, y en los cuerpos que llevan la voz pública 4. Esto sin duda alguna se trataba de una jugada política para conseguir la autonomía para la Nueva España, lo cual hizo que entre los mismos autonomistas dudaran unos de otros y consideraron tan solo este hecho de buscar una junta nacional un peligro para lo que denominaban imperio de la Nueva España.

En lo que se ponían de acuerdo los señores autonomistas es claro que quienes más padecían y resentían la inestabilidad del gobierno novohispano eran las clases bajas. Como ya cite con anterioridad, originalmente estas clases solo buscaban terminar con el mal gobierno a nivel local pero su ideología fue modificándose, por el agravamiento de la situación en la colonia española hasta querer terminar con toda la estructura de gobierno virreinal, que era lo que espantaba o alarmaba a las clases medias y altas pensando en perder sus bienes y aún sus propias vidas vidas. Desde aquí cobra mayor peso el proyecto Independentista porque incluso sin tener la “formalidad” que tuvo el proyecto autonomista alertó más a la corona española. ¿Por qué motivo?

Las autoridades españolas veían tan corrupto a Iturrigaray que llegaron a pensar que él mismo los traicionaría promoviendo a grupos rebeldes, de corte independentista que también de paso eliminara los privilegios a los criollos de la Nueva España, los que se conocían también como “gachupines”. Era poco a poco como este proyecto iba ganando fuerza, entre más complicada era la economía y mayores tensiones políticas entre los diversos grupos se daban, había más personas que simpatizaban con lograr una independencia, aunque hay que decirlo, también una gran parte de la población evadía siquiera pensar en ello. Como hemos ido viendo se dio una pugna de intereses y conflictos que de pronto se sumaron al lado económico para que fuera también lo político un terreno donde se diera lugar al avance del proyecto Independentista. Iturrigaray seguía convocando a reuniones a fin de que nada se saliera de control, pero por otro lado los españoles europeos ya habían adelantado la compra de armas en la capital para preparar a grupos armados y repeler la muy probable rebelión. Esto en vez de ayudar preparó el terreno para el que más adelante veremos surge como frente de los Insurgentes.

Para la media noche del 15 de septiembre de 1808 Gabriel Yermo se encargo de derribar del cargo de virrey a Iturrigaray, entrando al palacio virreinal y originando así que horas más tarde se reunieran los autonomistas para avalar la destitución de Iturrigaray y reconocieron a Pedro Garibay como nuevo virrey, pero en estos hechos también los autonomistas perdieron pues sus lideres principales fueron hechos prisioneros junto a Iturrigaray e inclusive varios de ellos murieron al poco tiempo. Todo esto lo percibía la población y si ya de por si existían diferencias políticas, muchas divisiones se acrecentaron todavía más. Lo único que se veía venir era un estallido social contra las autoridades españolas que de nuevo daban muestras de querer dominar a como diera lugar a la colonia.

[2] Rodríguez O. Jaime E. El proceso de la Independencia de México. México, Instituto Mora, 1992. p. 9
[3] TePaske, “Financial” p.63
[4] México. Cabildo, “Testimonio de la sesión celebrada por el Ayuntamiento de México, el 19 de julio de 1808”, en García, Documentos, 1910, t. t, p. 27.

2. Hidalgo principal motor del proyecto Independentista

Como suele ocurrir hasta nuestros días, muchas luchas se frenan o merman por falta de voluntad y condiciones para llevarlas a cabo de manera correcta. Con la caída de Iturrigaray uno supondría que los novohispanos encontrarían estabilidad y una salida a la crisis imperante, cuando menos por un tiempo, que como ya se vio y se sigue viendo algo similar hoy día, tuvo su parte medular en los dineros de las clases altas y medias. Para el año de 1809 existían intentos de confabulación uno que encabezaría José Mariano Michelena y José García Obeso pero que fue descubierta a tiempo. Para este intento de rebelión los impulsores contaban con apoyo en Guanajuato, Querétaro, San Miguel el Grande y Guadalajara. Las cosas aparentemente mejoraban para la corona española porque para el siguiente año, en 1810 ya España tendría un gobierno nacional a pesar de la todavía ocupación francesa de su territorio, pero contando con el apoyo de los ingleses. Lo anterior permitió que llegara a la capital como nuevo virrey el teniente general Francisco Javier Venegas el día 12 de septiembre, muy seguro de que las cosas iban a volver a tomar su rumbo. Pero no contaba con que, aunque mal organizados, ya habían hombres dispuestos a pelear para terminar de una buena vez por todas con el gobierno de España en la colonia.

2.1 El Bajío, la clave para el proyecto Independentista

El poner en manos de los novohispanos el gobierno no era una idea descabellada. Poco podía ya hacer España para tener control eficaz sobre Nueva España y eso había quedado demostrado al generar una condición crítica para las mismas clases altas luego de la muerte de lideres autonomistas y el haber hecho quebrar las finanzas del virreinato. El Bajío un área geográfica característica por su prosperidad en la agricultura y aún en la industria, parecía albergar el movimiento armado más importante para México. Su población fue siempre móvil y dinámica, además la zona se caracterizó por la industria minera y textil. Era obvio que luego de tantos problemas ésta zona resintiera fuertemente los efectos de la ingobernabilidad, por ello se volvió la cuna del movimiento insurgente encabezado por Miguel Hidalgo.

De manera considerable su economía se veía afectada, sino era por las decisiones virreinales era por desastres naturales y si no era por ambas cosas, se debía a la invasión y sometimiento capitalista que hizo Inglaterra al promover principalmente la industria textil. Todos estos factores se fueron acumulando para que la población de aquella región pensara en cambiar por la fuerza las cosas, es similar a lo que varias partes de América aún padecemos por el sometimiento del neoliberalismo salvaje. La autonomía no bastaba y apostar por el modelo realista era como un suicidio, no había mejor opción sino la de luchar y sacar por la fuerza a la corona española de América.

2.2 Inicio de la lucha armada por la Independencia

Ahora en Valladolid también en 1809 dio luz a un movimiento parecido en Querétaro, sus personajes centrales eran Allende, Aldama y Domínguez, quienes de manera informal sostenían conversaciones para planear una rebelión. Ya para ese entonces había calado más lo que derivó de la caída de Iturrigaray, siendo en marzo de 1810 cuando Hidalgo se adhería Hidalgo junto a más criollos inconformes. El apoyo de los indios del Bajío (clase trabajadora de aquella región), fue clave y en un principio se buscaba implementar una junta criolla que rigiera a Nueva España en nombre de Fernando VII. Pero para el 13 de septiembre la confabulación había sido descubierta y los lideres apresados, sobre este asunto Josefa Ortiz de Domínguez hizo llegar un mensaje a Hidalgo advirtiéndole lo que estaba pasando. Aldama llegaría el 16 de septiembre a las 2 de la madrugada a Dolores para reunirse con Allende quien se encontraba conversando con Hidalgo quien tenía armas y hombres disponibles para comenzar la rebelión. Al caer en día domingo ese día 16 de septiembre fue fácil congregar a más gente, quienes por lo regular asistían desde temprano al mercado. Aldama dijo alrededor de las 8 de la mañana: ya se habrían juntado más de seiscientos hombres de a pie y a caballo por ser día domingo y haber ocurrido a misa de los ranchos inmediatos, y el cura [Hidalgo], que los exhortaba a que se uniesen con él, y le ayudasen a defender el reino porque [los españoles] querían entregarlo a los franceses: que ya se había acabado la opresión, que ya no había más tributos, que los que se alistaban con caballos y armas se les pagaría a peso diario, y los de a pie a cuatro reales. 5

Aldama como se lee en ésta fuente de primera mano, señalaba la parte fundamental del proyecto independentista que motivo a dar fin al dominio español en los mexicanos. El discurso de Hidalgo hablaba de que sería entregada la Nueva España a los franceses lo cual enardeció a la población que veía con buenos ojos al cura, que dicho sea de paso ese fue otro de los factores principales, que Hidalgo fuera un líder religioso lo apuntaló como líder de las masas. Y todavía más cuando Hidalgo pronuncia los decretos a favor de los indios y las castas, donde declaro: 1ª. Que todos los dueños de esclavos deberán darles la libertad, dentro del término de diez días; so pena de muerte, la que se les aplicará por trasgresión de este artículo. 2ª. Que cese para lo sucesivo la contribución de tributos respecto de las castas que lo pagaban y toda exacción que a los indios se les exija.6

Queda claro que con ello y otros planteamientos de Hidalgo la autonomía había quedado en el olvido y paso a ser la principal demanda hacer que los mexicanos tuvieran y construyeran su propia nación. Si bien comenzó como modelo autonomista su lucha, sin dudarlo el movimiento insurgente se volvió el estandarte del modelo independentista, al inicio clases altas y medias fueron apoyando y mucho la rebelión de Hidalgo pero que poco a poco por las muertes, los actos de violencia y el temor a saqueos y a la misma muerte le fueron restando simpatía al movimiento Insurgente. Por momentos la población en donde se asentaban los insurgentes reconocían y daban muestras de apoyo a Hidalgo pero inmediatamente sabían de la llegada del ejército realista y dejaban de apoyar a Hidalgo.

Un factor crucial además de lo anterior para que no tuviera el éxito debido el movimiento independentista fue que los rebeldes no tenían preparación militar y a pesar de ser mayoría en el campo de batalla perdían luchas clave contra los realistas. Las clases altas y medias siempre vieron con malos ojos un estallido social por lo cual nunca dieron un apoyo abierto Hidalgo, como ya lo dije, en busca de salvaguardar sus bienes, sus riquezas, su propia vida, confiaron más en el gobierno del virrey que en el espíritu combativo de los insurgentes. Fue en marzo de 1811 a menos de un año de que estalló la denominada Independencia de México cuando los lideres estaban apresados y luego fueron fusilados, los realistas colocaron así las cabezas de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez dentro de jaulas en cada una de as esquinas del granero principal de Guanajuato.

Realmente la sociedad mexicana no estaba lista para admitir que era necesario comenzar a transformar la Nueva España. Pocos (para no decir ninguno) de la clase burgués estaban dispuestos a arriesgar privilegios y sacrificar lo suyo para lograr un bienestar en común. Aunque suenan utópicas las ideas que planteaba el modelo independentista considero eran las más coherentes y necesarias para ese momento de tantas complicaciones para la gente de abajo que a la fecha sigue sufriendo y aguardando por una verdadera Independencia de los modelos imperantes.

5 García, Genaro, Documentos históricos mexicanos. Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, México, 1910. p. 529.

6 SEP. Documentos de la guerra de independencia, México. 1945. p.91


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