Por: Manuel Taibo
En cada una de sus acotaciones, la expresión de su rostro y su tono de voz evidencian con claridad que este hombre está plenamente inmunizado contra la menor posibilidad de simpatizar con las necesidades de las clases y los pueblos oprimidos, que está totalmente imbuido de los intereses de los sectores superiores de la sociedad capitalista y del odio imperialista y racista a cualquier movimiento de liberación. Lo observamos el día 24 de los corrientes, amenazando a la soberana República de Cuba y a su gobierno con todos los males apocalípticos; y a la humanidad con una guerra Atómica.
Mister Bush, los países semi-coloniales o de origen colonial se han demorado en superar la etapa de desarrollo nacional. Venezuela entró en la revolución democrática en una época diferente y en otras condiciones que los primeros países que lo hicieron. Pero sin embargo, cómo analogía histórica, se puede decir qué Venezuela pasa por la misma etapa que, por ejemplo, atravesó Estados Unidos desde la Guerra Revolucionaria hasta la Guerra Civil contra la esclavitud y la Secesión. Todos los Bush de esa época consideraron y proclamaron que la emancipación de los negros, es decir la expropiación de los esclavistas, era un desafío a la divina profecía y –mucho peor aún- una violación del derecho de propiedad, o sea el comunismo y el anarquismo. Sin embargo, desde todo punto de vista, es indiscutible que la Guerra Civil liderada por Lincoln no fue el comienzo de la revolución comunista sino sólo la culminación de la democrático-burguesa. Señor Satanás, usted considera y proclama que la emancipación de nuestro país es un desafió a la violación del derecho democrático; o sea el comunismo y el terrorismo. Mister Diablo, permítame decirle que, los reaccionarios e imperialistas llaman comunista y terrorista a todo aquello que no les agrade y no sirva a sus intereses.
Mister Bush, no nos vamos a preguntar hasta donde merece usted respeto, nuestros patrones y los suyos son demasiado diferentes. Usted tiene en mente un triple objetivo al arriesgar la teoría del rol siniestro que cumplen sus sicarios en la vida interna de Venezuela: primero, tocar la cuerda de la sensibilidad nacional con su insensata leyenda sobre la influencia de Cuba en la política interna del país; segundo, exacerbar los círculos imperialistas de Estados Unidos contra el gobierno Bolivariano acusándolo de “comunista”; tercero, hacer difícil la situación entre Venezuela y los países Latinoamericanos y del Caribe.
Como arrogante imperialista que es usted hasta la medula de sus huesos, se da cuenta qué cada día que pasa, se le hace más difícil ponerle la mano a nuestros recursos naturales, y que la Reforma de la Constitución se lo pone todavía más lejano. Por lo cual, parte de la presunción tácita de que Venezuela no es capaz de resolver sus propios problemas sin ayuda de los Estados Unidos. (Me atrevo a decir que es la arrogancia racista de un imperialista) ¡Está muy equivocado, señor Bush! Los dirigentes revolucionarios venezolanos, por regla general, son incomparablemente superiores a usted, y a sus lacayos apatridas que en nuestro país conspiran. Venezuela que tiene que luchar por la independencia política y económica es mucho más capaz de producir dirigentes notables. Lo que pasa es que usted actúa de otra manera. Usted se inventa la información cuando no la tiene. ¡Lo que pasa es que usted es un espía negligente!
Me pregunto: ¿Es concebible que usted se pronuncie, por ejemplo; con tantas calumniosas acusaciones a Colombia? Me respondo que no, que sería imposible. Usted es más cuidadoso, más atento y por lo tanto más consciente. Pero cree totalmente admisible proclamar una serie de absurdos sobre Venezuela ¿Cuál es la razón de esta diferencia de actitud a Venezuela y Colombia? Me atrevo a decir que es porque el Presidente Chávez no es sumiso ni dependiente y que no está alineado a los intereses del imperialismo “democrático”, que usted representa.
Usted, mister Diablo, evidentemente cree que puede imponer en nuestro país, a uno de sus lacayos tutelados, pero su discurso revela un horizonte tan limitado una estrechez de miras tan egoístas y reaccionarias, que dan lástima. Los imperialistas cómo usted creen que los Chavistas revolucionarios provocan la revolución en el Hemisferio ¡Esta es una monstruosa patraña! “Mister Diablo”, los esclavistas como usted son quienes empujan a las clases explotadas y a los pueblos oprimidos por el camino de la Revolución. Las etapas de la Revolución y la Contrarrevolución se suceden a un ritmo acelerado, los enfrentamientos entre los protagonistas de un determinado proyecto de país, sabemos que cada vez se ahondaran más las diferencias. Como consecuencia de esta radical alteración de fuerzas cada vez hay que modificar con más frecuencia la estrategia.
Veamos a mister Bush, el no teme en pisotear a nuestro pueblo y proclama: ¡la ley soy yo!; desde el punto de vista imperialista es absolutamente correcto. Sin embargo, es un fraude total y charlatanería barata transferir las leyes y reglas de la lucha entre diferentes clases de una misma nación al imperialismo.
¡Mister Bush!, engendro genocida, en vano; pero en vano esperes escaparte al juicio de la Historia, ella te está juzgando, y la sentencia será terrible. Tinto en la sangre de tus victimas, comparecerás ante sus severos ojos. ¡Y ya no hay fuerza en el mundo capaz de salvarte!...
“El nombre político no es para un día o un año sino para todo un período histórico. Y el imperialismo está llegando a su ocaso” Desgraciado pueblo, ¿Quién le liberará de esa historia de muerte?
En cada una de sus acotaciones, la expresión de su rostro y su tono de voz evidencian con claridad que este hombre está plenamente inmunizado contra la menor posibilidad de simpatizar con las necesidades de las clases y los pueblos oprimidos, que está totalmente imbuido de los intereses de los sectores superiores de la sociedad capitalista y del odio imperialista y racista a cualquier movimiento de liberación. Lo observamos el día 24 de los corrientes, amenazando a la soberana República de Cuba y a su gobierno con todos los males apocalípticos; y a la humanidad con una guerra Atómica.
Mister Bush, los países semi-coloniales o de origen colonial se han demorado en superar la etapa de desarrollo nacional. Venezuela entró en la revolución democrática en una época diferente y en otras condiciones que los primeros países que lo hicieron. Pero sin embargo, cómo analogía histórica, se puede decir qué Venezuela pasa por la misma etapa que, por ejemplo, atravesó Estados Unidos desde la Guerra Revolucionaria hasta la Guerra Civil contra la esclavitud y la Secesión. Todos los Bush de esa época consideraron y proclamaron que la emancipación de los negros, es decir la expropiación de los esclavistas, era un desafío a la divina profecía y –mucho peor aún- una violación del derecho de propiedad, o sea el comunismo y el anarquismo. Sin embargo, desde todo punto de vista, es indiscutible que la Guerra Civil liderada por Lincoln no fue el comienzo de la revolución comunista sino sólo la culminación de la democrático-burguesa. Señor Satanás, usted considera y proclama que la emancipación de nuestro país es un desafió a la violación del derecho democrático; o sea el comunismo y el terrorismo. Mister Diablo, permítame decirle que, los reaccionarios e imperialistas llaman comunista y terrorista a todo aquello que no les agrade y no sirva a sus intereses.
Mister Bush, no nos vamos a preguntar hasta donde merece usted respeto, nuestros patrones y los suyos son demasiado diferentes. Usted tiene en mente un triple objetivo al arriesgar la teoría del rol siniestro que cumplen sus sicarios en la vida interna de Venezuela: primero, tocar la cuerda de la sensibilidad nacional con su insensata leyenda sobre la influencia de Cuba en la política interna del país; segundo, exacerbar los círculos imperialistas de Estados Unidos contra el gobierno Bolivariano acusándolo de “comunista”; tercero, hacer difícil la situación entre Venezuela y los países Latinoamericanos y del Caribe.
Como arrogante imperialista que es usted hasta la medula de sus huesos, se da cuenta qué cada día que pasa, se le hace más difícil ponerle la mano a nuestros recursos naturales, y que la Reforma de la Constitución se lo pone todavía más lejano. Por lo cual, parte de la presunción tácita de que Venezuela no es capaz de resolver sus propios problemas sin ayuda de los Estados Unidos. (Me atrevo a decir que es la arrogancia racista de un imperialista) ¡Está muy equivocado, señor Bush! Los dirigentes revolucionarios venezolanos, por regla general, son incomparablemente superiores a usted, y a sus lacayos apatridas que en nuestro país conspiran. Venezuela que tiene que luchar por la independencia política y económica es mucho más capaz de producir dirigentes notables. Lo que pasa es que usted actúa de otra manera. Usted se inventa la información cuando no la tiene. ¡Lo que pasa es que usted es un espía negligente!
Me pregunto: ¿Es concebible que usted se pronuncie, por ejemplo; con tantas calumniosas acusaciones a Colombia? Me respondo que no, que sería imposible. Usted es más cuidadoso, más atento y por lo tanto más consciente. Pero cree totalmente admisible proclamar una serie de absurdos sobre Venezuela ¿Cuál es la razón de esta diferencia de actitud a Venezuela y Colombia? Me atrevo a decir que es porque el Presidente Chávez no es sumiso ni dependiente y que no está alineado a los intereses del imperialismo “democrático”, que usted representa.
Usted, mister Diablo, evidentemente cree que puede imponer en nuestro país, a uno de sus lacayos tutelados, pero su discurso revela un horizonte tan limitado una estrechez de miras tan egoístas y reaccionarias, que dan lástima. Los imperialistas cómo usted creen que los Chavistas revolucionarios provocan la revolución en el Hemisferio ¡Esta es una monstruosa patraña! “Mister Diablo”, los esclavistas como usted son quienes empujan a las clases explotadas y a los pueblos oprimidos por el camino de la Revolución. Las etapas de la Revolución y la Contrarrevolución se suceden a un ritmo acelerado, los enfrentamientos entre los protagonistas de un determinado proyecto de país, sabemos que cada vez se ahondaran más las diferencias. Como consecuencia de esta radical alteración de fuerzas cada vez hay que modificar con más frecuencia la estrategia.
Veamos a mister Bush, el no teme en pisotear a nuestro pueblo y proclama: ¡la ley soy yo!; desde el punto de vista imperialista es absolutamente correcto. Sin embargo, es un fraude total y charlatanería barata transferir las leyes y reglas de la lucha entre diferentes clases de una misma nación al imperialismo.
¡Mister Bush!, engendro genocida, en vano; pero en vano esperes escaparte al juicio de la Historia, ella te está juzgando, y la sentencia será terrible. Tinto en la sangre de tus victimas, comparecerás ante sus severos ojos. ¡Y ya no hay fuerza en el mundo capaz de salvarte!...
“El nombre político no es para un día o un año sino para todo un período histórico. Y el imperialismo está llegando a su ocaso” Desgraciado pueblo, ¿Quién le liberará de esa historia de muerte?
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