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10 diciembre 2007

El breve espacio del PAN

Estaba leyendo este artículo de MGZ y pense mucho en lo que Sam nos platica de que la partidocracia ya murió, que nuestro camino debe ser otro y no solo apostarle al PRD o a formar un nuevo partido. Sin dudarlo la traición gestada contra AMLO es una traición contra él y contra los que votamos por él, bueno, sinceramente, ya muchos que votaron por él al no ver una estrategia definida por AMLO pues simplemente vuelven a su vida común y a esperar otra elección. Yo creo lo que aquí se expone es grave, tan grave que si oootra vez esperamos a oootra CND (programada para marzo entrante), lo que vamos a ver (desde antes) es la mano aplastante de los medios contra AMLO y el movimiento al cual por cierto ya el mismo Marcelo Ebrard permite que la SSPDF la use el EMP a su antojo para reprimir... creo pensando en esta mezcla de ingredientes nos queda lo que dice Sam ORGANIZARNOS DESDE EL HOGAR, SACUDIRNOS DE LOS VICIOS DEL SISTEMA Y LEVANTAR GRUPOS DE RESISTENCIA EN LAS COMUNIDADES Y PARTIR DE LAS NECESIDADES NO MACRO SINO LOCALES, LAS QUE PREOCUPAN DIARIO A LA GENTE EN DONDE VIVEN. Bueno aquí se quedan con esta nota muy interesante ¡bonito día a todos!

• Un huésped VIP en Los Pinos
• Lacritas amarillas y sones tricolores

Elegir los tiempos, mi estimado, es ahorrar tiempo. Finalmente Felipe Calderón y su Gymboree lograron regresar, por la puerta de atrás en un hostile takeover, a reconquistar el timón del PAN. Partido que será instrumento de esa sana cercanía al más puro estilo priista, cercanía para llevar a cabo los deseos, revanchas, caprichos y metas presidenciales y donde ayer culminó el primer capítulo de una larga historia de golpes bajos, dobles discursos y simpáticos amagos. La inédita ausencia del ex presidente Vicente Fox dibuja con bastante claridad el pronóstico del agitado panorama azul.

Germán Martínez, ex candidato único que no de unidad, tiene varios pendientes enfrente pero, como su jefe, el de la legitimidad le irá pesando con el paso del tiempo. Su divertido discurso se fue al nabo, my friend, al marcar con sólo 24 horas de diferencia, la pauta para que Felipe y Juan Camilo tripulen, a través de sus operadores enquistados, el nuevo CEN panista. Breve espacio donde, en abierta y fluida comunicación con Los Pinos, se desarrollarán los embates y la estrategia de
Felipe Calderón.

Y en este rubro la figura del cabecilla del Gymboree, el joven Mouriño, destaca por ser la mano política que mece la cuna. El hombre de las confianzas presidenciales como para ser el mensajero y sentarse en una mesa con el ahora líder blanquiazul y con Carlos Salinas de Gortari y Manlio Fabio Beltrones. Aunque el tricolor no es único color preferido de este muy ambicioso operador, el amarillo, amable lector, le viene bien en esta época de los tiempos de la traición.

Y qué mejor escenario de coincidencias y concurrencias que Michoacán, tierra de símbolos. Azules y amarillos. Así que, ¿listo para una espléndida historia? Porque ahí le va.

Turns out que Juan Camilo tuvo primero encerronas no sólo con Jesús Ortega, huésped VIP en Los Pinos ( hay niveles), sino con otras figuras —como Carlos Navarrete y Guadalupe Acosta Naranjo— de esa etérea corriente para poner sobre la mesa (la cabeza de López Obrador) la negociación del territorio michoacano. Ya sabe my friend, hoy por ti, mañana por mí.

La fructífera alianza sellada… en Los Pinos le fue vendida a Leonel Godoy asegurándole la victoria electoral y así dar comienzo a los tiempos de pintar la raya con el incómodo tabasqueño.

Tarea fácil para el árbol de moras de Leonel a quien no tarda en cobrarle la factura ese monstruo de las peligrosas complicidades con los organizados traviesos en el pasado proceso electoral. Godoy recibió la instrucción de colocar a Jesús Zambrano como su jefe de campaña para que no quedara duda, que no.

Y ya juntos y revueltos le ofrecieron el coctelito triunfador a los Cárdenas donde Cuauhtémoc, con su vivero histórico de árboles de moras salinistas, no tardó en comprar la magnífica idea.

Qué bonito es lo bonito (y eso que apenas es lunes). ¿Seguimos?

Leonel, Cárdenas, Ortega, Navarrete y las huestes de la nueva izquierda son los últimos eslabones (le digo que hay niveles) en la seductora cadena de intereses en la tenebra desarrollada por Juan Camilo Mouriño con el visto bueno, of course, de Felipe Calderón, pero cuyos autores intelectuales, no se me equivoque, mi estimado, son los simpáticos priistas. Con Carlos Salinas a la cabeza, mejor aún, con Salinas como cabeza. Y como Carlos y Cuauhtémoc no son precisamente completos desconocidos en ese arte que es la negociación política, Michoacán es hoy un símbolo de amistosos reencuentros.

Ya sellado el pacto y con la victoria michoacana en el bolsillo, las lacritas amarillas en ambas Cámaras han bailado a los sones del tambor tricolor o del tamboril azul. La reforma electoral y el frankenstein Cofipe son botones de muestra donde se terminó detonando el largo conflicto latente con la figura de Andrés Manuel López Obrador.

Y en una arrebatada calentura (o ¿un acto desesperado?) Carlos Navarrete fue vocero de la propuesta indecorosa tricolor: de la fusión del PT, Convergencia y PRD para… refundar los principios éticos de la izquierda, no, no, para refundar a López Obrador.

Y como buen mastín de la política acusó recibo, reviró el envenenado boomerang y difícilmente los va a soltar. Y como la nueva izquierda de derecha tiene instrucciones de ir por todas las canicas para lograr el cometido, el reventón amarillo promete colorido. Aunque en una guerra los imponderables definen. Y ésta, my friend, no será la excepción. ¿Va?

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