ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
El gángster Johnny Carmenta se tiene que enfrentar a Pancho Domínguez, el charro del arrabal, quien ha impuesto su ley en la ciudad. La rumbera Rosa transita del gángster al charro, encendiendo la ya de por sí enconada rivalidad entre ambos
Sinopsis, "Gángsters Vs. Charros"; Juan Orol (1947)
AL PRINCIPIO, PARECÍAN personajes de programa cómico de Televisa: "Los Beverly de Los Pinos". Pero de las risas provocadas pasaron al horror y terminaron como parodia –y mala— de un clásico de Juan Orol: "Gángsters contra Charros".
Los nuevos ricos instalados en las faldas de Lomas de Chapultepec y a un costado de Polanco, hasta intentaron llevar ahí a la vaca de la familia, para que el de las botas bebiera leche fresca cada mañana. La "ñora" cambió el rebozo por vestidos sin mangas –aquél con el que se re-casó, fayuqueado, sin que la casa Chanel le hubiese hecho los arreglos pertinentes, la mostraba con los tubos del saco más largos que los de Clavillazo— y estirones faciales permanentes. El de las botas siguió siendo el de las botas. Aunque de charol fueran.
Pasadas ya las carcajadas, nos han dejado una herencia de terror. Crisis política, crisis social y, agudizada, la misma crisis económica que dura ya tres décadas. Lo peor, una crisis moral, manifiesta en impunidad para quienes, como decía don José, nos saquearon y nos volverán a saquear. Es más, los de ahora, ¡ya nos están saqueando!
Heredados, también, personajes no estelares, sino de reparto –del botín--, como el ex esposo de la "ñora" y, claro, los hijitos, destacadamente el llamado "Cebollón", quien recién contrajo nupcias con una joven a la que el pueblo apoda "La Zorrita".
Y "¡charros, charros!". Manuel Bribiesca Godoy, el ex de Marta Sahagún, sale a escena a lanzarse nuevamente contra los "gángsters".
"No será conveniente" que su ex y el mancornador (Marta Sahagún y Vicente Fox) "se casen por la iglesia", ahora que el de las botas consiguió la anulación vaticana de su matrimonio con Lilian de la Concha.
¿Sabe usted por qué? Pues porque dice el veterinario radicado en Celaya, que volvieron a usar las influencias y el apoyo de Norberto Rivera y Onésimo Cepeda ante el gobierno de Benedicto XVI, cual lo hicieron en tratándose de su propio caso. Con ello, remata, lo único que consiguen es escandalizar a los verdaderos católicos.
Y sí, "¡charros, charros!", no dejó a un solo gángster vivo.
Pero, involuntariamente, su hijo "El Cebollón" –quien aparece acto seguido a dar cuenta de un nuevo enlace matrimonial, pero ahora con "La Zorrita"--, venga a los gángsters. Hijo de charro, hace buen rato que cambió su caracterización por la de pupilo de Johnny Carmenta. Y así enfundado se lanza contra los diputados de una tercera comisión que investiga sus fraudes, sus tráficos de influencias, su enriquecimiento súbito, el departamento en Houston, del que presume.
Ya se han gastado 25 millones en investigarlo, dice de los charros diputados, el joven gángster. Y eso mejor se lo hubieran dado a él para construir casas y escuelas.
¿Charros, charros? ¡Gángsters, gángsters!
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