Un auténtico choque de trenes es el que podría escenificarse en el Partido de la Revolución Democrática. Después de que el líder histórico perredista, Cuauhtémoc Cárdenas, y Ruth Zavaleta, presidenta de la Cámara de Diputados, declararon por separado que el gobierno de Felipe Calderón debería ser reconocido por el PRD, puesto que se encuentra operando y en funciones, emitiendo decretos y enviando iniciativas de ley al Congreso, el entorno de Andrés Manuel López Obrador ha decidido guardar silencio o expresar discretos pronunciamientos. El jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, fue cuestionado en entrevista radiofónica sobre los dichos de Zavaleta y Cárdenas, a lo que Ebrard sólo se limitó a decir que las declaraciones demuestran “de qué lado está cada quien”. Pero tome usted nota de que no condenó a nadie.
Por cierto los diputados del PRD, especialmente Juan N. Guerra, deberán responder a Zavaleta respecto de cómo tratan a sus esposas. En la bancada del PRD no salen de su asombro, luego de que Zavaleta les reclamó el maltrato de sus propios compañeros de partido, quienes le gritan o, de plano, la ningunean por su carácter de mujer. “No voy a permitir que me traten así”, dijo, y agregó que tal vez así lo hacen con sus mujeres. “Como que hay mucha confianza conmigo y creen que me pueden gritar como en su casa (…) Yo ni siquiera estoy casada”, remató.
La pugna por la sucesión en el PRD amenaza con colocar nuevamente a Andrés Manuel López Obrador y a Cárdenas a la cabeza de los grupos en disputa. Por un lado, ya se ve claramente el apoyo de López Obrador y de Marcelo Ebrard a la candidatura de Alejandro Encinas. Por el otro, empieza a perfilarse un apoyo de Cárdenas a la candidatura de Jesús Ortega.
Por lo pronto, Jesús Zambrano se ha convertido en el principal coordinador de la campaña de Leonel Godoy por la gubernatura de Michoacán, y en algunas de las etapas de la gira se ha visto la presencia activa de Cárdenas. En el equipo de Godoy se analiza qué tan conveniente sería pedir que López Obrador también participe en actos proselitistas del aspirante del PRD a la gubernatura del estado natal del presidente Felipe Calderón.
Quien delinea una nueva estrategia de ataque contra el presidente Felipe Calderón es Andrés Manuel López Obrador. Nos enteramos que intensificará sus recorridos por todo el país para “denunciar” la venta de empresas mexicanas estratégicas a consorcios extranjeros. Llevará como bandera la venta de Aeroméxico, y la supuesta entrega de Pemex a inversionistas foráneos. Los resultados de su periplo por el territorio nacional los dará a conocer en la asamblea informativa de la Convención Nacional Democrática, que se realizará en un mes en el zócalo de la ciudad de México.
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