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03 octubre 2007

LÍDERES RELIGIOSOS CUBANOS EXIGEN JUSTICIA PARA LOS CINCO

Los cinco dan ejemplo de seguidores de Cristo


Líderes religiosos cubanos argumentaron, basados en su fe y su compromiso con el pueblo cubano, su solidaridad y apoyo a los Cinco, en conferencia de prensa ofrecida el viernes 21 de septiembre en la Habana como parte de una jornada internacional de solidaridad con su causa.

Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González son cinco jóvenes cubanos que sufren prisión desde 1998, acusados por el gobierno de los Estados Unidos de espionaje y otras actividades ilegales. Mientras su verdadera labor fue la de prevenir y combatir el terrorismo de los grupos anticubanos radicados en territorio norteamericano. Algo que representa “una de las esencias de la fe: la defensa de la vida”.

El Reverendo Raúl Suárez Ramos, director del Centro Memorial Dr. Martin Luther King, Jr. de la Habana y pastor bautista jubilado, uno de los asistentes a la conferencia, expresó que el ejercicio de la vocación pastoral no se agota en los compromisos denominacionales y que actuando en consecuencia con el llamamiento pastoral: “Tenemos la responsabilidad y el mandato de nuestro señor Jesucristo de acompañar a los Cinco y a todo nuestro pueblo, porque somos parte del pueblo”. “Nuestros hermanos se comprometieron con la paz, con el Shalom bíblico, que no se reduce a la ausencia de guerra, sino a una paz plena e integral” -dijo el Reverendo Suárez- quien también evocó las Bienaventuranzas y el Sermón de la Montaña de Jesús. ¡Bienaventurados los que trabajan por la paz y también los que tienen hambre y sed de justicia!”.

El Dr. Sergio Arce Martínez, pastor jubilado de la Iglesia Pesbiteriana Reformada en Cuba, teólogo y presidente de la Conferencia Cristiana por la Paz de América Latina y el Caribe, explicó las motivaciones de su intervención: “Nuestro Movimiento es un movimiento por la Paz, y esta Conferencia es una actividad en ocasión de la Jornada de Solidaridad por la Liberación de los cinco compatriotas nuestros encarcelados en los Estados Unidos por su compromiso no sólo patriótico, sino también profundamente humano en contra de las actividades terroristas que hicieran su mella criminal en cubanos y cubanas, menores y mayores, incluyendo a un joven extranjero, todos totalmente inocentes.”

Adelmo Díaz Torres, presidente de la Organización budista Soka Gakkai de la República de Cuba, en nombre de los integrantes de su Junta Directiva, manifestó: “Los miembros de nuestra institución, inspirados en los más nobles principios de solidaridad y humanismo que sustenta la filosofía de vida que practicamos, no podemos permanecer en silencio, como simples espectadores de las violaciones de los derechos humanos fundamentales de que están siendo objeto estos cinco compatriotas: reclusiones prolongadas en celdas de castigo; juzgados por un tribunal parcializado y en una ciudad contaminada de prejuicios contra Cuba; insólitas condenas por delitos que jamás han podido ser probados; prohibición de las visitas de esposas, hijos y otros familiares a algunos de ellos”. Citó también al Dr. Daisaku Ikeda, presidente de la Soka Gakkai Internacional: “No debemos callarnos. Permitir que el bien sea silenciado juega a favor del mal”.

Para el Lic. Gabriel Coderch Díaz, laico católico y coordinador del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero, “ellos cumplían con el quinto mandamiento, aquel que proclama la sacralidad de la vida: No matarás”, y afirmó lo hacían “con valentía y generosidad, para evitar que un grupo de personas sin amor y sin escrúpulos llevaran a cabo sus planes y ordenaran a sus mercenarios matar impunemente a los que aquí en Cuba decidieron echar su suerte”. “Los Cinco no eran predicadores de la Palabra, sin embargo eran obreros del amor. No tienen a Jesús de Nazaret como referencia de fe, sin embargo dan ejemplo de seguidores de Cristo, se negaron a sí mismos para ayudar a que este pueblo cubano viviera en paz, incluso paz también para el propio pueblo norteamericano”. “Y como ha sido con amor y por amor, como obreros de la paz, sobre todo cuando se busca la Paz para un Pueblo y evitar sufrimientos, es imprescindible levantar nuestras voces y exigir justicia”.

La Reverenda Rhode González Zorrilla, pastora de la Iglesia Cristiana Pentecostal y presidenta del Consejo de Iglesias de Cuba afirmó: “Desde los fundamentos de la fe que nos mueve en nuestro actuar cotidiano y constituye la fuente de motivación para procurar un ser humano mejor y relaciones de justicia, paz y bienestar entre los seres humanos, realmente nos sentimos profundamente indignados, pero al mismo tiempo fortalecidos y alentados con las muestras de fraternidad, hermandad y el aumento cada vez mas creciente en intensidad de las voces que se suman en la denuncia de este injusto caso. Lo cual nos indica que hay en el mundo mujeres y hombres que han escuchado las palabras del profeta Jeremías, cuando dice en el capítulo 22: Escuchen la palabra del señor. Practiquen en este lugar la justicia y la rectitud. Y en otras versiones se expresa, Hagan juicio y justicia, libren del explotador al oprimido, no humillen ni maltraten a los extranjeros, los huérfanos y las viudas. No maten gente extranjera en este lugar.

La Doctora Ofelia Miriam Ortega Suárez, presidenta del Consejo Mundial de Iglesias, vice presidenta de la Alianza Reformada Mundial y pastora presbiteriana jubilada enfatizó: “Sí, las prisiones del Imperio no han podido acallar sus voces llenas de poesía y canto, sus manos listas para la obra artística, para la escritura, para la belleza de la comunicación en mil maneras lograda, y para expresar en cada palabra el clamor de la justicia”. Compartimos la afirmación del compañero Ricardo Alarcón de Quesada cuando dijo: la mejor defensa que los cinco héroes han tenido es su propia palabra, sus acciones, su testimonio. Y esa palabra de los Cinco se hace vida en frases poéticas como las de René González cuando nos dice: “El mundo mejor no se construye sobre el odio, hay que hacer de la felicidad y el amor nuestras herramientas filosóficas de resistencia”.

El Reverendo Marcial Miguel Hernández, pastor pentecostal, presidente de la Iglesia Evangélica Libre que cuenta con mas 350 congregaciones locales en todo el país, declaró: “La ética cristiana enseña sobre la unidad del matrimonio y la familia, como la base de la sociedad, por lo que son inadmisible las medidas que priven todo lo establecido por la Santa Palabra de Dios . Elevamos nuestras plegarias a Dios y abogamos por que las esposas y familiares de los cinco compatriotas encarcelados en las Estados Unidos de América puedan visitarlos conforme al Derecho Internacional. De igual manera, nos pronunciamos a favor de que las familias puedan reunirse, según su deseo y no mediante clasificaciones, que en mundo tan disfuncional, a veces no responden a vínculos afectivos reales”.

Según el Honorable Canónigo Pablo Odén Marichal, pastor de la Iglesia Fieles de Jesús de la Iglesia Episcopal de Cuba y vicerrector del Seminario Evangélico de Teología de Matanzas; “Se trataba, en primer lugar, de la necesidad de prevenir actos violentos y defender la vida de personas inocentes. Esa necesidad se fundamenta en que las autoridades norteamericanas , que están en e deber de perseguir cualquier conspiración que se origine en su territorio para cometer actos de terror que incluyen actos en contra la vida de seres inocentes, no lo hacían, ni loasen porque en su obsesión de satanizar la revolución cubana, justifican cualquier terrorismo si es contra Cuba, olvidando las propias palabras de su presidente cuando dijo que “si usted protege un terrorista, usted es tan culpable como el terrorista”. (If you harbor a terrorist, you are guilty as the terrorist”

En ese sentido, también se expresó el Rev. Juan Ramón de la Paz, deán de la Catedral “Santísima Trinidad” de la Iglesia Episcopal de Cuba.

La Reverenda Estela Hernández Márquez, pastora y presidenta de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba, organización miembro de la Alianza Bautista Mundial y la Alianza Bautista de América Latina, señaló: “Estamos apelando a los mejores sentimientos del pueblo norteamericano, ese pueblo que ama la libertad, que siente respeto por la familia, inclusive que ama a nuestro pueblo y que exige el cumplimiento de su más alto ideal de libertad”. Sus palabras incluyeron un llamamiento: “Yo, desde aquí, como mujer, madre y pastora, junto a otras como yo, pedimos a cualquier persona de buena voluntad, que se una a nosotros para reclamar el derecho de estos hombres a regresar al disfrute de la vida plena del hombre, a su familia, a su patria, para continuar luchando por la justicia, la paz y el amor”.

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