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03 octubre 2007

Palabras del 2004: CLEPTOCRACIA NACIONAL

Voces del periodista: Club de Periodistas de México

* La renuncia de Gertz, por el pacto Fox-Zedillo

* Miedo de ambos de ir a la cárcel por el Fobaproa

Por Yuri Serbolov “ La Crisis Agosto 18, 2004

Según el presidente Fox, Alejandro Gertz Manero dejó súbita y sorpresivamente, el pasado 13 de agosto, de ser el secretario de Seguridad Pública porque "llegó a su edad de jubilación". Fuentes de inteligencia advierten, empero, que la causa real fue un editorial que publicó el 28 de julio el periódico El Universal, el cual prendió las luces de alerta en Los Pinos y en los centros de comando del poder tecnocrático neoliberal, atrás de los cuales opera el ex presidente Ernesto Zedillo, y en el cual Gertz advirtió tres cosas:

1.- Que la corrupción sigue en este sexenio.

2.- Que "los pequeños burócratas neoliberales, entre 1980 y a finales del siglo, se encargaron de cometer el atraco más descomunal de la historia del país, que ahora se expresa en el Fobaproa".

3.- Que los tecnócratas habían modificado la ley para que los "decenas de cómplices y encubridores enriquecidos (por el Fobaproa), a los que el poder público de aquel entonces los exoneró de la cárcel al modificar la legislación penal, para que esos saqueos por cientos de miles de millones de dólares fueran delitos leves, mientras cualquier robo mínimo por unos cuantos pesos no admite derecho a fianza".

Nada de eso era nuevo, pero sí que lo dijera un secretario de Estado y más que advirtiera que en el próximo período de sesiones legislativo se presentaría una iniciativa de ley "para que los delitos contra la nación se persigan de oficio y no prescriban, para preservar a México y a su patrimonio". De pronto Fox se dio cuenta de que tenía un caballo de Troya en su gabinete.

Lo anterior alarmó tanto a Fox como a Zedillo, ya que su mayor temor es que el próximo presidente que llegue al poder en 2006, si no pertenece al grupo neoliberal, los vaya a meter a la cárcel por el Fobaproa, que es el mayor atraco que se ha cometido en la historia del país y por el cual se puede prefigurar el delito de traición a la patria, ya que la Constitución Mexicana no autoriza que el Estado convierta en deuda pública los fraudes bancarios y con ello se haya hipotecado el presente y el futuro de las generaciones mexicanas.

Zedillo le dejó el poder a Fox a cambio de que le diera impunidad en el caso Fobaproa y Fox traicionó al pueblo de México al convertirse en la "tapadera" de Zedillo. En su campaña había ofrecido abrir ese asunto e incluso en el segundo debate como candidato presidencial ofreció las llaves o claves secretas, pero como Presidente su actitud fue totalmente contraria, Fox se opuso a que se abriera ese asunto y que se hicieran las auditorías para sacar toda la corrupción, de ahí que se diga que en 2000 se cometió el mayor fraude electoral en la historia del país, no porque se hayan robado los votos de las urnas, sino porque pervirtieron el sentido de los mismos: la gente había votado en contra del Fobaproa, de los tecnócratas, del modelo neoliberal y de Zedillo. Sin embargo, Fox dejó en el poder a los tecnócratas, dejó el mismo modelo neoliberal –no hubo cambio- y tenía un compromiso inconfesable con Zedillo para que éste siguiera manejando la economía de este país, atrás del poder –una especie de maximato económico-. Incluso llegó al absurdo de convertir a Zedillo en el "héroe de la democracia", cuando en realidad Zedillo iba a pasar a la historia por haber perdido una elección y por haberle jugado chueco al PRI.

Cuando vieron que Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno de la capital del país, tenía como obsesión el tema del Fobaproa en sus conferencias matutinas y que de llegar a la Presidencia abriría ese expediente, lo cual significaba un riesgo para el modelo neoliberal y para el castigo de los responsables, se desató una campaña desde Los Pinos para atacarlo, que fue denominada por Andrés Manuel como "el complot", que se sustentaba en los videoescándalos y posteriormente en el proceso de desafuero que todavía se sigue en su contra.

El 28 de junio de 2003, La Carpeta Púrpura denunció que Vicente Fox había realizado un pacto secreto con Ernesto Zedillo –"un compromiso inconfesable"- con el objeto de no abrir el Fobaproa, no cambiar el modelo económico, dejar a los tecnócratas neoliberales al mando del gabinete económico –la economía en este sexenio no se maneja en Los Pinos-, no meter a los peces gordos a la cárcel, ni a ningún ex presidente, etcétera, etcétera. La publicación de esa Carpeta provocó una conmoción en los centros de poder de Estados Unidos y en los grupos militares, empresariales y políticos de México. Sin embargo, nunca se recibió respuesta de Los Pinos, donde se optó por la estrategia "del silencio" o la política del avestruz de esconder la cabeza.

Sin embargo, fuentes allegadas a Los Pinos confesaron que un párrafo de esa Carpeta sí le había quitado el sueño al Presidente: cuando se decía que Fox controla el presente, pero no tiene ninguna garantía de controlar el futuro y menos si su sucesor no tiene un compromiso de lealtad con él, lo que implicaba que él mismo pudiera ir a la cárcel por no haber aplicado la ley en el caso Fobaproa, ya que como Presidente había jurado guardar y hacer guardar la Constitución.

El artículo de Gertz Manero sobre la cleptocracia o corrupción nacional que sigue en el sexenio de Fox, junto con la denuncia de que el Fobaproa es el mayor atraco en la historia del país y el aviso de la iniciativa de ley que se presentará para que los fraudes contra la nación no prescriban, fue el detonador que encendió las luces rojas en la alianza foxista neoliberal, por lo que decidieron invitar a Gertz Manero, de 64 años 9 meses y 13 días de edad, a jubilarse prematuramente cuando estaba en plenitud de sus facultades y a punto de dar un golpe legislativo a favor de la patria (Fox tiene 62 años, Miguel Alemán 72, Cuauhtémoc Cárdenas 70 y aún sigue buscando la presidencia, Manuel Bartlett 68 años y es uno de los senadores más activos).

Por todo lo anterior es imprescindible que el pueblo de México conozca el artículo de Gertz sobre la corrupción, porque nos anticipa, de una u otra forma, la guerra de poder que vivirá o sufrirá el país los próximos dos años, hasta la sucesión presidencial, en la que se jugará la permanencia de los tecnócratas neoliberales en el poder y la suerte de Zedillo y de Fox en el asunto de la corrupción del Fobaproa. Porque este artículo se ha convertido en un asunto de interés y de seguridad nacional:

LA CLEPTOCRACIA NACIONAL
Alejandro Gertz Manero
28 de julio de 2004

NUESTRO país no tendrá futuro ni podrá desarrollarse si no se erradica de raíz la ancestral corrupción de sus burocracias y sus clases dirigentes, la cual tiene orígenes tan antiguos y recurrentes que lo mismo se dieron en las teocracias prehispánicas que en los 300 años de virreinato y en los casi 200 de vida como nación independiente.

Obedeciendo a ese síndrome, muchos de los que llegan al gobierno en cualquier nivel, comenzando por el policía de crucero, creen que tienen el derecho de utilizar cualquiera de las expresiones del servicio público para apoderarse ilegalmente de los bienes y los privilegios indebidos que se puedan agenciar.

Todo ello convierte al país entero en un botín de distintas facetas y expresiones, que tienen un denominador común: usar el poder para saquear los bienes de la nación.

Con esta premisa histórica, los “tlatoanis” se hicieron dueños no sólo de las tierras y las riquezas, sino del cuerpo, la voluntad y el espíritu de los antiguos mexicanos, que así perdieron sus derechos más elementales; ya durante la colonia, el oro, la plata, la grana y las entrañas de la tierra mexicana fueron el botín de quienes nos invadieron, se llevaron esas riquezas para financiar el ocio, las guerras y la decadencia de ese imperio; inmediatamente después, en el siglo XIX, fue Agustín de Iturbide quien arrasó con todos los fondos públicos, iniciándose la compulsión por el endeudamiento, que ya nadie ha podido parar, y mientras centralistas y federalistas, liberales y conservadores se disputaban el botín de la patria, Antonio López de Santa Anna se convertía en el paradigma de la contradicción, de la corrupción y del cinismo, para que después, en la Guerra de los Tres Años, el saqueo culminara con el apoderamiento, por parte de los liberales, de los bienes de las comunidades indígenas, de la Iglesia y de los conservadores.

Esos mismos predicadores del humanismo y del liberalismo se transformaron en los hacendados porfiristas y en los socios y cómplices del "gabinete científico" de Limantour, que depredó las riquezas nacionales para irlas a disfrutar a París y a Biarritz, para que luego continuaran con el saqueo, los abigeos, los iluminados y los generalazos habilitados, que no le dieron cuartel ni descanso a la rapiña y al despojo, seguidos por los "cachorros universitarios" que impartieron cátedra de inmoralidad y de latrocinio, al igual que sus herederos, hasta llegar a los pequeños burócratas neoliberales que, entre 1980 y el final del siglo, se encargaron de cometer el atraco más descomunal de la historia del país, que ahora se expresa en el Fobaproa, en las deudas impagables y en las decenas de cómplices y encubridores enriquecidos, a los que el poder público de aquel entonces los exoneró de la cárcel al modificar la legislación penal, para que esos saqueos por cientos de miles de millones de dólares fueran delitos leves, mientras cualquier robo mínimo por unos cuantos pesos no admite derecho a fianza.

Ese cinismo inconcebible, pero real, evidente y diariamente refrendado, ha dejado al país en total estado de descapitalización, con deudas que nunca jamás creímos acumular, y déficits abrumadores en materia de pensiones, así como restricciones estructurales para combatir la pobreza, la inseguridad y la injusticia.

Esta realidad es la que ahora tiene que enfrentar el gobierno actual, que se halla cercado, maniatado y cuestionado, y es probablemente una de las contradicciones e impedimentos más graves que enfrenta, no sólo el poder público sino el país entero, que no se podrá capitalizar ni crecerá si su única opción es pagar los despojos, los atracos y las irresponsabilidades del pasado, mientras que aquellos que los cometieron disfrutan de sus botines alegremente y todavía pretenden continuar con la destrucción de esta patria tan sufrida.

Por esos motivos, es fundamental que en las nuevas legislaciones penales se establezca con toda claridad, y sin lugar a dudas, que la denuncia pública por esos saqueos, debe ser una acción prioritaria del Estado, que debe ir hasta el fondo de cada asunto, transparentándolo y haciéndolo público, porque pública también fue la lesión que se le cometió al país. Es indispensable que los delitos que se cometan en contra del patrimonio nacional no prescriban, y la acción penal se mantenga vigente de manera permanente, para perseguir no sólo al que cometió el delito, sino a todos aquellos que se beneficiaron de él, para así obtener la reparación íntegra del daño causado a la nación.

En el próximo período legislativo, que se iniciará el 1 de septiembre, y a través de las organizaciones ciudadanas que se han fortalecido en los últimos años, se habrá de presentar una iniciativa que permita atacar de fondo este cáncer social, para que los delitos contra la nación se persigan de oficio y no prescriban, para preservar a México y a su patrimonio en el presente y en su futuro.

© 2004 Copyright El Universal-El Universal Online, México.

Obviamente, después de publicar algo así, Gertz merecía que lo invitaran a que se "jubilara prematuramente" gozando de cabal salud, sin embargo, eso no cura a un gobierno o a una patria enferma por el cáncer de la corrupción.

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