Por Iseo Noyola
“si el enemigo está globalizado, a globalizar la rebeldía”
Sebastián Liera
Todos somos guardines de la Tierra La luna, cual signo de los tiempos avanza en su caminar desde su cara nueva al creciente mientras un mariachi yaqui, que en nada se parece a cualesquiera de los mariachis que antes hubiéramos visto y oído, le saluda en su paso por la noche. La dama de plata está feliz, y no es para menos; abajo, en su abrigo, la palabra germina en luchas que se multiplican, esperanzas que se suman, alegrías que se alimentan, utopías que se siembran, dignidad que se cosecha. Casi 600 delegadas y delegados de 67 pueblos indígenas residentes en 12 países del continente que los invasores llamaron América han reescrito sus historias de resistencia y explotación, de rebeldía y humillación. Comenzaron las y los representantes de las naciones Achumani, Ahniyvwiya (cherokee), Lakota (sioux), Ndee (apache), Kuma (comanche), Naabeehó dine'é (navajo), Aqwesasne, Mohawk, Salish, Anisnawbe, Cayuga, Onondaga, Ojibwa, Hopi, Secwepme, Tuscarora, Ktnuxa, Cree, Creek, Gitxaan y dignas mujeres xicanas que tras refrendar su ser indígena también dieron su palabra, aunque en un principio se les había negado el espacio; todas de Estados Unidos y Canadá. Siguió el turno a las naciones Mayo Yoreme, Maya, Binizaa (zapoteca), P'uréhpecha, Triqui, Tohono O'odham (pápago), Ñahñu (otomí), Chol, Tzeltal, Cuicateco, Rarámuri (tarahumara), Ñuu sávi (mixteco), Tzotzil, Tehua (tlapaneco), Mazahua, Nahua, Zoque, Cucapá, Kumiai, Tepehuano, Popoluca, Chichimeca, Cora, Pame, Amuzgo, Tlahuica, Concaá (seri), Guarijío, Coca, Paipai, Kiliwa, Wixárika (huichol) y la anfitriona Yaqui , de México; que antecedieron a las naciones Guaraní, Kekchí, Tarapacá, Maipú, Aymara, Kichwa, Mam, Lenca, Miskito e Inka de Centro y Sudamérica, para dar cuenta que la historia de despojo que protagoniza el sistema de explotación capitalista no respeta diferencias geográficas ni culturales: “No conocíamos la realidad de los pueblos del norte, pensábamos que por estar en países desarrollados no tendrían problemas; ahora vemos que sus problemas son como los nuestros”; confían los wixaritari Santos de la Cruz y Lauro Carrillo en entrevista con Carlos Aparicio, de Radio Bemba. Día tras día, hasta la noche del 13 de octubre, 24 horas después de que los movimientos indígenas de arriba terminaran su encuentro por la victoria histórica de los pueblos indígenas del mundo, la palabra de los movimientos indios de abajo fue subiendo a encontrarse con aquellos en un murmullo común que fue juntando rabia y convicción: “Seguimos resistiendo y vamos a seguir –dice Yolanda Meza, indígena kumiai cuya comunidad en Baja California, La Zorra, está siendo invadida ya por un gaseoducto estadounidense- no lo digo débil, estoy segura de que así va a ser.” Libertad a presos ecologistas y políticos. Entonces, a la mar de palabras e historias colectivas engarzadas nación por nación, tocó el turno a los primeros acuerdos sobre los temas de guerra de conquista, despojo, desprecio y explotación de los pueblos, lo mismo que el cómo resisten, sus propuestas y demandas. En Oaxaca, en Santa Lucía del Camino para ser más específicos, lugar donde cayera asesinado el año pasado nuestro compañero Brad Will, documentalista de Indymedia Nueva York, y que reuniera a pueblos de Chiapas, Yucatán, Tabasco, Campeche y Oaxaca mismo, las demandas principales fueron la liberación de presas y presos ecologistas y políticos; detener la persecución a luchadores sociales y defensoras de recursos naturales y que fuera respetado el régimen de bienes ejidales, contrario al Programa de Certificación de Derechos Ejidales (Procede). Pero, como dijera el nahua Juan Dionisio, no todo es lamento, y entre sus propuestas se encuentran, por ejemplo, impulsar tequios, proyectos de autonomía y gestión y asambleas comunitarias; promover una educación distinta a la oficial, basada en la filosofía de la cosmovisión de cada pueblo para preservar las lenguas maternas y recuperar las formas de adoración y los ritos ancestrales, y tejer redes fraternas contra los desalojos que pudieran convocar a paros conjuntos en todo el país. Boicot continental a las Olimpiadas de Invierno En Magdalena de Kino, la subsede quizás más cubierta por los medios corporativos de comunicación dado la participación de la Comisión Sexta del EZLN y su delegado Zero, el Subcomandante Insurgente Marcos, un ingrediente significativo estuvo en la presencia de delegadas y delegados jóvenes de unas 21 naciones de los países del norte que llegaron a imprimirle dinamismo al Encuentro con sus cánticos, gritos de batalla, músicas y danzas aderezadas con declaraciones como: “si el enemigo está globalizado, a globalizar la rebeldía”, “todos somos guardianes de la tierra y si la destruyen nos destruyen”, “la tierra no se vende, con la vida se defiende”. Las historias de despojo se repiten con detalles particulares, lo mismo que las propuestas; pero en esta subsede, abrigada por territorio Tohono O'odham, resaltaron las declaraciones de carácter abiertamente anticapitalista, como el rechazo a leyes y proyectos expansionistas del tipo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), luchar por una América sin fronteras y tejer una red de hermandad que incluya la construcción de medios alternativos de comunicación en contra de las fuerzas de ocupación de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, los cuales están emprendiendo actos de genocidio hacia los pueblos indígenas en colusión con corporaciones transnacionales. Pero quizás la demanda que dará qué decir por su posible impacto mediático sea la de convocar a un boicot continental contra las Olimpiadas de Invierno que los malos gobiernos esperan celebrar hacia el 2010 en Columbia Británica, también conocida como Vancouver, territorio propiedad de la Tribu Tortuga que no ha sido cedido, mucho menos vendido, y que está significando una destrucción ecológica de la mano de carreteras y centros urbanos que, además, se traducirá en una inmensa e impagable deuda para las generaciones futuras. “Nuestra lucha no es sólo nuestra, ni es nada más la lucha nuestra” A hora y media de la ciudad más grande y poblada del planeta, la sede de San Pedro Atlapulco acordó traer a esta plenaria en Estación Vícam un enérgico repudio a la escalada represiva del gobierno federal y en particular militarización y paramilitarización del país, tanto en zonas urbanas como rurales; demanda a la que sumaron la exigencia de liberación inmediata a las y los presos políticos de San Salvador Atenco y Oaxaca. Así también, rechazan la imposición de megaproyectos como el Plan Puebla Panamá; resisten contra las acciones de las empresas transnacionales que promueven el uso de semillas transgénicas, agrotóxicos y biocombustibles que a la larga dejarán desiertos verdes donde no pueda existir más vida que la de sus monocultivos, y enfrentan igual la monopolización de nuestras fuentes de vida, principalmente nuestras aguas y montañas, como lo muestran las luchas contra la gasolinera Milenium 3000, en Cuautla (dos de sus defensores fundamentales, Jonathan González y Silvia Espinoza perdieron la vida recientemente en un accidente que no se descarta haya sido un atentado). Si en Magdalena de Kino las y los delegados enfatizaron el despojo y la explotación como resultado del sistema capitalista, en Atlapulco la voz primera no dejaba de señalar que no sólo los pueblos indios han padecido el embate de éste modelo económico; que la lucha por la defensa de nuestros recursos naturales, nuestras culturas, nuestra cosmovisión, nuestras autonomías tiene que ir a la par de las luchas de otros sectores: obreros, estudiantes, amas de casa, artistas, intelectuales, etcétera, y por ello insisten en que los resolutivos del Encuentro sean tomados en cuenta para la elaboración de un Plan Nacional de Lucha.
1 comentario:
Iseo, la cita que se me adjudica en el epígrafe no es mía, sino de uno de los delegados de los pueblos indios que asistieron al encuentro en Vícam; lo que sí es mío es el artículo que usted firma como suyo. El detalle de ser citado o retomado por entero no molesta, lo que disgusta es que le "fusilen" a uno el trabajo y otros se cuelguen el milagrito. Espero sepa enmendar el error.
Sebastián Liera.
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