ALCOCER, ¿EL ACOSADOR DEL CELULAR?

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Un traidor es un hombre que dejó su partido para inscribirse en otro. Un convertido es un traidor que abandonó su partido para inscribirse en el nuestro

Georges Benjamín Clemenceau

FUE LA PROPUESTA del PRI-AN para ocupar una de las tres plazas que, con las modificaciones a la legislación electoral, quedarán vacantes en el IFE dentro de unos días. Se preguntará usted ¿qué hizo para conseguir que dos partidos políticos con una sola vocación verdadera –el poder por el poder— apoyaran su fallida candidatura a sucesor del nefasto Luis Carlos Ugalde?

La respuesta es sencilla: su firmeza ideológica (jejeje); la elevada calidad de sus miras políticas (otra vez: jejeje).

Le hablo del guanajuatense (León, 1955) Jorge Alcocer Villanueva, quien en sus mocedades fue militante del Partido Comunista, del cual brincó al Partido Socialista Unificado de México, para después credencializarse en el Partido Mexicano Socialista.

Casado con la priísta Silvia Hernández (ex dirigente de la CNOP) dio un primer salto de la muerte con 7 grados de dificultad al convertirse en empleado de –among all people-- Emilio Gamboa sumándose al equipo de Francisco Labastida que buscó infructuosamente con el PRI la Presidencia de la República en el 2000.

Veleta que gira con los vientos políticos predominantes, seis años después volvió a reconvertirse. Y, ahora con el equipo del señor Felipe Calderón de cuyo equipo de transición o transacción formó parte, estuvo a punto de conseguir poder, lo que por supuesto dejaría atrás su papel de mero hubbie o consorte de la Hernández.

Todo indica, además, que el es coautor de las reformas electorales de este año, por lo que se le señala de haber confeccionado un traje a su medida, que no estrenará.

Perdió por nervioso. No creyó traerlas todas consigo. Y no por falta de ganas de quienes, compañeros de doña Silvia –a quien todos le deben favores de todo tipo— y de sus nuevos empleadores panistas, sino porque la legislación impide ser consejero a quien haya sido dirigente de un partido político. Y don Jorge tuvo su partido, Fuerza (sic) Ciudadana, que alega se desvaneció… como también se desvanecieron las prerrogativas económicas que los contribuyentes aportamos a su aventura por el poder.

Nervioso, muy nervioso pues, se dedicó a acosar telefónicamente a la diputada Marina Arvizu, quien denunció que Alcocer le hizo una llamada telefónica "intimidatoria". Según la legisladora, le reclamó unas declaraciones en las que ella sostiene que el coautor de la reforma electoral estba impedido por la ley para llegar al cargo que anhela.

Y si en una de esas, ¿Alcocer fuese también el mismo que ha acosado a las legisladoras del PAN desde un celular que, dicen, ya está identificado?

A unas les habría pedido dinero… a Arvizu, que se alinera o…

Ah que don Jorge, quien con todo y su firmeza ideológica (jejeje), finalmente se acogió a aquello de ¡cherchez la femme!