Bueno mis estimados lectores de Revoluciones, ya se vienen las vacaciones y seguramente que muchos de los gastos que usted y yo hagamos un alto porcentaje irá a parar a las arcas del señor Slim, pero deje de eso que vaya a parar, lo que ya está parando en sus arcas y el cómo, eso ya es ofensa y -al menos desde mi perspectica- siento que hasta el mismo trono de Dios ha llegado la avaricia de este sujeto para que pronto sea llamado (Slim) a juicio, que conste, la justicia divina nada que ver con la de los hombres. Seguro encontrarán interesante esta nota de un tal Carlos Mota (mis comentarios en negritas):
Las empleadas de Slim
Antier, en la inauguración de Saks Fifth Avenue en la Ciudad de México, dialogué con varias de sus empleadas. “Yo vengo de Liverpool”, me dijo una del departamento de perfumería, con cierto nervio, pero también mostrando un entusiasmo de quien se quiere ver exitosa en un proyecto nuevo, lleno de riesgo e ilusión. (¿Donde quedó la tragedia de Tabasco?, ahhh los medios siguen sacandole dinero a la población, sí, a nosotros pero los grandes magnates no aflojan, caray...).
“Yo estaba en el spa de El Palacio de Hierro”, me dijo alguien más, mientras custodiaba algunas cremas faciales finas. A unos pasos, del otro lado de la escalera eléctrica, Carlos Slim Helú daba la bienvenida a la socialité Viviana Corcuera. René Casados, metros atrás, era saludado por muchos. (Estas señoritas seguro podrán pensar en un futuro éxitoso, pero ¿sacrificando que?, ¿tendrán prestaciones laborales?, ¿serán tratadas como seres humanos o como simples objetos? Seguimos).
Una empleada más me aseguró: “Es fascinante estar en esta empresa. Me dieron una capacitación intensa de tres meses de duración.” ¿Dónde trabajaba usted antes?, inquirí. Respondió que su experiencia se ubicaba en el mundo del arte, y que en Saks, con el acomodo de la ropa en el punto de venta, había aprendido a ver el arte de otra forma, con un componente de moda y comercio incluido. (Entonces con eso ya no es arte pues'n, se murió el arte con aquello del mugroso "comercio" -neoliberalismo pues'n).
Todas sonrientes, las empleadas de Saks esperan prosperar en esa nueva tienda. (Claro no hay garantía de éxito más que para Slim: a) si la tienda gana, la utilidad obtenida va directa a él b) si el negocio fracasa pasa a ser rescatado por nosotros los contribuyentes, ¿cómo? violando las leyes como siempre lo hacen). Algunas aseguran que habrá más aperturas, desde el próximo año, si la tienda de Santa Fe es exitosa, y que los siguientes días seguirán siendo de fiesta. “Habrá un casino en los siguientes días”, me aseguraron. (Mirenlo, el casino ahora si que para irnos amoldando al imperio yankee que con el Plan Mexico seguro buscara poner casinos por todo el pais para entretener a sus agentes, próximamente en vez de tener México entidades federativas, tendrá prostibulos y casinos federativos, ya capte la onda, si que si).
Yo únicamente consulté un precio: una playera blanca de algodón, de diseñador, que rebasaba los 1,400 pesos. (Para eso existe mastercard, pero obviamente los niños de la calle siguen sin hogar, no tendrían para pagar una de esas playeras aunque fuera el único lugar y útimo donde las vendieran, pero aparte de esos 1,400 pesos ni un peso pagarán de impuestos por lo que nada de esa venta derivaría en gasto social y si me apuran otro que nada más quiere circo, maroma y teatro es Marcelo Ebrard ¿por? pues habré pistas de hielo el baboso cuando lo que necesitan miles de niños y mujeres es hogar y frijoles -aunque sea- para comer. Zaz).
Es lugar común decir que el mercado natural para una tienda como Saks está compuesto en nuestro país por individuos que viajan regularmente a Estados Unidos, donde acuden a boutiques y tiendas de departamento. Es un argumento cierto, pero limitado, porque en la medida en que la clase media alta mexicana tiene opciones para invertir su tiempo, preferirá ahorrar los costos de transacción de viajar a Nueva York, por ejemplo, para adquirir una o dos prendas. (Y cuando mueran -que Dios no lo quiera- ¿quién se quedará con sus costosas prendas?, ¿qué sentido habrá tenido invertir en senda ropa para que al morir los hijos anden en pleitos legales hasta por los calzones, este es México, only Mecsicou).
Ojo. No todos son fracasos como el de El Palacio de Hierro en Monterrey. (O como el del espuriato en Los Pinos). No. Evidentemente no hay garantías, y está por verse, en estas semanas y en su primer año de vida, si el modelo de negocios de Saks tiene en México un tamaño de mercado para rendir frutos robustos. Eso sí, éxito o fracaso, será muy sonoro para esta tienda en México.
Y bueno gente, el bonito relato, claro que sí, para que vean que fraudes vengan o fraudes vayan, este es el México que han querido imponernos unos cuantos ¿hasta cuando me pregunto yo?, ¿hasta cuando mexicanos? Iren desde el titulo de la nota (welcome to the plan mecsicou):
Con estilo neoyorquino
El día esperado llegó: Saks Fifth Avenue, la tienda departamental que tiene sólo marcas de lujo extremo, abrió sus puertas en la ciudad de México.
Para encabezar esta inauguración no pudo faltar el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, quien tuvo la idea —y el presupuesto— para traer este almacén neoyorquino a nuestro país.
Por una alfombra negra desfilaron socialités, empresarios, diseñadores, modelos y figuras del espectáculo. Luego de sonreír a los fotógrafos y saludar a unas cuantas amistades, entraban a la tienda.
Previo al corte del listón, los invitados dieron un paseo por los tres pisos de Saks. Dos anaqueles con bolsas de Dolce & Gabbana y Versace daban la bienvenida y constituían a la vez una pequeña muestra de los exclusivos artículos que se pueden adquirir ahí.
Con una copa de champaña en la mano y el bolso en la otra, las mujeres eran las más activas en cuanto al análisis de la mercancía. Los perfumes, la joyería, pashminas, relojes, lentes y cosméticos en la planta baja causaron cierta impresión, pero lo mejor esperaba arriba.
En el primer piso, dedicado al sexo femenino, circulaban charolas rebosantes de bebidas finas, pero muchas de las invitadas preferían tener libres las manos para revisar las prendas y las etiquetas con los precios.
Para entonces, ya los abrigos y estolas de pieles descansaban en el brazo de su dueña y dejaban al descubierto los minivestidos de muchas de las jóvenes asistentes; el frío y el viento helado habían quedado en el exterior. Dentro, todo era celebración y convivencia.
En la última planta se dispuso todo para los caballeros: trajes, corbatas, zapatos, camisas, pantalones. En este piso sí hubo compradores, que salieron con su mercancía en las elegantes bolsas con diseño navideño de Saks.
Los espacios amplios son una característica del almacén; los pasillos alfombrados, los anaqueles de madera y los exhibidores dieron pie al libre tránsito de los compradores, que admiraron con detenimiento todos los artículos
Después de ver todo lo que se ofrecía en el almacén de lujo, muchos se dirigieron a la entrada del recinto para presenciar el corte del listón. Unas palabras por parte de Carlos Slim Domit, presidente del grupo Sanborn’s, y del empresario Carlos Hajj, abrieron el acto de inauguración.
Los encargados de tomar las tijeras para hacer oficial la apertura fueron Carlos Slim Helú, presidente del Grupo Carso; Denim Schiff, director internacional de Saks, Donna Tallon, gerente general de Saks México, y la top model Petra Nemcova.
Acto seguido, todos los comensales pasaron a la tienda para disfrutar del coctel y la música en vivo de pequeñas orquestas y de Big Band Jazz.
Entre los invitados estuvieron Vanessa Slim, David Pilnick, Christiane Magnani de Alemán, Héctor y Mónica Slim, Alejandra Barrios Gómez; María Jesús y Patricio Slim, Hilda Villarreal y Albi Canilla; el diseñador Ricardo Covalín, José Pérez Simón, Magdalena Carral, Raquel Bessudo, Gloria Calzada, Paulina Díaz Ordaz, Beatriz Sámano, Julian Slim, Marion Lanz Duret, Boby Slim.
Asimismo estuvieron los cantantes Lucero y Mijares, Mimí, Luz Blanchet, Sharis Cid, Nicolás y Elia Aboumrad, María Elena y Miguel Torruco.
También presentes, Arturo Elías Ayub, Emmanuel, Constanza Antoni, Claudia Azpiri, Queta y Hervé Peyrelongue, Sergio y Rosy Stern, Bárbara y Vicente López, Cristina Lascuráin, Martha Pandal, Eugenia y Carlos Calderón, Jimena Rodríguez, Mossy Santini, Guillermo Fernández, Mariana Otero, Gerardo Sarur, Mateo Corina, Michelle Torres, Rafael Tovar y Helio Fajardo.
El diseñador neoyorquino Ángel Sánchez, Sonia Gipson, María Elena y Miguel Torruco, Carlos y Ana Paula Palomino, José Carrasco, Vanessa López Franco, Rodrigo Rivero Lake, Vanessa Angulo, Antonio Lacayo, Claudia Rigoletti, Laisha Wilkins, Federico Rigoletti, Mayer Guerrero, Carmen Lebrija, Javier Martínez Gama, Pilar Huerta, Marisol Álvarez, la actriz Edith González, Paco de la O, Mónica Garza, Atala Sarmiento, Inés Gómez Mont y Rodrigo Díaz.
Y mis fuentes dicen que un chaparrito pelón de lentes que anduvo sirviendo el vino era nada más y nada menos que el gato del felipe calderón (metaforico, capten la idea pues).
Las empleadas de Slim
Antier, en la inauguración de Saks Fifth Avenue en la Ciudad de México, dialogué con varias de sus empleadas. “Yo vengo de Liverpool”, me dijo una del departamento de perfumería, con cierto nervio, pero también mostrando un entusiasmo de quien se quiere ver exitosa en un proyecto nuevo, lleno de riesgo e ilusión. (¿Donde quedó la tragedia de Tabasco?, ahhh los medios siguen sacandole dinero a la población, sí, a nosotros pero los grandes magnates no aflojan, caray...).
“Yo estaba en el spa de El Palacio de Hierro”, me dijo alguien más, mientras custodiaba algunas cremas faciales finas. A unos pasos, del otro lado de la escalera eléctrica, Carlos Slim Helú daba la bienvenida a la socialité Viviana Corcuera. René Casados, metros atrás, era saludado por muchos. (Estas señoritas seguro podrán pensar en un futuro éxitoso, pero ¿sacrificando que?, ¿tendrán prestaciones laborales?, ¿serán tratadas como seres humanos o como simples objetos? Seguimos).
Una empleada más me aseguró: “Es fascinante estar en esta empresa. Me dieron una capacitación intensa de tres meses de duración.” ¿Dónde trabajaba usted antes?, inquirí. Respondió que su experiencia se ubicaba en el mundo del arte, y que en Saks, con el acomodo de la ropa en el punto de venta, había aprendido a ver el arte de otra forma, con un componente de moda y comercio incluido. (Entonces con eso ya no es arte pues'n, se murió el arte con aquello del mugroso "comercio" -neoliberalismo pues'n).
Todas sonrientes, las empleadas de Saks esperan prosperar en esa nueva tienda. (Claro no hay garantía de éxito más que para Slim: a) si la tienda gana, la utilidad obtenida va directa a él b) si el negocio fracasa pasa a ser rescatado por nosotros los contribuyentes, ¿cómo? violando las leyes como siempre lo hacen). Algunas aseguran que habrá más aperturas, desde el próximo año, si la tienda de Santa Fe es exitosa, y que los siguientes días seguirán siendo de fiesta. “Habrá un casino en los siguientes días”, me aseguraron. (Mirenlo, el casino ahora si que para irnos amoldando al imperio yankee que con el Plan Mexico seguro buscara poner casinos por todo el pais para entretener a sus agentes, próximamente en vez de tener México entidades federativas, tendrá prostibulos y casinos federativos, ya capte la onda, si que si).
Yo únicamente consulté un precio: una playera blanca de algodón, de diseñador, que rebasaba los 1,400 pesos. (Para eso existe mastercard, pero obviamente los niños de la calle siguen sin hogar, no tendrían para pagar una de esas playeras aunque fuera el único lugar y útimo donde las vendieran, pero aparte de esos 1,400 pesos ni un peso pagarán de impuestos por lo que nada de esa venta derivaría en gasto social y si me apuran otro que nada más quiere circo, maroma y teatro es Marcelo Ebrard ¿por? pues habré pistas de hielo el baboso cuando lo que necesitan miles de niños y mujeres es hogar y frijoles -aunque sea- para comer. Zaz).
Es lugar común decir que el mercado natural para una tienda como Saks está compuesto en nuestro país por individuos que viajan regularmente a Estados Unidos, donde acuden a boutiques y tiendas de departamento. Es un argumento cierto, pero limitado, porque en la medida en que la clase media alta mexicana tiene opciones para invertir su tiempo, preferirá ahorrar los costos de transacción de viajar a Nueva York, por ejemplo, para adquirir una o dos prendas. (Y cuando mueran -que Dios no lo quiera- ¿quién se quedará con sus costosas prendas?, ¿qué sentido habrá tenido invertir en senda ropa para que al morir los hijos anden en pleitos legales hasta por los calzones, este es México, only Mecsicou).
Ojo. No todos son fracasos como el de El Palacio de Hierro en Monterrey. (O como el del espuriato en Los Pinos). No. Evidentemente no hay garantías, y está por verse, en estas semanas y en su primer año de vida, si el modelo de negocios de Saks tiene en México un tamaño de mercado para rendir frutos robustos. Eso sí, éxito o fracaso, será muy sonoro para esta tienda en México.
Y bueno gente, el bonito relato, claro que sí, para que vean que fraudes vengan o fraudes vayan, este es el México que han querido imponernos unos cuantos ¿hasta cuando me pregunto yo?, ¿hasta cuando mexicanos? Iren desde el titulo de la nota (welcome to the plan mecsicou):
Con estilo neoyorquino
El día esperado llegó: Saks Fifth Avenue, la tienda departamental que tiene sólo marcas de lujo extremo, abrió sus puertas en la ciudad de México.
Para encabezar esta inauguración no pudo faltar el hombre más rico del mundo, Carlos Slim Helú, quien tuvo la idea —y el presupuesto— para traer este almacén neoyorquino a nuestro país.
Por una alfombra negra desfilaron socialités, empresarios, diseñadores, modelos y figuras del espectáculo. Luego de sonreír a los fotógrafos y saludar a unas cuantas amistades, entraban a la tienda.
Previo al corte del listón, los invitados dieron un paseo por los tres pisos de Saks. Dos anaqueles con bolsas de Dolce & Gabbana y Versace daban la bienvenida y constituían a la vez una pequeña muestra de los exclusivos artículos que se pueden adquirir ahí.
Con una copa de champaña en la mano y el bolso en la otra, las mujeres eran las más activas en cuanto al análisis de la mercancía. Los perfumes, la joyería, pashminas, relojes, lentes y cosméticos en la planta baja causaron cierta impresión, pero lo mejor esperaba arriba.
En el primer piso, dedicado al sexo femenino, circulaban charolas rebosantes de bebidas finas, pero muchas de las invitadas preferían tener libres las manos para revisar las prendas y las etiquetas con los precios.
Para entonces, ya los abrigos y estolas de pieles descansaban en el brazo de su dueña y dejaban al descubierto los minivestidos de muchas de las jóvenes asistentes; el frío y el viento helado habían quedado en el exterior. Dentro, todo era celebración y convivencia.
En la última planta se dispuso todo para los caballeros: trajes, corbatas, zapatos, camisas, pantalones. En este piso sí hubo compradores, que salieron con su mercancía en las elegantes bolsas con diseño navideño de Saks.
Los espacios amplios son una característica del almacén; los pasillos alfombrados, los anaqueles de madera y los exhibidores dieron pie al libre tránsito de los compradores, que admiraron con detenimiento todos los artículos
Después de ver todo lo que se ofrecía en el almacén de lujo, muchos se dirigieron a la entrada del recinto para presenciar el corte del listón. Unas palabras por parte de Carlos Slim Domit, presidente del grupo Sanborn’s, y del empresario Carlos Hajj, abrieron el acto de inauguración.
Los encargados de tomar las tijeras para hacer oficial la apertura fueron Carlos Slim Helú, presidente del Grupo Carso; Denim Schiff, director internacional de Saks, Donna Tallon, gerente general de Saks México, y la top model Petra Nemcova.
Acto seguido, todos los comensales pasaron a la tienda para disfrutar del coctel y la música en vivo de pequeñas orquestas y de Big Band Jazz.
Entre los invitados estuvieron Vanessa Slim, David Pilnick, Christiane Magnani de Alemán, Héctor y Mónica Slim, Alejandra Barrios Gómez; María Jesús y Patricio Slim, Hilda Villarreal y Albi Canilla; el diseñador Ricardo Covalín, José Pérez Simón, Magdalena Carral, Raquel Bessudo, Gloria Calzada, Paulina Díaz Ordaz, Beatriz Sámano, Julian Slim, Marion Lanz Duret, Boby Slim.
Asimismo estuvieron los cantantes Lucero y Mijares, Mimí, Luz Blanchet, Sharis Cid, Nicolás y Elia Aboumrad, María Elena y Miguel Torruco.
También presentes, Arturo Elías Ayub, Emmanuel, Constanza Antoni, Claudia Azpiri, Queta y Hervé Peyrelongue, Sergio y Rosy Stern, Bárbara y Vicente López, Cristina Lascuráin, Martha Pandal, Eugenia y Carlos Calderón, Jimena Rodríguez, Mossy Santini, Guillermo Fernández, Mariana Otero, Gerardo Sarur, Mateo Corina, Michelle Torres, Rafael Tovar y Helio Fajardo.
El diseñador neoyorquino Ángel Sánchez, Sonia Gipson, María Elena y Miguel Torruco, Carlos y Ana Paula Palomino, José Carrasco, Vanessa López Franco, Rodrigo Rivero Lake, Vanessa Angulo, Antonio Lacayo, Claudia Rigoletti, Laisha Wilkins, Federico Rigoletti, Mayer Guerrero, Carmen Lebrija, Javier Martínez Gama, Pilar Huerta, Marisol Álvarez, la actriz Edith González, Paco de la O, Mónica Garza, Atala Sarmiento, Inés Gómez Mont y Rodrigo Díaz.
Y mis fuentes dicen que un chaparrito pelón de lentes que anduvo sirviendo el vino era nada más y nada menos que el gato del felipe calderón (metaforico, capten la idea pues).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario