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02 diciembre 2007

Y en Tabasco nada bueno que comentar

Temen inundaciones por azolve del río Samaria

Al ver que la ayuda oficial se ha dirigido solo en el arreglo y reforzamiento de los bordos de contención de los ríos en la ciudad de Villahermosa, habitantes de las zonas ribereñas del Mezcalapa y Samaria, urgieron a las autoridades estatales y federales aplicar un plan de ayuda ante el temor de una nueva inundación.

En representación de unos 500 colonos de Nueva Zelandia, comunidad ubicada en la margen del río Samaria en el municipio de Cárdenas, la delegada Isabel Hernández Villegas dio que existe una gran preocupación entre los colonos, pues tan solo en el primer día de desfogue controlada de agua de la presa Peñitas, el río que cuenta con más de 800 metros de ancho en su lecho, incrementó su nivel en más de 40 centímetros.

“Aquí ni hay vigilancia de la Conagua, ni tampoco se está haciendo nada por proteger a la población ante un posible desbordamiento del afluente que baña este municipio y sigue su curso por varias localidades de la Chontalpa”, dicen.

La gente está muy asustada, pues ahora que las compuertas estuvieron cerradas, el río se secó dejando al descubierto inmensas cantidades de arena; este material ocupa el lecho del río, lo cual impedirá un libre flujo del agua, provocando la posibilidad de desbordamientos por las zonas que ya presentan deslaves.

Y en efecto, en un recorrido previo por las márgenes del afluente fue posible corroborar que en el lecho se encuentran miles de toneladas de arena, que a decir de pescadores y trabajadores en la extracción de grava, debió ser arrastrada por la corriente durante la creciente.

“No hay espacio para el agua y por eso el peligro de una inundación en real, ahora que ya empezaron a desfogar nuevamente la presa Peñitas”, dijo por separado Víctor González Gómez, quien hace dos años construyo un parador recreativo dando empleo a más de 60 personas de la comunidad.

“Con la inundación todo esto se fue a pique, y ahora que con nuestro propio esfuerzo y recursos estábamos construyendo una costalería de arena para proteger el predio, nos ganó la llegada del agua”, mencionó.

Visiblemente preocupado, recordó que aún la tarde del martes se podía caminar por el lecho del río Samaria repleto de arena, pero ya la mañana de este miércoles, amaneció crecido el afluente y eso que solo desfogaron un poquito de agua, entonces, cuestionó qué va a pasar en el mes de diciembre que baje toda el agua retenida en el “tapón” del alto Grijalva.

Al igual que la delegada de la comunidad, urgió a las autoridades federales a aplicar un programa de desasolve y extracción a gran escala de la arena que ocupa el lecho el afluente lo cual reduce el espacio para el agua.

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