Mientras el Rector de la UNAM prosigue su campaña de despedida promoviendo alianzas de toda laya empresarial globalizadora a cargo del presupuesto universitario, Jorge Martínez Valero está a punto de regresar a la cárcel. Se trata de un distinguido activista de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales que integrado al Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella, participó intensamente en el Movimiento Estudiantil de entre siglos y en el repudio a la dirección de la Facultad.
FLEJAM era un grupo compacto, de alto nivel teórico por su preparación constante, yo mismo coordiné un seminario durante el movimiento con excelentes resultados, porque no sólo participaron activistas, sino profesores, algunos doctorados. Esto dotó a sus movilizaciones de radicalismo teórico y práctico y los enfrentó al director Fernando Pérez Correa, exsubsecretario de Gobernación durante el salinato, experiencia usada para organizar un grupo de profesores y estudiantes incondicionales dispuestos a sabotear asambleas y movilizaciones. En los meses finales de la Rectoría de Juan Ramón de la Fuente , esta línea represiva prueba su eficacia y prepara la candidatura de Pérez Correa para suceder al exsecretario de Salud nombrado desde la Presidencia de la República con la complicidad de la autoritaria y servil Junta de Gobierno para actuar en la UNAM donde la competitividad ha sustituido a la solidaridad en beneficio de una línea económico-política favorable al Imperio global.
Martínez Valero es enfermero, uno de esos ilustres jóvenes que a base de tesón y mucho trabajo, estudian y procuran un mundo mejor, una Universidad científica, popular, actuante frente a las terribles condiciones impuestas por los gobiernos neoliberales. Suficiente para formar parte de la lista negra de más de 300 expulsados de la UNAM y de la negrísima de quienes además fueron acusados penalmente. FLEJAM resultó desmantelado a raíz de la expulsión y consignación penal de tres de sus militantes. El juez de Coyoacán atendió solícito a los abogaduchos de Rectoría y rápido obsequió ordenes de aprehensión y en los casos adecuados, la determinación de fianzas. Los inculpados fueron arrojados a un cauce de trámites y defensas muy difícil de navegar sin dinero ni influencias con toda la prensa y los noticieros en campaña constante contra los supuestos vándalos sin derecho a réplica alguna, apenas con la posibilidad cada vez más remota, de informar a cielo abierto en sus espacios escolares. De nada sirvió ir a atestiguar al Tribunal Universitario las sesiones de seminario fuera de Ciudad Universitaria cuando ocurrieron hechos violentos y gracias a la solidaridad de atareadísimos abogados solidarios, la defensa formal fue posible con enorme desventaja frente a los equipos bien cebados y protegidos de perros leguleyos de Rectoría.
El caso Martínez Valero es paradigmático de la justicia y la autonomía universitaria y la libertad de expresión en la crisis del estado actual. Someter a procesos a indefensos inculpados es garantía de desactivarlos porque hay que estar pendientes a los plazos y los movimientos del enemigo poderoso. Martínez Valero apenas si ha pisado un Reclusorio porque ha logrado reunir el dinero de las fianzas, pero no logró impedir su cese como enfermero gracias al largo brazo represivo ramificado hasta la vigilancia de las relaciones laborales y personales.
Para algo sirve el CISEN infiltrado en la UNAM y en nuestros teléfonos y computadoras. Jorge concursó por otra plaza en otra institución y la ganó, pero ahora la sentencia de trabajo comunitario está a punto de ser cambiada por orden de aprehensión. Se trata de destruirlo, de evitar que siga sus estudios en alguna otra escuela, de poner a su familia en crisis, de impedirle ejercer la profesión de servicio que lo honra.
No hay quien se ocupe del caso porque apenas Atenco, Ernestina la violada y asesinada de Zongolica, la APPO y en las semanas próximas la persistencia de la impunidad por las masacres del 10 de junio de 1971 y Aguas Blancas en 1995, atraen las protestas y los llamados a detener la escalada represiva de los abajofirmantes, universitarios distinguidos algunos cuya beligerancia no alcanza a la Rectoría de la UNAM que ha sabido repartir privilegios de contentillo.
Se acercan las vacaciones intersemestrales en la UNAM y crece el terror entre los activistas no desmembrados sino creadores de comunicación para oponerse a la ausencia de libertad de expresión en la dizque autónoma universidad. ¿Alguien sabe de algún programa estudiantil en alguna radio universitaria, salvo los promovidos y realizados por los universitarios de Oaxaca hasta consagrar a la cariñosamente nombrada doctora Escopeta, la eminente científica Bertha Muñoz como comunicadora excelente (ahora a salto de mata)?. ¿Cuántos programas de las televisoras universitarias informan de las actividades de las organizaciones independientes de los patrocinios mediatizadores de las rectorías?.
Siempre recuerdo a un distinguido universitario que afirmaba como único gran error de Javier Barros Sierra, el último rector digno, la renuncia sin mayor trámite al canal 13 otorgado a la UNAM que nunca lo utilizó, para cederlo al gobierno que al paso del tiempo lo privatizó hasta entregarlo a TV Azteca, uno de los dos monopolios poderosísimos protegidos por una Ley y sus reglamentos votados a favor por todas las diputaciones de todos los partidos con patrocinio estatal, como prueba de hasta donde están por la libertad de expresión y hasta donde por la complacencia para no ser vetados por los noticieros y los comentaristas corruptos y bien pagados.
Un grupo de activistas del CCH Vallejo, construyó una modesta cabina en un rincón de su escuela y ha logrado sostener al aire la Radio Pacheco , nombre transgresor luego cambiado a Regeneración Radio . De la alusión a la mariguana libre al homenaje al periódico de Flores Magón, hay una trayectoria de rigores para atender el alud de necesidades populares en tiempos de control férreo de la comunicación con perfecto acuerdo entre los gobiernos espurios y los industriales del espectáculo y la idiotización masiva. Regeneración Radio está en la mira para el exterminio encabezado en apariencia por la directora del plantel del CCH Vallejo, Lucia Laura Muñoz Corona, pretexta combatir el ruido y el ambulantaje y ha simulado un referéndum aplicado por profesores incondicionales que al fin del semestre escolar, intimidan a alumnos y ofrecen aumentar la calificación si se vota a favor de silenciar del todo a la radio libre y se le impide toda actividad de venta de disquettes y Cd´s, hasta llegar a la destrucción de su pobre cabina.
Las redes nacionales e internacionales de radios libres están en alerta máxima desde la sentencia de muerte para ellas concretada en la cínicamente llamada Ley Televisa y ponen sus barbas a remojar dos radios ejemplares a cargo de estudiantes que además de cumplir sus obligaciones escolares, dedican todo el tiempo que pueden para mantener una comunicación necesaria en tiempos de hostilidad extrema contra los movimientos populares. Una es Radio Zapote instalada también en una cabina precaria en un rincón del patio de la Escuela Nacional de Antropología de Historia y la otra es la famosa K-Huelga transmitiendo desde la Facultad de Ciencias de la UNAM con un alcance de 10 kilómetros a la redonda, suficiente para convocar a su exterminio por autoridades sátrapas.
De gobernar el pueblo en lucha contra los opresores, ¿procederá o no ocupar las radios y televisoras universitarias en beneficios de la libertad de expresión conculcada mediante una programación donde al lado de los eventillos de la aristocracia siguieran entrevistas, seguimiento de atrocidades contra los pueblos, enlaces internacionales, noticias de última hora que nunca entrarán en los noticieros patrocinados por los grandes consorcios trasnacionales con el apoyo total del Estado y no sólo el gobierno de México?. Se vale soñar, dice Lenin en El Estado y la Revolución , siempre y cuando hagamos todo por la realización de nuestros sueños. Ánimo Jorge, estamos contigo, adelante radios libres, que no callen sus voces.
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