Para EEUU el costo de un automóvil es similar al de la vida de un iraquí
¿Cuánto vale la vida de un iraquí? ¿Cuánto vale un automóvil iraquí? Para el ejército de los Estados Unidos en Iraq, puede que sea más o menos lo mismo.
En un informe publicado a finales del mes pasado por la Oficina de Contabilidad del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) se estudian las prácticas y normas que rigen los pagos por defunción que el ejército de los Estados Unidos puede distribuir a los familiares de los civiles iraquíes muertos "como resultado de las acciones combativas de las fuerzas estadounidenses y la coalición”.
El Pentágono ha establecido 2 500 dólares como suma máxima a ser abonada por persona. La mayoría de los pagos por muerte se mantienen a ese nivel, en tanto que se paga 1000 dólares aproximadamente por lesiones graves y 500 por daños materiales.
Según el informe presentado por la GAO en 2005, las sumas distribuidas en Iraq alcanzaron los 21,5 millones de dólares y, con el aumento de la violencia, disminuyó a 7,3 millones en el año pasado.
El informe brinda un ejemplo de cómo se calculan los pagos: Dos miembros de una misma familia resultaron muertos en un automóvil que fue blanco de las fuerzas estadounidenses. La familia recibió del Programa de Respuesta de Emergencia del Ejército (CERP, sigla en inglés), un máximo de 7500 dólares en pago de compensación; o sea, 2500 dólares por cada familiar muerto y hasta 2500 por los daños que sufrió el vehículo.
Un ex fiscal militar que prestó servicios en Iraq escribió que cada iraquí con quien había hablado se había sorprendido de eso. Él escribió: “Según la Ley de Reclamaciones Extranjeras, se debe pagar todo lo el valor de mercado de un Toyota aplastado por un tanque… pero solo se pagará 2500 dólares por la muerte de un niño que recibió un disparo en medio del fuego cruzado.”
Fuente: Walter Pincus,The Washington Post. Traducido por Francy Pérez y revisado por Asunción Aday, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión.
Las atrocidades de la CIA, al descubierto
La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) violó su propias reglas durante 25 años al realizar secuestros, complots de asesinato, intervenciones telefónicas, vigilancia doméstica, cateos no autorizados y "experimentación humana", según información contenida en un archivo de 693 páginas que será hecho público por primera vez.
El National Security Archive, organización de investigación independiente de Washington, obtuvo un resumen de las actividades ilegales y otros documentos que ofrecen datos sobre el contenido del expediente, que será hecho público los próximos días.
Entre los detalles sobre las actividades expresamente ilegales llevadas a cabo desde los años cincuenta está el secuestro de un desertor ruso, la intervención telefónica sobre actividasdes de dos columnistas (Robert Allen y Paul Scott), la vigilancia clandestina del reconocido periodista Jack Anderson, la vigilancia física de un reportero del diario The Washington Post, cateos no autorizados de ex integrantes de la agencia, la violación de correos entre Estados Unidos y la Unión Soviética (desde 1953 hasta 1973) y entre la Casa Blanca y China (de 1969 a 1972).
Además, el material incluye información oficial sobre los complots para asesinar a Fidel Castro, Patricio Lumumba, el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y el general chileno René Schneider (aunque se indica que todos los intentos fracasaron).
Se registran, asimismo, actividades de espionaje doméstico contra críticos y disidentes, incluyendo la elaboración de fichas sobre más de 9 mil 900 estadunidenses relacionados con el movimiento de oposición a la guerra en Vietnam y la vigilancia de ex agentes que se convirtieron en críticos de la propia CIA, como el caso de Víctor Marchetti.
También se revela que hubo esfuerzos para identificar "las actividades internacionales de radicales y militantes negros" a finales de los años setenta, así como de contactos en el extranjero de "disidentes". Asimismo, se hace referencia a la infiltración de agentes en el movimiento pacifista en Estados Unidos.
La CIA, según este archivo, financió investigaciones en varias instituciones académicas sobre "modificación de comportamiento", incluyendo experimentos sobre el uso de drogas.
El expediente fue abierto por orden del entonces director de la agencia, James Schlesinger, en mayo de 1973. El periodista Seymour Hersh fue el primero en revelar esas operaciones ilegales en un reportaje de primera plana publicado en el New York Times el 22 de diciembre de 1974, lo cual provocó un escándalo político.
Informó sobre las operaciones de la agencia contra fuerzas antibélicas y otros "disidentes", y divulgó la existencia del archivo secreto que registraba las actividades ilegales desde los años cincuenta.
Según el National Security Archive, esto provocó pocos días después reuniones entre la CIA y el Departamento de Justicia para evaluar las "cuestiones legales" y poco después se realizó un encuentro con el presidente Gerald Ford y los directivos de la agencia.
El escándalo dio pie a investigaciones oficiales y a la promulgación de reformas que impusieron límites severos sobre las operaciones encubiertas.
La CIA anunció que todo el archivo será hecho público el próximo lunes 25 de junio. El actual director de la agencia, Michael Hayden, comentó ayer a los medios que el material no es muy positivo para la imagen del organismo, "pero es la historia. Los documentos ofrecen un vistazo a lo que era un tiempo muy diferente con una agencia muy diferente".
Algunos no están tan seguros de que los tiempos han cambiado: Tom Blanton, director del National Security Archive, señaló que ahora hay programas parecidos, como la autorización de intervenciones de comunicaciones electrónicas sin necesidad de órdenes judiciales, entre otras cosas.
Aunque mucho de lo documentado aquí ya era conocido mediante investigaciones del Congreso y otros al estallar el escándalo, no se ha visto casi nada de los documentos oficiales que serán revelados próximamente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario