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24 junio 2007

¿A Quién Debemos Confesarnos?

Usted recordará que cuando los discípulos le pidieron a Jesucristo que les enseñara a orar, El principió así su explicación: Ved, pues, cómo habéis de orar: Padre nuestro que estás en los cielos (Mateo 6:9-14, TA). Jesús les enseñó, y por medio de ellos nos enseñó que debemos dirigir nuestras oraciones a Dios el Padre. Más adelante en esta oración a nuestro Padre, Jesús dijo: Y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores (Mateo 6:12, TA). En esta oración, la más famosa de todas, el Señor Jesucristo mismo nos enseñó a orar a Dios el Padre y a pedirle perdón. Lucas lo dice de esta forma: Y perdónanos nuestros pecados, puesto que también nosotros perdonamos a nuestros deudores (Lucas 11:4, TA). Nosotros confesamos nuestros pecados directamente a Dios el Padre, no porque como evangélicos deseemos ser diferentes, sino porque es la forma en que Jesucristo enseñó a sus discípulos a orar.

Esta era la forma común en que los cristianos confesaban sus pecados en los primeros siglos de la iglesia. La confesión al sacerdote llegó a ser doctrina católica oficial en 1225 d.C. Los sacerdotes habían comenzado a oír confesiones desde algún tiempo antes, pero oraban a Dios por la persona, en lugar de declarar que ellos podían remitir los pecados, como lo afirman ahora.

Para defender la práctica de la confesión hecha a los sacerdotes, algunos de ellos mencionan el pasaje de Juan que dice: "Así como el Padre me envió a mí, así los envío a ustedes." Dicho esto, sopló sobre ellos: "Reciban el Espíritu Santo: a quienes ustedes perdonen queden perdonados, y a quienes no libren de sus pecados, queden atados" (Juan 20:21-23). Lo primero que debemos notar es que estas palabras no fueron dichas sólo a los apóstoles ni a ninguna clase especial de personas, sino a todos los seguidores de Cristo que estaban reunidos en ese momento. Por tanto, remitir los pecados no es privilegio del clero, sino que se extiende a todos los creyentes.

Además, debemos preguntar, ¿cómo interpretaron las palabras de Jesucristo aquellos que estaban presentes y las escucharon? ¿Qué hicieron para obedecerlas? Evidentemente ellos comprendieron que los pecados son perdonados cuando la persona confía en Jesucristo como Salvador...

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