ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
"...Una postulación de la moral y del derecho, como fuente y cauce de la acción política y ésta, no mero cambio de personas, sino reforma de estructuras políticas y sociales, para gestionar el bien común…"
Manuel Gómez Morín, 1939
citado por Luis Calderón Vega,
en Memorias del PAN, editorial Jus
"SALVADOR VEGA CASILLAS", me dijo el viernes un radioescucha con-sentido, "es primo segundo del señor Calderón". Él lo conoce. Sabe hasta de sus negocios en la costa de Michoacán. Tiene taquerías, me informa.
Busco en las hemerotecas. "Gugleo". Pregunto a amigos michoacanos. "Es posible", me dice un corresponsal, columnista de un diario de Morelia. "Hay coincidencia con el apellido materno del padre, don Luis Calderón Vega… Es más conocido en Lázaro Cárdenas que por acá."
Vega Casillas, a quien también conocen poco en la capital michoacana, había sido nombrado esa mañana secretario de la Función Pública por su amigo y paisano Felipe Calderón. Su amigo, sí. Tal prenda le había sido colocada poco antes por un diario regiomontano. Tal amistad la que lo catapultaba como sucesor de Martínez Cázares en la titularidad de esa dependencia. La que tiene cual objeto fundamental que los otros amigos no trafiquen influencias, ni caigan en conflictos de interés, ni…
Entre amigos, pues.
Y parientes, además. Porque esta Administración federal, como pocas otras, no sólo es de amigos, también lo es de parientes.
El propio Vega Casillas y su señora esposa son altos empleados de la Federación.
Él, se inició como subsecretario y ahora recibirá cheque de secretario.
Ella, Gladis López Blanco, es subprocuradora de Verificación en la Procuraduría Federal del Consumidor.
Y como esta pareja, muchas otras.
El mismo Martínez Cázares, también paisano del ocupante de Los Pinos, está casado con Margarita Garmendia Jiménez, quien se desempeña en el DIF nacional, como colaboradora de la señora esposa de Felipe Calderón.
Amigos… paisanos… ¿parientes?
Entre ellos se cuidan. Se protegen. Hasta deben mimarse.
El erario público para los "ganones".
Para quienes pueden utilizar el cargo no sólo para resguardarse entre ellos, sino para aniquilar la honra de quienes sienten o imaginan son sus adversarios.
Cambio en la Contraloría, Secretaría de la "Exoneración" Pública o como se llame, que a fin de cuentas sirve para nada.
Ahí está el lugar 72 en las prácticas de gobierno honorables. Los "servidores públicos" de México cada vez más lejos de la honestidad.
Ahí están los enriquecimientos de Fox y de sus contlapaches. Las obras mal hechas. Las que, como la Terminal 2 del aeropuerto capitalino, hemos pagado una, dos y hasta tres veces los contribuyentes, porque una, dos y hasta en tres ocasiones las han inaugurado… y siguen sin funcionar.
Martínez Cázares debió renunciar, sí, pero no para ir a buscar la dirigencia de un partido, sino por vergüenza ante su manifiesta incapacidad.
No dejó ni siquiera una frase –"los peces gordos"-- para recordar su paso en el encargo.
Pero así son las cosas entre amigos, ¿qué no?
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