Daniel Lizárraga
Con tal de proteger a Marta Sahagún, la Presidencia de la República trató de ocultar sus derroches de dinero público. Ante solicitudes de acceso a la información, colaboradores de la exprimera dama negaron la existencia de esos datos, pero los actuales funcionarios de Los Pinos entregaron a Proceso las cuentas que la administración anterior ocultó intencionalmente, torciendo la ley que el expresidente Fox presume como un logro de su gobierno.
Cuando Vicente Fox le juró a Marta Sahagún estar con ella en la adversidad y en la prosperidad, lo dijo en serio: la Presidencia ocultó las facturas, los comprobantes y las corridas financieras en las que constaba cómo la entonces “primera dama” usó el erario para acondicionar su oficina (denominada Vinculación y Apoyo a la Esposa del C. Presidente) con mármol, plata y flores, así como para pagar sus viajes.
De acuerdo con una investigación periodística desarrollada desde 2005, el apoyo a Sahagún para mantener a la prensa alejada de su despacho se mantuvo desde que se casó con Vicente Fox en los jardines de Los Pinos el 2 de julio de 2001, pasando por su coqueteo con la postulación a la Presidencia, y hasta el final del sexenio, cuando el dispendio de recursos públicos alcanzó 14 millones 367 mil 325 pesos.
Parte de este encubrimiento inició el 7 de enero de 2005, cuando este reportero hizo una primera solicitud de acceso a la información a la Presidencia para conocer los gastos en guardarropa y en el sostenimiento de la oficina de Sahagún entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2004.
La Unidad de Enlace de la Presidencia respondió, 20 días hábiles más tarde, argumentando que no hubo erogaciones en guardarropa, que los gastos en “invitados especiales del C. Presidente de la República” eran de 11 mil 321 pesos, y puso a disposición del reportero cinco facturas de restaurantes, hoteles y de una agencia de viaje oficial, Turissste, por 14 mil 301 pesos. Nada más.
La Presidencia dio por cerrado el tema. No obstante, al término del sexenio foxista se supo que en realidad ocultó la mayor parte de la información que ya existía en sus archivos.
En agosto pasado, ya bajo la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa, este semanario hizo la misma pregunta, aunque acerca de todo el sexenio foxista. La Unidad de Enlace de Los Pinos entregó 17 expedientes –cada uno con más de 800 facturas–, en los cuales se comprobó que el derroche de recursos públicos en la oficina de Sahagún fue equivalente, por ejemplo, a la reciente inversión de la Secretaría de Desarrollo Social para rehabilitar 960 viviendas de familias pobres en Manzanillo, Colima (Proceso 1614).
Los nuevos funcionarios de la Presidencia pusieron a disposición de este medio cuatro legajos con alrededor de 3 mil 200 facturas de gastos realizados en 2004, lo que contrasta con la respuesta del gobierno foxista, que sólo entregó cinco recibos de hoteles y restaurantes.
En torno al uso de los recursos públicos, también se ocultó información oficial. La suma de los comprobantes correspondientes a 2004, facilitados recientemente por Los Pinos, asciende a 3 millones 956 mil 988 pesos con 31 centavos, en tanto que la administración foxista sólo rindió cuentas de ese período por alrededor de 25 mil pesos, ocultando además las adquisiciones de objetos de mármol y de plata para engalanar el despacho privado en el que Marta Sahagún recibió a secretarios de Estado, empresarios y dueños de medios de comunicación.
El ocultamiento de información está sancionado en el marco legal mexicano. Los responsables de este acto, sin importar el nivel jerárquico que hayan tenido en el sexenio foxista, incurrieron en irregularidades que podrían derivar en una inhabilitación para ocupar cargos públicos o en una pena de dos a seis años de prisión, de acuerdo con la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y el Código Penal Federal.
Disparidad
En agosto de 2003 estalló uno de los mayores escándalos de Marta Sahagún. Por medio de la Ley Federal de Transparencia, el semanario La Revista publicó que, tan sólo en 2002 y 2003, Sahagún compró vestidos y accesorios por 303 mil 430 pesos en firmas de lujo como Ermenegildo Zegna y Frattina. Las copias de las facturas pudieron obtenerse luego de un litigio de ocho meses ante el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).
La Presidencia había rechazado la petición porque las tallas de Fox y Marta estaban protegidas por la Ley de Datos Personales. Además, pretextó que en aquel entonces esos documentos eran objeto de una auditoría por parte de la Cámara de Diputados.
Apenas iniciado 2005, se formuló una nueva solicitud de acceso a la información dirigida hacia Los Pinos en los siguientes términos: “Requiero los gastos desglosados, rubro por rubro, así como las facturas relativas al uso de los recursos públicos para investidura presidencial respecto al año 2004.
“En específico requiero los gastos de la señora Marta Sahagún, mismos que deben incluir las erogaciones en materia de comunicación, transporte, pago de sueldos a colaboradores y protocolo.”
El 4 de febrero de 2005, la Unidad de Enlace de la Presidencia de la República entregó un disco compacto en el que respondió que ese año no se usó la partida para investidura presidencial. Y agregó:
“En la Oficina de Apoyo a la Esposa del C. Presidente no se tienen erogaciones en materia de comunicación, como publicidad o contrato a medios de comunicación.
“En este sentido, y una vez efectuada la revisión de los expedientes del Estado del Ejercicio 2004, se erogaron recursos por 11 mil 371 pesos 90 centavos en la partida 3825, los cuales corresponden a gastos de invitados especiales del C. Presidente de la República.”
En un archivo anexo a estos párrafos, la Unidad de Enlace entregó siete facturas: tres del hotel Quinta Real, en Querétaro; una del restaurante Mediterranean, de Monterrey; otra de un taxi; una más de un estacionamiento en la Ciudad de México y la última de la agencia Turissste.
De acuerdo con esta respuesta oficial, eso era todo lo encontrado en los “expedientes del Estado del Ejercicio 2004”. Estos siete recibos, apenas legibles, tienen un sello de la Coordinación de Programación y Presupuesto. Luego, con letras más pequeñas, se lee: “Documento registrado presupuestalmente por Edgar Cruz López”.
Dos años y seis meses después, se comprueba que esto no era todo lo que en realidad existía en ese “Estado del Ejercicio 2004”. Al cierre de ese período en realidad se habían manejado en la oficina de Sahagún no menos de 3 mil 200 facturas por un total de 3 millones 956 mil 988 pesos con 31 centavos, según consta en las corridas financieras recientemente entregadas a Proceso por el gobierno de Felipe Calderón.
En estos miles de justificantes sobre el uso de los recursos públicos aparece el mismo de la Coordinación de Programación y Presupuesto, así como la leyenda “documento registrado presupuestalmente por Edgar Cruz López”.
Durante el sexenio pasado, la Coordinación General de Administración de la Presidencia fue encabezada por Hugo Nicolás Pérez González, quien rendía cuentas directamente a Vicente Fox.
Un escalón más abajo estuvo la Dirección General de Finanzas y Presupuesto manejada en algún momento por Eduardo Ignacio Seldner Ávila, y la Dirección de Presupuesto, cuyo responsable era José Velasco Castillo.
En las miles de facturas correspondientes a 2004, entregadas por la presente administración presidencial, aparece a menudo el nombre de Velasco Castillo. Y las corridas financieras en las que se detallan los gastos de la oficina de Vinculación y Apoyo a la Esposa del C. Presidente en mensajería, teléfonos, gas, electricidad y estacionamientos eran notificados al coordinador de Adquisiciones, Gerardo Hernández Romero; al subdirector de Mantenimiento, Ignacio González Morales, y a la jefa del departamento de Servicios, Edna Kim Miranda.
Viajes, flores y plata
Según los expedientes obtenidos por Proceso, los gastos de Marta Sahagún para acondicionar su oficina con pisos de mármol, accesorios en plata y arreglos florales fueron incluidos en las partidas de “gastos de orden social” y “gastos de protocolo”. Estos últimos fueron los que se solicitaron desde el 7 enero de 2005.
Sin embargo, hasta ahora pudo saberse que la consorte de Fox tenía en su despacho dos sistemas de televisión de paga –Cablevisión y Sky–, además de contar con servicio de mensajería personalizada para las compras de ropa y esencias corporales en tiendas de Polanco. Proceso localizó en estos mismos legajos un contrato con la empresa Medialog, fechado en 2004, para obtener asesoría especializada en medios de comunicación, por 458 mil pesos. No obstante, la Presidencia en el sexenio anterior aseguró que no hubo gastos en el rubro de comunicación.
Ésta no es la única prueba de que se ocultó o se entregó información en forma parcial, aun cuando no se encontraba protegida por la Ley de Datos Personales ni por las causales de reserva y confidencialidad.
Otro caso es el servicio telefónico. En 2005 la Presidencia no entregó datos sobre ese rubro, pero ahora puede sustentarse que Sahagún contaba con un teléfono satelital, privilegio del que no gozó ningún funcionario en el sexenio foxista.
Según seis facturas correspondientes a 2004, en seis meses se pagaron 22 mil pesos a la empresa Globalstar por el uso de un teléfono satelital. Además, se desembolsaron otros 973 mil pesos por teléfonos en oficinas, celulares y radiolocalizadores.
Así mismo se ocultó la mayor parte de los gastos de la oficina de Sahagún en viajes. En 2004, el gobierno foxista rindió cuentas por 11 mil 371 pesos 90 centavos bajo el concepto de “invitados especiales del C. Presidente de la República”.
Actualmente se sabe que entre esos invitados especiales se contaba el equipo cercano de Marta Sahagún y que los gastos correspondientes a ese año en ese renglón ascendieron al menos a 973 mil 226 pesos.
Un ejemplo: Claudia Calvin, quien recogía las peticiones y las cartas durante los actos públicos de Sahagún, gastó 6 mil dólares cuando acompañó a su jefa a los funerales del expresidente estadunidense Ronald Reagan.
Francisco José Velasco Barrera, hijo del integrante de El Yunque Guillermo Velasco Arzac y funcionario cercano a Sahagún, recibió 800 dólares para ir a Nueva York del 22 al 24 de octubre de 2004. Su trabajo consistió en anticiparse, en vuelo comercial, para coordinar la gira de su jefa.
Por medio de un oficio, el director de Administración de Los Pinos, Carlos Prieto, solicitó que se reembolsaran a Sahagún los gastos que hizo para viajar a la ciudad estadunidense, toda vez que cuando se fue “no se contaba con el tiempo para solicitar los recursos en forma adelantada”. Sahagún inauguró en esas fechas la exposición El imperio azteca.
Otro ejemplo de justificación peculiar: al entregarse 600 dólares al coordinador de Comunicación de la señora, David Monjarraz, se incluyó una nota en la cual se especifica que se trata de una “invitación del presidente de la República” para la cobertura y difusión de las exposiciones El arte cortesano de los antiguos mayas y El arte cubista de Diego Rivera, ambas inauguradas por la señora Sahagún en Washington.
A su vez, en septiembre del año mencionado, Omar Saavedra Body, secretario particular de la esposa de Vicente Fox, tramitó ante la Presidencia el reembolso de 3 mil 291 pesos que pagó por hospedarse en el hotel Fiesta Americana Grand Los Cabos, donde asistió a una asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Este tipo de viajes no están considerados entre las 24 giras nacionales y las cinco internacionales que realizó Marta Sahagún en 2004. En el país gastó 2 millones 78 mil 642 pesos con 90 centavos, y en el extranjero 395 mil 914 dólares, es decir, más de 400 mil pesos tan sólo en esos 12 meses. Esto puede consultarlo cualquier ciudadano en el sistema de información pública manejado por el IFAI.
Ahora puede saberse que durante los seis años que duró su poder, Sahagún desembolsó en el extranjero más de medio millón de dólares. Sin embargo, en 2005 la administración de Fox rechazó que existieran este tipo de erogaciones, aun cuando la señora visitó en varias ocasiones Washington, Nueva York y Lima.
La presidencia de Vicente Fox también se negó a informar los gastos de Marta Sahagún en accesorios de plata. A lo largo del sexenio, la primera dama gastó 48 mil 77 pesos en diversos objetos de uso personal y para oficina adquiridos en las exclusivas tiendas Tane y Plata Villa, ubicadas en Polanco. En 2004 fueron alrededor de 12 mil 583 pesos (Proceso 1614).
A lo largo del sexenio, Sahagún firmó cheques por 353 mil 784 pesos para adquirir flores. De esta cifra, 88 mil 572 pesos corresponden a 2004.
Aunque esos gastos de 2004 no existieron para la presidencia de Vicente Fox, sí hubo un puntual registro contable de esas erogaciones, que en agosto pasado fue entregado a Proceso por los nuevos funcionarios de Los Pinos.
Sanción a la opacidad
De acuerdo con el sistema de transparencia y rendición de cuentas en México, el ocultamiento de información –como el mencionado en el caso de la Presidencia– puede ser retomado por tres instancias: el IFAI, la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Procuraduría General de la República, pero sólo en caso de una denuncia penal.
Al respecto, el miércoles 7 de noviembre los cinco comisionados del IFAI exigieron a la SFP investigar y sancionar a funcionarios de la Policía Federal Preventiva (PFP) que ocultaron información “de manera indebida, con dolo y mala fe”.
Ante una solicitud de información sobre la identidad de los maestros y activistas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca detenidos durante el conflicto magisterial del año pasado, presentada por un peticionario cuyo nombre el IFAI protege por ley, la PFP dijo que no existía ningún documento con esos datos.
El comisionado Alonso Gómez Robledo expuso que, desde el pasado 12 de julio, la propia PFP había entregado al IFAI una relación de 152 personas detenidas por las fuerzas federales en Oaxaca, por lo que ahora denegaba los informes “intencionalmente”.
“Se considera procedente hacerlo del conocimiento del Órgano Interno de Control para que verifique a aquéllos que la ocultaron de manera indebida, actuaron con negligencia, dolo o mala fe en la sustanciación de la solicitud de acceso y denegaron intencionalmente la información, para que, en su caso, inicie el o los procedimientos de responsabilidad”, señala el proyecto de Gómez Robledo.
La resolución destaca que la SFP deberá entregar al IFAI los resultados finales de los procedimientos de responsabilidad, para hacerlos del conocimiento del solicitante.
Con tal de proteger a Marta Sahagún, la Presidencia de la República trató de ocultar sus derroches de dinero público. Ante solicitudes de acceso a la información, colaboradores de la exprimera dama negaron la existencia de esos datos, pero los actuales funcionarios de Los Pinos entregaron a Proceso las cuentas que la administración anterior ocultó intencionalmente, torciendo la ley que el expresidente Fox presume como un logro de su gobierno.
Cuando Vicente Fox le juró a Marta Sahagún estar con ella en la adversidad y en la prosperidad, lo dijo en serio: la Presidencia ocultó las facturas, los comprobantes y las corridas financieras en las que constaba cómo la entonces “primera dama” usó el erario para acondicionar su oficina (denominada Vinculación y Apoyo a la Esposa del C. Presidente) con mármol, plata y flores, así como para pagar sus viajes.
De acuerdo con una investigación periodística desarrollada desde 2005, el apoyo a Sahagún para mantener a la prensa alejada de su despacho se mantuvo desde que se casó con Vicente Fox en los jardines de Los Pinos el 2 de julio de 2001, pasando por su coqueteo con la postulación a la Presidencia, y hasta el final del sexenio, cuando el dispendio de recursos públicos alcanzó 14 millones 367 mil 325 pesos.
Parte de este encubrimiento inició el 7 de enero de 2005, cuando este reportero hizo una primera solicitud de acceso a la información a la Presidencia para conocer los gastos en guardarropa y en el sostenimiento de la oficina de Sahagún entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2004.
La Unidad de Enlace de la Presidencia respondió, 20 días hábiles más tarde, argumentando que no hubo erogaciones en guardarropa, que los gastos en “invitados especiales del C. Presidente de la República” eran de 11 mil 321 pesos, y puso a disposición del reportero cinco facturas de restaurantes, hoteles y de una agencia de viaje oficial, Turissste, por 14 mil 301 pesos. Nada más.
La Presidencia dio por cerrado el tema. No obstante, al término del sexenio foxista se supo que en realidad ocultó la mayor parte de la información que ya existía en sus archivos.
En agosto pasado, ya bajo la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa, este semanario hizo la misma pregunta, aunque acerca de todo el sexenio foxista. La Unidad de Enlace de Los Pinos entregó 17 expedientes –cada uno con más de 800 facturas–, en los cuales se comprobó que el derroche de recursos públicos en la oficina de Sahagún fue equivalente, por ejemplo, a la reciente inversión de la Secretaría de Desarrollo Social para rehabilitar 960 viviendas de familias pobres en Manzanillo, Colima (Proceso 1614).
Los nuevos funcionarios de la Presidencia pusieron a disposición de este medio cuatro legajos con alrededor de 3 mil 200 facturas de gastos realizados en 2004, lo que contrasta con la respuesta del gobierno foxista, que sólo entregó cinco recibos de hoteles y restaurantes.
En torno al uso de los recursos públicos, también se ocultó información oficial. La suma de los comprobantes correspondientes a 2004, facilitados recientemente por Los Pinos, asciende a 3 millones 956 mil 988 pesos con 31 centavos, en tanto que la administración foxista sólo rindió cuentas de ese período por alrededor de 25 mil pesos, ocultando además las adquisiciones de objetos de mármol y de plata para engalanar el despacho privado en el que Marta Sahagún recibió a secretarios de Estado, empresarios y dueños de medios de comunicación.
El ocultamiento de información está sancionado en el marco legal mexicano. Los responsables de este acto, sin importar el nivel jerárquico que hayan tenido en el sexenio foxista, incurrieron en irregularidades que podrían derivar en una inhabilitación para ocupar cargos públicos o en una pena de dos a seis años de prisión, de acuerdo con la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos y el Código Penal Federal.
Disparidad
En agosto de 2003 estalló uno de los mayores escándalos de Marta Sahagún. Por medio de la Ley Federal de Transparencia, el semanario La Revista publicó que, tan sólo en 2002 y 2003, Sahagún compró vestidos y accesorios por 303 mil 430 pesos en firmas de lujo como Ermenegildo Zegna y Frattina. Las copias de las facturas pudieron obtenerse luego de un litigio de ocho meses ante el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI).
La Presidencia había rechazado la petición porque las tallas de Fox y Marta estaban protegidas por la Ley de Datos Personales. Además, pretextó que en aquel entonces esos documentos eran objeto de una auditoría por parte de la Cámara de Diputados.
Apenas iniciado 2005, se formuló una nueva solicitud de acceso a la información dirigida hacia Los Pinos en los siguientes términos: “Requiero los gastos desglosados, rubro por rubro, así como las facturas relativas al uso de los recursos públicos para investidura presidencial respecto al año 2004.
“En específico requiero los gastos de la señora Marta Sahagún, mismos que deben incluir las erogaciones en materia de comunicación, transporte, pago de sueldos a colaboradores y protocolo.”
El 4 de febrero de 2005, la Unidad de Enlace de la Presidencia de la República entregó un disco compacto en el que respondió que ese año no se usó la partida para investidura presidencial. Y agregó:
“En la Oficina de Apoyo a la Esposa del C. Presidente no se tienen erogaciones en materia de comunicación, como publicidad o contrato a medios de comunicación.
“En este sentido, y una vez efectuada la revisión de los expedientes del Estado del Ejercicio 2004, se erogaron recursos por 11 mil 371 pesos 90 centavos en la partida 3825, los cuales corresponden a gastos de invitados especiales del C. Presidente de la República.”
En un archivo anexo a estos párrafos, la Unidad de Enlace entregó siete facturas: tres del hotel Quinta Real, en Querétaro; una del restaurante Mediterranean, de Monterrey; otra de un taxi; una más de un estacionamiento en la Ciudad de México y la última de la agencia Turissste.
De acuerdo con esta respuesta oficial, eso era todo lo encontrado en los “expedientes del Estado del Ejercicio 2004”. Estos siete recibos, apenas legibles, tienen un sello de la Coordinación de Programación y Presupuesto. Luego, con letras más pequeñas, se lee: “Documento registrado presupuestalmente por Edgar Cruz López”.
Dos años y seis meses después, se comprueba que esto no era todo lo que en realidad existía en ese “Estado del Ejercicio 2004”. Al cierre de ese período en realidad se habían manejado en la oficina de Sahagún no menos de 3 mil 200 facturas por un total de 3 millones 956 mil 988 pesos con 31 centavos, según consta en las corridas financieras recientemente entregadas a Proceso por el gobierno de Felipe Calderón.
En estos miles de justificantes sobre el uso de los recursos públicos aparece el mismo de la Coordinación de Programación y Presupuesto, así como la leyenda “documento registrado presupuestalmente por Edgar Cruz López”.
Durante el sexenio pasado, la Coordinación General de Administración de la Presidencia fue encabezada por Hugo Nicolás Pérez González, quien rendía cuentas directamente a Vicente Fox.
Un escalón más abajo estuvo la Dirección General de Finanzas y Presupuesto manejada en algún momento por Eduardo Ignacio Seldner Ávila, y la Dirección de Presupuesto, cuyo responsable era José Velasco Castillo.
En las miles de facturas correspondientes a 2004, entregadas por la presente administración presidencial, aparece a menudo el nombre de Velasco Castillo. Y las corridas financieras en las que se detallan los gastos de la oficina de Vinculación y Apoyo a la Esposa del C. Presidente en mensajería, teléfonos, gas, electricidad y estacionamientos eran notificados al coordinador de Adquisiciones, Gerardo Hernández Romero; al subdirector de Mantenimiento, Ignacio González Morales, y a la jefa del departamento de Servicios, Edna Kim Miranda.
Viajes, flores y plata
Según los expedientes obtenidos por Proceso, los gastos de Marta Sahagún para acondicionar su oficina con pisos de mármol, accesorios en plata y arreglos florales fueron incluidos en las partidas de “gastos de orden social” y “gastos de protocolo”. Estos últimos fueron los que se solicitaron desde el 7 enero de 2005.
Sin embargo, hasta ahora pudo saberse que la consorte de Fox tenía en su despacho dos sistemas de televisión de paga –Cablevisión y Sky–, además de contar con servicio de mensajería personalizada para las compras de ropa y esencias corporales en tiendas de Polanco. Proceso localizó en estos mismos legajos un contrato con la empresa Medialog, fechado en 2004, para obtener asesoría especializada en medios de comunicación, por 458 mil pesos. No obstante, la Presidencia en el sexenio anterior aseguró que no hubo gastos en el rubro de comunicación.
Ésta no es la única prueba de que se ocultó o se entregó información en forma parcial, aun cuando no se encontraba protegida por la Ley de Datos Personales ni por las causales de reserva y confidencialidad.
Otro caso es el servicio telefónico. En 2005 la Presidencia no entregó datos sobre ese rubro, pero ahora puede sustentarse que Sahagún contaba con un teléfono satelital, privilegio del que no gozó ningún funcionario en el sexenio foxista.
Según seis facturas correspondientes a 2004, en seis meses se pagaron 22 mil pesos a la empresa Globalstar por el uso de un teléfono satelital. Además, se desembolsaron otros 973 mil pesos por teléfonos en oficinas, celulares y radiolocalizadores.
Así mismo se ocultó la mayor parte de los gastos de la oficina de Sahagún en viajes. En 2004, el gobierno foxista rindió cuentas por 11 mil 371 pesos 90 centavos bajo el concepto de “invitados especiales del C. Presidente de la República”.
Actualmente se sabe que entre esos invitados especiales se contaba el equipo cercano de Marta Sahagún y que los gastos correspondientes a ese año en ese renglón ascendieron al menos a 973 mil 226 pesos.
Un ejemplo: Claudia Calvin, quien recogía las peticiones y las cartas durante los actos públicos de Sahagún, gastó 6 mil dólares cuando acompañó a su jefa a los funerales del expresidente estadunidense Ronald Reagan.
Francisco José Velasco Barrera, hijo del integrante de El Yunque Guillermo Velasco Arzac y funcionario cercano a Sahagún, recibió 800 dólares para ir a Nueva York del 22 al 24 de octubre de 2004. Su trabajo consistió en anticiparse, en vuelo comercial, para coordinar la gira de su jefa.
Por medio de un oficio, el director de Administración de Los Pinos, Carlos Prieto, solicitó que se reembolsaran a Sahagún los gastos que hizo para viajar a la ciudad estadunidense, toda vez que cuando se fue “no se contaba con el tiempo para solicitar los recursos en forma adelantada”. Sahagún inauguró en esas fechas la exposición El imperio azteca.
Otro ejemplo de justificación peculiar: al entregarse 600 dólares al coordinador de Comunicación de la señora, David Monjarraz, se incluyó una nota en la cual se especifica que se trata de una “invitación del presidente de la República” para la cobertura y difusión de las exposiciones El arte cortesano de los antiguos mayas y El arte cubista de Diego Rivera, ambas inauguradas por la señora Sahagún en Washington.
A su vez, en septiembre del año mencionado, Omar Saavedra Body, secretario particular de la esposa de Vicente Fox, tramitó ante la Presidencia el reembolso de 3 mil 291 pesos que pagó por hospedarse en el hotel Fiesta Americana Grand Los Cabos, donde asistió a una asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Este tipo de viajes no están considerados entre las 24 giras nacionales y las cinco internacionales que realizó Marta Sahagún en 2004. En el país gastó 2 millones 78 mil 642 pesos con 90 centavos, y en el extranjero 395 mil 914 dólares, es decir, más de 400 mil pesos tan sólo en esos 12 meses. Esto puede consultarlo cualquier ciudadano en el sistema de información pública manejado por el IFAI.
Ahora puede saberse que durante los seis años que duró su poder, Sahagún desembolsó en el extranjero más de medio millón de dólares. Sin embargo, en 2005 la administración de Fox rechazó que existieran este tipo de erogaciones, aun cuando la señora visitó en varias ocasiones Washington, Nueva York y Lima.
La presidencia de Vicente Fox también se negó a informar los gastos de Marta Sahagún en accesorios de plata. A lo largo del sexenio, la primera dama gastó 48 mil 77 pesos en diversos objetos de uso personal y para oficina adquiridos en las exclusivas tiendas Tane y Plata Villa, ubicadas en Polanco. En 2004 fueron alrededor de 12 mil 583 pesos (Proceso 1614).
A lo largo del sexenio, Sahagún firmó cheques por 353 mil 784 pesos para adquirir flores. De esta cifra, 88 mil 572 pesos corresponden a 2004.
Aunque esos gastos de 2004 no existieron para la presidencia de Vicente Fox, sí hubo un puntual registro contable de esas erogaciones, que en agosto pasado fue entregado a Proceso por los nuevos funcionarios de Los Pinos.
Sanción a la opacidad
De acuerdo con el sistema de transparencia y rendición de cuentas en México, el ocultamiento de información –como el mencionado en el caso de la Presidencia– puede ser retomado por tres instancias: el IFAI, la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Procuraduría General de la República, pero sólo en caso de una denuncia penal.
Al respecto, el miércoles 7 de noviembre los cinco comisionados del IFAI exigieron a la SFP investigar y sancionar a funcionarios de la Policía Federal Preventiva (PFP) que ocultaron información “de manera indebida, con dolo y mala fe”.
Ante una solicitud de información sobre la identidad de los maestros y activistas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca detenidos durante el conflicto magisterial del año pasado, presentada por un peticionario cuyo nombre el IFAI protege por ley, la PFP dijo que no existía ningún documento con esos datos.
El comisionado Alonso Gómez Robledo expuso que, desde el pasado 12 de julio, la propia PFP había entregado al IFAI una relación de 152 personas detenidas por las fuerzas federales en Oaxaca, por lo que ahora denegaba los informes “intencionalmente”.
“Se considera procedente hacerlo del conocimiento del Órgano Interno de Control para que verifique a aquéllos que la ocultaron de manera indebida, actuaron con negligencia, dolo o mala fe en la sustanciación de la solicitud de acceso y denegaron intencionalmente la información, para que, en su caso, inicie el o los procedimientos de responsabilidad”, señala el proyecto de Gómez Robledo.
La resolución destaca que la SFP deberá entregar al IFAI los resultados finales de los procedimientos de responsabilidad, para hacerlos del conocimiento del solicitante.
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