Para Defender el Petróleo
Por Alfredo Velarde
Empieza la semana política con la situación de entrega de las tribunas que en las Cámaras de Diputados , Senadores y Asambleístas del DF estuvieron tomadas (no “secuestradas violentamente” como con tanta histeria se propaló en los medios), poco menos de dos semanas . Al parecer, el primer round en los canales instituidos de la política convencional, fue ganado por quienes, antes, pedían discutir a fondo las primeras 5 iniciativas de la “apertura energética” , tratando de neutralizar -lo que al final pasó- la vía “fast track” por la que había apostado la línea privatizadora del PRIAN .
El saldo, dista de ser satisfactorio, por mucho que el frenteamplismo del PRD, PT y Convergencia , hubieran festejado las opacas negociaciones para devolver las sedes de los plenos legislativos, como si la privatización misma del petróleo hubiera sido impedida definitivamente. Y no. Los riesgos de que la tecnocracia neoliberal se salga con la suya, se mantienen latentes , y, lo único que se ha ganado, es tiempo que debe saber administrarse, si efectivamente se pretende abrir un debate nacional que sensibilice a los más importantes actores políticos de la nación, a fin de tomar consciencia de las profundas implicaciones de fondo que están involucradas, con la verdadera privatización que persigue el faccioso y reaccionario grupo gobernante .
Si algo quedó claro con la anticlimática y reciente “crisis política” en las Cámaras , es que la decisión última se tomará por fuera de ellas , por mucho que la derecha más entreguista conserve la mayoría aritmética en el Congreso de la Unión , suficiente para ganar la ineludible votación que más temprano que tarde tendrá que darse. Incluso, se puede ganar el debate, pese a lo poco elocuentes que sean los legisladores formalmente opositores, pues no se enfrentan a genios de la oratoria, ni la argumentación, y, a la postre, podrían concluir perdiendo la votación definitoria. No puede descartarse el riesgo de que la derecha rampante del PRIAN , culmine votando por consigna , sin atender a la suma inconmensurable de razones fundadas para impedir la apertura privatizadora.
¿Pero qué significa afirmar, entonces, que la decisión última se ganará por fuera y no por dentro del Congreso? En lo esencial, que si no se escala, radicaliza y amplifica la textura de la movilización contra la línea privatizadora, a unos días del 122 Aniversario del Primero de Mayo , lo que se pueda hacer dentro del Congreso y con las consabidas deficiencias de los legisladores, podría no alcanzar para conjurar el peligro privatizador. Sobre todo, si se atiende a la pobreza argumental en un debate que, de hecho, ya comenzó ( por fuera ). Lo que singulariza la pobreza argumental de los dos frentes que se alinean en derredor de la infumable partidocracia , en todo caso, es su compartida y maniquea posición que todo lo ve en blanco y negro. Para todos ellos, no hay claroscuros . Si los grotescos argumentos de la derecha rampante representada por el PRIAN, se caen solos, al insistir con su minusvalía mental acostumbrada en que, “si no ocurre la apertura (privatizadora) energética se acaba el mundo” ; los argumentos del FAP, no son mejores y tienden a congelar y circunscribir los “intereses de la patria” (ésa entelequia anfibológica ), en la defensa a ultranza de un chocante estatismo demodèe , que nunca ha beneficiado, realmente, a los intereses del más extendido abajo-social de los trabajadores y ciudadanos mexicanos, y sí a quienes han detentado sucesivamente el poder para hacer de PEMEX su caja chica (el PRI y el PAN ).
Volvemos, por eso, a preguntar incómodamente: ¿de qué sirve denunciar la desnacionalización y la depredación neoliberal, si se silencia la crítica al capitalismo que las ocasiona? Esto lo debieran responder los “izquierdistas light” exponentes de un redivivo y vergonzante keynesianismo de closet abierto
¿Dónde están los obreros de PEMEX, preguntamos, en la defensa del petróleo? Aunque algunos ponderen el enorme valor de la lucha que en las calles han presentado las adelitas (cosa que no dudamos), es evidente que su encomiable esfuerzo, no alcanza . Es preciso, repetimos, escalar, radicalizar y amplificación la lucha contra la privatización energética, desbordando y rebasando a las timoratas direcciones nacional-patrioteras y mesiánicas que sólo plantean mantenerlo todo “¡como antes!”. Si los obreros de PEMEX, no están defendiendo el petróleo, la explicación de fondo es multifactorialmente compleja.
De un lado, se los mantiene subordinados por un corporativismo corrupto y autoritario al que no han sabido rebelarse, pues están amenazados. Pero de otro, han sido cómplices por cooptación de un papel de “aristocracia obrera” lamentable, que habla de su subdesarrollo político, desde el momento mismo en que no han tomado la palabra, ni la acción, a favor de una línea verdaderamente nacionalista de izquierda y además revolucionaria, que no equivale, sin más, a ser sólo nacionalista como sus ambiguos y contraproducentes líderes charros . La odiosa pasividad que hoy exhibe a los disciplinados obreros de PEMEX, haciendo un papelón, ante la evidente intentona privatizadora de la mafia neoliberal en el poder, neutraliza la poderosísima herramienta para la lucha actual que significaría, por ejemplo, una huelga obrera en PEMEX contra su privatización . Y sorprendentemente, esto, ¡a nadie se la he ocurrido! Justo ahora, cuando bajo del camión que me regresa de la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, donde participé como ponente en el II Coloquio Nacional sobre “ La Obra de Carlos Marx frente al Siglo XXI” , sínodo en donde hablé sobre el importante papel a favor del “otro marxismo” latinoamericano, se me quedó grabada una cita del insigne peruano comunista José Carlos Mariátegui : “No es posible ser efectivamente nacionalista y revolucionario sin ser socialista” . Lo otro, que hoy vemos en la lamentable política “opositora” mexicana, es hacerle al cuento en la disputa por la nación, entre privatizadores y estatistas.
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