* El crudo no funciona si no se refina, dijo el académico de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Víctor Rodríguez Padilla
* México no es un gran país en cuanto a reservas del hidrocarburo, éstas se encuentran en Medio Oriente y Venezuela, dijo el experto Francisco Garaicochea
* Ambos participaron en la mesa–debate ¿Quién se lleva lo nuestro? El petróleo mexicano, en la Facultad de Ciencias
Todas las actividades de la industria petrolera están ligadas; el crudo no funciona si no se refina, por lo que el proceso es una cadena completa, señaló el académico de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Víctor Rodríguez Padilla.
Al participar en la mesa–debate ¿Quién se lleva lo nuestro? El petróleo mexicano, que organizó la Facultad de Ciencias (FC) y fue moderada por el académico Humberto Arce Rincón, el especialista en energía expuso que son la gasolina, el diesel y las turbosinas, entre otras, las que ofrecen utilidad; por ello, se preguntó efectivamente quién desarrolla estas actividades.
De acuerdo con el artículo 25 constitucional, mencionó, el Estado es el responsable de las actividades estratégicas como la extracción del hidrocarburo, mientras el 27 le da la propiedad del subsuelo y los yacimientos. Además, prohíbe las concesiones y los contratos sobre los cuales un particular llega, explora y obtiene el recurso, y se reparte la producción con el gobierno.
El artículo 28, abundó, señala que sólo el Estado tiene la exclusividad en las operaciones y la exploración y establece, para ello, empresas y organismos, como el caso de Petróleos Mexicanos. La paraestatal tiene la exclusividad y desarrolla todo el proceso del crudo, el gas y los petroquímicos básicos, que en realidad son hidrocarburos naturales provenientes de los yacimientos.
México no tiene suficientes refinerías y hacen faltan, porque se importa el 40 por ciento de las gasolinas que consume el país. Construir una refinería, de acuerdo con las cifras oficiales, requiere de ocho mil millones de dólares, para producir de 250 mil a 300 mil barriles diarios, refirió.
Como son proyectos de bajo o moderado riesgo industrial y, además, está la ayuda soberana que respalda las inversiones, se pueden “apalancar” bien. Esto significa solicitar un préstamo a los bancos hasta del 70 por ciento del total de los recursos, aclaró.
Se podrían invertir anualmente 500 millones de dólares, procedentes de la producción petrolera, estimada en 100 mil millones de dólares al año. El asunto no es que se carezca de dinero, sino que “falta voluntad política” para que se construya la refinería, añadió.
Por otra parte, el experto en ingeniería petrolera, Francisco Garaicochea Petrirena, destacó la proclividad a solicitar acompañamiento, a establecer alianzas estratégicas. Pero, es falso que en el futuro se podrá disponer de grandes reservas de petróleo.
Mientras más rápido lleguen las transnacionales con recursos humanos y tecnología, y se les permita participar, advirtió, con mayor velocidad el país se convertirá en un importador de petróleo.
Además, indicó, México no es un gran país en cuanto a reservas del hidrocarburo, pues éstas se encuentran en Medio Oriente y Venezuela.
Luego, recordó que hace cerca de 30 ó 40 años el 90 por ciento del comercio lo dominaban las grandes compañías, pero en la actualidad sólo les queda el 20 por ciento. Por ese motivo, buscan dónde aprovechar los recursos para permanecer en el gran negocio.
Sin embargo, el Premio Nacional de Ingeniería Petrolera, dejó en claro que no hay necesidad de compartir el hidrocarburo ni de depender de las grandes firmas.
Apuntó que los ingenieros petroleros y las transnacionales no son los productores del petróleo; la generadora es la naturaleza durante millones de años.
Lo que sí han logrado son recursos humanos –ingenieros, técnicos, profesionales especializados en la explotación–, además, han desarrollado fábricas y equipos de las diversas áreas como perforación, producción, procesamiento, almacenamiento y distribución, entre otros, concluyó.
* México no es un gran país en cuanto a reservas del hidrocarburo, éstas se encuentran en Medio Oriente y Venezuela, dijo el experto Francisco Garaicochea
* Ambos participaron en la mesa–debate ¿Quién se lleva lo nuestro? El petróleo mexicano, en la Facultad de Ciencias
Todas las actividades de la industria petrolera están ligadas; el crudo no funciona si no se refina, por lo que el proceso es una cadena completa, señaló el académico de la Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Víctor Rodríguez Padilla.
Al participar en la mesa–debate ¿Quién se lleva lo nuestro? El petróleo mexicano, que organizó la Facultad de Ciencias (FC) y fue moderada por el académico Humberto Arce Rincón, el especialista en energía expuso que son la gasolina, el diesel y las turbosinas, entre otras, las que ofrecen utilidad; por ello, se preguntó efectivamente quién desarrolla estas actividades.
De acuerdo con el artículo 25 constitucional, mencionó, el Estado es el responsable de las actividades estratégicas como la extracción del hidrocarburo, mientras el 27 le da la propiedad del subsuelo y los yacimientos. Además, prohíbe las concesiones y los contratos sobre los cuales un particular llega, explora y obtiene el recurso, y se reparte la producción con el gobierno.
El artículo 28, abundó, señala que sólo el Estado tiene la exclusividad en las operaciones y la exploración y establece, para ello, empresas y organismos, como el caso de Petróleos Mexicanos. La paraestatal tiene la exclusividad y desarrolla todo el proceso del crudo, el gas y los petroquímicos básicos, que en realidad son hidrocarburos naturales provenientes de los yacimientos.
México no tiene suficientes refinerías y hacen faltan, porque se importa el 40 por ciento de las gasolinas que consume el país. Construir una refinería, de acuerdo con las cifras oficiales, requiere de ocho mil millones de dólares, para producir de 250 mil a 300 mil barriles diarios, refirió.
Como son proyectos de bajo o moderado riesgo industrial y, además, está la ayuda soberana que respalda las inversiones, se pueden “apalancar” bien. Esto significa solicitar un préstamo a los bancos hasta del 70 por ciento del total de los recursos, aclaró.
Se podrían invertir anualmente 500 millones de dólares, procedentes de la producción petrolera, estimada en 100 mil millones de dólares al año. El asunto no es que se carezca de dinero, sino que “falta voluntad política” para que se construya la refinería, añadió.
Por otra parte, el experto en ingeniería petrolera, Francisco Garaicochea Petrirena, destacó la proclividad a solicitar acompañamiento, a establecer alianzas estratégicas. Pero, es falso que en el futuro se podrá disponer de grandes reservas de petróleo.
Mientras más rápido lleguen las transnacionales con recursos humanos y tecnología, y se les permita participar, advirtió, con mayor velocidad el país se convertirá en un importador de petróleo.
Además, indicó, México no es un gran país en cuanto a reservas del hidrocarburo, pues éstas se encuentran en Medio Oriente y Venezuela.
Luego, recordó que hace cerca de 30 ó 40 años el 90 por ciento del comercio lo dominaban las grandes compañías, pero en la actualidad sólo les queda el 20 por ciento. Por ese motivo, buscan dónde aprovechar los recursos para permanecer en el gran negocio.
Sin embargo, el Premio Nacional de Ingeniería Petrolera, dejó en claro que no hay necesidad de compartir el hidrocarburo ni de depender de las grandes firmas.
Apuntó que los ingenieros petroleros y las transnacionales no son los productores del petróleo; la generadora es la naturaleza durante millones de años.
Lo que sí han logrado son recursos humanos –ingenieros, técnicos, profesionales especializados en la explotación–, además, han desarrollado fábricas y equipos de las diversas áreas como perforación, producción, procesamiento, almacenamiento y distribución, entre otros, concluyó.
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