marcelo izquierdo Buenos aires, 21 de abril (apro).- Frei Betto, uno de los mayores símbolos de la Teología de la Liberación, está convencido de que Fernando Lugo –recién electo presidente de Paraguay-- “hará un gobierno en línea con esa primavera democrática que vive América del Sur, donde gobiernos progresistas desbancan a las antiguas oligarquías políticas y dificultan la intromisión del imperialismo de Estados Unidos”.
En entrevista con Apro vía correo electrónico, el fraile dominico autor de Fidel y la religión, entre otros libros, dice que la candidatura de Lugo tiene que ser vista como una “excepción” en la vida de la Iglesia católica.
--¿Que opina Usted de que un obispo como Lugo asuma la presidencia del Paraguay?
--El hecho de que él sea un obispo, aunque alejado del ministerio sacerdotal, no representa ninguna amenaza a la laicidad del Estado paraguayo. Lugo no es candidato de la Iglesia, aunque la mayoría de los católicos vote por él. Es candidato de una coalición amplia de partidos y movimientos populares. Y todo indica que es, entre todos los candidatos, el más apto para gobernar el Paraguay, pues no tiene vínculos con sectores corruptos y jamás estuvo envuelto en actos considerados criminales. La ética y la preparación de Lugo hacen de él el candidato ideal.
--¿Cree usted que los hombres de la Iglesia deban incursionar en política?
--Siempre defendí que, en principio, obispos, padres y religiosos no deben participar de partidos políticos ni ser candidatos a cargos políticos. Pero toda regla comporta excepciones. Comprendí perfectamente cuando Miguel D. Escoto fue invitado a ser ministro de Relaciones Exteriores de la Nicaragua sandinista. El gobierno no tenía ningún otro cuadro político con la preparación y la experiencia de D. Escoto para asumir la función. El padre de D. Escoto fue embajador en París y él habla varios idiomas. Así entiendo la candidatura de Lugo. Después de 61 años de dominio del Partido Colorado en Paraguay, incluido el período dictatorial de (Alfredo) Stroessner, era necesario que hubiera un candidato de fuerte apego popular para liderar el proceso de profundos cambios que ese país exige. Lugo es ético y muy preparado para gobernar el Paraguay.
--¿Cómo ve el futuro del Paraguay en manos de Lugo?
--Promoverá una reforma agraria buscando beneficiar a 300 mil (campesinos) sin tierras. Creo que hará un gobierno en línea con esa primavera democrática que vive América del Sur, donde gobiernos progresistas desbancan a las antiguas oligarquías políticas y dificultan la intromisión del imperialismo de Estados Unidos.
En entrevista con Apro vía correo electrónico, el fraile dominico autor de Fidel y la religión, entre otros libros, dice que la candidatura de Lugo tiene que ser vista como una “excepción” en la vida de la Iglesia católica.
--¿Que opina Usted de que un obispo como Lugo asuma la presidencia del Paraguay?
--El hecho de que él sea un obispo, aunque alejado del ministerio sacerdotal, no representa ninguna amenaza a la laicidad del Estado paraguayo. Lugo no es candidato de la Iglesia, aunque la mayoría de los católicos vote por él. Es candidato de una coalición amplia de partidos y movimientos populares. Y todo indica que es, entre todos los candidatos, el más apto para gobernar el Paraguay, pues no tiene vínculos con sectores corruptos y jamás estuvo envuelto en actos considerados criminales. La ética y la preparación de Lugo hacen de él el candidato ideal.
--¿Cree usted que los hombres de la Iglesia deban incursionar en política?
--Siempre defendí que, en principio, obispos, padres y religiosos no deben participar de partidos políticos ni ser candidatos a cargos políticos. Pero toda regla comporta excepciones. Comprendí perfectamente cuando Miguel D. Escoto fue invitado a ser ministro de Relaciones Exteriores de la Nicaragua sandinista. El gobierno no tenía ningún otro cuadro político con la preparación y la experiencia de D. Escoto para asumir la función. El padre de D. Escoto fue embajador en París y él habla varios idiomas. Así entiendo la candidatura de Lugo. Después de 61 años de dominio del Partido Colorado en Paraguay, incluido el período dictatorial de (Alfredo) Stroessner, era necesario que hubiera un candidato de fuerte apego popular para liderar el proceso de profundos cambios que ese país exige. Lugo es ético y muy preparado para gobernar el Paraguay.
--¿Cómo ve el futuro del Paraguay en manos de Lugo?
--Promoverá una reforma agraria buscando beneficiar a 300 mil (campesinos) sin tierras. Creo que hará un gobierno en línea con esa primavera democrática que vive América del Sur, donde gobiernos progresistas desbancan a las antiguas oligarquías políticas y dificultan la intromisión del imperialismo de Estados Unidos.
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