Esto es lo que se lograría con el plan México:
Sólo en 2006 los jugosos contratos de las firmas estadounidenses tanto en Irak como en Afganistán ascendieron a 25 mil millones de dólares, más del doble de los 11 mil millones de dólares obtenidos en 2004. La mayoría de los contratos recaen en manos de Halliburton, empresa que fue dirigida por el vicepresidente Richard Cheney, una de las personas que más apoyó la invasión de EEUU a Irak en 2003.
Luego de la invasión a Irak y Afganistán, por parte de las tropas del gobierno de Estados Unidos, diversas compañías estadounidenses, la mayoría de ellas en manos de la transnacional "Halliburton", han generado ganancias que hasta el pasado año superaban la cifra de los 25 mil millones de dólares, según informó el martes la cadena televisiva y radial independiente "Democracy Now".
La información, basada en un estudio realizado por el Centro para la Integridad Pública, una ONG de control, destaca que los 25 mil millones de dólares que generaron en 2006 los diversos contratos de las firmas norteamericanas en ambos países invadidos por EEUU sobrepasan el doble de los ingresos alcanzados en 2004, cuando las contratistas adquirieron alrededor de 11 mil millones de dólares.
Asimismo, revela que más de la mitad de las operaciones estuvieron en manos de la "Kellogg Brown Root" (KBR), compañía que hasta abril pasado realizó operaciones en Irak, al funcionar como subsidiaria de la petrolera "Halliburton".
Esta última encabeza la lista al superar con sus contratos la cifra de 16 mil millones de dólares, entre 2004 y 2006.
Una audiencia realizada por el Congreso estadounidense en 2005, arrojó evidencias sobre la estrecha relación que la petrolera "Halliburton" mantiene con altos oficiales del Departamento de Defensa, entre ellos Dick Cheney quien dirigió la compañía desde 1995 hasta el año 2000.
Cheney fue una de las personas que apoyó con mayor interés la invasión a Irak en 2003 y quien aún recibe beneficios financieros de la empresa.
Asimismo,el Congreso demostró que la empresa abusa de los contribuyentes norteamericanos con total impunidad.
El valor de los negocios de la "KBR", superó en nueve veces a los de "Dyncorp", segunda mayor contratista en Irak y Afganistán.
Entre tanto, Bill Buzenberg, jefe del Centro para la Integridad Pública denunció que "mientras que los miles de millones de dólares involucrados y la complejidad de estos contratos relacionados con la guerra no han hecho más que crecer, la falta de supervisión ha aumentado".
De su lado, el contralor general de Estados Unidos, David Walker, admitió también que existen problemas en cuanto a la supervisión de los contratos militares. Guerra por petróleo
Especialistas han asegurado que las guerras que Estados Unidos emprendió contra Afganistán, en 2001, e Irak, en 2003, son por petróleo.
El ex comandante general del Comando Central del Ejército estadounidense, John Abizaid, reconoció el pasado mes de octubre durante una conferencia en la Universidad de Standford, en California, que la guerra que Estados Unidos emprende desde 2003 en Irak era por el petróleo.
El que el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, también ha asegurado que el objetivo de las invasiones estadounidenses es apropiarse del petróleo de esos países y sobre ello hace alusión en su libro n, "La era de la turbulencia".
Sólo en 2006 los jugosos contratos de las firmas estadounidenses tanto en Irak como en Afganistán ascendieron a 25 mil millones de dólares, más del doble de los 11 mil millones de dólares obtenidos en 2004. La mayoría de los contratos recaen en manos de Halliburton, empresa que fue dirigida por el vicepresidente Richard Cheney, una de las personas que más apoyó la invasión de EEUU a Irak en 2003.
Luego de la invasión a Irak y Afganistán, por parte de las tropas del gobierno de Estados Unidos, diversas compañías estadounidenses, la mayoría de ellas en manos de la transnacional "Halliburton", han generado ganancias que hasta el pasado año superaban la cifra de los 25 mil millones de dólares, según informó el martes la cadena televisiva y radial independiente "Democracy Now".
La información, basada en un estudio realizado por el Centro para la Integridad Pública, una ONG de control, destaca que los 25 mil millones de dólares que generaron en 2006 los diversos contratos de las firmas norteamericanas en ambos países invadidos por EEUU sobrepasan el doble de los ingresos alcanzados en 2004, cuando las contratistas adquirieron alrededor de 11 mil millones de dólares.
Asimismo, revela que más de la mitad de las operaciones estuvieron en manos de la "Kellogg Brown Root" (KBR), compañía que hasta abril pasado realizó operaciones en Irak, al funcionar como subsidiaria de la petrolera "Halliburton".
Esta última encabeza la lista al superar con sus contratos la cifra de 16 mil millones de dólares, entre 2004 y 2006.
Una audiencia realizada por el Congreso estadounidense en 2005, arrojó evidencias sobre la estrecha relación que la petrolera "Halliburton" mantiene con altos oficiales del Departamento de Defensa, entre ellos Dick Cheney quien dirigió la compañía desde 1995 hasta el año 2000.
Cheney fue una de las personas que apoyó con mayor interés la invasión a Irak en 2003 y quien aún recibe beneficios financieros de la empresa.
Asimismo,el Congreso demostró que la empresa abusa de los contribuyentes norteamericanos con total impunidad.
El valor de los negocios de la "KBR", superó en nueve veces a los de "Dyncorp", segunda mayor contratista en Irak y Afganistán.
Entre tanto, Bill Buzenberg, jefe del Centro para la Integridad Pública denunció que "mientras que los miles de millones de dólares involucrados y la complejidad de estos contratos relacionados con la guerra no han hecho más que crecer, la falta de supervisión ha aumentado".
De su lado, el contralor general de Estados Unidos, David Walker, admitió también que existen problemas en cuanto a la supervisión de los contratos militares. Guerra por petróleo
Especialistas han asegurado que las guerras que Estados Unidos emprendió contra Afganistán, en 2001, e Irak, en 2003, son por petróleo.
El ex comandante general del Comando Central del Ejército estadounidense, John Abizaid, reconoció el pasado mes de octubre durante una conferencia en la Universidad de Standford, en California, que la guerra que Estados Unidos emprende desde 2003 en Irak era por el petróleo.
El que el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, también ha asegurado que el objetivo de las invasiones estadounidenses es apropiarse del petróleo de esos países y sobre ello hace alusión en su libro n, "La era de la turbulencia".
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