Remedio para la calentura invernal

• El superbug atacó la SRE
• Cadena de tragedias…

Houston, Texas. Que si, que no, mi estimado, que no sé qué, que si ¿que no se queeé...? Termina la accidentada, helada y ahora inundada semana donde figuraron los tubazos, golpes bajos, mensajes y una que otra peligrosa señal. La más reciente es la tragedia en Tabasco que ha dejado miles de damnificados y cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo recordando nuestra insignificancia ante la firmeza de la naturaleza. La segunda fue la derivada por el lamentable accidente en la plataforma autoelevable Usumacinta, donde fallecieron 22 trabajadores desencadenando la simpática declaración de Manlio Fabio Beltrones acusando a los juniors Bribiesca Sahagún de estar metidos en el funesto reventón desencadenando el aquelarre de tubazos y mensajes salpicados de fuego amigo azul y del Gymboree de Los Pinos, comenzando por el acuse de recibo desde San Cristóbal con el comunicado de Marta, perdón (es viernes) del Centro Fox, señalando que el senador sonorense tiene un récord en la DEA por narcotráfico.

Después del finísimo intercambio de afirmaciones de ambos personajes, sin pruebas físicas de datos duros de por medio, sobrevino el espléndido cierre de filas apoyando a uno u otro como para que vaya quedando claro quién con quién, pues. Y de a cómo van a estar los madrazos. So make your pick for your bet, my friend.

En medio de la carambola política azul-tricolor a varias bandas, la temporada del escandaloso balcón está también por estrenarse (de nuevo) en la cartelera amarilla. Y el bombón (de bomba, of course, no sea cursi) promete y el timing, también. Y en política, ya sabe aquellito de que no hay coincidencias… aunque sí ausencias, sobre todo de neuronas. ¿A qué rayos me refiero?

Un ejemplo fueron las recientes declaraciones de la desdibujada canciller Espinosa, quien ante la Comisión de Relaciones Exteriores de San Lázaro escupió una serie de preocupantes conceptos alrededor del Plan México que han ocasionado una sonora carcajada del alegre respetable. La cándida (o desequilibrada) de Paty salió ahora con su chulada de que si en el Capitolio se les ocurre cambiar algunos puntos o comas del seductor proyecto, el gobierno mexicano no está obligado a participar en ese plan de cooperación.

Curioso.

¡¿Que no fueron Felipe Calderón y su bola de creativos funcionarios (the usual dumbsquad) los que le vendieron a medio México que ellos presionaron a Estados Unidos para que se pusieran las pilas y guapos ante la original ola de violencia entre los capos del narcotráfico que azota(ba) al país?!

Ya encarrerada, la Paty les señaló a nuestros legisladores que eso de prisa, prisa, lo que se diga prisa, mi estimado, no tienen y que ya será en enero cuando, si se aprueba, el Gymboree y su inseguro jefecito lo analizarán y evaluarán de acuerdo con las necesidades y el interés nacional.

Aún más curioso.

¿Que no fueron estos imberbes los que metieron el pie en el acelerador semanas después de haber llegado al poder? ¿Que ya se les olvidó el trabajo —y las selectas reuniones— que durante meses encabezaron los pingos de Felipe con los halcones de Washington para ponerle listón al regalo...?

¿Qué no las discordias en el wish list entre la PGR, la SSPF, el Cisen, Marina y SDN causaron extrañeza (y alarma) con nuestros vecinos, ya no digamos por lo delicado en los divergencias, sino por la simpática prisa de concretar los hilos finos...?

Pues, ¿qué bicho atacó a la canciller? ¿Acaso el superbug ya se incubó en la SRE? ¡¿Es contagioso?!

Espinosa después salió con otra incoherente monada como aquella de decir que no, my friend (no sea usted azotado), el Plan México no es un tratado internacional sino un simple (como tú comprenderás) acuerdo político (y no esté jodiendo) que no necesita aprobación del Senado mexicano.

Chingón.

Con sólo una estupenda visita de Negroponte y Shannon al gobierno mexicano se les quitó la prisa y la calentura…

Qué pésima señal.

Porque más allá de que en su Tour all inclusive pudieron calcularle la edad a Mouriño, consiguieron medirle el indiscutible talento a Ramírez Acuña, la amena frivolidad a Medina Mora, el acelere a García Luna y el nerviosismo perturbador a Felipe Calderón, my friend, todo lo demás lo ven de pelos (gulp).

So fasten your fucking seatbelts for an emergency landing… ¡Adiós!