Por: Teodoro Rentería Arróyave
En el odioso y cobarde doble asesinato de las colegas de la etnia Triqui, Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, de 22 y 24 años de edad, no existe pretexto alguna para que las autoridades correspondientes actúen de inmediato, detengan a los presuntos autores intelectuales y materiales, porque todos absolutamente todos, están identificados por sus propios afligidos compañeros de trabajo de la Radio Comunitaria 'La Voz que Rompe el Silencio' de la población de San Juan Copala, Oaxaca.
El diario El Universal, en su nota principal de este miércoles, informa que a nueve días del asesinato de las dos jóvenes comunicadoras “que despertaban la conciencia del pueblo”, la comunidad Triqui señala como autores intelectuales a los dirigentes del partido Unidad Popular Heriberto Pazos, Rufino Merino Zaragoza y Marcelino Bautista.
Los mismos compañeros de trabajo de las víctimas, aseguran que a sólo cuatro meses de existencia de Radio Copala, 'La voz que rompe el silencio' las mismas se convirtieron “en una amenaza para esos líderes corruptos y por eso las mataron”.
Valientes también los colegas, Adolfo Ramírez y Bernabé Cruz coinciden en que ellas sólo orientaban al pueblo en aspectos de salud, organización y para que reclamaran sus recursos que se quedan en manos de “los corruptos”.
En entrevista, al corresponsal del diario, señalan a los autores materiales los que “jalaron el gatillo”, los identifican como los hermanos Manuel y Carmelo Domínguez Ortiz y Paulo Guzmán Ramírez.
Que espera entonces el gobierno de Ulises Ruiz Martínez, para actuar en consecuencia. En este aborrecible doble homicidio, no existe pretexto para detener y llevar ante los tribunales de los presuntos asesinos. Sería el primer caso de asesinato de periodistas, en que la justicia se impusiera.
Nuestra solidaridad a la compañera colega del propio diario El Universal, Silvia Otero, ante la amenaza de Omar Cerecedo, abogado de capo y ex militar, Daniel Pérez Rojas, alias El Cachetes, quien fuera el jefe de escotas del líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdena e identificado como uno de los fundadores de Los Zetas, sólo por cumplir con su deber de informar, respecto de su detención en Guatemala. Más tarde el ministro del Interior de esa nación vecina, Vinicio Gómez, confirmó la captura de El Cachetes. Es de exigirse a las autoridades le aseguren a la colega Silvia Otero, su seguridad y la de su familia.
Agradecemos la misiva del amigo licenciado. José Juan Alonso Ramírez, director de Area del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y que por si sólo se explica, en la necesidad de que el maestro Batista Jiménez, se reúna a la brevedad con el gremio organizado de México
'Por instrucciones del maestro Fernando Batista Jiménez, titular del Programa de Agravios a Periodistas y defensores Civiles de Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, me permito hacer de su conocimiento que esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos considerando el constante riesgo en que se encuentran reporteros camarógrafos y fotógrafos de diversos medios de comunicación en Ciudad Juárez, Chihuahua, que han sido agredidos física y verbalmente cuando cubren las acciones realizadas para llevar a cabo el denominado “Operativo Conjunto Chihuahua”, que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional en esa entidad, el día de hoy solicitó a ese Instituto armado adopte medidas cautelares, para implementar mecanismos a fin de garantizar la seguridad e integridad física de los periodistas que cubren las acciones del Ejército Mexicano, con el fin de evitar hechos violentos de difícil reparación que puedan afectar sus derechos humanos y generar condiciones para el pleno ejercicio de la libertad de expresión'.
Acciones de está naturaleza son las que requiere el país, no hay pretexto para que continué la desvergonzada y vergonzante impunidad en cuanto a los crímenes contra periodistas.
En el odioso y cobarde doble asesinato de las colegas de la etnia Triqui, Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Merino, de 22 y 24 años de edad, no existe pretexto alguna para que las autoridades correspondientes actúen de inmediato, detengan a los presuntos autores intelectuales y materiales, porque todos absolutamente todos, están identificados por sus propios afligidos compañeros de trabajo de la Radio Comunitaria 'La Voz que Rompe el Silencio' de la población de San Juan Copala, Oaxaca.
El diario El Universal, en su nota principal de este miércoles, informa que a nueve días del asesinato de las dos jóvenes comunicadoras “que despertaban la conciencia del pueblo”, la comunidad Triqui señala como autores intelectuales a los dirigentes del partido Unidad Popular Heriberto Pazos, Rufino Merino Zaragoza y Marcelino Bautista.
Los mismos compañeros de trabajo de las víctimas, aseguran que a sólo cuatro meses de existencia de Radio Copala, 'La voz que rompe el silencio' las mismas se convirtieron “en una amenaza para esos líderes corruptos y por eso las mataron”.
Valientes también los colegas, Adolfo Ramírez y Bernabé Cruz coinciden en que ellas sólo orientaban al pueblo en aspectos de salud, organización y para que reclamaran sus recursos que se quedan en manos de “los corruptos”.
En entrevista, al corresponsal del diario, señalan a los autores materiales los que “jalaron el gatillo”, los identifican como los hermanos Manuel y Carmelo Domínguez Ortiz y Paulo Guzmán Ramírez.
Que espera entonces el gobierno de Ulises Ruiz Martínez, para actuar en consecuencia. En este aborrecible doble homicidio, no existe pretexto para detener y llevar ante los tribunales de los presuntos asesinos. Sería el primer caso de asesinato de periodistas, en que la justicia se impusiera.
Nuestra solidaridad a la compañera colega del propio diario El Universal, Silvia Otero, ante la amenaza de Omar Cerecedo, abogado de capo y ex militar, Daniel Pérez Rojas, alias El Cachetes, quien fuera el jefe de escotas del líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdena e identificado como uno de los fundadores de Los Zetas, sólo por cumplir con su deber de informar, respecto de su detención en Guatemala. Más tarde el ministro del Interior de esa nación vecina, Vinicio Gómez, confirmó la captura de El Cachetes. Es de exigirse a las autoridades le aseguren a la colega Silvia Otero, su seguridad y la de su familia.
Agradecemos la misiva del amigo licenciado. José Juan Alonso Ramírez, director de Area del Programa de Agravios a Periodistas y Defensores Civiles de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y que por si sólo se explica, en la necesidad de que el maestro Batista Jiménez, se reúna a la brevedad con el gremio organizado de México
'Por instrucciones del maestro Fernando Batista Jiménez, titular del Programa de Agravios a Periodistas y defensores Civiles de Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, me permito hacer de su conocimiento que esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos considerando el constante riesgo en que se encuentran reporteros camarógrafos y fotógrafos de diversos medios de comunicación en Ciudad Juárez, Chihuahua, que han sido agredidos física y verbalmente cuando cubren las acciones realizadas para llevar a cabo el denominado “Operativo Conjunto Chihuahua”, que realiza la Secretaría de la Defensa Nacional en esa entidad, el día de hoy solicitó a ese Instituto armado adopte medidas cautelares, para implementar mecanismos a fin de garantizar la seguridad e integridad física de los periodistas que cubren las acciones del Ejército Mexicano, con el fin de evitar hechos violentos de difícil reparación que puedan afectar sus derechos humanos y generar condiciones para el pleno ejercicio de la libertad de expresión'.
Acciones de está naturaleza son las que requiere el país, no hay pretexto para que continué la desvergonzada y vergonzante impunidad en cuanto a los crímenes contra periodistas.
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