Por Millán
''De un solo golpe'' para evitar ''hacerle más apretadas de tuercas al presupuesto'' devolverá las carreteras de cuota a la iniciativa privada para obtener fondos y financiar así nuevos proyectos carreteros, anuncio ‘Calderito' en Nuevo León durante la ceremonia de inicio de la construcción de la autopista Saltillo-Monterrey, concesionada al consorcio gachupín-mexicano integrado por Isolux, Corsán, Coconal y Elsamex.
“Carreteras que hicieron particulares hace mucho tiempo, que quebraron con la crisis económica de México de los años 90 y que el gobierno invirtió y finalmente saneó y que hoy están siendo manejadas por el gobierno serán concesionadas para que nos den de golpe el dinero de los próximos años" dijo con sonrisa medio cínica al igual que su medio tamaño el inquilino de los pinos desde hace apenas tres meses (pero que desde su reducida perspectiva lleva siete largos años).
Estando hombro con hombro (o será hombro con cintura debido a su escasa estatura tanto física como moral) con los gobernadores de Nuevo León y Coahuila, Natividad González Parás y Humberto Moreira, además del secretario de comunicaciones y transportes Luis Téllez, descaradamente Felipe ‘Espurio' Calderón explicó su “nuevo esquema” de ‘reprivatización' de las carreteras que los empresarios amigos de Salinas usufructuaron, estrangularon y ‘tronaron' hace diez años.
También explicó que “el gobierno promoverá otros esquemas de financiamiento, como son el otorgamiento del permiso a una empresa para que construya y administre la carretera por un plazo máximo de 30 años y, en caso de autopistas difíciles, se dará la concesión a aquella empresa que pida menos recursos al gobierno en un esquema bipartito de inversión”.
Y continuó: “cuando se trate de vías muy rentables, se licitarán al concesionario que aporte más dinero, y por último, en los casos en que la inversión dependa por completo del sector privado, el gobierno le pagará según el volumen de usuarios que tenga esa autopista”.
El problema carretero tiene sus orígenes durante el proceso de privatización impulsado por el entonces presidente Salinas ‘Chupacabras' de Gortari (1988-1994). Su gobierno decidió establecer un régimen de concesiones al sector privado, con lo que le adjudicó 52 autopistas que abarcaron casi 5 mil kilómetros de la red federal de carreteras, pero los empresarios encargados de administrarlas las ‘quebraron'.
El gobierno federal eligió rescatarlas con dinero del erario. Hace diez años Ernesto ‘Globalifílico' Zedillo decretó el llamado ''Fobaproa carretero'' consistente en comprometer pagarés de indemnización de carreteras (PICs), y ordenó que las instituciones del Estado tomaran la deuda de los concesionarios, que actualmente supera los 170,000 millones de pesos (si, ¡ciento setenta mil millones de pesos!), y que son administrados por el Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas.
De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el rescate carretero se debió a que los créditos que otorgaron los bancos, en manos del gobierno en ese entonces, fueron otorgados de manera irresponsable asumiendo riesgos excesivos.
Estos bancos se capitalizaron después con recursos privados que condicionaron su aportación a la eliminación de la cartera de las carreteras como parte del maquiavélico plan para que sus cómplices empresarios fueran ‘rescatados' por el gobierno.
El colmo del colmo de los “esquemas” será cuando el siguiente anuncio sea que los asignados de las "reconcesiones" (tercer "nuevo esquema") sean los mismos que Zedillo "rescató" ("segundo" nuevo esquema) y a los que Salinas concesionó (primer "nuevo esquema"); Tribasa (hoy Pinfra), Grupo Mexicano de Desarrollo e ICA, entre otros, además de los gobiernos de Coahuila, Durango, Querétaro, Tabasco, Tamaulipas y Sonora por orden alfabético.
Así que, ¿a qué “dinero de golpe” proveniente de la IP se refiere este pequeño burgués usurpador de la presidencia para financiar qué cosa?, si quienes pagaron el ‘rescate' carretero, como tantos otros rescates, son y han sido siempre los mexicanos y ahora el gobierno pretende nuevamente entregar lo ya rescatado a los empresarios que fueron precisamente los que llevaron a la quiebra lo concesionado. Tal vez al presupuesto no haya que “hacerle más apretadas de tuercas” para obtener “dinero de golpe”, pero lo que queda claro es que al chaparro pelón de lentes si le hace falta un duro golpe en la cabeza para ver si se le acomodan las tuercas, porque al parecer ya trae algunas sueltas dentro de su hueco cráneo.
''De un solo golpe'' para evitar ''hacerle más apretadas de tuercas al presupuesto'' devolverá las carreteras de cuota a la iniciativa privada para obtener fondos y financiar así nuevos proyectos carreteros, anuncio ‘Calderito' en Nuevo León durante la ceremonia de inicio de la construcción de la autopista Saltillo-Monterrey, concesionada al consorcio gachupín-mexicano integrado por Isolux, Corsán, Coconal y Elsamex.
“Carreteras que hicieron particulares hace mucho tiempo, que quebraron con la crisis económica de México de los años 90 y que el gobierno invirtió y finalmente saneó y que hoy están siendo manejadas por el gobierno serán concesionadas para que nos den de golpe el dinero de los próximos años" dijo con sonrisa medio cínica al igual que su medio tamaño el inquilino de los pinos desde hace apenas tres meses (pero que desde su reducida perspectiva lleva siete largos años).
Estando hombro con hombro (o será hombro con cintura debido a su escasa estatura tanto física como moral) con los gobernadores de Nuevo León y Coahuila, Natividad González Parás y Humberto Moreira, además del secretario de comunicaciones y transportes Luis Téllez, descaradamente Felipe ‘Espurio' Calderón explicó su “nuevo esquema” de ‘reprivatización' de las carreteras que los empresarios amigos de Salinas usufructuaron, estrangularon y ‘tronaron' hace diez años.
También explicó que “el gobierno promoverá otros esquemas de financiamiento, como son el otorgamiento del permiso a una empresa para que construya y administre la carretera por un plazo máximo de 30 años y, en caso de autopistas difíciles, se dará la concesión a aquella empresa que pida menos recursos al gobierno en un esquema bipartito de inversión”.
Y continuó: “cuando se trate de vías muy rentables, se licitarán al concesionario que aporte más dinero, y por último, en los casos en que la inversión dependa por completo del sector privado, el gobierno le pagará según el volumen de usuarios que tenga esa autopista”.
El problema carretero tiene sus orígenes durante el proceso de privatización impulsado por el entonces presidente Salinas ‘Chupacabras' de Gortari (1988-1994). Su gobierno decidió establecer un régimen de concesiones al sector privado, con lo que le adjudicó 52 autopistas que abarcaron casi 5 mil kilómetros de la red federal de carreteras, pero los empresarios encargados de administrarlas las ‘quebraron'.
El gobierno federal eligió rescatarlas con dinero del erario. Hace diez años Ernesto ‘Globalifílico' Zedillo decretó el llamado ''Fobaproa carretero'' consistente en comprometer pagarés de indemnización de carreteras (PICs), y ordenó que las instituciones del Estado tomaran la deuda de los concesionarios, que actualmente supera los 170,000 millones de pesos (si, ¡ciento setenta mil millones de pesos!), y que son administrados por el Fideicomiso de Apoyo para el Rescate de Autopistas Concesionadas.
De acuerdo con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), el rescate carretero se debió a que los créditos que otorgaron los bancos, en manos del gobierno en ese entonces, fueron otorgados de manera irresponsable asumiendo riesgos excesivos.
Estos bancos se capitalizaron después con recursos privados que condicionaron su aportación a la eliminación de la cartera de las carreteras como parte del maquiavélico plan para que sus cómplices empresarios fueran ‘rescatados' por el gobierno.
El colmo del colmo de los “esquemas” será cuando el siguiente anuncio sea que los asignados de las "reconcesiones" (tercer "nuevo esquema") sean los mismos que Zedillo "rescató" ("segundo" nuevo esquema) y a los que Salinas concesionó (primer "nuevo esquema"); Tribasa (hoy Pinfra), Grupo Mexicano de Desarrollo e ICA, entre otros, además de los gobiernos de Coahuila, Durango, Querétaro, Tabasco, Tamaulipas y Sonora por orden alfabético.
Así que, ¿a qué “dinero de golpe” proveniente de la IP se refiere este pequeño burgués usurpador de la presidencia para financiar qué cosa?, si quienes pagaron el ‘rescate' carretero, como tantos otros rescates, son y han sido siempre los mexicanos y ahora el gobierno pretende nuevamente entregar lo ya rescatado a los empresarios que fueron precisamente los que llevaron a la quiebra lo concesionado. Tal vez al presupuesto no haya que “hacerle más apretadas de tuercas” para obtener “dinero de golpe”, pero lo que queda claro es que al chaparro pelón de lentes si le hace falta un duro golpe en la cabeza para ver si se le acomodan las tuercas, porque al parecer ya trae algunas sueltas dentro de su hueco cráneo.
Comentario del Sam: les digo que bien AMLO dice "NO TIENEN LLENADERA", nos marean tantito con el maíz y venga el porraso con las carreteras, al rato marean con otra cosa y lanzan otro porraso... sin dudas se quieren ya robar hasta el oxigeno que respiramos.
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