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24 marzo 2007

Luchar o morir

Samuel García, Revoluciones

¡Por un México sin Imperio!, ¡por la América Bolivariana que tanto necesitan nuestros pueblos!

Lo puedes ver desde la vestimenta que usas, desde los aparatos electrónicos que tienes en casa o de los cuales careces pero existen. Lo ves al recorrer las calles, en bancos, edificios lujosos y comercios de trasnacionales, es evidente ante nuestros ojos el rostro material del devorador de la vida, ese que se ha opuesto a la voluntad divina y humana desde siempre. Por la manipulación de circulos de poder, por la autonegación del ser humano, por la esclavitud a los tesoros materiales, un puñado de sujetos desde hace años han orquestado una serie de modelos de vida, que concierne lo político, social, económica y cultural -por lo menos- para dominarte a ti y a mi. Pero que hoy NO VA MÁS.

Es cada ves menor la oportunidad que tengo de salir de casa y volver con bien a ella, estoy expuesto a la deshumanización de las ciudades de que estas se vuelvan un caos para que el Imperio penetré y pueda saquear a su placer y antojo. Quizás algún momento fui indiferente a mi extencia respiraba pero no asumía mi rol de ciudadano, de hijo en casa, de mexicano. Pero hoy es distinto, varios factores me han llevado a encarar la realidad y elegir una de dos opciones: DEJARME ABSORVER POR EL SISTEMA O LUCHA CONTRA ÉL HASTA VENCERLE. Uno supone que esto será más violento, que la sangre se derramará y algunos tendrán que caer para obtener el cambio, pero yo considero que no es así, la sangre ya se derramó en otros tiempos y no fue suficiente, hoy lo que se debe derramar es la sabiduría y la inteligencia por medio de acciones pacíficas y de resistencia que se traduzcan en cambios de hechos y no de labios para afuera.

Hoy tengo mejor organización de mi vida, cuando se del mal que aqueja a alguien busco ayudar y no pasar de largo, más que tener una religión definida y convivir con otras personas, entre risas y llanto, lo que busco es conocer a Dios el creador y a mis hermanos de sociedad, de familia y amigos pero a fondo, saber acompañarles en todo momento y no anteponer lo material a lo espiritual. Administro mejor mi dinero, el poco que tengo pero suficiente, igual mis energías y talentos, busco servir al país, donde aunque aún no conozco a mucha gente de cerca, con solo de ver sus rostros se que necesitan de mi y yo de ellos, somos camaradas en esta batalla y no renunciaré a mi papel protagonico, pues en esa, mi realidad no cabe la derrota y la desolación...

Esto no lo hubiera conseguido de haber seguido sumergido en video juegos, en televisión, cine y cosificación en extremo. Para mi es más valioso saber como están mis padres y hermanos que enterarme que sucedió en algún partido de fútbol o en alguna serie de televisión. He dedicado más tiempo al estudio, tratando de llevar de inmediato a la practica mis conocimientos y que, aunque he querido conseguir empleo y por el neoliberalismo trasgiversado no lo puedo hallar, si tengo un empleo que retribuye bastante y es el de la experiencia, trabajo minuto a minuto por explorar nuevas cosas, nuevos terrenos y por eso sigo caminando sigilosamente para combatir al sistema y rendirle golpes fulminantes, donde verdaderamente le ponga en riesgo.

Por eso muchos de los bits que ven traducidos en las pantallas de su monitor en estos momentos no son nada sino están capturados y generados por medio del espíritu vivo, encendido y ardiendo por la justicia y verdad, que es lo que me motiva a mi a luchar. Los colores y las formas de este texto es tan solo una apariencia pero de fondo tengan ustedes la seguridad se esconde un código existencial que corre por las venas para contrarrestar el virus mortal que ha querido dañarnos, tal parece de manera permanente. Pero no lo conseguirán, los adversarios por más recursos que puedan tener, carecen del más amplio y nutrido recursos que puede haber para vencer: EL AMOR. Hoy existo, en cada palpitar del corazón y cada descarga electríca para emisión de datos por la red Internet, donde reflejo lo que creo y siento, lo que quiero y aprecio. Tengo un país que defender y un ejemplo que arrojar para que mis hermanos de aquí y de toda latinoamerica puedan resurgir y levantarse para nunca más dejarse dominar.

Es a veces como una pesadilla que nunca terminará, como un terrible sueño, pero no hay mal eterno, ni bien que sea inferior al mal, es cuestión de paciencia y como saber actuar. Rindele bonos al imperio en tu vida y verás que sin necesidad de ira y rabia mucho obtendrás, pues no se trata solo de irritarnos y señalar, se trata de cambiar, gestar una transformación... SE TRATA DE REVOLUCIONAR...

Bush y sus aliados, más los esclavos del poder (como lo es Felipe Calderón en Mexico), no saben otra cosa más que revolver y no revolucionar, LLEGÓ LA HORA DE DEMOSTRARLES QUE LO HUMANO PRAVALECE ANTE LA BRUTALIDAD.

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