ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
El principio de la educación es predicar con el ejemplo
Anne Robert Jacques Turgot
EN ESTE 2007, la administración federal ha destinado el 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto al rubro educativo. Y usted lo sabe mejor que yo, la UNESCO recomienda que, cuando menos, se invierta en este renglón 7.5 por ciento más. Por lo que hace a recursos, el Estado Mexicano está reprobado.
No acredita la administración federal, tampoco, en materia de honestidad. De acuerdo a los reportes anuales de Transparencia Internacional, la corrupción avanza a pasos acelerados en la lista de las naciones más infectas del planeta.
Reprueban las autoridades, asimismo, en materia de respeto a los derechos humanos, también de acuerdo a Amnistía Internacional.
En el ámbito laboral, la Organización Internacional del Trabajo, ha producido apenas un informe en el que textualmente se señala que "el mercado laboral en México enfrenta más desafíos que avances; desde hace una década prevalece la inequidad, y el futuro para las comunidades pobres se vislumbra muy difícil".
De acuerdo a la CEPAL, en este 2007 México será el país latinoamericano con peor rendimiento económico.
Y el FMI ha dicho apenas que México se ubicó en 2007 como la economía número 15 entre 182 naciones, medida por el tamaño de su producto interno bruto (PIB), pero en cambio se situó en el lugar 58 si se toma como referencia el indicador sobre el PIB por habitante, una medida general de la distribución del ingreso en un país y que se ha deteriorado continuamente desde 2000.
México tiene al hombre más rico del mundo. También al 80 por ciento de su población en condiciones de pobreza extrema.
Cada mes, más de 30 mil mexicanos abandonan el territorio nacional, expulsados por la insostenible situación económica familiar. Y tal demuestra como es que desde hace muchos años, sexenios, decenios, como usted quiera medirlo, las administraciones federal y estatales están más que reprobadas.
En tal contexto es que la Secretaría de Educación Pública ha aplicado la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (Enlace) que, más que motivar la mejora educativa, ha dado pauta a exacerbados comentarios sobre las bondades de la educación privada por sobre la pública que, paradójicamente, brinda la propia dependencia del Ejecutivo.
No toma en cuenta dicha "evaluación" las condiciones de miseria en las que se da el proceso educativo. Escuelas sin servicios, sin agua, muchas veces sin electricidad, para yo no hablar de las carencias de pizarrones, gises, mapas, libros de apoyo, muchas más sin aire acondicionado donde es requerido, y lo peor: con baños donde la ausencia de higiene es la constante.
Evalúa la SEP a los alumnos con estándares internacionales.
Con esos mismos estándares deberemos evaluar los contribuyentes a la Administración Pública, muchas veces ya reprobada por las respectivas instancias internacionales, ¿o no?
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