Por: Edgardo Reyes Mesa
El eventual quiebre de RCTV Internacional lleva a la renuncia masiva de ejecutivos nacionales e internacionales, así como el retiro consecuente de la publicidad del sector privado que ve en esta empresa televisiva un descenso progresivo y vertiginoso de su otrora poder de comunicación para llegar a las masas lo que se traduce a pérdidas en la inversión para la publicidad.
Los anunciantes han emigrado a los canales de televisión que usan señal abierta aérea concedidas por el estado, pues, el usuario no tiene otro débito sino la inversión inicial del aparato de televisión y luego el gasto del servicio eléctrico que de manera global cancela todos los meses y que forma parte de una cultura de consumo.
Por cuanto que, para ver los enlatados y producciones de pobre contenido que
ofrece Radio Caracas Internacional, adicionalmente, deben contratar los servicios
por suscripción que resulta en un gasto innecesario para el que considera este
tipo de servicios un lujo que no pueden costear.
La gerencia del otrora canal 2, RCTV, ha dispuesto para los trabajadores de rangos bajo y medio un paquete de liquidación concerniente al pago de los sueldos correspondientes al mes en curso, septiembre, octubre, noviembre, diciembre, 4 meses de aguinaldos más
prestaciones sociales.
Ante el inminente quiebre, los trabajadores, asegurando una porción de lo que les correspondería, se apresuran a tomar sus “Cajitas Felices” y abandonan para siempre las instalaciones con un “Gracias por sus Servicios” de parte de la Gerencia de la empresa.
El personal reducido, que lo conforman ejecutivos de mayor rango y secretariado, actores, técnicos (solo lo indispensable), se han echado al hombro la responsabilidad inconsulta de hacer el trabajo propio y el trabajo de los que ya han sido “liquidados”, por supuesto, sin retribución económica alguna y al riesgo de que, cuando a Marcel Granier se le antoje anunciar el quiebre total de RCTV Internacional, éstos arriesgados e incondicionales trabajadores, fieles a una labor que por años ha sido su vida, su entrega total al arte y a la creación, se queden en la calle sin ningún tipo de beneficios.
Por cuanto que el currículum vital de Marcel Granier lleva intachable la secuela de no responsabilizarse por sus trabajadores, éstos se encuentran en la cuerda floja, sin paraguas y con el cielo encapotado.
El eventual quiebre de RCTV Internacional lleva a la renuncia masiva de ejecutivos nacionales e internacionales, así como el retiro consecuente de la publicidad del sector privado que ve en esta empresa televisiva un descenso progresivo y vertiginoso de su otrora poder de comunicación para llegar a las masas lo que se traduce a pérdidas en la inversión para la publicidad.
Los anunciantes han emigrado a los canales de televisión que usan señal abierta aérea concedidas por el estado, pues, el usuario no tiene otro débito sino la inversión inicial del aparato de televisión y luego el gasto del servicio eléctrico que de manera global cancela todos los meses y que forma parte de una cultura de consumo.
Por cuanto que, para ver los enlatados y producciones de pobre contenido que
ofrece Radio Caracas Internacional, adicionalmente, deben contratar los servicios
por suscripción que resulta en un gasto innecesario para el que considera este
tipo de servicios un lujo que no pueden costear.
La gerencia del otrora canal 2, RCTV, ha dispuesto para los trabajadores de rangos bajo y medio un paquete de liquidación concerniente al pago de los sueldos correspondientes al mes en curso, septiembre, octubre, noviembre, diciembre, 4 meses de aguinaldos más
prestaciones sociales.
Ante el inminente quiebre, los trabajadores, asegurando una porción de lo que les correspondería, se apresuran a tomar sus “Cajitas Felices” y abandonan para siempre las instalaciones con un “Gracias por sus Servicios” de parte de la Gerencia de la empresa.
El personal reducido, que lo conforman ejecutivos de mayor rango y secretariado, actores, técnicos (solo lo indispensable), se han echado al hombro la responsabilidad inconsulta de hacer el trabajo propio y el trabajo de los que ya han sido “liquidados”, por supuesto, sin retribución económica alguna y al riesgo de que, cuando a Marcel Granier se le antoje anunciar el quiebre total de RCTV Internacional, éstos arriesgados e incondicionales trabajadores, fieles a una labor que por años ha sido su vida, su entrega total al arte y a la creación, se queden en la calle sin ningún tipo de beneficios.
Por cuanto que el currículum vital de Marcel Granier lleva intachable la secuela de no responsabilizarse por sus trabajadores, éstos se encuentran en la cuerda floja, sin paraguas y con el cielo encapotado.
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