Por Enrique Cisneros
¿En qué consiste el “gran acuerdo nacional” del que tanto hablan lo priístas, panistas y ayer, la perredista Ruth Zavaleta?
Sin tanto darle vueltas es sencillo: como en México ya se les desgastó el sistema presidencialista, la clase dominante ya trazó la línea, hay que hacer a un lado al presidente y crear un sistema Parlamentario donde sean los chicharrones del Congreso los que truenen. Con esto suponen que podrán seguir engañando al pueblo y avanzar en las medidas capitalistas (neoliberales) para volver a afianzar los hilos del control de los trabajadores.
Sencillo: que se le venda al pueblo la idea de que es necesario entrar a lo que llama un sistema Parlamentario donde el Presidente sea sólo una figura decorativa, frente a la del “Primer Ministro” que es nombrado por el Congreso mediante amarres de los diputados y senadores.
Eso tienen planeado para México.
Por ello no les importa que se desgaste Feli-Pillo Calderón, ni que salga a flote la corrupción foxista, todo lo que sea desprestigio presidencial sirve, para que en su momento los congresistas sean los salvadores. Por ello la mentada Reforma Electoral, ni de chiste permitió que se hablara de candidaturas independientes, ni de medidas que debiliten a los partidos políticos “reconocidos”, por el contrario, se trata de consolidarlos ante los ojos del pueblo e inclusive, proyectarlos como los salvadores.
Y mucho tiene que ver con una reestructuración priísta desde el Congreso donde la pieza clave es Manlio Fabio Beltrones.
La línea es que hay que se vale el desprestigio de todas las instituciones (incluyendo el IFE, el Presidente) menos del Congreso; además, los partidos deben de moverse libremente sin ningún control y finalmente ponerse de acuerdo entre ellos, repartiéndose el pastel de acuerdo a la fuerza que tengan en el Congreso. Y si para ello hay que llegar a un sistema bipartidista como el gringo o el inglés, adelante.
Por ello el PRD fue infiltrado desde su nacimiento con delfines echeverristas, luego salinistas, que venían del llamado Partido Socialista de los Trabajadores (PST) comandando por el tristemente célebre Rafael Aguilar Talamantes.
Ahora, que ya se sienten fuertes, esos infiltrados llamaron al abordaje, convocando a tomar el partido del sol dizque azteca, yendo por delante el pesetista Jesús Ortega. Ya tienen a su comandanta de las fuerzas amarillas en el Congreso con Ruth Zavaleta, ahora se proponen tomar la dirección del partido, lo que no les resultará tan difícil pues para ello cuentan con el apoyo de gobernadores y poderes locales, tanto tricolores como azules.
Con un sistema Parlamentario ya no les preocupa que se les cuele un López Obrador o en su momento un Cuahutemoc Cárdenas a la presidencia pues en un sistema Parlamentario esos mandatarios llegan a la silla sin ningún poder ya que es la figura del Primer Ministro la que sustituye al poder presidencialista, con la diferencia de que si ese Primer Ministro no responde a las alianzas que los parlamentarios hagan en el congreso, simplemente lo quitan y ponen a otro, como acaban de hacer en Inglaterra con Tony Blair.
¿Acaso el pueblo inglés no se opuso a la invasión a Irak? Tony Blair que se supone no es de la línea abiertamente de derecha como Margareth Teacher, decidió que había que apoyar a los gringos en esa aventura y mandó a sus conciudadanos a matar iraquíes.
Si el pueblo mexicano continúa en el analfabetismo político, simplemente le cambiarán la cascarita, mientras por dentro sigan los mismos corruptos de siempre…. más los que se vienen gestando entre las fuerzas inferiores, para participar todos del negocio de la política burguesa.
No hay vuelta de hoja, o se le entra a cambiar las cosas de raíz o vendrá otra gran etapa de oscuridad y saqueo hasta que se comprenda que la solución de las problemáticas de los trabajadores no vendrá de arriba, con supuestas reformas políticas, sino de abajo, con la organización, movilización y rebelión de los trabajadores.
O el pueblo se tendrá que conformar con ser convidado de piedra en supuestas luchas, como la que se acaban de dar por la dizque reforma electoral, donde los fascistas de las televisoras levantaban la bandera de la libertad de expresión y los corruptos diputados y senadores enarbolaban las de la lucha contra la corrupción…. vaya manera de hacer politiquería.
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