LA ENORME APUESTA DE AMLO

27 de Septiembre de 2007

ÍNDICE POLÍTICO

FRANCISCO RODRÍGUEZ

Para la Tía Lola. Descanse en paz

LA TENTACIÓN DEBE ser enorme. Tomarle la palabra a Andrés Manuel López Obrador o, de plano, dejar ir la oportunidad que estoy seguro no se volverá a presentar.

Y es que las palabras pronunciadas por AMLO el más reciente fin de semana son, deben ser, un sueño largamente acariciado por quienes ven, sienten, sufren la existencia de un movimiento social en resistencia que, pacífica y todo, no deja de ser un soberano pain in the ass.

Existe la posibilidad, lo ha dicho el mismísimo tabasqueño, de que abandone la política. Que cese sus giras por los municipios del país. Que deje de transmitir mensajes de mofa, burla, guasa y hasta chacota en contra de los principales personajes de la Administración que un tribunal le encomendó al señor Felipe Calderón. Que ya no presente contrapropuestas legislativas que parecen más sensatas, menos lesivas para los contribuyentes.

¿Se imagina? Que López Obrador guardara sus bártulos, archivara sus discursos y disecara los collares de flores con los que lo engalanan en casi cada población que visita para irse a descansar de por vida a su casa.

No sólo eso. El llamado "Presidente Legítimo" también ha planteado la eventualidad de dejar colgados de la brocha a un muy buen número de mexicanos que, hasta la fecha, sigue creyendo en él y en sus propuestas.

Posibilidad, además, de que el movimiento civil en resistencia se desinfle y, lo peor, se sienta traicionado por quien aún ahora cuenta con una base de apoyo social nada despreciable, podríamos decir incluso que envidiable.

La tentación, repito, debe ser enorme. Amén de seductora, casi casi embriagadora.

López Obrador, en efecto, ha dicho que se retiraría de la política si Calderón se atreve a actuar en contra de la muy evidente corrupción del ex Presidente Fox, su actual esposa y los hijos de ésta.

La apuesta es tan grande como la tentación misma de aceptarla.

Es, en pocas palabras, el jackpot con el que se ilusiona durante años cualquier adorador de Birján.

¡Imagínese usted todo lo que vale la apuesta lópezobarista! ¡Un reino por un sexenio! ¡La comodidad de deshacerse del principal y único contrapeso político! ¡Cinco años y pico para sólo coser, cantar y bordar!

En una sola jugada, López Obrador ha colocado todo su capital político, incluso a sus seguidores, prosélitos y paniaguados, sobre el fieltro verde donde desde hace tiempo no había siquiera la posibilidad de una negociación.

Es una osadía, ¡vive Dios! Es como si este escribidor pusiera en prenda sus escasas habilidades con la tecla a cambio… ¿a cambio de qué? No. No alcanzo a imaginarme nada que lo valiera.

Pero el temerario López Obrador sí que ha puesto su cabeza en el cadalso, a cambio de prácticamente nada. Porque, ¿cuánto pueden valer a estas alturas el prez y la honra de Marta y su maridito? ¿De los Bribiesquitas?

¡Vaya instigación!

¡Vaya buen apostador que también resultó López Obrador!

Porque va a ganar. No hay duda. ¿Qué me apuesta?

*** Comentario del Sam *** Yo también creo que él ganará pero ¿y los demás mexicanos, ganaremos?, francamente sigo en espera no de AMLO, sino de los que le rodean, que se apliquen a fondo en la lucha que muchos hacemos desinteresadamente, que se dejen de egoismos, envidias, celos y pleitos, yo no se que piensan los secretarios del Peje si están nada más de juguete o que, se muy bien que solo Di Costanzo se a puesto a trabajar con la gente y que eso entre el círculo de los 12 legítimos le acarrea por lo menos habladas a sus espaldas, fácil podría decir yo tal secretario dijo esto o tal secretaria dijo lo otro, pero señores ni yo ni nadie somos para balconear o exhibir a la gente que todavía no se mete en su cabeza que la lucha es de la mano del pueblo y no de la mano de los amigos y los compadres. Yo lo dije vamos a darle este añito a las secretarias, de no responder desde enero mis amigos yo me encargo de exhibir lo mismo al gobierno usurpador que a los legítimos que no hagan nada por el pueblo. Yo no tengo que apostar, pero si tengo palabra y así le vamos a hacer, exista una contraloría ciudadana o no exista.