
DE LOS PRIMEROS objetivos para alcanzar la revolución de las conciencias, se extrae: ... es pues notorio que el engaño ha sido fuente de poder para el régimen simulador que hoy gobierna a los mexicanos, dicho mal ha sido y es propagado a través de la educación impartida en nuestro territorio a niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Un soporte de la mentira ha sido la historia torcida y manipulada que se inculca a la población, sumando a ello la poca iniciativa de la misma gente para tener un encuentro genuino con sus raíces, con el tiempo y los hechos clave para la formación de la identidad nacional... influyendo desde luego el aparato enajenador de masas, a quienes les ofrece varios modelos de vida alternativos al que originalmente para su bien deberían hacer suyo. Una reacción a dicho engaño nos insta a rescribir nuestra historia y recuperar la identidad nacional. Revolucionar las conciencias es sacarlas del engaño.
Les hice saber hace varios días que desde este mes de noviembre nos estaríamos enfocando a tratar ciertos temas en Revoluciones, obviamente uno de ellos tiene que ver con lo que según “celebramos” el 20 de noviembre: la Revolución Mexicana. Antes de comenzar a exponer ese tema quiero que estemos listos para poder entender lo que vayamos abordando desde una óptica muy diferente a la que frecuentamos manejar para comprender las cosas que diariamente enfrentamos.
Me ha sucedido que ciertas cosas de nuestra historia me niego a aceptarlas porque considero que afectan en alguna forma mi perspectiva sobre la vida, sin aceptar que ir más allá de lo que ya he ido me puede enriquecer en muchos sentidos. En corto: les sugiero estar abiertos y receptivos a los planteamientos que van a empezar a ver a partir de ahora en cada uno de mis post dedicados a la Revolución Mexicana, van a chocar con muchas de sus creencias, de lo que les enseñaron en la escuela o lo que hoy mismo les están enseñando, pero mi objetivo es que entendamos nuestra historia sin adoptar una ideología –sea de izquierda o de derecha-, que más bien equilibremos las propuestas de gobierno que se han venido dando y a la postre construyamos juntos un proyecto que nos permita lo mejor posible impulsar un gobierno de todos.
Varias veces con Tere una amiga y ciudadana en resistencia (con frecuencia reporta los acontecimientos en los círculos de estudio y otros eventos de la RCP), platicamos -con mucha emoción- sobre la politización de la sociedad, el cómo se ha avanzado mucho en eso. La palabra política estoy seguro se menciona más hoy en los hogares que hace 5 años, se opina y se hace más en torno a la política del país, pero todavía no hay un impacto profundo en el corazón del régimen simulador porque la politización de la sociedad no ha mirado a detalle la raíz del problema de los mexicanos. Todos los males que hoy vemos, sea corrupción, avaricia, violencia, etc. tienen su propia historia, juegan en distintos contextos pero han sido la constante del aparato dominante y nosotros que les tenemos en las narices y vemos el mal que nos generan ¡no somos capaces de hacerles a un lado y evitar se sigan propagando! Se da una poca atención a la historia de cada mal; hay una necesidad obvia de acabar el problema de raíz y no solamente darle una aspirina a la situación, por ello se debe reconocer que la politización (en parte derivada gracias a la polarización de la sociedad por la guerra sucia) no garantiza que lo que se hable y se diga hoy en mayor proporción entre la gente, es lo que nos va a guiar al cambio. Debemos encaminar mejor la politización de la sociedad y aunque algunos se van a sentir incómodos esa labor era la que tenía que conseguir la CND, pero a la fecha no ha logrado organizarse como debería.
Aunque Tere, yo y muchos mexicanos más vemos con optimismo la lucha de la gente en resistencia, las torpezas de calderón, la politización como va cosechando triunfos, entre otras cosas, hay que reconocer que aún no hay una flecha que le pegue directamente a la estructura simuladora del gobierno. Es más, me atrevería a decir que aún si hoy cayera Calderón y hubiera un presidente interino, la fuerza política residiría en los congresistas (se atreverían a cambiar de presidencialismo a parlamentarismo) y el peso del poder judicial sería mayor, pero ambos aún con el vacío del ejecutivo tendrían la voz sonante en México al no haber un pueblo que haya erradicado el problema de fondo que es la ambición por el poder, que se extiende a los tres poderes y la mayoría de sus integrantes. Y voy más allá, aún conquistando la presidencia para López Obrador también me atrevo a señalar que no tendríamos como pueblo las riendas de nuestro destino como debería de ser y aunque tuviésemos si la libertad de elegir, sí una serie de referendos impulsados por AMLO, nos costaría años amarrar acuerdos, el poder llegar a un ritmo de desarrollo que beneficie a todos al haber aún vicios del antiguo sistema de gobierno sembrados en varias personas (no en balde se dice que la corrupción de México comienza en el hogar). De allí que al menos a mi no me asombren las tácticas de los chuchos, no es nada nuevo su comportamiento, están educados por y para el sistema simulador, pero peor hubiera sido ver eso dentro del gobierno de AMLO, de habérsele respetado su triunfo.
En la siguiente serie de comentarios preliminares voy a manejarles algunos ejemplos de lo que dice nuestra historia oficial y lo que otros historiadores, investigadores y académicos creen que fue nuestra historia. Básicamente desprenderemos de lo que fue la lucha de la Independencia para recorrer rápidamente los procesos históricos hasta llegar a la Revolución Mexicana. Pero si quiero insistir en que adopten este trabajo mío no como una verdad absoluta de mi parte hacia ustedes, no como una exposición negativa o rencorosa hacia algo o alguien, sino que lo vean como lo que es: un análisis de un estudiante de Ciencia Política y ciudadano en resistencia, que busca dentro de sus posibilidades sumarle a la causa que pretende cambiar al país.
A mi modo de ver las cosas requerimos ciertas bases y principios de donde partir para que desde amas de casa, obreros, estudiantes y aún nuestros ancianos, todos, caminemos hacia un objetivo claro y que seguro nos conducirá a la victoria. Esto es lo que al régimen simulador le aterra, que sea revelado su modo de operación no desde ahora, sino desde hace cientos de años.
Sigan de cerca Revoluciones, le vamos hacer honor al nombre del blog sin hacer a un lado nuestro lema central: EL CAMBIO EMPIEZA EN TI.
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