Buscar este blog

27 marzo 2007

El Fracaso de la Integración Regional en América Latina

Por Lila Sarai

Actualmente podemos apreciar cómo tras dos guerras mundiales y sin aparente problema la Unidad Europea ha logrado restaurarse y consolidarse como un “ejemplo de prosperidad ”, sobre todo después de la firma del Tratado de Roma, el cual dio nacimiento a la Comunidad Económica Europea (CEE).

Este hecho nos muestra parte de la integración regional que se ha realizado en estas naciones pese a los importantes sucesos que se han desatado los últimos años.

No obstante, ¿será posible una integración real en América Latina?.

Un punto muy importante que hay que destacar al respecto son las notables diferencias que encontramos a lo largo y ancho de Latinoamérica. Estaríamos hablando de instituciones económicas desiguales, desarrollo político y social, así como poblaciones totalmente diversas.

Si bien, en Europa encontramos la “misma variedad”, en AL contamos; primero, con bloqueos comerciales provenientes de Estados Unidos, los cuales propician desigualdad en la compra-venta entre naciones y el enriquecimiento de dicha nación, segundo, las desigualdades políticas que cada vez son más pronunciadas.

Conforme a este respecto podemos encontrar intentos de acercamiento, uno reciente fue hace aproximadamente 3 años con la conformación de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) a la cual se integró Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Venezuela, Chile, Guayana y Surinam, podemos ver también que los resultados has sido más retóricos que de hechos. Un ejemplo claro es que entre las primeras medidas concretas en la constitución del nuevo bloque serían la eliminación de aranceles al intercambio de bienes entre los países miembros, los cuales no han sido eliminados del todo y menos por las diferencias político-económicas que se han presentado últimamente. Es importante recordar que dicha comunidad posee importantes reservas de gas, petróleo, minerales y de agua dulce, de la cuarta parte de especies animales del mundo, el 10% de la superficie cultivable mundial y el 30% de los bosques madereros.

Lo mismo sucede con el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) donde bajo la premisa de mayor facilidad a través de una reducción de cercos comerciales que beneficien el intercambio entre comerciantes de las tres naciones, lo cual, en teoría debería facilitar la venta de los productos a los agricultores que exportan hacia EU y Canadá, no deja más que el sueño utópico de dichas acciones. Así podemos comprobarlo observando las cifras en aumento de los mexicanos que dejan de trabajar el campo del país para emigrar al gabacho (como le llaman) bajo la idea de un trabajo y una remuneración mejor que la que les ha dejado dicho tratado.

La construcción de un muro en la frontera norte de México deja aún más claro cómo el TLCAN no abrió las puertas mas que “hacia adentro”. La ruptura de cercos comerciales sólo han sido en beneficio de EU, el cual exporta al país transgénicos más baratos pero más dañinos, perjudicando lo poco que pudieran vender los campesinos dentro del país. Es así que tan sólo las exportaciones de Estados Unidos crecieron a US$213 mil millones en diez años, mientras que a México alcanzaron los US$1,6 mil millones.

Si bien las cifras pudieran no decirnos mucho, sí están los hechos de que cada día la vida en Latinoamérica se ha vuelto más difícil por las crecientes desigualdades políticas, económicas y sociales.

El que las naciones no conciban un verdadero acercamiento que tome en cuenta todos estos aspectos lleva a dejar de lado cuestiones que bien podrían cercar las verdaderas finalidades de dichos acercamientos. Bajo el “América para los Americanos” imposible pensar en reflejarnos bajo el modelo de la Unión Europea.

No hay comentarios.: